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|| Hay dos grandes días en la vida de una persona: El día que nace y el día que descubre para qué. ||
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QUOTE||Trama :
Desde el inicio de los tiempos los humanos han compartido su mundo con seres místicos, personas con poderes e incluso puertas que atraviesan las dimensiones, y gracias a su ignorancia sobre el asunto la paz reinaba. Durante miles de años el secreto fue resguardado fieramente de todo aquel que quisiera aprovecharse de este conocimiento para romper la estabilidad.
Lastimosamente los tiempos cambian y lo que una vez fue un simple murmullo o un cuento de horror se convirtió en la más veraz verdad de todas cuando la paz se quebró y los mundos se mezclaron, logrando que una guerra se llevara a cabo, llevándose tras de sí no solo vidas humanas sino la “casi” extinción de estos seres, que decidieron llamar a ese nefasto suceso: “El día oscuro.”
Una vez los gobernantes parecieron llegar a una tregua, los humanos inconforme con tal decisión crearon un grupo al cual nombraron: Los vigilantes. Humanos entrenados para matar a seres sobrenaturales, considerados rebeldes para los altos mandos y héroes para los ciudadanos.
Los pocos seres y clanes que sobrevivieron a la guerra utilizaron su conocimiento para mantenerse oculto exitosamente, algunos mezclándose entre humanos, otros ocultándose en campos de fuerza que mantenían a sus ciudades ocultas de la vista mortal.
Pero la “poca” paz que consiguieron estos clanes se puso en peligro cuando los vigilantes empezaron a cazar deliberadamente a su gente de forma abierta y cruel, logrando que los jefes y herederos de cada uno de los clanes deban unirse para detener lo que podría ser un “segundo día oscuro”.
Pero ¿Podrán dejar sus diferencias para salvar su mundo? O por el contrario el orgullo y los secretos terminaran por acabar con su linaje…~ Aru Akise:
SPOILER (click to view)
Nombre: Nathaniel Atman
Edad: 24 años
Orientación Sexual: Bisexual
Rol: Suke
Profesión: Herbólogo y cocinero
Raza: Druida / Humano
Su gremio:
Nathaniel, junto a su hermana pequeña Rania, son los únicos supervivientes de la ya exterminada familia de druidas Kantu, ("Kantu" significa "Feliz" en hindú). Eran grandes curanderos, y podían llegar a controlar los cuatro elementos, aunque la mayoría de sus integrantes solo llegaban a controlar uno o dos. Su relación con los animales era muy cercana, así como su relación con espíritus y energías. Sin embargo, gracias a esas cualidades su gremio siempre había sido muy sensible a las aglomeraciones de gente o a las energías que no fueran las de su mismo clan, ya que esta familia absorbía toda la energía residual en el ambiente, fuera buena o mala, y eso les afectaba directamente. Pueden llegar a volverse locos si no saben controlar la energía a su alrededor, por lo que todos tenían que mantener una gran calma interior y no dudar, para así no ser susceptible a cualquier energía con la que entrasen en contacto.
Historia:
Nathaniel era el hijo mayor de un humilde cocinero en la aldea de Tiku, hogar de su familia, los druidas Kantu. Desde bien pequeño su vida fue de lo más entretenida para él y su adorada hermana Rania. Por las mañanas solía ayudar a su padre a cocinar para el restaurante familiar y en cuanto terminaba salía corriendo a jugar al bosque con su hermanita, donde hacían concursos de hacer levitar agua durante más tiempo, o de quién domesticaba un lobo salvaje antes para después poder jugar con él como uno más de la familia.
Pese a que su clan se caracterizaba por no poder ser muy sociables con otras tribus debido a su facilidad para debilitarse por las turbias energías "extranjeras", Nathaniel era el chico más sociable de toda la aldea, era un buen estudiante y siempre ayudaba a todo aquel que podía, anteponiendo las necesidades de los demás a las suyas propias. Era popular tanto entre los chicos como entre las chicas, por no mencionar que tuvo muchas parejas con las que llegó a salir, pero ninguna en serio.
Aunque su madre estaba enferma era una mujer muy amable, y en cuanto ambos hermanos salían de la escuela se quedaban con ella y ésta les leía antiguos libros de herbología, así como les enseñaba a hacer ungüentos y pociones para curar cualquier tipo de herida, tanto física como espiritual.
Su hermanita Rania sólo podía controlar el elemento agua desde niña, en cambio, Nathaniel era uno de los pocos de la aldea que habían nacido con el don de los cuatro elementos, por lo que todo el pueblo tenía grandes esperanzas en él.
El tiempo pasó y Nathaniel cumplió los 18 años. Acababa de terminar sus estudios de cocina y de herbología cuando aquellos años de felicidad se vieron interrumpidos por el suceso que marcaría el resto de su vida. Una hondonada de humanos con avanzada tecnología arrasaron la aldea y se disponían a matar uno a uno a todos y cada uno de sus miembros. El pánico se apoderó de la mayoría, y las energías negativas arrasaron su cuerpo y lo putrefactaron, resultando muertos en el acto.
Su familia estaba muriendo frente a sus ojos.
Nathaniel quería marcharse, pero su ya muy enferma madre no podía moverse de la cama, por lo que entre él, su hermana y su padre intentaron llevarla junto a ellos, pero era demasiado tarde para escapar todos juntos. Su padre cogió a los dos hermanos en brazos y sin siquiera poder despedirse de su madre, entre llantos y pataletas, se los llevó lo más lejos que pudo del lugar, justo frente a un río.
Esas aguas oyeron la última voluntad de su ya desesperado padre: "Escapad, utilizad la naturaleza e intentar sobrevivir junto a ella, luchad por ser felices, mis preciosos hijos. Nunca dudéis de vosotros mismos, nunca dudéis de que os queréis ni de lo que queréis. Os quiero mucho."
Nathaniel, en pleno shock por todo lo que estaba ocurriendo decidió cumplir el deseo de su padre y, por lo menos, darlo todo por salvar a su hermana. Dejando caer las lágrimas una tras otra y rodeando fuertemente a su hermana con uno de sus brazos, alzó la mano que tenía libre y creó una fuerte corriente en el río que los condujo a gran velocidad durante horas, al menos hasta que su mano no aguantó más y comenzó a putrefactarse del exceso de energía natural que estaba utilizando de golpe.
Nathaniel cayó desmayado después de aquello y su hermana Rania cuidó de él hasta que volvió en sí. A duras penas lograron llegar a un pequeño pueblo, donde no tuvieron más opción que mendigar día tras día para conseguir algo de comer.
Las palizas eran constantes y el odio y rencor en la energía de aquellas personas era agonizante para Rania y Nathaniel, que lo sentían a flor de piel. Aunque Nathaniel lograba prevenir la putrefacción del cuerpo de su hermana gracias a todo lo que sabía de herbología, Nathaniel no podía contener la putrefacción de su mano, que casi quedó inutilizada.
No fue hasta un año y medio después que un joven adinerado puso sus ojos en los hermanos y, a cambio de un techo, comida y un salario mínimo, ambos comenzaron a trabajar para éste y servirle.
Así fue como hasta hace unas semanas ambos han podido trabajar como sirvientes y ahorrar algo de dinero. Nathaniel ha practicado día tras día poder controlar todos elementos a la perfección y poder asimilar mejor las energías para, así, poder vengar a su pueblo y proteger a su querida hermana.
A día de hoy, vaga con el dinero que tiene ahorrado de pueblo en pueblo, buscando pistas acerca de esas personas que mataron a su familia.
Personalidad:
Sin importar qué, Nathaniel tiene un alma inquebrantable. Es alguien realmente decidido cuando se trata de sus propios asuntos, pero cuando éstos incluyen a otras personas se vuelve altamente influenciable ya que si la energía con la que trata es poderosa su cuerpo cede y no puede controlar sus acciones.
Siempre con una cálida y sutil expresión en su rostro, es alguien muy emocional y, aunque eso le haga parecer algo inocentón, no duda en mostrar cada una de sus emociones al máximo ya que la sinceridad es uno de sus más vívidos atributos. Pese a esto, sabe cuando debe de comportarse y cuando tiene que parar.
No suele compartir mucho sus pesares, ya que tiene miedo que éstos dominen su vida, por no decir que teme que la putrefacción de su mano se extienda si los malos pensamientos dominan su mente.
Aunque tenga esa fachada de inocente y sentimental, es alguien muy inteligente y maduro, y cuando tiene algo que proteger, da su cuerpo y alma en cumplir su objetivo. Muy talentoso en lo que se refiere a utilizar los elementos, ha entrenado a un nivel que ya puede utilizar todos los elementos casi a la perfección y está aprendiendo a combinarlos entre ellos y formar nuevos.
En una relación Nathaniel es alguien muy protector y detallista y, aunque no lo quiera reconocer, sumamente pervertido y cariñoso.
Pese a su torpeza natural y su nula habilidad en las relaciones sociales, Nathaniel se hace querer. No sabe leer ambientes, lo que quiere decir que quizás dice algo fuera de contexto o incluso hiriente sin ni siquiera darse cuenta. A veces tartamudea cuando habla, pero eso es parte de su vergüenza natural, cuando coge confianza con alguien se vuelve mucho más abierto y divertido.
Pese a todo... la personalidad de Nath es tan cambiante como las energías de su alrededor, por lo que es una caja de sorpresas.
Gustos:
+ La naturaleza.
+ Los animales.
+ Estudiar (es alguien curioso por naturaleza).
+ Sentir que cuida de los demás y es útil.
+ El puddin (lo probó en casa del hombre con el que trabaja y se ha vuelto adicto).
+ Tiro con arco
Disgustos:
- Las personas egocéntricas.
- La ignorancia (es lo que provocó la exterminación de su familia).
- El café.
- El alcohol (cambia totalmente cuando bebe, y odia su personalidad estando borracho).
- Las personas muy negativas.
Apariencia:
*La chica de las imágenes es su hermana Rania*
Extras:
- Tiene un juramento consigo mismo. Y es que aunque sea lo último que haga, quiere ver a aquella gente que mató a su familia bañada en sangre.
- Ya que no le gusta mostrar la putrefacción de su mano, tiene ésta vendada.
- Desde que se ha ido del lugar en el que trabajaba en busca de venganza, le envía cartas a su hermana de vez en cuando haciéndole saber que está bien.
- Le gusta la palabra "pedo".~ Jess-chan:
SPOILER (click to view)★Nombre: Dante
★Apellido: Sawada
★Edad: Aparenta tener 24 (edad real: 150 años)
★Orientación sexual: Bisexual
★Rol: Suke
★Ocupación: Jefe del clan Sawada/ Gerente de la sucursal de modelaje: “Fairy”
Historia:“Donde hay luz siempre existirá la oscuridad y
donde hay oscuridad siempre habrá un rayo de esperanza.”
150 años de vida son suficientes para aprender de nuestros errores y para disfrutar de los placeres de la vida, durante todo ese tiempo Dante fue testigo de la vida que germinaba y la que se marchitaba, conoció la alegría, el dolor, la soledad, el odio e incluso el amor y a pesar de que su tiempo es diferente al de todo aquel ser que conoció no se arrepiente de su estilo de vida, mucho menos de sus decisiones.
Durante su vida fue testigo y participe de interminables guerras, rencores, incluso tuvo el placer de ser uno de los comandantes en la guerra del día oscuro junto a su hermano y aunque los humanos no pueden recordarlo claramente fue gracias a su poder que los gobernantes humanos decidieron llegar a una tregua, una que trajo una paz ilusoria y una que todos los seres sobrenaturales agradecieron.
Ciertamente las cosas que ha hecho son increíbles pero Dante no es consciente de esto, es más sus recuerdos son escasos, algunos se reducen al leve y distante destello donde puede ver entre parpadeos borrosos el rostro sonriente de sus padres mientras le cargaban cuando aún era un pequeño de cinco años, vagamente recordaba la radiante y cálida mirada de su madre, una hermosa mujer de cabellos color rubio y ojos de un hermoso color azulado que transmitían paz y su padre un hombre de aspecto serio, fuerte y algo juguetón.
Recordaba que eran la familia perfecta, lo sabía por las risas y sensación de paz que sentía en su corazón al pensar en ellos, recordaba lo que ellos eran y por qué él poseía esos poderes; Él era el fruto del amor prohibido entre un ángel y un demonio, un niño que había llegado a este mundo con dones inexplorados y aterradores, un niño cuyo destino había sido decidido a la hora de abrir sus ojos.
Sus poderes comenzaron a desarrollarse a la tierna edad de 6 años, el primero que domino fue su poder de luz, un poder heredado de su madre y el que más le gustaba ya que con él podía proteger a los que amaba; fue en ese entonces cuando conoció a la persona que marcaría su vida, un chico llamado: Rhys, con el tiempo se hicieron mejores amigos y fue así durante años, gracias a él, Dante pudo integrarse sin ningún problema con los humanos pero tal hermoso sueño pareció resquebrajarse una fría noche de invierno después de haber celebrado su veinteavo cumpleaños, Rhys le había dicho a Dante que esperara en el claro ubicado en lo más profundo del bosque, porque tenía algo importante que decirle, emocionado el rubio partió minutos antes para esperar a su amigo y secreto amor, lo que se prometieron esas dos almas aquella noche fue tierno, dichoso y eterno, oh al menos así debió ser pero ¿Quién pensaría que el amor era la clave para despertar la oscuridad dentro de él? pronto la sangre de demonio dentro de él comenzó a despertar y con ellos sus poderes de oscuridad; asustado y confundido trato de retenerlos pero fue inútil, Rhys trato de ayudarlo y en el justo momento en que gris y verde se encontraron Dante arranco el alma de su amado.
