-
.
❈▸Yala-chan◂☬
SPOILER (click to view)✩ Nombre: Emma
✩ Apellido: de Lowell
✩ Edad: 16 años
✩ Procedencia: Reino de Oracea
✩ Cumpleaños: 9 de Diciembre
✩ Orientación sexual: Heterosexual
✩ Posición noble: Hija mayor de los duques Lowell
✩ Elemento mágico: Oscuro
La hija mayor de la casa Lowell, una niña que nació sin poderes mágicos, o eso es lo que su madre Raenara ha querido decir a los demás, ya que, al poseer un gran poder oscuro, del cual es muy raro ver, que está relacionado con los monstruos y está muy mal visto en el reino, Emma tiene prohibido usar sus poderes o hablarlo con alguien.
Fuera de las tierras Lowell, los demás ven a Emma como alguien callada y fría, pensando muchos que es alguien orgullosa y con un toque de soberbia. Cuando habla es educada y observadora. Pero dentro de su casa las sirvientas, y sobretodo su hermano pequeño, le tienen mucho respeto y la aman, a excepción de su madre que siempre es muy seria con Emma y estricta.
✩ Apariencia:- Color ojos: Sus ojos, heredados de su padre, son de un tono azul brillante hermoso que parecen dos piedras preciosas que cautivan la mirada de las vistas curiosas.
- Color de pelo: Su cabello es rubio y largo, llegando por debajo de su cintura cuando lo tiene suelto, cayendo en una cascada ondulante, con un flequillo largo sobre su rostro.
- Fotos:
✩ Familia Lowell:
La familia Lowell ha tenido desde hace mucho la posición de duques gracias a que se han ganado el favor y aprecio de la realeza durante generaciones. El historial mágico de la familia ha sido durante mucho tiempo alto, naciendo la mayoría de los niños con poderes mágicos, de los cuales podían presumir, aunque ninguno con los rasgos albinos ha sido mostrado en el árbol genealógico de la familia.
Los Lowell siempre son invitados a las fiestas que la realeza prepara, además de otras fiestas de diferentes nobles. Son recordados siempre por su poluta elegancia, modales sin fallos y la sabiduría que pueden mostrar, tanto barones como señoras.
Ellos también son conocidos por uno de los negocios que llevan desde hace generación: el vino. Tienen tierras con viñedos que venden sobre todo a nobles y llevan también fuera del reino para la exportación.
✩ Duquesa Raenara de Lowell:
La duquesa Lowell, de 41 años de edad, es la cabeza de familia de la mansión Lowell, nacida con el poder mágico del fuego.
Se casó a temprana edad con el duque Lucien de Lowell, tras un matrimonio concertado. El duque murió tras una epidemia que se expandió en el reino de Oracea diez años atras, desde entonces la duquesa ha llevado las riendas de la familia y se ha encargado, no solo de los negocios, sino de que educación de sus dos hijos, Emma y Grimion, con los cuales es estricta y se asegura de que puedan aprender los modales que necesitan para poder casarlos con buenas familias.
La mayor parte del tiempo está ocupada con los negocios de la familia o yendo a eventos. Es una mujer estricta y seria, con una mentalidad inteligente para lo que le conviene y orgullosa de sí misma. Pero cara a las demás personas, fuera de su casa, siempre sonríe con muy buenos modales, siendo halagadora y de una compañía agradable para los que la acompañan.- Fotos:
✩ Duque Lucien de Lowell:
El duque Lucien murió a sus 45 años de edad tras una epidemia que le hizo enfermar mucho y no poder recuperarse. Cuando aún vivía era muy conocido por ser un magnifico espadachín con un gran poder mágico, con el elemento de la tierra.
Lucien era una persona carismática y cariñosa con los demás. Era muy querido por sus amigos, pero lo que el mas quería era su preciada hija Emma, con la cual paso mucho tiempo y fue muchas veces regañado por su estricta mujer ya que el padre y la hija siempre se unían en travesuras.- Fotos:
✩ Grimion de Lowell: Hijo menor de los duques Raenara y Lucien.
Grimion es el hijo menor de la familia Lowell, con 11 años y una apariencia hermosa, con el poder mágico de poder controlar el viento.
Al igual que su hermana, tiene los ojos azules y el cabello dorado, dándole un aspecto más elegante a su bello rostro. Él siempre que puede está apegado a su hermana, la cual adora. Es muy estudioso y a pesar de su corta edad tiene unos muy buenos modales, dando una impresión de elegancia y educación con quien habla, siempre sonriendo de forma brillante y con muy buenas notas en sus estudios. Aunque el arte con la espada no se le dé tan bien.- Fotos:
✩ Nombre: Drake
✩ Apellido: de Lambert
✩ Edad: 17 años
✩ Procedencia: Reino de Oracea
✩ Cumpleaños: 17 de Febrero
✩ Orientación sexual: Heterosexual
✩ Posición noble: Segundo hijo del emperador de Oracea
✩ Elemento mágico: Fuego
✩ Apariencia:- Color ojos: Sus ojos son afilados y con un verde intenso coloreándolos. O más bien su ojo, ya que uno de ellos, el derecho, lo tiene inservible por una herida y lo tapa con un parche negro.
- Color de pelo: Tiene un cabello corto, entre anaranjado y rojizo, con un largo flequillo que cubre parte de su rostro.
- Fotos:
❈▸Jess-chan◂☬
SPOILER (click to view)
💌Nombre:
Elayne 💌Apellido:
de Blois 💌Edad:
16 años 💌Procedencia:
Reino de Oracea 💌Cumpleaños:
15 Abril (Epoca de primavera) 💌Orientación sexual:
Hetero 💌Posición noble:
Hija menor del Archiduque 💌Elemento mágico:
Luz
Elayne es la hija menor de la casa Blois, desde antes de nacer fue una pequeña amada por todos los que rodeaban a su madre e incluso por la misma Diosa Alara, protectora del reino de Oracea; Dentro de la historia familiar es la primera mujer que ha heredado el cabello albino, característico de todos aquellos que poseen magia de luz, pero debido a que es mujer y no hay ningún rastro que indique que ella pueda usarlos, todos piensan que el poder no fue desarrollado debido a su débil cuerpo; Elayne es una persona muy dulce y pura que trabaja arduamente por las cosas que desea lograr, aunque puede parecer una muñeca de porcelana, fácil de romper, su alma tiene una voluntad de hierro que sorprendería a muchos, en otras palabras es una chica obstinada. Se considera a la pequeña Elayne como la candidata ideal para ser la futura emperatriz del reino de Oracea, desde pequeña su compatibilidad con la familia real y el príncipe heredero ha sido alta, es amada por el reino debido a su personalidad amable.
Le gusta caminar por el pueblo y ayudar a las personas necesitadas incluso si eso la mete en problemas. Los demás nobles piensan que es una niña ingenua que está deshonrando a la familia Blois, muchas de las candidatas siempre tratan de molestarla o hacerle bromas pesadas, pero Elayne jamás se enoja y siempre muestra una sonrisa ante los problemas de la vida, no tiene muchos amigos cercanos, pero los pocos que ha conseguido son tan leales a ella que serían capaces de protegerla con su propia vida. Dentro de la casa los sirvientes la adoran y siempre tratan de ayudarla aun si sus ideas pueden sonar descabelladas, su padre y hermanos muchas veces la sobreprotegen para que ella no salga herida.💌Apariencia
Color Pelo: Tiene cabellos largos, lizos y de un hermoso color blanco que reminiscencia a la nieve que cubre todo el reino de Oracea en el invierno, a diferencia del blanco que ha heredado su familia o cualquier otra persona en el reino, el suyo es el más puro, tan blanco que la luz del sol hace brillar las hebras con pequeños destellos que dejan a todos anonadados y refundidos en la dulzura que ella despide.
Color ojos: Estos son de un inusual color violáceo que brillan con un deje de gentileza e inocencia que cautiva a las personas a su alrededor. Sus ojos muchas veces han sido comparados con la joya más rara del reino que solo aparece ciertas veces en primavera algunas veces cada 30 años.
La familia Blois ha tenido la bendición de la Diosa Alara por generaciones lo que ocasiono que ellos fueran los protectores del reino y sus más fieles vasallos. Debido a sus sacrificios, logros en el campo de batalla y descubrimientos que ayudaron a la medicina actual se ganaron el aprecio de la familia real y el pueblo, su opinión siempre es escuchada en los momentos de crisis, además son la única familia noble que tiene permitido visitar (sin permiso del emperador) el monasterio donde está ubicado el santuario de la Diosa. La Casa Blois ha sido la única con el mayor porcentaje de portadores de magia de luz, un poder muy raro que es asociado con la Diosa protectora del reino Oracea, estos portadores nacen con cabellos albinos y una belleza abrumadora que atrae a las personas a su alrededor, pero el tener un poder de luz puede ser peligroso, por esa razón y larga historia con el reino, el líder de la casa siempre está destinado a servir al emperador y ser el capitán del escuadrón personal del soberano.
También son conocidos por sus múltiples destrezas en la medicina, en el campo de batalla e incluso en el mundo del arte, a diferencia de las demás familias de nobles, solo el líder de la casa Blois puede ser nombrado Archiduque, hasta ahora no ha habido ninguna casa que rivalice con su destreza en el manejo de espadas, la familia Blois posee herederos muy hábiles que a lo largo de los años se han ido haciendo una reputación, ellos son muy respetuosos y saben cómo calmar hasta la situación más peligrosa con solo dialogar, son invitados a muchas fiestas realizadas por la realeza e incluso por los nobles, ya que todos quieren tener la aprobación de esta familia.💌Lyulf de Blois
Es el jefe actual de la casa Blois, por lo que el titulo de Archiduque le pertenece, aunque muchos piensan que es debido a la tradición, la verdad es que él se ha ganado el titulo con su propio esfuerzo y lealtad al reino; es un padre estricto o eso es lo que todos los nobles piensan al ver su semblante serio, pero la verdad es que él es muy unido a sus hijos, es muy risueño y cariñoso cuando esta con ellos, tal vez es por esa misma actitud positiva y fuerte que él tiene que sus tres herederos son muy calmados, educados y tienen la educación necesaria para vivir sin la fortuna de la familia en el caso de que algo malo suceda. Lyulf trabaja para el emperador y es líder de los Sun Knights, el escuadrón personal de su majestad. Actualmente tiene 40 años, dentro del registro familiar es considerado el usuario de luz más poderoso de todos los tiempos, los soldado y caballeros lo apodan: “La bestia azul” debido a que la luz que emite su poder es de un intenso y mortífero azul, que según dicen los rumores, es tan hermoso que incluso los monstruos se sentirían bendecidos de verlo. El archiduque es el amigo más cercano del actual emperador, pero no muchos saben sobre este hecho, a pesar de los años su amistad se ha mantenido intacta.💌Raina de Schwarz
Fue la amada esposa, madre y señora de la casa Blois; hija mayor de la familia Schwarz, Raina era una mujer muy hermosa y codiciada por varios herederos de las familias nobles, fue conocida por ser la candidata ideal para ser la emperatriz del actual emperador de Oracea, pero lo que nadie sabe es que Raina rechazo el compromiso debido a que se enamoró de Lyulf de Blois. Aunque el emperador tenia sentimientos por ella la dejo ir a los brazos de su mejor amigo, Raina era una mujer muy inteligente y estricta cuando debía serlo, pero también muy dulce. Debido a que ella creció protegiendo a sus hermanos menores, aprendió a no retroceder ante el peligro. A pesar de que el emperador se caso con la actual emperatriz, Raina fue considerada como la flor más bella del reino. Debido a su carácter alegre y caritativo ella creo el hospital más grande de Oracea, gracias a ella muchas vidas pudieron salvarse. Lastimosamente la muerte vino por ella después de dar a luz a su única hija Elayne. Aunque la pequeña jamás la conoció, su padre y los sirvientes aseguran que la pequeña señorita es muy parecida a Raina.💌Ehan de Blois
Hijo mayor de la familia Blois, es considerado un genio y uno de los mejores espadachines del reino, a diferencia de su padre él es el capitán de los caballeros Dark Moon que se encargan de la protección del reino, del príncipe heredero y la emperatriz. Se unió a los caballeros a la edad de los 10 años, siendo el caballero más joven de la historia. Actualmente tiene 23 años, es un chico sensible con su familia, pero muy indiferente con los demás, no es una persona que sonrisa a menudo así que las criadas del castillo siempre esperan a que tenga la visita de la hija menor de la casa Blois para ver tan bella curvatura en sus labios. Su nombre es conocido por todos los reinos debido a que no ha habido ninguna tropa que sobreviva a su poder. A parte de ser el capitán del escuadrón de caballeros está encargado de acompañar al príncipe heredero y aconsejarle en momentos críticos.💌Liam de Blois
Segundo hijo de la familia Blois, Actualmente tiene 19 años, a diferencia de su hermano mayor y su padre él solo heredo la mitad de su poder de luz, lo que es un fenómeno muy raro y que lo hace destacar de entre todas las personas debido a que su apariencia llama mucho la atención, Liam posee el poder del fuego (herencia de su madre) y la luz. Siempre tiene una actitud seria que asusta a los que están a su alrededor, es muy estudioso y conocedor de muchas cosas, debido a que Elayne fue envenenada cuando era pequeña decidió seguir el campo de la investigación y gracias a él se han encontrado muchas curas a venenos desconocidos e incluso para algunas enfermedades, en cuanto a combate cuerpo a cuerpo siempre tiene la desventaja, pero es muy astuto y no necesita la fuerza bruta para ganar, las personas no se acercan a el debido a que temen que los envenene. Detesta la actitud cariñosa de su padre, pero ama ser dulce con su hermana menor aunque no lo demuestre con sonrisas sino con excéntricos regalos.
♔Nombre:
Axyl ♔Apellido:
Lambert ♔Edad:
18 años ♔Procedencia:
Reino de Oracea ♔Cumpleaños:
18 Noviembre (Epoca de otoño) ♔Orientación sexual:
Hetero ♔Posición noble:
Primer hijo del emperador de Oracea ♔Elemento mágico:
???
Axyl es el primer hijo del emperador de Oracea, nacido de un matrimonio arreglado, su infancia estuvo llena de caos debido a la indiferencia de su padre y la aparición de su hermano, pero gracias a las personas que le rodean se convirtió en un príncipe amado por su pueblo. Es gentil y bastante sensato a la hora de tomar decisiones que beneficien al reino, es una persona que luce seria y muy educada, pero en realidad es un chico muy dulce que una vez toma confianza empieza a mostrarte lados de él que dejarían perplejo a cualquiera, aunque es un príncipe jamás ha deseado por mucho ya que no quiere que su padre lo tache como un malcriado, ama pasar el tiempo con la servidumbre y las personas necesitadas, probablemente esto se debe a que se crio con los sirvientes. Su personalidad varia tanto como el subir y bajar de una montaña rusa, pero a pesar de como los demás especulan Axyl es una buena persona que protege a los que ama aun si eso le cuesta la vida.♔Apariencia
Color Pelo: Tiene cabellos de un curioso y brillante color anaranjado, que a pesar de todos los esfuerzos de las sirvientas, sigue siendo rebelde.
Color ojos: Sus ojos son de un color almendrado que parece fundirse de forma arenosa y liquida al mismo tiempo, usualmente su mirada oculta un toque de elegancia y travesura.
♔Torianna de Diehl
Es la emperatriz del reino de Oracea; Torianna procede del imperio Albion, fue dada en matrimonio político para generar un acuerdo de paz entre los dos reinos. Fue la encargada de dar a luz al primer hijo del emperador y futuro heredero al trono. Es una mujer astuta, hermosa y letal, a pesar de ser una mujer su educación es tan exquisita que en cuestiones políticas o de estrategia no hay quien se le compare. Siempre consigue lo que quiere, cuando se enteró del segundo hijo del emperador se encargó de hacer miserable al pequeño niño. Fue gracias a ella y sus jugadas detrás del escenario que logro conseguir el destierro del segundo príncipe y lo hizo de una manera tan pulcra que ni siquiera el emperador pudo evitar el destino. Actualmente tiene 35 años, al ser una mujer codiciosa cuando se enteró del nacimiento de Elayne, la primera mujer en heredar cabellos albinos, decidió que ella seria la esposa perfecta para el futuro gobernante de Oracea.MAPA
“Los placeres violentos poseen finales violentos y tienen en su triunfo su propia muerte, del mismo modo en que se consumen el fuego y la pólvora en un beso voraz.”