El shock y dolor que sintió hizo que surgiera un cambio en su interior, otra personalidad que con el tiempo surgiría de su miedo a recordar. La oscuridad había llegado para marcar su destino y como prueba de ello su pelo color rubio comenzó a teñirse de un azabache ceniza y sus ojos verdes lentamente se tornaron más oscuros hasta adquirir un color violáceo.
A partir de ese momento comprendió que alguien como él no podía obtener ese tipo de felicidad y por varios años entreno hasta que logro dominar sus dos lados, habían pasado 60 años y mientras estuvo ausente un clan enemigo había atacado a los suyos ocasionando la muerte de sus adorados padres y de muchos más, al enterarse inmediatamente regreso encontrándose con la terrible devastación y con una inusual sorpresa, un pequeño niño, que resultó ser su hermano menor, al contrario de él, el pequeño llamado Yuta solo había heredado poderes de demonio como su padre.
Decidido a no perderlo comenzaron a vivir juntos, cuando Yuta fue mayor de edad él y Dante cruzaron aquella línea invisible de lo correcto y lo prohibido creando con ello una inusual relación que para cualquier persona seria mal vista pero para Dante era como una terrible necesidad, por controlar lo que le atormentaba y el único que lograba detener por completo sus pesadillas y dolor era el hermoso chiquillo, sangre de su sangre.
[…] Gracias al haber terminado una carrera de administración, abrió un pequeño café temático, que se volvió muy popular por la cantidad de chicos y chicas de hermosa apariencia y claro está por su misma presencia, con el tiempo decidió expandirse hasta que un “Caza talento” le recluto para ser modelo, trabajo un par de años logrando una popularidad inimaginable, pero al final tantas miradas y personas codiciosas por poseerle se aburrió de ser el centro de atención por lo que empezó buscando un grupo de personas a las cuales comenzó a representar hasta que de poco en poco genero su propia empresa de modelaje. Fue difícil y la competencia quiso aplastar su esfuerzo pero su “carisma fingido” logro sacar adelante a su mini empresa logrando que esta creciera hasta ser una gran sucursal como lo es en la actualidad. Fue gracias a su arduo trabajo que la vida de él y Yuta se volvió estable y cómoda, claro que todos los años que tenía ayudaban como referencia para no cometer errores.
Personalidad:
El poder que gobierna en Dante es la oscuridad, tal vez gracias a esto su malicia es muy activa pero a decir verdad sus genes demoniacos no hacen el mínimo esfuerzo porque él realmente es así o al menos comenzó a serlo después de llevar ese extraño estilo de vida. Es desinhibido, apasionado y un gran mentiroso, tiene una boca sucia y una lengua afilada que no duda en usar para lastimar a las personas.
Aunque los años definitivamente le hicieron crecer emocional y mentalmente muchas veces se sigue portando como un niño, es terriblemente egoísta y caprichoso. Le gusta seducir a los demás y ver como caen a sus pies babeando por él, en definitiva aprovecha eso para “humillarlos” un poco. A simple vista puede ser alguien muy social pero a decir verdad prefiere la soledad o la compañía de muy pocas personas.
En alguna parte del trayecto de sus años de vida, comenzó a interesarse BDSM más cuando descubrió que le gustaba ser mucho un masoquista y que sus parejas sexuales jugaran duramente con él, tal vez tal gusto era gracias a la parte demoniaca dentro de él que le atraía a ese mundo sin dudarlo.
Cuando tiene una pareja se vuelve alguien levemente cariñoso pero no lo suficiente para ser notado, es más tiene un miedo terrible al compromiso y al tener pareja estable, ya que esto trae recuerdos que prefiere que sigan muy enterrados. Cuando esta con su hermano Yuta el aura que le rodea e incluso su forma de hablar se vuelve más íntima y un tanto arrogante, no teme hacer una escena en público ni mucho menos impide que su hermano le “reclame” como suyo, muchas veces el pequeño termino ahuyentando intencionalmente a todas las parejas de Dante, que “ingenuo” ni perezoso le dio poca importancia.
Personalidad de luz:
¿Quién dijo que la luz es del todo buena? Cualquiera que tiene ese concepto realmente se equivocó, cuando Dante es controlado por su personalidad de luz se vuelve una persona muy aterradora, sus labios siempre se ven adornados por una suave y gentil sonrisa que presagia desgracias.
Muchos pueden confundir esta ternura y gran amabilidad con algo terriblemente bueno pero se equivocan, porque este Dante recuerda sus 150 años de vida claramente, es consciente de cada uno de sus oscuros secretos.
Cuando esta en este estado, el aura a su alrededor se vuelve ligeramente asfixiante, como si empezara a faltar el aire, como si al dar un paso muy cerca de él todo perecería. La única persona que conoce de esta personalidad aparte de los pocos miembros del clan y su hermano Yuta, es su asistente Ana, una mitad humana y mitad ninfa, que trabaja para Dante.
Así que si alguna vez conoces esta parte de él mantén la guardia alta y no te dejes llevar por sus hipnóticas y hermosas palabras, el ama jugar con los pensamientos de los demás y manejarlos a su antojo, para ser admirado, apreciado y amado.
Poderes:
Dante puede controlar tanto luz como oscuridad; por medio de la luz puede crear campos protectores y cuando ciertas condiciones se cumplen puede llegar a leer la mente de una persona y de esa manera curar su miedo o tristeza, claro que cuando su personalidad de luz está a flote puede controlar este último don a su antojo logrando crear pequeñas ilusiones o sentimientos momentáneos en las personas. Por otra parte su poder oscuro es más violento, puede invocar sirvientes de sombras y algunos demonios, también puede utilizar la energía o pensamientos negativos para volverse más poderoso, su don más poderoso es: “Sueño oscuro” este rara vez lo usa y cuando lo hace cae en una terrible depresión de la cual es muy difícil sacarlo y lo deja muy débil físicamente que hasta una gripe podría llevarlo al hospital.
Aunque cada uno de estos dones son sorprendentes y muy convenientes su uso siempre genera consecuencias, independientemente si sean sus poderes de luz u oscuridad. (Las consecuencias ya las verán en el rol poco a poco)
Gustos:
✔ Las cosas dulces le fascinan
✔ Las personas que se esfuerzan por lo que quieren sin rendirse
✔ Cocinar; es uno de sus pasatiempos favoritos
✔ Los días de lluvia, por alguna razón ama salir sin sombrilla y caminar lentamente mientras la lluvia empapa su cuerpo.
✔ Que sean rudos, lo controlen o usen juguetes durante el sexo
Disgustos:
✘ Recordar la muerte de Rhys (esto le hace enloquecer y es muy difícil controlarlo cuando ocurre)
✘ Que Yuta mate por placer
✘ No poder proteger a las personas que quiere.
✘ Detesta las noches de luna llena.
Extras:
✿ El clan Sawada está conformado por seres sobrenaturales que una vez fueron rebeldes violentos y que decidieron cambiar y ofrecieron sus servicios al gran demonio Jev (Padre de Dante) y a su fiel esposa Penélope.
✿ El poder más poderoso de Yuta es el de arrebatar o manipular los recuerdos a su antojo.
✿ Dante no sabe que existe su personalidad de luz, es más gracias a que Yuta a utilizado su don en él no recuerda muchos aspectos de su larga vida (aunque esto es lo que le mantiene prácticamente cuerdo) incluyendo a su otra personalidad.
✿ Durante el ciclo de luna llena no deja que nadie vea sus ojos y para esto lleva unas gafas especiales de color oscuro que impide que los demás le miren directamente. (*música de suspenso*)
Apariencia:
Su cabello es corto pero de un hermoso color azabache ceniza (que parece plateado) sus ojos son de un atrayente y seductor color violáceo, su tez es blanca y muy suave, tanto que podrías pasarte horas mordiéndola solo para ver cómo se torna lujuriosamente roja. En su espalda se pueden ver las marcas que los años han dejado en su cuerpo, cicatrices de guerra y dolor.
Su contextura es delgada, claro que esto no significa que sea débil por el contrario, es muy fuerte lo que muchas veces logro sorprender a sus acosadores. Le encanta vestir ropa negra, blanca y gris, pero gracias a su trabajo debe usar prendas de diversos colores, claro que con cualquier cosa que se ponga puede llegar a verse muy bien.
Cuando su personalidad de luz toma el control su apariencia también se ve afectada, su cabello crece prácticamente hasta que las puntas rozan su abdomen, su forma de hablar también cambia y el brillo en sus ojos es diferente.
Antes de que su poder oscuro despertara, sus cabellos eran de un hermoso y casi irreal color dorado y sus ojos de un profundo y puro esmeralda. Su hermano Yuta a pesar de los años sigue viéndose como un adolescente, sus ojos son rojos y su cabello negro como la misa noche, siempre lleva una bata de laboratorio, shorts y camisas holgadas, claro que cuando son asuntos formales se viste con un traje militar igual que su hermano Dante.
~ Yala-chan:
SPOILER (click to view)
☯ Nombre: Nireku
☯ Apellido:Hiroto
☯ Edad: 24
☯ Clan: Hiroto.
☯ Ocupación: Cabeza del clan.
☯ Orientación sexual: Bisexual.
☯ Rol: Suke
☯ Historia:
Cada persona tiene su historia y cada uno la vive de una manera diferente, teniendo momentos que no quien contar y otros de los que quieren presumir.
La historia de Nireku empezó a tomar vida el día que su madre le dio el don de la vida, una madre amable y generosa, con un marido que la amaba más que a nada que pudiese desear. Comenzó a crecer bajo el cuidado de su familia y el su clan, siendo su tío el cabeza de todo este clan y un gran guerrero que siempre instruía con cariño, pero estrictamente, al moreno. Era un buen clan, una buena familia, donde poder reír y disfrutar de su vida con normalidad. Pero ya sabemos cómo suelen acabar las cosas después de ser feliz… “Unos momentos de felicidad traen después más dolor que si no hubieses tenido nunca nada.”
Un día, con el sol en lo más alto y el viento de la primavera meciendo las montañas del pueblo donde vivian, unos intrusos entraron en el territorio de los Hiroto. Humanos que se oponían a la existencia de esas personas especiales que tenían poderes, lo cual su clan estaba lleno de ellos. Evidentemente no eran rivales para su clan, y menos para la autoridad y fuerza de su tío, el cual peleo con admiración. O eso pareció al principio…
Cada vez empezaron a venir más enemigos, la cosa empezaba a no pintar bien, por eso el cabeza del clan, utilizo algo que tenía guardado, algo que jamás debería haber utilizado. Quitándose el parche que cubría su ojo y abriendo este con dificultad, un poder ardiente quemo al enemigo con rabia, viendo como en poco tiempo su tío perdió la cordura y se dejó llevar por aquel poder. Nireku con 15 años no era lo suficientemente fuerte, y aunque intento ayudar, solo pudo ver como todo su clan se consumía en unas llamas azules con ferocidad. En ese momento tuvo que tomar una decisión, haciendo peligrar su propia vida, y con la ayuda de su poder de nacimiento, se acercó hasta su tío mientras clavaba entre lágrimas una larga espada en su pecho.
Aun puede escuchar las palabras de su tío… “Lo siento, Nire, he cometido un error… Y perdóname… por darte esta carga…” Las manos de su admirable tío rodearon su cuerpo con firmeza, no solo por querer abrazarle, sino para que no pudiese escapar de lo que se le iba a dar. Unas débiles palabras en un idioma arcano sonaron haciendo que todas aquellas llamas desapareciesen y que algo extraño saliese de su tío para introducirse en su ojo derecho, provocándole un fuerte dolor que le hizo perder el conocimiento.
Al despertar, se encontró en la casa de un anciano del pueblo, que no pertenecía a su clan. El enemigo había muerto, pero todos los Hiroto también, haciendo eso a Nireku el único miembro y líder del clan.
Los años pasaron, el comenzó a vivir en una casa apartada de la aldea, donde se encontraba antes el clan, el cual había reconstruido con ayuda de los aldeanos, pero donde vivía completamente solo y donde se había recuperado de sus grabes heridas, esas quemaduras que se hizo en el intento de salvar a sus padres inútilmente. Estudio mucho y practico mucho, aprendiendo de lo que había en su ojo y porque su tío se había vuelto loco de repente. No se quedó quieto mucho en su casa, tubo experiencias y conoció a compañeros, algunos muertos por su negligencia, cosas que se grabaron en su mente y que son difíciles de olvidar.
☯ Personalidad:
A pesar de todas las dificultades que ha pasado y la soledad de su vida, las sonrisas en el rostro de este peli negro no faltan. Es cierto que en interior siempre hay cosas que molestan, pero hay personas que pueden mostrar su interior y otras que no. Nireku es de las personas que prefieren no mostrar las cosas feas de su interior, las cosas que le hacen parecer débil y vulnerable. Por lo tanto siempre bromeara si se le pregunta algo que él considera que le hace daño decirlo con palabras, porque aunque parezca un hombre fuerte por mantenerse alegre, en realidad es una persona muy sensible y a la hora de llorar no se sabe cuándo parara.