-Elayne de Blois, ex emperatriz de Oracea es sentenciada a muerte por asesinar al emperador Axyl Lambert, acto que se considera suprema traición al reino, como recordatorio a todas las personas que aun sigan creyendo en sus falsos ideales, se exhibirá su cabeza en la plaza central, que Dios perdone todos sus pecados- a lo lejos pude escuchar la voz de un hombre, parpadeando pesadamente quise ser capaz de deshacer el nudo en mi garganta pero la infinita perdida que sentía mi alma era tan fuerte que no podía respirar adecuadamente, mi pecho se contraía dolorosamente anhelando por ver a mi pareja entrar en mi campo de visión con esa usual sonrisa gentil que siempre me dedicaba, pero eso jamás pasaría porque su cabeza yacía a unos metros de donde me encontraba, sus ojos almendrados miraban a la nada de una forma tan vacía que helaba mi sangre ¿Por qué estaba pasando esto? ¿Qué habíamos hecho para merecer este destino? Desde pequeños siempre fuimos leales a la Diosa Alara y sus enseñanzas, ayudamos a los necesitados, cuidamos de nuestro pueblo, entonces… ¿Por qué? Alzando mi mirada observe el escenario que se extendía ante mí, el castillo lucía completamente destrozado, había soldados y gente del pueblo heridos por todas partes, los que se encontraban ilesos me miraban de forma desaprobatoria y algunos otros con terror ¡Tenia que protegerlos! Ahora q-que… Axyl ya no podía hacerlo era mi deber mantenerlos lejos de las garras del segundo príncipe. Apretujando mis labios me trague las lágrimas que aclamaban por ser liberadas, no podía permitir que ese hombre me humillara delante de mí reino y me acusara de crímenes que él había cometido.
Sintiendo las cadenas tensionarse, el soldado que me vigilaba, tiro de ellas para hacerme caer de rodillas ante Drake Lambert, quien me miro desde arriba con esa sonrisa de satisfacción, esa mirada claramente me estaba prometiendo sufrimiento -tu nuevo rey esta ante ti bruja, muestra respeto- dijo el soldado a mis espaldas mientras pisaba con fuerza mi espalda para hacer que mi frente quedara pegada al suelo a unos milímetros de los zapatos ensangrentados del hombre de cabellos rojizos, gruñendo me removí con fuerza hasta lograr que mi captor se desequilibrara y cayera al suelo, lo que aproveche para incorporarme algo tambaleante por mis ataduras-no importa lo que me hagas, juro que regresare de la muerte misma si debo hacerlo… solo para detenerte- amenace, pero antes de que recibiera una respuesta una piedra impacto en mi cabeza haciendo que un abrumador dolor invadiera mi cuerpo, el golpe me había aturdido lo suficiente para que tropezara y volviera a caer de rodillas -¡Asesina!- un grito retumbo en el lugar y de repente fue seguido por otros aldeanos que comenzaron a lanzarme piedras también mientras me gritaban cosas desagradables, haciéndome un ovillo trate de protegerme pero fue inútil. El que se encargó de detenerlos fue aquel detestable chico, sus palabras endulzaron los oídos del pueblo mientras el prometía acabar con mi vida personalmente, los vitoreo no se hicieron esperar ¿Cómo era posible que cayeran ante sus engaños? Sintiendo la sangre deslizarse por mi piel de forma pegajosa solo pude sonreír con tristeza -no importa lo mucho que quieras aparentar siempre serás un demonio, tengo fe de que ellos pronto se darán cuenta de eso…- masculle al ver como desenvainaba su espada, el filo brillo con el primer destello del amanecer, dos soldados me empujaron y posicionaron mi cuerpo para que cortar mi cabeza fuera más fácil.“La verdad es que desde la primera vez que te vi supe que serias mía, que la Diosa Alara te creo solo para mí… mi amiga, mi esposa, mi reina… mi luz… Te amo Elayne, siempre será así, por eso al menos tú debes sobrevivir.”
Recordando las últimas palabras que mi amado príncipe me había dedicado deje que las lágrimas fluyeran. Si tan solo pudiera regresar el tiempo atrás y cambiar el cruel destino de Axyl, de mi familia, del reino de Oracea… ¡Daría mi alma y vida entera! con tal de conseguirlo -“¿Lo que sea? Si es así… yo considere tu deseo, cambia tu destino pequeña mía.” abriendo mis ojos de par en par al escuchar una extraña voz resonando en mi mente, una voz dulce que de alguna forma me hacía sentir nostálgica ¿Acaso mis plegarias serian escuchadas? Sonriendo ligeramente cerré mis ojos con tranquilidad cuando sentí el blandir de la espada cortar el aire. Tal vez era una sola alucinación mía para reconfortarme a mí misma de que este no era el final. Sin darme tregua alguna la oscuridad se cernió sobre mí, todo a mi alrededor desapareció me sentía flotar en medio de esa nada hasta que un diminuto punto de luz se hizo visible a lo lejos, poco a poco este comenzó a hacerse cada vez más grande hasta que el fulgor se tragó toda la oscuridad -felicitaciones mi señora es una niña- una cálida voz me recibió, abriendo mis ojos me encontré con una mujer que me miraba con ternura mientras me regalaba una sonrisa, wow~ se veía muy grande ¿Acaso esto sería el cielo? Alzando mi mano trate de saludarla, pero algo estaba mal, ¿Acaso la mujer me estaba sosteniendo en sus… ¡Brazos!? Un momento… esto definitivamente tenía que ser un sueño, llevando mi mirada a mis manos note que eran muy pequeñas como las de un bebe
-¿Qué está pasando? ¿Por qué soy una bebe?- dije en voz alta, pero lo único que pude escuchar proviniendo de mi fue un leve balbuceo -d-déjame verla- la voz cansada de otra mujer se escucho en medio de mis pataletas, la señora que me sostenía me entrego a una persona desconocida, una mujer de cabellos largos de color rojizo ligeramente ondulados y cubiertos de sudor debido a la labor de parto, a pesar de lucir cansada su belleza predominaba como la misma luz de la luna, sus manos estaban frías, pero eso no me incomodo porque su toque fue dulce y gentil -ahh~ m-mi hermosa niña… - susurró mientras depositaba un beso en mi frente -llamare al señor- informo la otra mujer, que ahora que lo analizaba debía ser una criada o la partera ¿Quién sería esta dama? ¿Acaso había reencarnado para poder detener al segundo príncipe? ¿Cuántos años habían pasado desde mi muerte? De repente todas las preguntas se vinieron abajo cuando vi a mi padre cruzar el umbral de la puerta con sus ojos azulados brillando en emoción ¿Qué significaba esto? ¿Acaso yo… ¡Había vuelto en el tiempo!? Si… debía ser eso. Acercándose lentamente para no asustarme padre se inclinó para besar a mi madre, las lágrimas se escapaban por sus mejillas ante la felicidad de contemplar a su tercera heredera, ahora que lo miraba se cerca lucia más joven de lo que recordaba… ¿Hmm? Espera… si este era el día en que yo nacía eso significaba que mamá morirá pronto - Raina gracias por darme una hija tan hermosa, te amo- Sintiendo mis ojos humedecerse ante las palabras de mi padre, observe a mi madre de forma disimulada, tal vez esta era la última vez que podría estar a su lado… o ¿Podría alertarles antes de que pasará?