En el combate es un buen contrincante, protegiendo a las personas que lo necesitan y odiando al enemigo, si estás del otro lado, lo que puedes llevarte es una bonita sonrisa con tu corazón perforado por su espada. No se preocupa mucho por el resentimiento a la hora de matar a una persona que lo merece o tomar una acción que él considera correcta.
En ocasiones es muy egoísta, haciendo lo que él cree y no escuchando lo que el otro le está diciendo si su objetivo ya está claro en su mente. Esto se debe a experiencias que ha tenido, confiando en sus compañeros estos acabaron muertos, por lo que prefiere confiar en sí mismo y hacer lo que piense que es mejor sin escuchar demasiado las opiniones. Eso no quiere decir que rechace todo lo que escuche de otro. Pero si es una persona terca.
No le gusta ser controlado o que le den órdenes. Vive en su mundo donde la experiencia de su vida le dice que hacer o como pueden salir las cosas, por lo tanto, alguien que sea menos que él no tiene derecho a decirle que hacer. Si aprecia los consejos de personas sabias que también han pasado por experiencias que le han hecho aprender cosas de la vida. Cada uno pasa momentos diferentes y si esas experiencias pueden ajuntarse se puede aprender más.
Por las cosas que le han pasado no le echa la culpa a nadie, solo a su debilidad por no haber podido proteger todas aquellas cosas que quería, lo que le llevo a practicar duro en convertirse en alguien más fuerte y menos inútil que hiciese que se arrepintiera en el futuro.
En algunas ocasiones le gusta seguir a sus instintos antes que a su cabeza, ya que eso le ha favorecido más de una vez algunas veces.
En el tema del amor es alguien sobreprotector, preocupándose más por su amante que por el mismo. Puede ser muy romántico, pero también es muy torpe en esos temas, la vergüenza puede alterarlo. Y aunque puede ser romántico en ocasiones y pegajoso con la persona que quiere, también es muy pegajoso en la cama, gustándole ver las cosas vergonzosas de su pareja y atesorándolas con cariño. Solo ha tenido una relación seria en su vida, y sabe por experiencia que el lugar donde está más a gusto es en los brazos de la persona amada. Podría hacer cualquier locura por lo que quiere.
☯ Gustos:
✓ Los animales, se le dan muy bien.
✓El sexo, da igual si es hombre o mujer, todos tienen agujero donde meter. (XD)
✓Las cosas dulces, en especial las tartas.
✓Las personas sinceras.
✓La música.
✓Observar el cielo en la soledad de su casa.
✓El anciano que salvo su vida el día que se quedó solo. Siempre le ayuda en lo que necesite.
✓Y más cositas.
☯ Disgustos:
✘ Estar solo demasiado tiempo. Alguna vez necesita un poco de compañía para no pensar demasiado en cosas innecesarias.
✘Las cosas picantes, sus papilas gustativas no lo aceptan bien.
✘Las zanahorias, no se sabe por qué, pero las odia.
✘Madrugar, tiene mucho tiempo y se ha acostumbrado a dormir mucho.
✘No proteger a los demás.
✘Personas que se creen que son más importantes o mejor que los demás.
✘Y más cositas.
☯ Extras:
❥Siempre lleva guantes puestos para ocultar las quemaduras de sus manos.
❥Sabe hablar más de un idioma.
❥Lleva un parche en su ojo derecho, pero eso no quiere decir que no pueda ver por él, ve perfectamente, simplemente no puede abrirlo aunque quiera. Si lleva el parche es para ocultar eso y que hay pequeñas quemaduras en él.
❥Ha salido muchas veces de la aldea para realizar encargos de misiones.
❥Muchas veces hay un amigo que le visita, con el cual tiene relaciones, y aunque no tenga sentimientos hacia él, es algo que le desahoga mucho de sus problemas interiores.
❥Se le da muy bien cantar, aunque solo lo hace cuando está solo, siente que no pega mucho con él.
❥Hace mucho se enamoró de una persona, la cual perdió también hace un tiempo.
☯ Poderes:
Su poder de nacimiento es el poder crear armas de la nada, puede invocar/crear espadas con las que combatir, pudiendo también copiar armas que ve copiándolas. Tiene otro poder otorgado por su tío, pero lo mantiene oculto (ya se sabrá en el rol).
☯ Apariencia:
Su cabello es negro y con un flequillo largo que tapa el ojo que tiene el parche. Con ojos rasgados anaranjados. Tiene una buena compostura de un cuerpo fuerte y cuidado, con las cicatrices de las quemaduras en su cuerpo.
-Sus quemaduras están por su espalda y llegan hasta su pecho, cubriendo la mitad de su estómago y casi toda su espalda. También tiene las manos algo quemadas:
El mundo es caótico, irracional e injusto. No tiene ningún significado. El deseo de aquellos que lo entienden y se niegan a aceptarlo, el deseo de que el mundo sea al menos un poco interesante… Eso es… El mundo es simplemente cruel. Eso es lo que los años me han enseñado, lo que las pisadas en los caminos que tome me mostraron. Hubo muchos momentos que eran de felicidad, esos que dices que no pueden terminar, pero que al final, la realidad, vuelve a clavarte los colmillos...
-“¿Nire?”-una voz masculina, seguido de un abrazo que rodeaba mi espalda me hizo sacarme de mis pensamientos. Me encontraba sentado al borde de mi cama, donde Fiol me abrazaba por la espalda desnudo.-Debo irme ya.-levemente me deshice del agarre de mi compañero de cama y me puse en pie.-“¿Vas a ver a ese anciano?”-me gire para mirar ese cuerpo arrodillado en aquella blanca cama por esas blancas sabanas. Asentí con la cabeza y él se levantó para abrazarme; su altura era mayor que la mía.-“Ve con cuidado.”-sus labios tocaron los míos con una agradable amabilidad. Sabia los sentimientos de Fiol, aunque no pudiese corresponderle con el mismo sentimiento, él siempre venía a casa cuando estaba en la aldea. Era amable, cariñoso y siempre se preocupaba por mi seguridad, me gustaría poder llegar a enamorarme de él, aun así… No tenía esos sentimientos.
Me coloque el parche en mi ojo cerrado; no solía dormir con él, era incómodo. Me vestí con tranquilidad y me marche de casa despidiéndome de Fiol. No me importaba que se quedase dentro, conocía tantas cosas de mí y confiaba tanto en él que no me preocupaba por que hiciese algo malo en mi casa.
Mientras caminaba podía ver a lo lejos Furawazu, la aldea que siempre había cuidado el secreto de nuestro clan, donde nos querían y nos aceptaron a pesar de ser humanos. La casa de mi clan, o más bien, mi casa, se encontraba a las afueras de esa aldea. Me sorprendía que aún me siguiesen aceptando después del desastre que había ocasionado mi clan hacia unos años. Realmente eran muy amables y hospitalarios, aunque también solitarios, ya que nos encontrábamos alejados de la civilización, en unas montañas muy apartadas.
Estaba caminando ya por la aldea, cuando unas ancianas conocidas me pararon para conversar conmigo, preguntándome como había amanecido y que sus nietas aún seguían solteras. Yo era amable con ellas, a pesar que me importase poco la soltería de sus nietas, no podría ser grosero con ellas, esa aldea había cuidado de mí.
Tras aquello por fin conseguí llegar a mi destino, la casa del señor Shizuke, el médico de la aldea y el que salvo mi vida cuando era pequeño. Siempre que estaba en la aldea me obligaba a ir todas las mañanas para tenerme vigilado. No me parecía algo malo, por lo tanto no me quejaba.-¿Se puede?-toque la puerta de la casa con el nudillo de mi mano. A lo que recibí una respuesta afirmativa por lo que entre dentro, quitándome los zapatos en la entrada y llegando hasta donde siempre estaba aquel viejo.-“Hoy vienes temprano.”-me senté en el suelo, al lado de donde él se encontraba.-Sí, después de aquí me marcho. Se ha filtrado información de que los vigilantes van a atacar un pueblo donde hay personas con poderes.-me empecé a quitar la parte de arriba de mi ropa mientras el señor Shizuke se colocaba detrás de mí, arrodillado.-“¿Quieres morir antes de hora?”-sus manos palpaban mi espalda.-Estoy seguro que algunos clanes irán, no creo ser el único que se haya enterado de esa información filtrada.-eso esperaba, era consciente de que necesitaría apoyo.-“Ya veo, entonces supongo que tendré que ser yo el que le diga a Fiol que te has ido.”-me conocía muy bien. Si le contaba a mi amigo que me marchaba seguramente querría venir conmigo, pero no podía involucrar a nadie en mis asuntos.-“Has perdido musculo y peso. ¿Te sientes débil?”-se levantó para ir a su armario donde tenía algunas medicinas.-Un poco.-confesé, había que ser sincero con el medico que cuidaba de ti.-“Te daré unas medicinas para que te las lleves, te harán sentirte más sano, así que toma una al día.”-me lanzo una caja, que agarre al aire, de pastillas.
Me despedí del anciano tras vestirme y comencé mi viaje en solitario. Tenía unas semanas antes de que los vigilantes fuesen a esa aldea. Tenía tiempo suficiente.
Últimamente los vigilantes habían estado muy activos, deseando eliminar a los que teníamos poderes. Sentía que al final acabarían extinguiéndonos, sentía que otro día oscuro podría ocurrir. No permitiría eso, acabaría con esos humanos y me encargaría de exterminarlos sin compasión. Me había encontrado en mi viaje con algún radical que odiaba a los que no se pudiesen llamar humanos. Había pasado tres semanas de viaje, intentando no pasar desapercibido. Mi destino estaba lejos de mi aldea, pero por fin había llegado. Aún no había ocurrido nada. Nizel, la aldea donde vivían algunas personas con poderes, parecían vivir felices sin preocupaciones. En poco tiempo eso se vería perturbado por forasteros.
Caminando por las calles de aquella aldea me detuve en un puesto ambulante de comida a picar algo ya que me sentía bastante hambriento.
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"Qué triste es ese día en el que te levantas y sabes que no hay nadie que te vaya a despertar con una buena cara; qué triste, cuando nunca ha habido nadie que te haya dicho -te necesito, eres muy importante para mí-, qué triste, cuando cada día te despiertan a golpes, y no a besos, -qué triste, ¿verdad?-, diríamos, cada vez que los más profundos recuerdos se apoderan de ti, cuando ves que aquellos que te daban calor, aquellos que eran tan importantes para ti se esfuman, te substituyen tan rápido como las estaciones cambian;
Yo, persona de corazón lento y ameno, en una vida rápida y cambiante, no pertenezco a ningún lugar, no puedo regresar a casa, puesto que no tengo ni un "dónde" ni un "nadie" a quien realmente pueda llamar hogar. Qué triste balada nocturna camuflada con el tenue viento, donde sólo las hojas comprenden la profundidad de tus pensamientos. "Qué triste", digo yo, un pequeño nómada, que pese a poseer una belleza perenne, me encuentro vacío de alma".- Argh... m-mierda...- Musité, sujetando adolorido mi mano vendada.- Otra vez me vienen a la cabeza... dichoso subconsciente... a este paso no podré volver a utilizar mi mano izquierda...- Terminé, mirando de reojo y con algo de rencor dicho vendaje, sintiendo a flor de piel como la putrefacción de éste crecía a paso lento pero continuado. - N-No... no dejaré que me domine esta mierda...
"-Qué triste-. Claro, podríamos pensar así y terminar nuestras miserables vidas tal y como las comenzamos, vacíos. Pero... ¿qué tal eso de verlo desde otra perspectiva?, y si... por poco que pudiéramos hacer... ¿y si pudieras salvar el futuro de alguien?, ¿y si pudieras alegrarle el día a una persona con el simple acto de dedicarle una cálida sonrisa?, hay tantas oportunidades...
Ocurren desgracias, nuestra vida puede no ser la mejor de todas, pero... aunque lo creamos todo perdido... yo, una simple y minúscula entidad, moriría más que satisfecho si he podido cambiarle la vida a alguien, si ese alguien se acordara de mí y sonriera, por pequeña que fuera mi huella... por pequeña que fuera la dicha que hubiera logrado transmitir, moriría feliz, así que...
Pese a todo y con una fuerza inquebrantable haré de todos y cada uno de mis días una nueva aventura: reiré, lloraré y me emocionaré como si ese día fuera el último, porque castigo suficiente es el poder vivir eternamente, prefiero intentar hacerlo feliz, aunque a veces tenga que arrastrarme, aunque sea duro, por lo menos para intentar llenar con una hermosa sonrisa los rostros de aquellos que más se lo merecen".Sí, tenía los pensamientos casi tan cambiantes como las corrientes del viento, como las estaciones, como el día, como la noche... Pese a que en lo más profundo de mi corazón existía un gran pesar, cada día me animaba a continuar con una sonrisa por delante, por el bien de mi hermana, por intentar día tras día que su sonrisa más sincera volviera, esa sonrisa que desde la muerte de nuestros padres parecía desaparecida, olvidada...
Era consciente de que mi hermana sentía, por mínimo e involuntario que fuera, un rencor hacia mí en lo más profundo de su corazón. Quizás porque piense que entre los dos podríamos haber salvado a nuestros padres, o tal vez por el simple hecho de haberla salvado aquel día en el que, probablemente, hubiese preferido morir. Era consciente de todo aquello pero...- ¡Ya basta de pesares, jovencito!, ¡es hora de hacer algo y dejarse de tonterías!, je, je, je~.- Grité a todo pulmón, levantándome de un enérgico impulso de la mesa del hostal en el que me hospedaba, posando ambas manos en mis caderas y riéndome como si de un super héroe se tratara, acaparando todas las miradas de odio del resto de clientes.
- T-Tsk...- Chasqueé mi lengua, entre molesto y avergonzado, bajando mi cabeza de manera que mis cabellos cayeran cubriendo mi sonrojado rostro, regresando nervioso a mi asiento y llevando ambas manos a los bolsillos de mi pantalón.- T-Tengo la mala costumbre de olvidarme que estoy en sitios públicos, huh...- Murmuré, en un tono casi inaudible, desando fervientemente que la tierra me tragara en ese mismo instante.
Sin embargo y pese a todo decidí no demorarme más y proseguir con mi camino, tenía que impedir aquel ataque del que había oído hablar, fuera una falsa alarma o no, haría todo lo que pudiera por impedir que otras personas sufrieran lo mismo que yo. Pese a que mi fuerza de combate era prácticamente nula y que la interacción con otras entidades sobrenaturales con las que pudiera encontrarme no mejorarían en absoluto mi estado mental, estaba dispuesto a hacer lo que fuera para ayudar, aún si yo mismo moría en el intento.
Pagué la bebida que había ordenado y salí de aquel local, concentrándome en ignorar las oscuras energías que brotaban de las miradas de aquellos clientes con la mente más positiva que podía. Hecho eso y, con un auto impuesto buen humor, continué mi viaje a aquella lejana aldea.
...
Nada más salir de allí me dirigí hacia Mike, un caballo salvaje que había logrado domesticar aquella misma mañana para que pudiera llevarme rápidamente hasta aquel lugar ya que, por desgracia, mi condición física no era la más adecuada.
Una vez frente al animal acaricié su lomo con dulzura y una amena sonrisa surgió sin más. No pude evitarlo, me eché a reír despreocupado, tapándome la boca gentilmente con la mano.- Nuestras almas han conectado enseguida, ¿eh, pequeño?, je, je, je~.- Comenté alegre para, por fin, subirme a él y proseguir mi camino.
Sinceramente, temía ser más un estorbo que una ayuda, pero... aunque mis poderes en combate se limitaban a utilizar los elementos como herramienta más defensiva que ofensiva, mis poderes como curandero podrían llegar a ser de ayuda para alguien, así que no dudé ni un segundo en acudir en su auxilio.. -
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<<La Luz de la luna se extendía tiernamente por todo el claro, ansioso esperaba la respuesta de Rhys una que ya sabía pero que quería escuchar de todas formas, nuestros sentimientos eran mutuos, podía verlo en sus ojos, en su expresión e incluso en el leve temblor de sus labios y el carmesí de sus mejillas. El viento soplo con parsimonia, regalándonos una música silenciosa y pequeños pétalos de flores que se elevaban dándole un toque más romántico al asunto.
Levemente pude ver como sus ojos grises se alzaban, centellando en lágrimas, ansioso trague saliva hasta que note que sus labios se entreabrían-[…]-las palabras debieron salir pero no lo hicieron ¿Qué es lo que estaba diciendo? ¿Eh? Una extraña sensación me recorrió-ngh-un gemido de dolor salió de mis labios, mi pecho comenzaba a doler terriblemente ¿Qué estaba pasando? Mire a mi lindo chico, notando la preocupación en sus ojos, todo se volvió borroso y de repente todo este perfecto escenario cambio en un parpadear, al abrir mis ojos nuevamente note que todo a mi alrededor estaba muerto, los árboles, el pasto e incluso los animales, temblando baje mi mirada para encontrar a Rhys tendido en el piso con su mirada vacía, fija en mi -¡No!-grite angustiado cayendo de rodillas, su cuerpo estaba frio, su corazón ya no latía, las lagrimas empezaron a caer una tras otra desesperado me aferre a su cuerpo-¡Ayuda!-solloce meciéndome con su roto cuerpo.
“Es tú culpa”
Una voz inconfundible susurró en mi oído alzando mi rostro ladee mi rostro para encontrarme con un Rhys cubierto de sangre, de mirada fría y una sonrisa maliciosa-“Tú me mataste Dante… eres un monstruo ¡Muere!”-de la nada sus finas manos rodearon mi cuello apretujándolo con un gran odio.
“Dante… despierta” >>
-¡Dante!- abriendo lentamente sus ojos con una expresión fría el susodicho sintió un peso conocido sobre él, bajando la mirada noto los lindos ojos color carmesí de Yuta que le observaban con un brillo salvaje y audaz, inclinándose el pelinegro junto su frente a la del mayor-¿Otra vez tuviste esa pesadilla?-preguntó al momento que dejaba a sus delgados dedos jugar con el largo mechón de cabello plateado que tenía al alcance, enroscándolo y acariciándolo con un deje de sensualidad.
Sin compasión y con un alto grado de fuerza la mano de Dante se estampo en la nuca de su hermano para atraerle a un húmedo beso, sin permiso y con necesidad se abrió paso por entre los dientes para buscar aquella la lengua de su compañero que se unió al juego inmediatamente, pronto los jadeos empezaron a salir, calurosos, altos y ahogados, lentamente los largos dedos de Dante acariciaron la piel desnuda de Yuta, deteniéndose en su espalda baja cuando infinidades de imágenes sobre su único amor invadían su mente con cada movimiento, con cada succión con cada mordida y gemido.
-¡Maldita sea! Deja de pensar en ese estúpido ¡Él que esta frente a ti soy yo!-exclamó Yuta enfurecido, al darse cuenta de la situación, podía sentirse la rabie e indignación en su voz, tan explosivo como era había dejado a sus celos dominar su boca. Una mala elección porque la leve “ternura” del momento se desvaneció y fue remplazada por un asfixiante aura, que le advirtió peligro-cierra la boca-gruño el mayor tomando con firmeza del mentón logrando que Yuta cerrara la boca obedientemente-recuerda que tú eres simplemente su remplazo, no lo olvides-dominado bajo su mirada hasta que Dante le libero y lo atrajo a un abrazo. Algo así como un castigo y un premio-lo siento, no quise asustarte-susurró depositando un gentil beso en la sudorosa frente del pelinegro que se dejó hacer, retirando los mechones de aquellos ojos carmesí, Dante sonrió con amabilidad, una que hizo a Yuta querer saltar fuera se ese abrazo-¿Hoy también lo harás verdad?-preguntó el de cabellos plateados como asegurándose, su hermano asintió lentamente-no recordara nada-afirmo-bien-dijo el mayor cerrando sus ojos.
Lentamente y como por arte de magia su cabello largo fue acortándose poco a poco, hasta que regreso a su estado natural. Suspirando Yuta poso sus manos sobre la sien de Dante, de repente una luz comenzó a salir de sus palmas -lo borrare de tu mente… hasta que no quede rastro de él. Nii-sama, tú serás mío.-masculló con la ira bailando en su mirada casi como un ansia asesina, que hizo relucir su aura demoniaca con fuerza.
Lentamente la luz comenzaba a colarse por las cortinas y a través de mis parpados logrando que el sueño se fuera esfumando, removiéndome y aun somnoliento palpe la cama en busca del menudo cuerpo de Yuta pero no lo encontré por ninguna parte, molesto me senté en la cama para observar la habitación, me despertaba solo de nuevo-tch-chasquee la lengua algo molesto ¿Tanto le molestaba dormir conmigo? ¡Ha! Cada que le preguntaba eso a ese pequeño mocoso, solo contestaba cosas como: “Te mueves mucho, roncas, eres fastidioso” pero claro cuando quería ser consentido no le importaba nada de eso, rodando los ojos y bostezando ruidosamente, removí las cobijas para irme a bañar, primero busque en mi guardarropas y sacando lo que me pondría ese día me dirigí al cuarto de baño.
Regule el agua y me di un relajante y largo baño, hoy sería un día ajetreado en medio de reuniones y demás cosas; Una vez termine de asearme y cambiarme, fui a la cocina donde un agradable olor me recibió, al entrar vi a Yuta con un delantal rosa mientras cocinaba, sonriendo pícaramente me acerque para tomarlo por la cintura-Buenos días-susurré roncamente en su oído, el cuerpo de mi pequeño se contorsiono y de un salto rápido hacía atrás pude esquivar el filo del cuchillo, sus ojos carmesí me observaban con frialdad mientras sus labios estaban adornados por una sonrisa sádica que me hizo estremecer-Déjate de estúpidos juegos Nii-sama-escupió mientras regresaba a lo suyo, arqueando una ceja en una expresión de diversión no pude contener las palabras que salieron-eres muy lindo ¿Sabes? Aunque definitivamente te veías mejor rogando-agachándome vi pasar el cuchillo en una trayectoria recta que paso cortando el aire, que bueno que ya sabía sus reacciones matutinas después de una sesión de cariño mutuo.
- ¿Quieres morir?-amenazo y cuando estaba a punto de contestarle con una sarcástica e ingeniosa broma mi celular comenzó a sonar, quise ignorarlo pero cuando mire el numero en la pantalla no tuve otra opción más que contestar-¿Qué pasa?-pregunte seriamente-Jefe, acabo de recibir una información sobre un ataque, al parecer será este mismo día, como líder los ancianos decidieron que debe atender de urgencia esto- ¿Un ataque? No es como si me preocupara por salvar a otros es más si esas personas hubieran decidido vivir entre los humanos como yo, no serían perseguidos, aunque no lo parecía era muy fácil engañarlos, solo bastaba aprender sus costumbres y no utilizar nuestros poderes pero no esas personas eran muy evidentes viviendo a las afueras en pequeñas aldeas ocultas.
Sobando el puente de mi nariz lance un largo suspiro-mándame la dirección exacta del lugar parto inmediatamente, después contacta a Ana y dile que cancele todas mis citas ¿Entendido?-ordene -sí señor--dijo con un tono militar mientras yo colgaba. -no debes ir si no quieres-susurró Yuta, eso definitivamente era un gesto tierno de su parte pero era mi responsabilidad, mi padre no habría tolerado algo como esto-estaré bien-le asegure, acercándome acaricie su mejilla e inclinándome le di un beso en la punta de la nariz, sabía que Yuta no tenía problemas de quedarse solo, no es como si nuestra actual “relación prohibida” le tuviera atado a mí, es más se acerca de sus otros amantes y no es algo que me moleste, no es como si nos necesitáramos, no es como si yo le amara, era extraño pero tal sentimiento no podía germinar en mí.
Cuando estaba por salir de nuestro apartamento sentí sus brazos rodeándome en un apretujado abrazo -promete que no usaras el muro de contención-masculló, tomando sus manos las acaricie hasta que sentí su agarre deshacerse, ladeando mi rostro observe sus ojos-no puedo prometer algo como eso Yuta.-sabía que era un adiós frio pero no haría promesas que no cumpliría. Sin decir más salí de ahí, para mi sorpresa un carro ya estaba esperando por mí.
El viaje fue terriblemente largo más cuando tuve que caminar por mi cuenta hasta esa pequeña aldea abandonada por Dios, agradecía que no tuviera mal estado físico-bien aquí estoy-murmure mirando alrededor, todo era pintoresco, casa humildes, animales caminando libres, niños jugando.
Ver esto logro conmoverme, estas personas no tenían la culpa ¿No? –Suspire- realmente me esforzaría en protegerlos, adentrándome más al pueblo comencé a hacer un recorrido de forma discreta, saludando cortésmente a las personas, incluso algunos niños incluso se atrevieron a hablar conmigo mientras caminaba.
La tarde había llegado y los enemigos no daban señales de vida pero yo no había perdido el tiempo y había logrado dar una vuelta por todo el pueblo y en mi recorrido fui dejando pequeñas marcas en partes estratégicas, esto me ayudaría si llegaba el momento de usar una barrera, podría proteger a la gente -Oni-chan ¿Qué es lo que haces?-me preguntó uno de los niños que estaban siguiéndome hace mucho tiempo-es un conjuro de protección-le mentí y vi en sus ojos marrón aquel brillo de ilusión-así que asegúrate de no borrarlo-le advertí el pequeño asintió al igual que su otro amigo ¡Mi trabajo estaba realizado! Al menos de momento ahora solo debía esperar.
De repente mientras el sol comenzaba a ocultarse y la noche comenzaba a llegar el viento se volvió más denso, afilando mi mirada observe el oscuro cielo-vayan a sus casas y pase lo que pase no salgan-le dije a los dos chiquillos que confundidos acataron mi orden y se fueron corriendo, apresure mi paso hacía el principio de la aldea cuando un desgarrador grito resonó. Era el momento ¡Habían llegado!. -
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-“Perdona, pero creo que no es bueno que te comas eso con guantes, te los estas ensuciando.”-el anciano del puesto ambulante me hablaba mientras señalaba mis manos, las cuales sostenían un crepe que se había roto por un lado y había caído un poco de nata en uno de mis guantes.-No hay problema.-lo solucione lamiendo esa nata en mi guante. Estaban limpios, así que no había problema. Tenía muchos pares de guantes de repuesto. En la pequeña bandolera que tenía en la parte de atrás de mi cadera.