Retorciendo mi cuerpo como pude comencé a llorar mientras extendía mis manos hacía mi madre que ladeo su rostro con agotamiento, pero sus -pálidos- labios jamás dejaron de curvarse en esa preciosa sonrisa que solo había visto en retratos -es una bebé muy enérgica ¿Podría sostenerla un momento?- preguntó mi padre a lo que mi madre asintió, sus brazos estaban temblando y su respiración comenzaba a agitarse ¡Esto era malo! -Padre, Mamá no se esta sintiendo bien, debes salvarla… ¡No quiero que muera!-trate de articular, pero todo salió como un: “wuaab brghh” a lo que mi padre respondió con una caricia en mi mejilla y con un balbuceo similar ¿Así de idiotas se veían los adultos cuando le hablaban a un bebe? Argh, este no era momento para quejarme tenia que salvar a mi madre, alzando mi mano trate de apretujar el meñique de mi padre para llamar su atención, pero el momento justo en que lo hice la partera pego un grito de exclamación que alerto a las sirvientas que fueron a socorrerla al instante -¡Pásame las gemas curativas! ¡Rápido!- mi padre se viro bruscamente haciéndome marear, sin pensarlo dos veces me tendió a una de las sirvientas mientras apoyaba el poder de las gemas que estaban tratando de curar el cuerpo de mamá. Posando sus grandes manos en el pecho de su esposa dejo su poder fluir, podía ver sus ojos azules suplicar por un milagro. Sintiendo las lagrimas deslizarse por mis mejillas desee ser capaz de tener poderes para así proteger a los que amaba -¡Por la Diosa Alara!- el tono asombrado de la sirvienta me hizo dar cuenta de que mi cuerpo estaba expidiendo una luz blanca ¿Acaso yo…? ¡Tenia poderes!
Tal vez la Diosa se había compadecido de mí y en esta nueva vida me los había dado, pero este no era momento para especular ¡Tenia que ayudar a mi padre! Claro que, al ser un bebe, no poder hablar, ni caminar, la sirvienta solo opto por sacarme del ojo de la tormenta afuera se encontraba mi hermano mayor Ehan que al escuchar el alboroto trato de entrar, pero fue detenido por los sirvientes, sus ojos amatista se posaron en mí y por un momento pude ver odio en ellos -¡Es culpa de esa cosa! ¿Verdad? ¡Te ordeno que me digas la verdad! ¿Acaso mi madre está muerta?-exclamó al momento que me señalaba. La verdad es que no recordaba que mi hermano fuese malo conmigo o que me culpara de la muerte de mi madre, pero escucharlo decir esas palabras hacían a mi corazón doler, aunque no lo culpaba él apenas tenia 7 años y mi segundo hermano 3. Empujando a los guardias hizo uso de su poder para poder atravesar la barrera, aunque estos aun no estaban desarrollados en su plenitud le ayudaron a llevar acabo su cometido. La sirvienta parecía agitada por lo que estaba pasando -no te preocupes mi señorita… todo saldrá bien- arropándome con cuidado siguió caminando de un lado a otro como si quisiera calmarme a pesar de que yo no estaba llorando y la que lo estaba haciendo era ella.
Hoy era un día muy especial, era el cumpleaños número dieciocho del príncipe Axyl Lambert, de acuerdo a las cosas importantes que había escrito en mi diario esta era una de las fechas que marcaban un gran cambio en mi vida, ya que cinco meses después nuestro compromiso fue anunciado a todo el reino. Releyendo las paginas de mi vida pasada tenía la sensación de que no muchas cosas habían cambiado, claro que eso no era del todo cierto ya que en mi vida pasada jamás pude utilizar poderes o maneje una espada, ni mucho menos fui cercana al hijo del duque Friedrich, pero había algo que no cambiaba mi relación con Axyl, incluso desde pequeños el destino parecía estarnos juntando… esperaba que hoy no fuera la excepción, aunque hoy tenía que tener cuidado de Emma de Lowell, la mujer que sería la futura esposa del segundo príncipe, era una mujer hermosa y astuta, en el pasado su fingida amabilidad me había engañado pero ¡No esta vez! Además, según mis memorias ella se acercó por primera vez a mi durante la fiesta, invitándome a una fiesta de té que iba a dar próximamente, una reunión que había sido planeada para humillarme cosa que no vi con claridad en aquel entonces. Suspirando me mire una vez más en el espejo, tenía que relajarme nada bueno saldría de estresarme, mi padre siempre me decía que tener una sonrisa sincera hacía que tu alma se purificara y vaya que yo creía en esas palabras.
Debía felicitar a mi nana por tan excelente trabajo con este vestido, cuando regresara y la viera se lo agradecería haciéndole una torta de manzana de esas que tanto le gustaban -¿Señorita Elayne está lista?- la voz del caballero que había abierto ligeramente la puerta y me contemplaba con amabilidad me hizo darme la vuelta para saludarlo con una educada inclinación de mi parte-sí, sir Lewis. Gracias por esperarme- tomando la mano que se me estaba ofreciendo me deje guiar por los largos pasillos por el caballero que mi padre había elegido de sus súbditos para acompañarme en la velada, aunque no lo parecía mi querido padre era muy sobreprotector más cuando se trataba de reuniones hechas por la realeza ¿Se debía a que siempre terminaba encontrándome con Axyl? ¿Acaso a él no le agradaba la idea de que termináramos juntos? Riendo internamente por ese pensamiento me despedí dulcemente de todos los sirvientes que fueron a vernos partir.⊶♣⊷
El viaje se hizo eterno, al ser una fiesta para celebrar la mayoría de edad del príncipe heredero esta se llevaría a cabo por tres días en el “White palace”, un palacio que la familia real utilizaba para realizar ceremonias sociales importantes, por lo que había escuchado Drake Lambert, nuestro asesino y traidor al trono, también estaría presente, me encontraba tan sumergida en mis memorias pasadas que no me di cuenta que llegamos a nuestro destino final hasta que sir Lewis abrió la puerta para mi -my lady, hemos llegado- parpadeando un par de veces ladee mi rostro para verlo con confusión una que el ignoro por mi bien, sintiendo mis mejillas arder solo pude sonreír para tratar de cubrir mi vergüenza, bajándome del carruaje vi como un par de sirvientes reales recibían mis pertenencias, el castillo era más grande de lo que recordaba, aquí habíamos celebrado nuestra boda un mes antes de que el segundo príncipe nos acorralara -¿Sabía que hay muchos rumores sobre el porque de esta magnificente fiesta?- me preguntó el pelirrojo con ese tono de voz sereno de siempre, tomando su brazo ingresamos al palacio para seguir al mayordomo que nos estaba indicando el camino -¿Eh? Hmm~ por el príncipe heredero por supuesto- conteste, pero el caballero negó ante mi respuesta -para buscar una esposa, si ha notado muchas señoritas de familias nobles fueron invitadas, en especial las solteras… aunque la verdad creo que nuestra señorita sería la única apta para ese papel-confeso en voz baja para que el sirviente no escuchara nuestra conversación -me honras con tus palabras Sir Lewis, pero debes tener cuidado con lo que dices… muchos piensan que solo avergüenzo el nombre de la casa Blois ¿Por qué me escogerían a mí? Tal vez… seria mejor si yo no fuera una candidata ¿No crees?- ahora que decía esas palabras en voz alta mi corazón se sentía pesado.
A decir verdad esa idea se había cruzado por mi cabeza muchas veces mientras crecía, mi misión era detener las atrocidades que arrasarían con la vida de mi familia, mi amado y el reino, para eso había prometido a la Diosa Alara dar mi vida misma, no quería que Axyl se enamorara de mi y sintiera el dolor de la perdida si algo llegaba a pasarme, pero por otra parte realmente quería regresar a su lado-lo lamento my lady, tendré más cuidado- se disculpo el hombre a mi lado al momento que nos deteníamos frente a las grandes puertas que nos llevarían al salón principal de la fiesta -anunciando a Elayne de Blois, hija del archiduque Blois y su acompañante el conde Lewis, subcomandante de los caballeros del sur- una vez el voceador nos presento las puertas se abrieron y unas largas escaleras cubiertas por una aterciopelada alfombra roja que guiaba al inicio del salón donde habían varias parejas bailando, conversando u analizando a la competencia, esto no era nuevo para mí aunque técnicamente esta era mi primera reunión social desde hace años, mi hermano Liam pensaba que estaba nerviosa y le había pedido a las doncellas guardar un tónico para que tomara mientras estuviera aquí y que me ayudaría a mantener la calma, estaba acostumbrada o bueno aprendí a no sentirme ansiosa de venir a estas reuniones cuando me case con Axyl, el sentir todas esas febriles miradas en nosotros me hubiese echo estremecer, si siguiera siendo la Elayne del pasado, pero no ahora, sonriendo tome el vestido con delicadeza y elegancia para alzarlo levemente y así poder bajar sin peligro de tropezar.