Me seguí comiendo mi crepe después de escuchar aquel suspiro por parte del vendedor ambulante de comida rápida.-“¿Puedo hacerte una pregunta?”-el anciano volví a abrir la boca sin mirarme a la cara, tan solo hacia sus cosas.-Si es sobre los guantes, no insista. Está bien.-supuse.-“No eres humano ¿verdad?”-mis ojos se clavaron en el anciano curioso e intrigado por lo que acababa de soltar. En aquel pueblo habían muchos con poderes, no esperaba que fuese algo raro.-“Una vez coci a un hombre que también tenía un parche en el ojo, era bastante particular y se parecía mucho a ti en apariencia. Así que si no me equivoco… ¿Perteneces a uno de los clanes principales?”-¿Aquel hombre había conocido a mi tío? Me sorprendió un poco la situación, pero no tanto como para alterarme, en esos momentos tenía otras cosas en las que preocuparme.-Eres un anciano bastante espabilado, así que le voy a dar un consejo.-me termine el crepe y limpie mis guantes con una servilleta que había en la barra del puesto.-Le recomiendo que cierre hoy el puesto y se vaya a casa.-el anciano no dijo nada mientras me marchaba, supongo que más o menos había entendido la situación cuando escucha como empezaba a recoger.
La noche ya estaba empezando a caer, por lo que lo más lógico era dirigirse a la entrada del pueblo. Los vigilantes no se caracterizaban por ir a escondidas, ellos siempre entraban a lo grande.
Las ganas de exterminar a aquellos humanos me hacían sentirme ansioso. No es que los odiara, cada uno tenía su historia, cada uno tenía sus razones para hacer las cosas que hacía, pero yo también tenía las mías. Aunque la venganza fuese un acto vacío, no podría continuar sin experimentar esa clase de vacío, tampoco es como si me importase, después de todo no había nada más que llenase mi vida.
Sentía como si el viento hubiese cambiado. Parecía que las cosas iban a dejar de estar tan calmadas. Y justo cuando pensaba que el momento se acercaba escuche un grito femenino cerca del principio de aquella aldea, por lo que apresuré el paso corriendo hacia el lugar. Cuando llegue me encontré con una señora mayor correteando en círculos en un mismo punto.-¿¡Esta bien!?-corrí hacia ella y la agarre del brazo, con intención de saber que le ocurría, cosa que lamente cuando de repente se abalanzo sombre mí, tirándome al suelo mientras ella seguía gritando sin soltarme.-“¡¡Una avispa!! ¡¡Una avispa!!”-¿Una avispa? ¿Era enserio? Esa señora estaba asustada por un insecto diminuto e inferir, del cual pude ver volando sin rumbo.-“¡¡¡Ahhh!! ¡¡Se acerca a nosotros!!”-me abrazaba más fuerte.-¡Señora suélteme! ¡Solo es una avispa!-no parecía escuchar lo que decía y solo hundía su cabeza en mi pecho mientras empezaba a ahogarme con su abrazo; aquella señora pesaba…
Cuando aquella “temible” avispa paso por mi lado, con la rapidez que pude, la agarre con mi puño y la aplaste.-Ya está, ahora levántese.-la señora al ver eso se sonrojo y no soltó su agarre, de echo sentí más presión.-“Mi príncipe…”-casi susurro avergonzada.-¿Eh?-¿¡que príncipe ni que cojones!?-Señora no tengo tiempo para tonterías, suélteme.-intentaba separarla de mí, pero aquella mujer no parecía ser tan anciana.-¡Señora!-esta alzo la mirada para verme.-“Para ti soy Anna.”-…. -
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Después de un largo camino pude, por fin, vislumbrar aquella lejana aldea.- ¡Waaaaah~, qué ganas tenía de llegaar~!.- Dije alegre y a todo pulmón, acompañando el grito con un rostro de máxima emoción, incluso asustando así al pobre Mike, que se paró en seco de la impresión y me hizo caer al suelo para encima salir corriendo y dejarme solo.- A-Auch, eso duele Mike... supongo que tengo que dejar de emocionarme tanto por todo, je, je...- Comenté, a sabiendas de que nadie me escuchaba y de que el caballo ya estaría demasiado lejos como para ir en su busca.
Como fuera, esperé a que el dolor de la caída menguara un poco para sacudirme la suciedad de la ropa y levantarme, zarandeándome un poco en ello.- B-Bueno, he venido con tiempo, así que tendré tiempo de sobra para ir a dar una vuelt--.- Iba a terminar mi frase cuando un grito desgarrador se oyó no muy lejos de donde me encontraba. Como era de esperar me alarmé por aquello y... sí, me puse en la peor de las situaciones.- "Tal vez los vigilantes se hayan adelantado y los aldeanos estén en peligro. He de hacer algo... ¡ya!".- Pensé, no demorando ni un segundo más para echarme a correr camino al origen de aquel grito agonizante.
Llegué con la respiración agitada a aquel lugar muy cerca de la entrada a la aldea, sumamente fatigado por mi pésima condición física, aún así, saqué el aliento suficiente para, como era común en mí, gritar con todas las fuerzas que me quedaban, inclinando mi torso hacia delante y apoyando ambas manos en mis rodillas, recuperando como podía el aliento.- ¡No les hagáis daño!, ¡no os hacen ningún daño!, ¡t-todo se puede hablar!, aunque si m-me forzáis... p-pasaréis por mi cadáver antes, ¡bastardos!.- Ni yo mismo era consciente del panorama en el que me encontraba, había dicho aquello sin pensar. En ese momento se me ocurrió alzar mi mirada y observar lo que me rodeaba.
- ¿P-Pero qué m-mierda....- Desde luego había una muerte, pero no del ser que me esperaba.- ¿Una avispa?.- Comenté, sin esperar tampoco una respuesta. Volteando mi mirada pude apreciar como una señora se había abalanzado sobre un hombre que... por su aspecto también era forastero.
-"Para ti soy Anna".- ¿Acaso estaba flirteando con el forastero?, bueno... por lo menos ya sabía el nombre de aquella mujer.
Viendo como la mirada de aquella señora se dirigía alarmada por todo lo que acababa de decir... no pude más que disculparme.- ¡S-Siento el alboroto!, ¡soy un cabeza hueca!, lo siento Anna-san, no quería que se asustara...- Me incliné en el acto, en un perfecto ángulo de noventa grados, cuando...
-"Tú, niño, no interfieras entre mi príncipe y yo... Anda, ¡largo de aquí y deja a los adultos con sus asuntos!, hmp.".- Refunfuñó la señora, a lo que alcé mi mirada nuevamente en su dirección, atónito.
- E-Em... y-ya veo...está claro que estoy interrumpiendo algo... y-yo... y-ya me marcho, lo siento, jejeje.- Concluí, volviéndome a incorporar y frotando mis cabellos agitado.
Me moría de la vergüenza en ese momento.
-"¡Tierra, trágame!".. -
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Apresurando mi paso comencé a correr hasta el lugar donde el ataque parecía estarse llevando acabo lo que encontré fue extraño ¡Dos contra una indefensa anciana! Que luchaba fieramente para que no se la llevaran ¡No aceptaría este tipo de barbarie! El tipo que estaba en el suelo lucia como alguien capaz de matar hasta un gatito y el otro a pesar de su cara de inocencia de seguro era el anzuelo, de un ágil movimiento tome a la anciana alzándola con delicadeza y suavidad, como si no pesara nada, sus ojos se abrieron de par en par, sentí que forcejeo-no la voy a lastimar-explique con un tono de voz más suave y respetuoso de repente sus mejillas se tornaron rojizas, vaya incluso las personas tan mayores como ella podían tener ese tipo de expresión-“Claro que pueden”-me reproche tragándome la sonrisita sarcástica que estaba por extenderse en mis labios-ara ara~ pero si tu también eres muy guapo-comentó alzando su mano y apretando mi mejilla ¿Eh? ¿Guapo?-nunca nadie me había cargado como si fuera una princesa eres el primero ¿Puedo tener tanta suerte? Primero aquel sensual hombre me ha salvado de una avista y después tú, su ahora rival llegas para conseguir mi amor- ¿Amor? ¿Avispa? ¡De qué demonios estaba hablando esta mujer! -argh-me queje cuando sus brazos rodearon mi cuello-¡Espere! ¿Acaso estos hombres no la estaban atacando?-pregunte entre enfadado y decepcionado de que la pelea aun no empezara -¿Atacarme? ¡No! ¿Acaso tú quieres? ¡Ara! Que atrevido, te gustan las mayores como yo…-dijo guiñándome el ojo.
Un escalofrió me recorrió con tal gesto, como pude logre quitármela de encima y la deje en el piso, paso seguido se presentó como “Anna” ¡Vaya! Qué curioso ahora ya tenía una gran broma y referencia para molestar a mí secretaria, que de casualidad tenía el mismo nombre, es más le diría algo como: ¿Acaso por las noches te transformas en una temible anciana? Aunque si lo hacía debería enfrentarme a su terrible ira.
Dando unos pasos prudenciales lejos de la anciana, observe como aquel chico se ponía en pie, vaya era muy alto ahora que estaba erguido tal vez un par de centímetros por encima mío-hmm-curioso le mire de pies a cabeza, su aura era diferente, también sus ropas lo eran ¿Acaso él también había venido por el rumor sobre el ataque? Ladeando mi rosto proseguí a observar a ese rubio, parecía estar muy nervioso ¿Realmente estaría bien que este en el campo de batalla? Esto no me agradaba nada, detestaba tener que colaborar con otras personas y más cuando parecían tener poderes igual de problemáticos como él mío, suspire cansado para luego mirar a la extraña anciana.
Debía advertirle, no sería bueno que muriera en el proceso, lastimosamente la barrera artificial que había creado alrededor de la aldea para evitar usar mi poder real y evitar las consecuencias no era muy poderosa, y debía activarla una vez el ataque comenzara o revelaría nuestra presencia aquí, esperaba que la barrera durara el tiempo suficiente como para acabar con los malos, si es que esos sujetos no se metían en mi camino.
-Anna-san-comente galantemente mientras tomaba la arrugada mano entre las mías-debo pedirle que vaya a su casa-la mujer no parecía a gusto con mi proposición ¿Era en serio? ¡Está bien! Debía calmarme y usar mi apariencia física a mi favor como siempre-¿No me hará caso? Prometo que la visitare una vez termine de atender mis asuntos aquí… -cuando por fin parecía haber picado un poco su obediencia, un silbido corto el aire, alzando mi mano-que se vio rodeada de oscuridad-detuve una flecha que venía directamente hacía mí, furioso la apreté hasta quebrarla por la mitad.
Debía calmarme no sería bueno que la oscuridad dominara mis pensamientos-encuéntralo-susurre mientras extendía mi mano a la nada una pequeña ave creada y hecha a partir de la oscuridad, aleteando y lanzándose a una velocidad vertiginosa se perdió entre los árboles, donde un cuerpo cayo dando gritos de agonía hasta que con simplemente apretar mi mano pude sentir su vida extinguirse. Los vigilantes habían llegado-¡Váyase ahora Ana-san!-le dije a la mujer, podía sentir su miedo y vaya que tal sentimiento me estaba dando poder. Admitía que manejar la oscuridad era terriblemente divertido más cuando el miedo y las energías negativas de los demás eran absorbidos por mí dándome más fuerza, era un poder muy conveniente
-Ustedes dos también vinieron a combatir ¿No? bien, no se metan en mi camino-les advertí observando como un montón de personas con diferentes armas se aglomeraba y empezaban a rodear la alde con la pena intención de hacer un ataque sincronizado. No lo permitiria, chasqueado los dedos todas las marcas que había hecho en el pueblo comenzaron a brillar alzando una barrera protectora que esas armas no pasarían tan fácilmente, prefería hacer esto solo pero no pude evitar pasar por desapercibido las decididas y fieras miradas de aquel pelinegro y del pequeño cervatillo, odiaba lo que estaba a punto de hacer. Con un sutil movimiento de su mano un pequeño rayito de luz llego a los extravagantes forasteros-les permitirá salir y entrar a voluntad-sin decir más me lanco a la batalla.
Mi cuerpo atravesó la barrera sin hacerle daño alguno, dos tipos se abalanzaron sobre mí pero yo les esquive ágilmente, combatir cuerpo a cuerpo era uno de mis fuertes, golpeando a uno de ellos en la boca del estómago con tanta fuerza y con mi puño envuelto en oscuridad, sentí como sus costillas se quebraron una tras otra, gimiendo de dolor cayo de rodillas y soltó su espada, lo que aproveche para tomarla.
Estocadas, golpes, y un centenar de diferentes ataques, esto comenzaba a ponerse caluroso había pasado un tiempo desde que me ocupada de cosas como estas, no debería tomarlo como un viaje de excursión pero es lo que era para mí, mis tan anheladas vacaciones. Agitado me lance hacía atrás chocando con una espalda ancha, levemente preocupado de que fuera un enemigo desvié mi mirada hacia atrás notando que era el hombre del parche, al igual que yo no parecía estar contento con pelear ayudado de más personas.
No dije nada ni me queje, aunque habían varios cuerpos caídos en el suelo, más sujetos encapuchados salían del bosque frente a la aldea, mientras unos peleaban con nosotros, otros estaban intentando romper mi barrera, podía sentir cada golpe y arañazo que estaban tratando de darle.-No me gusta tener ayuda-confesé en voz alta al pelinegro detrás de mi-pero debemos terminar con ellos antes de que quiebren esa barrera-le explique.
En el caso de que las cosas se descontrolaran y si es que lograban destruir la barrera, no me quedaba más opción que utilizar el muro de contención y eso no me hacía muy feliz que digamos, mis poderes podían ser muy útiles pero usarlos deliberadamente me traía consecuencias que no estaba dispuesto a afrontar en plena pelea.. -
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En el momento en el que pensé en apartar a aquella mujer aunque fuese a la fuerza una persona de aspecto inocente aprecio y se puso a disculparse con la señora llamada Anna cuando esta le estaba echando. Aquello era tan decepcionante… Pensaba que ya estaba siendo la aldea atacada y me encuentro con todo aquello. Encima aquel chico parecía avergonzado por habernos “interrumpido” ¿¡Acaso no era evidente que la víctima era yo!? ¿Sería por mi aspecto?...
Después apareció otra persona, la cual agradecí que me quitase a aquella señora de encima, a pesar de que había aparecido de la nada y sus ropas no parecían ser muy rurales ¿un forastero? Se puso a hablar con Anna, la cual me olvido enseguida tras ver a aquel chico. ¿Y qué era eso de rival para conseguir el amor? Esa señora estaba necesitada de amor, no sé dónde pueñetas tenía su anciana cabeza… Pero la situación no dejaba de sorprenderme ¿¡Aquel tipo se pensaba que la estaba atacando!? Enserio… ¿Tan mal aspecto tenia? No sabía si deprimirme o ignorarlos. Opte por la segunda opción y me puse en pie para espolsar mis ropajes. Quedaba poco tiempo para el ataque, de echo me extrañaba que aún no hubiesen llegado.
El segundo chico que había llegado le estaba pidiendo a Anna que se marchase a casa, lo que me hizo quedarme dubitativo del motivo, aunque bueno… esa duda se me disipo cuando vi como paraba aquella flecha con su mano.-Entiendo.-susurre para mí mismo. Ese chico debería ser de uno de los clanes y… al mirar al otro, que parecía mas indefenso, quizás también lo fuese, las apariencias engañas después de todo. El caso es que esperaba que de otros gremios viniesen, pero lo que no quería es que fuesen un estorbo, por eso observe detenidamente como el que me había quitado a la anciana de encima usaba lo que parecían poderes oscuros.
-Creo que esa es mi frase, señorito sin modales.-tuve que girarme al ver como personas empezaban a acercarse al pueblo. Los vigilantes estaban haciendo su aparición. Aunque no me moví de mi posición y deje que el muchacho oscuro, sin saber cómo, pusiera una barrera en la aldea. No estaba mal, no me quejaría sobre ello, y tampoco me queje cuando supuestamente nos permitió salir y entrar de la barrera.-Buena elección señorito.-sin preocuparme o pensar en ellos no desaproveché la situación y corrí fuera de la barrera. Me sentía emocionado. El campo de batalla era lo que más estaba en mi vida últimamente, se había convertido ya en algo habitual que me pasaba, meterme en peleas.
Invoque una katana en mi espada, con la cual rebane algunos cuellos. Con agilidad y rapidez me movía entre los enemigos, asegurándome de que cortaba bien para no dejarlos vivir, teniendo que invocar otra espada más grande en mi otra mano para luchar a dos armas. Eran muchos. Los vigilantes no se la jugaban nunca en ir en grupos pequeños, mejor iban en ejércitos para asegurarse de que tendrían la victoria. Ingenuos. Mientras yo estuviese allí la victoria seria mía.
En un momento de agitación eche un paso hacia atrás y mi espalda choco con alguien, mire de reojo a un costado, el único por donde veía bien, y vi que era el chico de la barrera.-Entiendo, entonces por esta vez será mejor que colaboremos.-sin decirle nada mas corrí a toda velocidad hacia las personas que estaban golpeando la barrera, matando uno detrás de otro. Más personas se aceraban a la barrera, eran bastantes ¿de dónde salían tantos? Tampoco era el momento para pensar en ellos o contarlos, por lo que actué rápido y empecé a crear espadas a mi paso que hacían una escalera hacia arriba y desaparecían cada vez que las pisaba. Al estar a una altura considerable di un gran salto y abrí mis brazos. De repente a mí alrededor se materializaron como unas 30 espadas que cayeron en picado a gran velocidad sobre los enemigos, matando a muchos travesándolos.
Para evitar mi caída invoque una espada y la lance al suelo, en la cual me permitió teletransportandome a ella. Pero no me pude quedar quieto cuando en el campo de mi visión, de mí solo ojo, vi al chico débil que había aparecido primero y se había disculpado con la anciana. Estaba a punto de ser atacado por la espalda. No sé muy bien que estaba haciendo, pero corrí a toda velocidad y lo agarre de la cintura, levantándolo del suelo, para apartarlo del peligro.-Oye, está atento, princesita.-sin soltar al chico, porque no me dio tiempo, me encargué del enemigo cobarde que iba por la espalda, haciendo que cayese su cuerpo inerte al suelo.
Solté su cintura, dejando que sus pies pisasen tierra firme y me aleje de él para avanzar hacia el enemigo y seguir combatiendo. Allí mi único objetivo era matarlos a todos sin ningún tipo de piedad invocando todas las espadas que podía para usarlas como escudo y arma.SPOILER (click to view)Bueno, yo no explique detalladamente mis poderes, porque las fichas siempre las dejo incompletas, mola mas descubrirlo en la historia. Así que por si no habéis entendido el poder de mi chico, os dejo un vídeo, mirad a partir del minuto 0:37 para ver como pelea y entender su poder, de ahí pensé en sus poderes de las espadas, solo que Nireku puede copiar armas del enemigo también.
www.youtube.com/watch?v=DVQDu_Zr5wY. -
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Cuando ya estaba por irme del lugar con un aura depresiva por las crueles palabras de la anciana otro tipo apareció, bastante alterado. ¿Acaso pensaba que éramos enemigos?, alzó a la señora cual pluma y dejó que el chico del parche se levantara...
No me lo podía creer, ¿¡era en serio!?, la anciana parecía estar flirteando también con ese hombre, ¿acaso era el único que no le agradaba a la señora?, comencé a dudar de mi atractivo y un cúmulo de emociones contradictorias chocaban en mi interior. No es que me creyera la gran cosa, pero... no pude evitar desmotivarme un poco, aunque sólo mostré mi habitual risa nerviosa, aquella que siempre salía cuando no sabía cómo comportarme frente a los demás.SPOILER (click to view)Éste era Nathaniel por dentro:
Casi no me dio tiempo a reaccionar cuando el hombre de ojos violáceos pudo convencer a la anciana de que volviera a casa, cosa que me parecía bien, ya que era peligroso estar allí.
Fue entonces que vi como éste alzó su mano rodeada de una especie de oscuridad y atrapó una flecha, que partió por la mitad.- W-Woah.- Fue lo único que pude decir, me sorprendió, ¿esa oscuridad era su poder?. Creó un pájaro oscuro que salió volando y se coló entre los árboles. Se oyeron unos gritos justo antes de ver caer al piso a una persona, ya muerta.
En ese momento una gota de sudor resbaló por mi frente. Tragué saliva, incrédulo.- Han llegado...- Susurré para mí, pretendiendo que nadie me escuchara. El chico de ojos violeta nos mandó a mí y al del parche un rayo de luz que nos permitiría salir a voluntad de la barrera que había creado.- "Perfecto, de lo nervioso que estoy no me he percatado ni de que había una barrera.".- Pensé.
Ambos salieron a luchar, el chico que parecía tener un poder relacionado con la luz y la oscuridad y el tipo del parche, que invocaba armas de la nada y atacaba a voluntad con ellas.- ¡Aaargh!, yo no sirvo para el combate, ¿qué mierdas hago aquí?...- Era obvio que no podía atacar de igual manera que los demás, debía pensar en algo.
Cada vez me ponía más nervioso, pero me decidí en al menos proteger a los habitantes de la aldea. Me percaté de que un pequeño se encontraba tras de un árbol, muy cerca de la zona de batalla. Estaría jugando fuera y ahora no podría regresar a casa. Forcé mi vista y...- ¡Hay un vigilante detrás suyo, se dirige al niño!.
No demoré ni un segundo más, mis piernas pegaron un brinco y comencé a correr con todas mis fuerzas. En el trayecto tendí una de mis manos, e invoqué los elementos tierra, agua y aire para crearme una armadura desde el puño que ascendía por todo mi brazo y acabó por cubrirme entero.- Mierda, no voy a llegar a tiempo, estoy demasiado lejos...- Mordí mi labio con resignación e hice lo mejor que pude. Me paré en seco y plante ambas manos en la tierra, invocando un gran muro de tierra que llegó hasta el pequeño, protegiéndolo.
Acto seguido y, asegurándome de que aquella persona no se movía, hice que la tierra bajo los pies de ésta se convirtiera en una piscina de barro, que lo hundió hasta las rodillas, quedando así atrapado. En esos momentos daba gracias por poder controlar los cuatro elementos.
Finalmente llegué hasta ese hombre, que forcejeaba para salir de aquel atrape sin mucho resultado.- ¡L-Lo siento mucho!.- Fueron unas palabras que salieron inconscientemente de mi boca justo antes de asestarle el golpe más fuerte que pude, con el que cayó inconsciente. Antes de irme, saqué al niño del muro de tierra.- Sal de aquí, ves lo más lejos que puedas, volveré a por ti. Confía en mí, estarás bien.- Dije, con una cálida sonrisa en el rostro. El niño, asustado por todo lo que estaba sucediendo acató mis órdenes con lágrimas en sus ojos. Así, marchó de aquel lugar.
Pegué un largo suspiro.- "Hay que ser idiota para disculparse con la persona a la que vas a matar... tsk".- Me reproché, algo molesto. Con la energía natural que me quedaba invoqué una llama, que lancé al hombre para que acabara de matarlo. Detestaba luchar, pero no podía quedarme de brazos cruzados viendo como los vigilantes intentaban destruir un clan.
Fatigado caí de rodillas al piso, donde intenté recuperar mi aliento. En ese momento... noté como una fría pero firme mano me elevaba como si nada.
- "Oye, estate atento, princesita".- Mi cara se volvió roja como un tomate y mis ojos se abrieron completamente.- ¿¡P-Pero q--!?- No pude acabar mi frase, el chico del parche atacó a un vigilante. Estaba claro que iba a por mí. Con el alboroto no me había percatado de su presencia.
- Gracias, supongo...- Dije, demasiado tarde al parecer, puesto que en cuanto me dejó en tierra se fue directo a continuar la batalla. Comenzaba a dudar de si mi presencia era más un estorbo que una ayuda. Y esa duda no podía sostenerla más.
Apreté mis puños y fruncí el ceño, mirando las magníficas peleas de los otros dos.- No puedo quedarme atrás, aunque sea de apoyo daré todo de mí...- Comenté con una mirada decidida, con lo que me puse en marcha.
Forzando la putrefacción de mi mano por el exceso de energía natural que estaba utilizando me envolví en una capa de aire comprimido, que evitaría cualquier ataque que me hicieran. ¿Mi intención?: pasar por medio del campo de batalla sin recibir daño, para llegar a los otros dos y cubrirlos en una armadura de energía natural y una mezcla de elementos convertidos en una perfecta defensa, que les daría una fuerza y resistencia mucho mayores.
Con eso en mente, eché a correr. Salí de la barrera que había puesto el tipo de ojos violetas y me adentré en la batalla, primero dirigiéndome al tipo del parche, puesto que estaba más cerca que el otro. Cubrí con ambas manos mi cara y logré más velocidad haciendo que el aire me impulsara mientras corría, hasta que al fin llegué donde estaba luchando "Parche-kun".- N-No te asustes, esto hará que todo sea m-más fácil...- Dije, gimiendo un poco de dolor. La putrefacción del brazo dolía y mucho, joder.
Toqué su espalda y desprendí una capa de energía natural invisible que cubrió su cuerpo por completo.- Nos vemos después de la batalla, señor del parche~.- Dije, con un cierto carisma.
Hecho eso me dirigí al otro. A duras penas llegué a donde estaba, mi escudo de aire comprimido se mecía entre la existencia y la desaparición, puesto que reservaba lo que me quedaba de energía para el hombre de peculiares ojos violeta. Algunos de los vigilantes me lograron hacer algunos cortes repartidos por mi cuerpo, pero lo importante fue que llegué hasta él.
- Sé que no me conoces, pero confía en mí.- Dije, mirando al otro decidido, posando una de mis manos en su espalda y repartiendo nuevamente una capa de energía natural sobre él.- Te notarás más enérgico y poderoso, no te asustes al comprobar lo que puedes hacer, he, he...- Comenté, riéndome ya sin fuerzas, sumamente fatigado.