Una vez dentro del salón Sir Lewis se separo de mí para vigilarme desde las sombras y para divertirse ya que le había dado permiso de bailar y comer si eso quería, estaba rodeada de un grupo de señoritas que se habían acercado con sus estilizados abanicos para tratar de conversar conmigo, debido a que la conversación se estaba volviendo muy aburrida-damas y caballeros, el príncipe Axyl Lambert hará su aparición- las chicas a mi alrededor se apresuraron a acercarse para poder ver más de cerca al príncipe heredero del reino Oracea, quedándome donde estaba solo pude reírme internamente al ver ese inconfundible cabello anaranjado y rebelde en medio de la multitud, eso me traía recuerdos de las doncellas que siempre venían a quejarse conmigo cuando trataban de hacerle algún peinado más sofisticado y por más horas que emplearan para darle la forma que querían este volvía a su estado natural en cuestión de minutos, quería acercarme a él y conversar como en ese entonces, pero con tanta audiencia seria como buscar una pelea abierta con todas las presentes así que decidí irme a un balcón vacío, necesitaba aire, desde ahí podía ver la hermosa luna menguante que alumbraba los jardines del palacio y el magnificente laberinto que había sido construido por la emperatriz.
-realmente eres escurridiza- aquella inconfundible voz me hizo virarme con cierta brusquedad ¿Qué hacía Axyl aquí? Haciendo una reverencia trate de evitar su mirada para así no perderme en esos lindos ojos almendrados -larga vida al próximo sol del imperio- dije para recibir una ligera risita que me hizo hacer un puchero ¿Qué era tan gracioso? -no has cambiado ni un poco, te dije que no necesitabas ser formal conmigo o ¿Lo olvidaste? Olvidar las cosas que digo es un crimen terrible que es castigado con la muerte- arqueando una ceja ante su atrevido comentario solo pude dejarme llevar -y creo haberte dicho que no me gustaba cuando eras arrogante y un cretino- fingiendo una expresión de dolor, Axyl se llevo una mano a su pecho -auch~ eso dolió, pero por ti… dejaría al reino mismo- sintiendo el fiero sonrojo formarse en mis mejillas oculte mi rostro con la sombra de mi cabello. Esto era malo ¡Estaba cayendo directamente en sus brazos! Cuando trate de escapar sentí esa fuerte mano agarrando mi muñeca y arrastrándome a sus brazos que me apresaron de una forma que me hizo querer llorar, este no era mi Axyl, pero su toque era igual, su voz me hechizaba -n-no puedes hacer esto… Axyl-su nombre salió como un susurró que acaricio mis labios con un toque de deseo, girándome el príncipe alzo mi mentón para mirarme fijamente, sus ojos ardían con esa chispa de maldad que solía mostrarme cuando estábamos solos -dilo una vez más, mi nombre- dijo al momento que apartaba un mechón de mi rostro y lo colocaba detrás de mi oreja -Axyl-sus manos se deslizaron por mis brazos hasta que se posaron en mi cintura. Dios, había olvidado otro evento importante que había sucedido en esta fiesta, Axyl y yo nos besábamos por primera vez ¿Qué debía hacer? ¿Seguir la corriente? ¿Alejarme? Tal vez solo debía dejarme guiar por lo que mi corazón anhelaba, pero cuando estaba a punto de cerrar mis ojos un extraño sonido me hizo apartar al de cabellos anaranjados con fuerza, mis ojos escudriñaron nuestro alrededor, pero no vi a nadie -lo siento miss Elayne, creo que te asuste, no era mi intención- tomando mi mano la acerco a sus labios para depositar un gentil beso en el dorso de esta.SPOILER (click to view)Así es como esta vestida Elayne *--*
Este es Sir Lewis
Este es el White palace y un poco de su interior
Edited by Jess-chan - 21/8/2019, 15:43. -
.
|| Hay dos grandes días en la vida de una persona: El día que nace y el día que descubre para qué. ||
- Group
- Gremio de Dibujo
- Posts
- 1,722
- Location
- 地獄で.
- Status
- Anónimo
~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~ 12 de mayo – Denver (Colorado) / La Tierra ~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~
-Feliz cumpleaños~-la dependienta, que estaba situada tras el mostrados de cristal lleno de dulces, me hablo con una gentil y dulce sonrisa. -Gracias, pero… ¿Cómo sabe que hoy es mi cumpleaños?-pregunté curiosa mientras veía como empaquetaba con delicadeza los dulces que yo había pedido para llevar.-Bueno, eres una clienta habitual, y el año pasado ya viniste e hiciste el mismo pedido, compraste un trozo de tarta de manzana, no querías otro tipo de tarta, y comentaste que era tu cumpleaños. ¿Tanto te gusta la tarta de manzana?-poso sobre el mostrador mi bolsa con mi pedido, sin dejar su sonrisa de lado en ningún momento. Estaba sorprendida que pudiese acordarse de aquello después de un año después. -Ya veo, jeje. Tiene una buena memoria. Y bueno, no es que sea mi tarta preferida, pero es el primer dulce que probé en mi vida y me recuerda a alguien especial, se ha convertido en costumbre para mi comer un pedazo de tarta de manzana por mi cumpleaños.-devolviéndole la sonrisa cogí de las asas la bolsa de papel que contenía mis dulces y le entregué el dinero a la dependienta.-En ese caso me asegurare de tener por estas fechas esta tarta para ti~ Espero que la disfrutes.-su sonrisa, junto con las palabras que desprendían dulzura, me hicieron sentirme animada y contenta.-Muchas gracias, tenga por seguro que volveré~ Hasta luego~-saliendo de la panadería comencé a caminar por las calles un rato, mirando escaparates de tiendas y dirigiendo mis pasos a un destino en concreto: un parque. Por el cual cruzaba el rio y donde me senté a la orilla de este, sobre la verdosa hierba seca.
Era primavera y no hacía calor, ni tampoco frio. La temperatura ambiente era bastante agradable y el atardecer anaranjaba el cielo en un color precioso. Abrí la bolsa de mi compra de dulces y saque la pequeña cajita de cartón donde se encontraba el trozo de tarta. Dentro de la bolsa me encontré con un par de galletas almendradas que no había pedido, lo que me hizo sonreír al darme cuenta de que seguramente la panadera los había puesto ahí por mi cumpleaños. Aquella mujer de mediana edad era demasiado buena para este mundo~ Cerré la bolsa y abrí la cajita para dejar a la vista aquel trozo de dulce que me hacía grujir el estómago. Cogí una servilleta de dentro de la bolsa, que había cogido de la misma panadería, y pose el trozo de tarta de manzana para acercarlo a mi boca. -Feliz cumpleaños a mi~-me felicite a mí misma para después darle un buen bocado a aquella cosa tan dulce y cremosa. Lleve una de mis manos a mi mejilla al notar los sabores en mi paladar y disfrute un rato de ella hasta terminármela por completo. Cuando lo hice solo me deje caer sobre el césped y mirar al cielo de forma tranquila, dejándome llevar por antiguos recuerdos…
Tras un rato de paz y escuchando el rio correr mi teléfono móvil comenzó a sonar. Metiendo mi mano derecha en mi bolsillo saque mi teléfono y conteste la llamada.-Buenas tardes, le llamamos para informarle de que ha sido usted juzgada para ingresar en un manicomio, unos celadores pasaran a recogerla.-la voz varonil se escuchaba a la otra línea del teléfono en un tono serio. En cambio yo no pude evitar sacar una pequeña risa.-En ese caso deberán ingresarlo conmigo~-le contesté a su broma y el tono serio del contrario paso a uno más relajado.-Jeje~ Bueno, ¿Cómo estás? ¿Sabes porque te llamo verdad?... ¡Feliz cumpleaños~! Veintiséis años ya… Estas camino de ser una anciana.-me incorpore para sentarme.-¿Cómo que anciana? ¡Estoy en la flor de la vida! Mientras siga aparentando veinte siempre seré joven.-respondí para escuchar una risa al otro lado de la línea.-Lo que la señorita diga~ Por cierto, estoy yendo a tu casa. ¡Tengo tarta casera! Estaré ahí en un rato.-tras la llamada de Gabriel, el único amigo que tenía, y confiaba, y el cual estaba bajo mi mando en el trabajo, a pesar de que él era siete años mayor que yo, me puse en pie, cogiendo mi bolsa y tirando en la basura más cercana los restos de mi gustosa comida anterior. Tras aquello me encamine a paso ligero hasta mi apartamento. Saque las llaves de casa y subí hasta el tercer piso, entrando en mi pequeña, pero acogedora vivienda.