Tocaba hacer mi último esfuerzo. Llevé dos dedos a mi boca y pegué un fuerte silbido.- Animalia a me.- Era un antigua invocación que sólo sabían hacer los druidas de mi clan. Acababa de invocar a todos lo animales que había domesticado a lo largo de mi vida, incluso los muertos. Éstos rodearon a los vigilantes y se unieron a la lucha, desde ratones hasta leones.
Me tumbé en el suelo, sí, en medio de la batalla, ya no me importaba nada, creía que me moría del cansancio..- Y-Yo ya he hecho lo que estaba en mis manos, dejo el resto a los animales... je, je, je...- Dije jadeante, cerrando mis ojos apocadamente, dejando caer múltiples gotas de sudor de mi rostro.
Me desmayé. Penoso.. -
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¿Confiar? ¡Ha! ¿Cómo podría confiar en un extraño? Eso era algo que yo jamás haría menos si su pequeña apariencia hacía que pensaras que el que debía ser protegido era él, ni loco pondría mi destino en las manos de ese chiquillo-¡Oye!-me queje cuando toco mi espalda pero me calle cuando pude sentir algo recorriendo todo mi cuerpo, asombrado mire la palma de mi mano notando como un aura de color bastante puro se extendía revitalizando mi energía. Ladeando mi rostro observando a aquel rubio ¡Vaya! Quien lo hubiera pensado, debería felicitarlo o al menos agradecerle.
De repente un silbido inundo todo el campo de batalla y lo que paso a continuación fue más extraño, un centenar de animales llego corriendo-a saber de donde habían salido-los enemigos parecían sorprendidos y debían estarlo jamás había conocido una persona capaz de manejar a los seres vivos y menos de controlar los elementos, era interesante, con una sonrisa de diversión me decidí a felicitarlo y cuando me ladee para hacerlo el pequeño ya estaba tirado en el piso, desmayado.
-Tienes que estar bromeando-mascullé-desmayarse en pleno campo de batalla ¡Idiota!-gruñí más que molesto, por eso detestaba trabajar con otras personas, no es que me importara lo que le pasara pero se pondría en mi camino-tch-sin más opción me agache y lo tome en mis brazos para cargarlo como si fuera un costal de papas sobre mi hombro, cerrando mis ojos y concentrando mi energía, mordí mi pulgar dejando caer una gota de mi sangre en la tierra-Estrella de David yo te invoco, dame el poder y trae ante mí a tus seis vasallos-susurré, el aire cambio drásticamente y la oscuridad se arremolinó para que de ella surgieran un grupo de seis demonios que inmediatamente se arrodillarlo ante mí, ellos serían suficientes para terminar con los vigilantes que faltaban además el extraño del parche tenía un poder muy conveniente y de máximo alcance, la batalla terminaría pronto.
-vamos a acabar con esta absurda invasión ¡No quiero a ningún vigilante con vida!-les ordene, ellos respondieron con un fuerte: “A sus órdenes” y se desvanecieron para reaparecer en diferentes partes del campo de batalla, sus poderes oscuros, sus velocidades e instintos animales acabarían al final con todos-pan comido-pensé más tranquilo mientras me acercaba hacia la aldea para ingresar al campo de protección, necesitaba poner al cervatillo a salvo y regresar, pero había algo molestándome, un presentimiento.
Ciertamente el grupo de vigilantes que había venido esta noche era numeroso pero no había ningún comandante y que yo recuerde ellos jamás atacaban sin uno ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso atacaría después de sorpresa? ¡No! definitivamente no, esos bastardos amaban la lucha, no se esconderían para perderse toda la acción, lo sabía por experiencia. Caminando entre cuerpos cruce la barrera, acercándome a un árbol baje a “bello durmiente” y lo recosté contra el tronco, observando a mi alrededor me concentre en las copas de los arboles tratando de ver algo, alguna pista de la situación, me demore unos escasos minutos pero al fin lo encontré, no muy lejos había un extraño cuervo de ojos carmesí que a pesar del ruido que se producía bajo la rama en la cual estaba posado no había alzado el vuelo además parecía observar atentamente el desarrollo de este momento -nos están estudiando-mascullé incrédulo, esto era nuevo, los vigilantes jamás habían intentado aprender sobre nosotros, ellos solo mataban no observaban ¿Qué les había hecho cambiar de opinión? ¿Esa era la razón de que ningún comandante viniera en primer lugar?-hmm-pensativo lance un suspiro, observando al rubio, decidí hacer un pequeño campo de protección a su alrededor, esta vez utilizando mi poder, gracias al cielo que en pequeñas cantidades no me pasaría la factura, cuando le deje protegido, me encamine a destruir a ese maldito cuervo.
No era bueno que aprendieran de nuestros poderes y vaya que justo en este momento habían dos interesantes hombres con dones problemáticos y peligrosos, me incluía pero aparte de crear un campo de contención y llamar a un par de demonios, yo podría pasar por el más aburrido y tal vez común de los tres, lo que me venía como anillo al dedo, seria problemático que supieran de mí.
En una ágil y para nada cansada carrera alcance el lugar donde estaba el cuervo, conjurando una mini daga de oscuridad la lance logrando que traspasara al ave justo en el corazón, el animal cayó muerto en el suelo-perfecto-alzando mi mirada observe al hombre del parche, su poder era bastante útil y raro, los animales habían acabado ya con la mayoría de vigilantes, ya no faltaban muchos, mis demonios también estaban cumpliendo su trabajo y obviamente aquel desconocido también estaba destajando de maravillar, sin poder contenerme me uní a la batalla.
En medio de la oscuridad y un cuarto lleno de monitores que trasmitían la pelea eran observados por un grupo de personas en uniforme y batas; en el centro de la habitación había un hombre de aspecto envejecido pero de mirada terriblemente fría. -¿Has recolectado información suficiente?-preguntó, su voz ronca resonó con cierta amenaza una que ni siquiera estremeció al sujeto que aparecía por su espalda con una sonrisa ladeada-dime… Sawada-kun-ordeno el hombre dirigiendo sus vacíos ojos oscuros al recién llegado.
El susodicho, camino dejando que la tenue luz alumbrara su rostro -la suficiente de momento señor-dijo con tranquilidad mientras sus hermosos ojos color carmesí veían directamente a los monitores-cuando termine, nadie podrá oponerse a usted-explicó con un cierto tono de burla que hizo al mayor gruñir y pararse para enfrentar al pequeño chico que con hastió alzo la mirada-Recuerda con quien estás hablando escoria-el chiquillo se encogió de hombros mientras mostraba la carpeta que tenía en sus manos-y usted recuerde quien será el que lo lleve a la victoria-le espeto, de repente un hombre de traje llego para informarles que el cuervo había sido destruido y que habían perdido la comunicación con el lugar, el misterioso chico de ojos carmesí oculto la sonrisa de diversión que casi se curva en sus labios-como esperaba de él-pensó mientras daba un giro sobre sus talones para salir de ese cuarto, logrando que la bata clínica que llevaba puesta ondulara por el elegante y algo arrogante movimiento.
¡Por fin! Todo había acabado, ya no quedaba ningún vigilante con vida, ahora podía destruir la barrera, acercándome a ella pose mi mano sobre está logrando que se comenzara a desvanecer, sudoroso observe al hombre del parche y a los animales, tras regresar a su mundo a los demonios que convoque ingrese al pueblo para ver cómo se encontraba el pequeño rubio.
Al verlo note que este aún seguía dormido, agachándome para quedar a su altura le observe cuidadosamente para notar en ese preciso instante que el cervatillo era bastante guapo, sus pestañas eran largas, su piel blanquecina, su nariz puntiaguda y bastante refinada igual que sus sonrosados labios-¿Qué debería hacer?-me pregunte en voz alta ¡Bueno! Le dejaría descansar antes de zarandearlo y despertarlo, parándome fije mis ojos en aquellos amarillos-odio admitir algo como esto pero peleas muy bien-dije con cierta indiferencia-no acostumbro a dar mi nombre a extraños pero ya que nos colaboramos mutuamente te lo diré… me llamo Dante ¿Cómo te llamas?-pregunte con curiosidad, una un tanto infantil, esperando pacientemente la respuesta a eso.. -
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En mitad de la batalla, mientras estaba quieto en un lugar reconociendo el perímetro que me rodeaba y comprobando los enemigos que quedaban vivos, gire mi mirada hacia atrás al ver como el joven de antes se acercaba a mí para decirme que no me asustase. Evidentemente no lo estaba, pero me sorprendí por los poderes del muchacho, que cubrieron mi cuerpo por completo, haciendo que me sintiese más ligero.-¡Gracias princesa!-le agradecí mientras se alejaba hacia el otro chico.
No me preocupe mucho por el chico después de eso, más bien sonreí por lo más poderoso que me sentía en esos momentos, haciendo que mis ganas de lucha aumentases, emocionándome tanto que la batalla se había intensificado mucho más para mí, sintiéndome ansioso por exterminar todo lo que había a mi alrededor.
Mire de reojo a mis “aliados”, comprobando como uno cargaba al otro en brazos. No había visto que había pasado antes de eso, pero mientras se alejaban del campo de batalla, después de que el señor oscuro invocase a lo que fuesen esas cosas, me encargue de cubrirles las espaldas desde la lejanía con mis armas.
Tras que aquellos dos saliesen del campo de batalla, yo me encontraba solo con las invocaciones de aquellos dos tan impresionantes, las cuales eran de ayuda, pero yo solo podía encargarme de todo, o eso es lo que mi cuerpo me decía. Aunque mi mente estaba en otra…
Las posibilidades eran muy altas, las posibilidades de que él estuviese allí eran altas, pero… ¿Dónde estaba? No sabía si sentirme decepcionado o aliviado, pero ya me había preparado mentalmente para verle… Quería verle. Eso me hacía darme cuenta de que no había ningún comandante en la batalla, todos eran enemigos de un nivel inferior, lo que me hacía preguntarme seriamente el motivo de la ausencia de los altos en combate. Y las dudas se disiparon un poco cuando note al de los poderes oscuros eliminar a un cuervo que había cerca. Creo que era evidente.
No detuve mi cesante batalla y acabe con todos los enemigos que pude, con la ayuda de mis nuevos aliados permanentes. Estando todo limpio hice que las espadas desapareciesen y ande detrás del otro al ver que estaba deshaciendo la barrera. Me quede mirando cómo se agachaba al ver al desmayado y hablar para su mismo.-Tu tampoco lo haces mal.-le elogie después de que él lo hiciese con la misma indiferencia.-¿Mi nombre?-pocas personas que conocía o ayudaba se preocupaban por saberlo…-Me llamo Nireku.-conteste sin ninguna expresión en concreto.
Me acerque al muchacho que dormía para cogerlo en brazos cual princesa en apuros, dejando que su cabeza reposase sobre mi pecho.-Hay una posada aquí cerca, deberíamos pasar la noche allí. Además me gustaría hablar con vosotros. ¿Eres de uno de los clanes principales? Yo soy el cabeza del clan Hiroto.-confesé mi identidad mientras esperaba a que me diese alguna respuesta.. -
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Confusos susurros retumbaban incesantemente por el interior de mi cabeza, mi cuerpo caía por un interminable vacío y mis cabellos se mantenían meciéndose en la dirección opuesta a la del viento.- ¿Dónde estoy?...- Conseguí expresar en un leve y débil susurro. Mis párpados se mantenían pesados, impidiendo que pudiera ver la más mínima cosa.
-"Nii-san, te odio. Te odio, Nii-san... te odio".- Aquella voz me parecía familiar. Desprendía una irónica mezcla de dulzura y odio, cosa que conseguía desconcertarme por momentos.
- Hnmhm... ¿Rania?, ¿eres tú, hermanita?.- Musité, consiguiendo con gran esfuerzo entreabrir mis ojos, distinguiendo una silueta que poco después identifiqué como mi hermana.
- No era mi intenció--.- Mis palabras se vieron interrumpidas por las suyas, con un deje cada vez más amargo.
-"Tú no entiendes nada, hermanito."- Distinguí como fruncía su ceño y dirigía sus manos a mi cuello, comenzándolo a estrangular violéntamente.- A-Arghm... R-Ran... Rania...
-"¿Sabes?, preferiría haber muerto ese día, pero tú me condenaste a vivir... ¿acaso conseguimos algo a cambio?, nada más que pobreza y dolor..."
Mi oxígeno era cada vez más escaso debido a las firmes manos de mi hermana que oprimían el flujo de aire que llegaba hasta mis pulmones.- Lo siento, hermanita...- Una agónica lágrima brotó de mis ojos, la cual se resbaló y fugó veloz de mi piel debido al aire que impactaba contra mi rostro.
-"Espero que algún día me perdones, Rania".- Mis ojos perdieron su brillo y volví a caer en un profundo sueño. Ni siquiera supe si aquel vacío por el que estaba cayendo tenía un final... aunque algo me decía que era interminable.
Con la respiración agitada y casi de un impulso mis ojos se abrieron de par en par. Alcé mi mirada para ver a aquellos dos hablando entre sí y apreciar como el tipo del parche me llevaba cual princesa entre sus brazos. ¿Habría oído bien?, ¿Dante y Hiroto?, ¿una posada?, ¿se habrían aliado contra mí mientras estaba dormido?.
Como era de esperarse y viniendo de alguien como yo, un alocado impulso controló mi cuerpo por unos instantes, haciendo que me cayera de los brazos de Hiroto y retrocediera como un gato asustadizo por el césped.- ¡W-Waaaah~!, ¿¡Q-Qué mierdas habéis planeado mientras estaba desmayado!?, no tengo riquezas, así que si queréis saquearme... ¡adelante!, porque no tengo ni un sólo centavo encima...- Me incorporé del sitio y me decidí a alternar mi mirada entre las suyas con gran determinación, poniéndome en ello en una posición defensiva y leyendo sus energías vitales para comprobar si sus intenciones eran realmente hostiles o, por el contrario, eran paranoias mías.
Después de aquello... parecía ser que el paranoico era yo.- Tenéis las energías serenas y claras...- Aclaré mi garganta algo avergonzado por lo ocurrido y me incliné en un perfecto ángulo de cuarenta y cinco grados.- ¡Me disculpo por mi comportamiento infantil!, Me llamo Nathaniel Atman, y junto a mi hermana soy el último superviviente de la familia de druidas Kantu.- Tragué saliva y, volviéndome a incorporar, sonreí lo más amable que pude.- Espero que nos podamos llevar bien~.
Llevando una de mis manos a mi cabello y agitando éste de forma algo alborotada, intenté aclarar mi cacao mental de una vez por todas..- Veamos... err... ya que ambos estáis aquí debe significar que la pelea ha concluido a favor nuestro... así que mi primera duda está aclarada.- Primero miré al chico de ojos violeta y me acerqué sutilmente a él, inspeccionándolo con la mirada para, entre otras cosas, darme cuenta de que era alguien bastante atractivo.
- Si mientras estaba entre el mundo de los dormidos y de los despiertos he escuchado bien... ¿tu nombre es Dante?, y...- Me volteé hacia el chico del parche curioso.- ¿El tuyo es Hiroto?.- "Éste tipo tampoco está nada mal... ¡oh, vamos!, ¿en qué piensas Nathaniel?, déjate de tonterías joder...".- Pensé, sorprendiéndome a mí mismo por aquellas conclusiones y llevándome una mano al mentón, de forma pensativa.- Entiendo...- Formé una amable mueca en mi rostro y miré a ambos.- Nunca he venido por este sitio, así que no tengo ni idea de dónde queda esa posada, pero coincido con Hiroto-san de que sería apropiado hablar... todos hemos venido a defender este pueblo del ataque de los vigilantes, así que es muy probable que tengamos objetivos en común...
Sin recibir todavía una respuesta saqué de mi bolsa dos pequeños frascos con pomada y se lo tendí a esos dos.- Si tenéis alguna herida podéis poneros esta pomada, os sanará en cuestión de un minuto cualquier herida de calibre leve-medio... Siento haberme desmayado en medio del campo de batalla... no acostumbro a luchar con energía natural y mi estado físico actual no es el más adecuado... je, je~
Una sola cosa cruzaba mi mente en esos momentos.- "¿Acaso esos dos tendrán también asuntos pendientes con los vigilantes?, si pudiera llegar a colaborar con ellos con el tipo de habilidades que tienen... estoy seguro de que podríamos llegar a hacer grandes cosas...". -
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Así que este chico de apariencia ruda era el jefe del clan Hiroto, interesante y a la vez misterioso jamás había pensado que me encontraría con otro líder en medio de una batalla, por lo que sabía los clanes principales sin contar al mío habían decidido ocultarse como malditos cobardes, claro que de alguna manera era perfecto para mí, porque podía tener más diversión y siendo sinceros había que admitir una cosa: “Ver humanos y personas con poderes asesinarse unos a otros era como ver un programa de comedia” hacían que el aburrimiento se disipara y mantenían saciada mi inevitable sed de maldad.
-Un gusto Nireku, yo soy el jefe del clan Sawada-complemente mi previa presentación mientras comenzábamos a movernos en dirección a aquella posada que había mencionado-sí, creo que una charla nos vendría de maravilla-asegure tratando de no sonar demasiado cómodo con todo este asunto, el pequeño cervatillo estaba inconsciente y cuando estábamos por llegar comenzó a murmurar cosas sin sentido ¿Una pesadilla? Debía ser una muy fuerte porque había comenzado a sudar, “bondadosamente” me acerque a aquel rubito y cuando estaba por tocar su frente sus ojos se abrieron de par en par. Por la forma rápida y desconcertada con la que parpadeo comprendí que estaría tratando de separar su sueño y la realidad.
Es más para comprobar mi teoría aquel chiquillo salto de los fuertes brazos de Nireku y mientras se alejaba nervioso empezó a hablar rápidamente culpándonos de sus infundadas alucinaciones, su voz era musical pero sus palabras salían atropelladas tanto que por un momento perdí el hilo de la conversación, hasta que la atrape al vuelo de nuevo-“Pero que imaginación deberíamos darle el premio al rey del drama”-pensé sonriendo con burla. Admitía que era lindo pero yo no jodia con cualquiera, menos con un pequeño que parecía gritar: “Virgen” por todas partes, eso de enseñarle a alguien sin experiencia era terrible, prefería que mi acompañante sexual fuera conocedor de múltiples “perversiones”.
Pero dejando eso de lado antes de que aquel oji amarillo o yo pudiéramos corregirle el mismo pareció darse cuenta de las barbaries que había soltado y al menos se disculpó solo para soltar aquel ¡Boom! ¿Druidas Kantu? Mi padre me había hablado de ellos pero jamás pensé que habían llegado a su extinción, bueno, no es como si me importara estar al pendiente de los 6 clanes principales restantes pero las coincidencias no existían y esta extraña reunión de seguro debía ser provechosa de alguna forma-Correcto ese es mi nombre Cervatillo-afirme ante su “deducción” mientras seguíamos caminando el siguió parloteando, a decir verdad de asuntos que no me molestaban personalmente, los vigilantes, la guerra, definitivamente solo eran un hobbie para mí, ¡Sí! Muchos sufrían ¿Y qué? Ok, no era muy “humano” pensar así pero la parte demonio en mí estaba más que bien con el caos que se estaba creando alrededor, de la nada aquel rubio me tendió un pequeño tarrito que simplemente guarde en el bolsillo interno de mi pantalón.
-Espero que tengan alcohol-comenté con calma mientras apoyaba mi mano en la puerta de madera para empujarla, esta chirrio un poco ante la fuerza ejercida y se abrió con lentitud una muy parecida a la de esas películas baratas que pasaban a diario en la televisión, dando un par de pasos me adentre en el lugar, era algo rustico pero muy acogedor, las personas que estaban ahí dentro nos miraron y cuando Nathaniel, Nireku terminaron de entrar, los pueblerinos se alzaron en un grito de júbilo mientras comenzaban a rodearnos y a agradecernos, al parecer habían presenciado lo sucedido porque en un arrebato de alegría el hombre que parecía ser el dueño del bar exclamó por encima del murmullo-“Sean bienvenidos, para ustedes la comida y el hospedaje serán gratis”-sonriendo a diestra y siniestra logre deshacerme de las personas que me preguntaban infinidad de cosas que no respondería. Logrando llegar a la “barra” me apoye sobre la larga mesa-dame lo más fuerte que tengas-comente, la chica que estaba ahí asintió sonrojada mientras se giraba para servirme un trago.
Ladeando mi rostro note que el rubio y ese pelinegro aún seguían atrapados en el festejo de la gente, no me sorprendía, eran llamativos, muy apuestos y ahora eran “héroes” del pueblo. Aquel chico Nathaniel era levemente más bajo que Nireku y yo, era torpe, hablaba de más pero tenía un poder muy interesante. Por el contrario el hombre del parche lucia como un matón pero algo en el fondo me decía que había más para contemplar que solo una agria e indiferente mirada, además su poder era asombroso y muy raro-interesante-susurré mientras agradecía por el vaso de líquido ámbar que la chica me paso-puede que los observe por un tiempo, podrían serme útiles algún día-pensé con malicia, hablar a eso habíamos venido y al mismo tiempo creo que ya sabía cómo terminaría esta conversación-debería llamar a Yuuta-susurre dando el primer sorbo, el líquido paso por mi garganta dejando un rastro cálido a su paso.SPOILER (click to view)Lamento el retraso chicas D: espero que mi respuesta sea de su agrado jajaja XD ya quiero que se vayan a vivir juntos *puchero*. -
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El que aquel muchacho fuese la cabeza del clan Sawada me hizo sentirme de alguna forma como aliviado, aunque tampoco era exactamente ese sentimiento. Por así decirlo, sentí que podría serme útil en el enfrentamiento contra el enemigo, además de que sus poderes parecían ser muy útiles, al igual que los de aquel muchacho que dormía entre mis brazos. Todo aquello me hacía pensar que, tras ver nuestra previa batalla, podríamos hacer un buen equipo, quizás fuese algo conveniente.
No mencione nada más tras el último comentario de Dante; este y yo comenzamos a caminar con tranquilidad y en un silencio calmado que no molestaba para nada el ambiente. Silencio que fue repentinamente perturbado por el sobresaltado despertar del muchacho cuando estábamos a punto de llegar a nuestro destino. Al principio me sorprendió porque no se en que momento había abierto sus ojos, pero se bajó de mis brazos repentinamente, cosa que yo no me moleste en impedir y deje que sus pies tocasen el suelo. Aunque no entienda bien él porque estaba especulando cosas por sí mismo, creo que si tenía riquezas o no a todos ahí nos importaba muy poco, por lo que yo solo me quede mirándole a esperar que terminase de aclarar su mente o lo que fuese que estuviese haciendo con tanto parloteo, por mi parte pensé que quizás el chico se nos había dado algún golpe en la cabeza. Habría que vigilarlo un poco más en el futuro.
Entonces, tras darse cuenta de que no éramos enemigo, comenzó a presentarse. Casi me entraron ganas de sonreír cuando mis oídos pudieron escuchar que era un druida Kantu. Recordaba que se había hablado muy bien de ese clan, lo que no sabía que estuviesen casi extintos, algo en lo que nos parecíamos aquel chico, Nathaniel y yo. Pero en todo caso, para mí, lo importante era que también pertenecía a uno de los clanes, y los Kantu eran excepcionales druidas, lo que reforzaba aún más mi pensamiento de que aquellos chicos podrían serme útiles en mi camino.
-Así es.-afirme al joven que pregunto si ese era mi nombre, después de Dante. Tras eso quede un poco observante, viendo como actuaban aquellos chicos, viendo como podrían ser sus personalidades, después de todo tenía pensado convencerles de que me ayudasen, tenía que intentar ser algo convincente, aunque… no se me daba muy bien ser social... Las palabras a veces no eran lo mío.
-No te preocupes, no estoy herido.-dije al de apariencia más débil, el cual nos ofrecía aquellos pequeños frascos.-Pero gracias, me los guardare.-comente para coger lo que me ofrecía y guardarlo en mi bolsillo. Por otra parte, seguí con mis pasos en movimiento, hasta que pudimos llegar a la posada.-Espero lo mismo.-dije sobre el alcohol. Después de una batalla beber un poco siempre sentaba de maravilla, y además el alcohol siempre relajaba el dolor del cuerpo.
Entre detrás de Dante cuando este abrió la puerta, y justo en ese momento voces ruidosas empezaron a rodearnos, pero a pesar de aquellas personas que nos rodeaban, era bueno que el jefe de la posada nos lo fuese a dejar gratis. Se agradecía.
Cuando me di cuenta Dante se había ido a la barra, pero Nathaniel y yo han estábamos atrapados entre la gente, algo que me pareció pesado y molesto; quería beber.-Un poco de aire por favor, vuestros salvadores necesitan descansar.-mientras decía eso agarre al rubio de la muñeca para arrastrarlo de allí y llevarlo junto conmigo a la barra, donde le libere de mi agarre y me senté en uno de los taburetes, haciéndole una señal a la camarera, la cual al principio me miro con un poco de respeto, o miedo.-Ponme lo mismo.-señale el vaso de Dante y después le hice una señal a la princesita para que se sentase en el taburete que había entre Dante y yo.
Tras llegar mi bebida di un buen trago, sintiendo el ardiente alcohol pasar por mi garganta y subir por mi cuerpo con una sensación algo ardiente.-Dante, Nathaniel, seré bastante directo. Me interesa tener vuestra ayuda. No sé si a vosotros os interese el hecho de enfrentaros a los vigilantes, pero mi objetivo es poder acabar con ellos. Y no me refiero solo a los humanos molestos e inferiores que quieren exterminar a las personas con poderes, sino a los altos mandos que se esconden en sus fortalezas, incluyendo a los comandantes.-el hecho de que también quisiera encontrar a una persona en concreto no lo mencione, pero mis ojos miraron a los dos chicos con decisión.-¿Estarías dispuestos a hacer una alianza? Por supuesto no podemos ir directos a por ellos ya mismo, necesitamos ordenarnos y conocernos más para que podamos estar, entre comillas, sincronizados en combate.-gire un poco mi cuerpo para mirarles mejor mientras uno de mis brazos reposaba en la barra con el vaso de alcohol en la mano.SPOILER (click to view)Chicas, perdonar la tardanza, mi inspiración era pésima y esta semana tengo que estudiar u.u Espero que os guste
Y por supuesto, Jess, tu respuesta estaba perfecta, ya casi para que vivan juntos :3.
~/❥/[Darling, Tell me about love]\❥\~ |
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