El timbre sonó poco después. Cuando abrí la puerta Gabriel se dejó ver para darme una palmada en la espalda, con sus dos metros de altura, entrando dentro de casa con total confianza.-¿Qué me has traído~?-le seguí hasta el salón para sentarme a su lado, en el sofá de tres plazas negro que tenía situación frente al televisor y la mesa bajita de madera del centro del salón.-Cuando se trata de postres te pones ansiosa. Realmente los dulces no hacen juego contigo, jajaja~-infle mis mofletes por su comentario, haciendo que el contrario riera más.-Bueno, bueno. Te he traído una tarta de calabaza, la ha hecho mi hermosa esposa así que espero que te guste.-sonreí mientras veía como destapaba la esponjosa tarta.-Todo lo que haga Lara me encanta~ Debería abrirse su propia panadería.-dije con sinceridad para ir corriendo a la cocina a coger un cuchillo y volver de nuevo a mi asiento, cortando la tarda y ofreciéndole un cacho a Gabriel.-No gracias, ya sabes que no me gustan los dulces, además es toda para ti.-me sonrió, a lo que yo ya le había dado el primer bocado a la tarta que la mujer de mi amigo había preparado.-Antes he comido un poco de tarta también. Las dos están tan deliciosas~-dije animada mientras apoyaba mi espalda en el sofá y subía los pies descalzos en el para acomodarme.-No sé cómo no engordas con tanto dulce…-Gabriel hizo lo mismo y en un suspiro apoyo su espalda en el sofá de cuero sintético.-Porque hago mucho ejercicio. Compensa una cosa con la otra~-el contrario me dedico una mirada sonriente y empezamos a hablar de cosas triviales mientras comía.
-Por cierto, me he enterado de que hay una nueva misión ¿la has recibido?-preguntó de repente.-Sí, es una misión importante, a la par que peligrosa. Ya sabes que yo no puedo rechazar ninguna misión, así que tengo que ir. Mañana tengo que coger el vuelo... He visto que tú no estabas en la lista del pelotón que dirigiré. ¿Hay algo que quieras contarme?-comenté de forma seria, relamiendo mis dedos de los restos de tarta.-Sí… Voy a retirarme del ejército… Paso mucho tiempo fuera de casa por las misiones y sabes que Lara está embarazada, así que quiero estar con ella y ver nacer a mi hijo…-le di una palmada en el hombro para sonreírle.-Lo haces sonar como si fuese una mala decisión. Creo que estás haciendo lo correcto, estarás más seguro y podrás disfrutar con tu familia. Así que no te preocupes~-me recosté un poco más sobre el sofá, sintiéndome algo cansada y mareada de repente.-Sí… Esta es la mejor solución… El ejército es peligroso y yo no soy tan fuerte como la jinete del apocalipsis.-me dedico una sonrisa que note un poco en tristeza, pero que no le di demasiada importancia.-No sé quién me puso ese apodo, pero no lo pensó mucho…-rasque mis ojos sintiendo que cada vez tenía más sueño.-Eres muy fuerte en combate, supongo que por eso el nombre. Eres como una jinete que trae destrucción para los enemigos… Carl quería otra vida para ti, pero al final no pudiste tomar otro camino y te has convertido en alguien imprescindible para el ejército… Si vas a esa misión estoy seguro de que ganarás, por eso… No puedes ir…-sus palabras me sorprendieron y mi corazón empezó a acelerarse alterado cuando note que no podía moverme.-¿Q-que has… hecho?...-dije débil, con el ceño fruncido, dándome cuenta de que aquella tarta de calabaza que había comido tenía algo más que azúcar…-Tu misión es impedir que la exportación de armas sea llevada a arabia, pero… si esas armas no llegan, matarán a Lara… ¿lo entiendes verdad? Estoy entre la espada y la pared… Secuestraron a Lara y a cambio de dejarla libre solo tenía que hacer una cosa… Entregarte a ti… Soy el único con el que bajas tu guardia, en el que más confías, así que era el único que podía capturarte… No quiero que malinterpretes esto... te quiero porque eres una verdadera amiga, pero amo a Lara y no puedo dejar que muera junto a nuestro bebé…-apreté mis dientes molesta, intentando mover algún musculo de mi cuerpo, frunciendo mi ceño en algunas lágrimas, adolorida por la tan grave traición que mi mejor amigo estaba cometiendo hacia mí…-S-si las a-armas… llegan… m-mucha gente… m-morirá…-casi ya no podía hablar. Sentía una opresión de impotencia en mi corazón, sabiendo lo que me esperaría si Gabriel me entregaba al enemigo…-Ese ya no será tu problema… quizás así consigas la libertad que tanto querías y la que te intento dar Carl en vano… Gracias por tenerme en tan alta estima…-ya no podía contestar sus palabras, solo mover mis ojos y ver como Gabriel me cogía en brazos con una expresión llena de tristeza en su mirada, sin tener el valor de mirarme directamente a los ojos…
La droga que había en la tarta me dejo al final dormida. Cuando desperté… me encontraba sentada a una silla de acero, atada de pies y manos a esta, con mi cabello castaño, y mojado, cayendo por mis hombros, después del balde de agua fría que me habían tirado para despertarme.-¡Aaaargh!-un grito involuntario se escapó de mis labios tras la descarga eléctrica que me dieron a través de unas pinzas enganchadas en mis dedos, que estaban conectadas a una batería eléctrica.-Has matado a mucha gente a lo largo de tu vida, ahora te ha llegado el momento a ti de perecer. ¿Cómo te sientes después de que tu amigo te vendiese? Ahora estará en su casa abrazando a su mujer mientras tu estas aquí. Me compadezco de ti un poco.-el hombre agachado frente a mí, mirándome, no hablaba inglés, sino árabe, pero aun así podía entenderlo ya que conocía el idioma, así que le hable en su mismo lenguaje.-E-eres muy valiente de decir eso mientras me tienes atada y drogada para que no pueda escapar…-esboce una sonrisa entre el dolor que mi cuerpo sentía por la tortura y el aturdimiento que mi cuerpo sufría por los tranquilizantes que me habían dado para quitarme fuerza… El hombre solo respondió con un puñetazo y los golpes continuaron hasta que me desmaye. Al despertar entre en pánico cuando vi como tenia atado todo el cuerpo con una gruesa cuerda y me introducían en un ataúd de metal para sellarlo con una tapa conmigo dentro.-¡¡Soltadme cobardes!!-mis gritos ahogados sonaron todo el rato dentro de la caja mientras notaba como me estaban enterrando bajo tierra. A pesar del fuerte sentimiento agitado y alterado que mi cuerpo sentía, intente calmarme y regular mi respiración para no acabarme el poco aire que quedaba dentro del ataúd. Tenía que salir de ahí… ¿pero cómo? La caja era de acero, estaba atada con una cuerda muy gruesa y no tenía ningún objeto encima… -Alguien vendrá a salvarme…-pensé tontamente… ¿Quién vendría salvarme? No tenía a nadie y la única persona que podría preocuparse por mí era la que me había vendido… Cuando el ejército se diese cuenta de mi desaparición ya sería tarde, el oxígeno no duraría tanto… ¿Iba a morir allí?... No… Aun no… No podía morir aun… Tenía tantas cosas que quería hacer… había conseguido que me dejasen tener una casa propia y había comenzado a ser un poco más libre, pero aun tenia tantas cosas que quería hacer… No había hecho nada divertido en mi vida, quería visitar diferentes lugares… probar a hacer surf, comer más dulces… ir al circo, hacer amigos… Me sentía patética, morir de aquella forma… En mi trabajo la muerte era algo que podrías esperar en cada esquina, algo de lo que pensaba que estaba preparada pero… no lo estaba. ¡Quería vivir! Esa era mi determinación, pero de nada serbia… estaba sintiendo sueño por la falta de aire, si me dormía… ya no despertaría… Mi miedo no era a la muerte en sí, sino a las cosas que me perdería de la vida y no podría disfrutar…
-¡No quiero morir así!-
El fuerte pensamiento se terminó justo en el momento que mi vida agonizante lo hizo… -“Interesante… Quizás tú puedas romper el flujo…”-una dulce voz me hizo abrir los ojos, encontrándome de rodillas y desorientada en un escenario lleno completamente de luz. Alce mis manos para mirarlas, llenándome de los recuerdos acontecidos en mis últimas horas de vida.-¿Estoy muerta…?-casi susurre, notando una mano acariciar mi mejilla con cariño.-Lo estas.-recordando la voz de antes alce mi mirada para encontrarme con un rostro que no podía ver.-Pero, te haré renacer. Y a cambio… tú debes ███ █ ███ █ ██ █ ███ █ ███.-~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~ 9 de diciembre – Reino de Oracea / Finca Lowell ~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~
Al volver a abrir mis ojos el rostro de una mujer con un lazo, de sirvienta blanco, en su cabeza adornaba su cabello. Mirándome con una sonrisa mientras hablaba en un extraño idioma que no había escuchado nunca. Pero eso no fue lo que más me extraño, sino el hecho de que ella era mucho más grande que yo y… me estaba sosteniendo. Alce mi mano con mucha torpeza para posicionarla a mi vista, comprobando lo pequeña que era… ¿¡Era un bebé!? Espera un momento… Recordemos… ¿Qué está pasando?... buscando en mis memorias recordé todo lo que había pasado, mi cumpleaños, mi muerte… Y otro recuerdo muy difuso en un espacio lleno de luz con alguien que no recordaba del todo… “Renacer…” era algo que aquella persona había dicho ¿había reencarnado? ¿Por qué? Sentía que la conversación había sido más larga, pero no podía recordarla… -Es tan pequeña… Déjame sostenerla~-un apuesto hombre, con el cabello azul oscuro, se acercó a mí con una expresión llena de felicidad para cogerme en brazos y seguir hablándome en aquel extraño idioma que seguía sin comprender…-Cariño se parece mucho a ti ¿no es hermosa?-mientras el sin sentido de las palabras del hombre seguían, me llevo hasta una cama para sentarse y acercarme hasta una mujer de largos cabellos dorados que sonreía cansada y sudorosa, con unas ojeras en su rostro. -Siento que será tan inquieta como su padre… Dámela, quiero sostenerla…-la mujer, que parecía ser la madre que me había dado a luz, me sostuvo entre sus brazos en una leve sonrisa, que aunque no parecía la más cariñosa del mundo, no sentí maldad en ella…~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~ 21 de Julio – Reino de Oracea / Bosque maldito ~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~
-¿Eres consciente de lo que me estas pidiendo y donde te encuentras?... ¿Cuántos años tienes? Ningún humano se atreve a entrar en este bosque.-la chica frente a mí, de cabellos y ojos dorados, con unos largos cuernos saliendo de su frente y aquellos tatuajes adornando su cuerpo, me miraba en extrañeza, sentada sobre una piedra grande.-Tengo cinco años ¡pero eso no es importante! Estoy pidiendo tu ayuda, además no tienes otra cosa mejor que hacer ¿o me equivoco?-la contraria me miraba dudosa. Habían pasado cinco años desde que llegue a ese extraño mundo, o más bien reencarné. Tras ese tiempo descubrí varias cosas que me iban a dar mucho trabajo…
En mi anterior vida, Carl me regalo un libro muy interesante, el cual se convirtió en mi libro favorito. Era una historia que iba a ser una saga de libros, y prometía mucho, pero la autora murió y solo pudo escribir uno de los libros. En el final de la historia, los protagonistas morían y el villano se alzaba con el trono del reino. Todo pasaba en un ambiente medieval y mágico, donde las personas podían nacer con un poder del elemento para controlarlo. Tierra, agua, fuego y aire eran las más comunes... Y entonces… me di cuenta de que renací en ese mundo... No solo eso, sino que había nacido como Emma de Lowell, la villana del libro que ayudaba al segundo príncipe, Drake, a conquistar el reino de Oracea. Ella también moría en la historia, traicionada por su esposo Drake, para que no quedasen testigos del masacre que habían cometido… En ese final, Elayne, la protagonista, una chica con poderes de luz, al igual que toda su familia, era la última en morir, decapitada por el nuevo rey: el villano. Emma, tenía poderes ocursos, relacionado con los monstruos y demonios, algo repudiado por el mundo. Nunca nacían niños con el elemento de la oscuridad, pero Emma lo tenía… y por eso fue utilizada para usar su poder contra el reino. No entendía aun como era posible que estuviese reencarnada en la historia del libro que había leído, llamado “The crown and the heart”. Pero sabiendo todas las cosas que iban a pasar, tenía una lista mental, en orden, de los acontecimientos que tenía que prevenir y solucionar. Primero, tenía que hacer a este cuerpo más fuerte. Aunque fuese muy buena en combate, este cuerpo tenía que seguirme el ritmo, por lo tanto tenía que trabajarlo y aprender de los poderes oscuros que ahora poseía.
-En todo caso, lo que me estas pidiendo, a mí no me beneficia en nada. ¿Por qué debería enseñarte a usar tus poderes? Apréndelo por ti misma, eres muy joven aún.-¡Tenía muchos años más mentales! En ese mundo había sido considerada como una niña inusual por aprender a hablar, leer, escribir y andar a tan temprana edad. En todo caso, si estaba pidiendo su ayuda era porque quería aprender de la oscuridad de la forma más eficiente posible. No solo eso… Necesitaba hacer una relación con aquella mujer: Cilvalia. Una demonio que vivía en el bosque maldito, junto a otros monstruos y espíritus mágicos. En el libro, un acontecimiento paralelo se estaba llevando a cabo, algo que los personajes del libro eran ajenos, y lo cual se suponía era introductorio para el segundo libro que nunca se escribió, algo más preocupante que Drake… -Yo no lo veo una mala idea… Su poder oscuro es muy grande, podría ser interesante… Además siempre te quejas de lo aburrida que estas ¿esto no podría ser un entretenimiento?-la otra persona, con aquella capa y capucha oscura, que ocultaba su rostro por completo, estaba rodeada de búhos, con uno de tantos a su hombro y otro en su cabeza, mientras hablaba a mi favor. -Oye Ibis, no te pongas de parte de la niña humana…-
Nuestra conversación siguió por mucho rato más y Cilvalia acabó cediendo de convertirse en mi entrenadora de magia, con la condición de que no podía traer a nadie al bosque oscuro. Los humanos no podían acceder, y yo había podido hacerlo gracias a mi poder. Con el no había sido detectada como una humana, ni atacada… Ahora solo me quedaba resolver varios acontecimientos más de la historia para sobrevivir. Tenía que cambiar la historia que estaba escrita en el libro. Si las cosas saliesen muy mal… como último recurso, mataría a Drake Lambert…SPOILER (click to view)Esta es Ibis (Me gusto ese concepto de una espíritu del bosque con búhos, jeje):
Y esta es Civalia:~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~ 18 de Noviembre (Actualidad) – Reino de Oracea / White palace ~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~
-¿Cómo puede comer un dulce en el carruaje? ¿No está nerviosa?-Mire de reojo a Barend con su cabellera rubia, con un tono muy claro, rebotando por los baches que se encontraba el carruaje por el camino, mientras terminaba de comerme aquel pastelito dulce con fresas que el cocinero había preparado para mí.-¿Por qué iba a estar nerviosa? Solo es el cumpleaños del príncipe.-por lo único que estaba nerviosa era porque por fin conocería a los personajes principales del libro. Elayne y Axyl. No solo eso, sino que en ese acontecimiento había una escena romántica de ellos dos en el castillo ¡tenía que verlo en persona! Sería como ver una película, me sentía emocionada por ver el romance de esa pareja en persona. -¿Es consciente de que esta fiesta también es una excusa para encontrar una prometida para el príncipe?... Y usted se ha traído eso que llama palomitas… ¡Tiene que actuar más como una dama!-me regaño, a lo que yo lleve mi vista a la pequeña bolsita de tela que colgaba del ancho cinturón de mi vestido, la cual estaba llena de palomitas. En aquel mundo las palomitas no existían, pero no era difícil hacerlas, solo se necesitaba el maíz adecuado y prepararlas, sabiendo cómo hacerlo. -No sé cómo no engorda con tanto dulce…-me quede helada por un momento cuando note que aquellas mismas palabras eran las que Gabriel me había dicho en mi anterior vida… A decir verdad, ahora que me acordaba de él… No lo odiaba, a pesar de que me había lanzado a la muerte, no podía odiarle. Había luchado por lo que quería y en cierta forma… me había dado la libertad que siempre había querido...-Porque hago mucho ejercicio. Compensa una cosa con la otra~-le contesté lo mismo que le dije en aquel entonces a Gabriel, dedicándole una sonrisa. -Bueno, en todo caso, intente no comer demasiado en la fiesta, no queda muy delicado para una joven dama.-me advirtió como si fuese mi padre.-Barend ¿has venido solo para regañarme? No te preocupes por nada, seré una autentica noble.-Banred era uno de mis caballeros que tanto se preocupaban por mí. Él empezó a trabajar bajo mi mando después de que le salvase la vida a él y a otros más, cuando salve a mi hermano Grimion de la muerte predestinada que había escrito en la historia original del libro. Desde entonces aquel caballero y los demás comenzaron a trabajar en la mansión Lowell, sabiendo sobre mis poderes que mantenía ocultos para la sociedad.
-Ya hemos llegado.-limpie mis manos con un pañuelo de tela que portaba conmigo y me coloque los guantes, para cubrir mis manos de los callos que tenía en ellas por los entrenamientos diarios que hacía. Como no podía mostrar unas manos poco cuidadas, al ser una noble, siempre portaba unos guantes marrones, aunque también me aplicaba una crema casera de mano para mantenerlas suaves.-Este castillo es más grande de lo que pensaba…-comenté mientras bajaba del carruaje, sosteniendo mi vestido para no caerme, y agarrando la mano que Barend me ofreció, para después indicarle al cochero que llevase el equipaje a la habitación que me asignasen, ya que estaríamos durmiendo allí durante el evento.-Anunciando a Emma de Lowell, hija de la duque Raenara, acompañada de su caballero personal Barend.-el voceador anuncio nuestra llegada cuando entramos por la gran puerta. Sostuve mi vestido, con mucha elegancia, mientras bajaba las escaleras, adornadas por aquella alfombra roja aterciopelada. Al bajar abajo, solté mi vestido y mire a mí alrededor, observando como muchos estaban bailando y algunos otros formaban mini grupitos mientras conversaban. Barend me dedico una pequeña reverencia para dejarme a mis anchas y el marcharse a disfrutar también un poco de la fiesta.- anunciando a Elayne de Blois, hija del archiduque Blois y su acompañante el conde Lewis, subcomandante de los caballeros del sur-entonces el corazón se me acelero y me voltee lentamente para dejar frente a mis ojos a la protagonista del libro… Elayne de Blois, con su hermoso vestido que la hacía más delicada y su plateado cabello que brillaba con la luz del lugar... Antes de que ella pudiese verme, me apresure a alejarme hacia un rincón para observarla de lejos. Era mucho más hermosa de lo que me imaginaba en mi mente. En la historia, Emma estaba enamorada del príncipe Axyl, por lo que siempre molestaba a Elayne a causa de sus celos. Era bastante ruin con ella. Esa fue una de las razones por la cual accedió a casarse con el príncipe Drake. Pero yo no era Emma… No tenía interés romántico en nadie y lo único que quería era ver las escenas del libro en persona.-Damas y caballeros, el príncipe Axyl Lambert hará su aparición-enseguida lleve mis ojos al príncipe de la historia, y futuro esposo de la protagonista. Las damas nobles se aglomeraron cerca de él para intentar llamar su atención. -Anunciando al segundo príncipe, Drake Lambert.-¡venían uno detrás de otro! Drake bajaba las escaleras mientras observaba a su hermano a lo lejos con indiferencia. Después, como si supiese donde me encontraba, viro su mirada hacia mí. Las damas estaban centradas en el príncipe Axyl, así que el príncipe del parche se acercó a mí sin ninguna interferencia.-Emma de Lowell. ¿También has sido invitada a la fiesta?-aquel chico era malo iniciando conversaciones…-Saludos príncipe Drake.-le dedique una reverencia, a lo que el levanto su mano para indicarme que no hiciese eso y descansase mis modales.
Drake era el villano principal del libro. Un personaje fuerte con una actitud desconfiada a los demás. Aunque aquel chico, en la historia original, fuese el villano, no era una mala persona desde el inicio, sino que se convirtió en eso con el tiempo… Él era el hijo bastardo que el emperador había tenido con una sirvienta. Su padre no odiaba a Drake, al contrario, era su hijo y no lo repudiaba, pero por el contrario, su esposa, la madre de Axyl, no podía aceptar a ese niño que no era suyo, queriendo que su primogénito se convirtiese en el verdadero rey, por lo tanto Drake fue enviado por la emperatriz a un castillo diferente para vivir alejado de la familia real. El villano nunca quiso convertirse en emperador, más bien… solo quería ser aceptado. Nunca tuvo el cariño de su familia y el desprecio lo consumió, con la soledad de su castillo… En el libro Raenara, la madre de Emma, conocía a Drake cuando era pequeño y por varias razones, ella decidía que Emma se casaría con el villano de la historia y le ayudaría en lo que quisiese. Emma nunca pudo amar a Drake, ya que su corazón estaba con Axyl, así que el príncipe del parche recibió más rechazo por su esposa, que solo estaba ansiosa por conseguir al primer príncipe… En esta vida yo impedí ese encuentro. Mi madre en este mundo no se encontró con Drake y la promesa del matrimonio no se realizó. Intente mantenerme alejada del segundo príncipe, pero me había dado cuenta de que aquel mundo intentaba empujarme al destino original. Primero, habían muchas damas que me veían como una villana. En alguna fiesta de té se me había caído la taza por torpeza, la cual no tenia, y había caído en el vestido de alguna noble. Antes de poder disculparme las chicas ya empezaban a juzgarme de que lo había hecho a propósito y verme con ojos de una villana. Segundo, había tenido encuentros anteriores con Drake… Aunque intentase evitarlo, tras cambiar acontecimientos de la historia, creo que también habían cambiado otras cosas, por lo que en ocasiones no podía evitar encontrarme con él…-¿Sigues aquí o te has quedado dormida con los ojos abiertos?-su voz me saco de mis pensamientos y con su dedo índice pulso una de mis mejillas.-S-sigo aquí su alteza…-di señales de mi consciencia para ver como sonreía levemente. Aun siendo el villano, era bastante guapo, cuando sonreía más aun…-Es un poco raro que me llames alteza, siempre sueles llamarme Drake. No sé de donde pillaste esa confianza.-mientras él estaba hablando me di cuenta, a lo lejos, de cómo Axyl se escabullía de las miradas de las nobles para salir al balcón… ¡El evento con Elayne!-Disfrute de la fiesta su alteza.-intento impedir mi marcha pero me apresure a alejarme del segundo príncipe, dirigiéndome fuera, sin ser detectada, escondida detrás de un enorme pilar de piedra que estaba ubicado en una de las esquinas del ancho balcón, donde Elayne y Axyl se encontraban hablando desde muy cerca.
- auch~ eso dolió, pero por ti… dejaría al reino mismo -ante la escena que se estaba llevando a cabo, yo ya había abierto la bolsita de tela para empezar a comer las palomitas que había traido. La escena era demasiado buena. El príncipe estaba tan cerca de ella, sosteniéndola alrededor de sus brazos y mirándola tan fijamente… ¡El primer beso de los dos estaba cerca! La dulce brisa movía sus cabellos y la luz de la luna los iluminaba con dulzura. Me sentía como viendo una película donde no había pagado la entrada.- n-no puedes hacer esto… Axyl -¡Sí que puede, si! Comí más apresurada mente, nerviosa por ver el primer beso que los dos tendrían. Aunque su futuro era la muerte, estaba trabajando en los cambios de la historia. Mi compromiso con Drake no existía, así que sin mi ayuda no podría apoderarse del reino, matarlos a todos y convertirse en el emperador. Pero aún no estaba segura del todo, por la fuerte fuerza que tenía el destino en juntarme con Drake y hacerme ver como una villana.- Axyl -¡bésala ya! Sus rostros se estaban acercando poco a poco. Iba a poder ver el beso de la historia del libro en persona, con imágenes reales. Me gire sorpresivamente al notar una mano posarse en mi hombro. En ese segundo la bolsita de tela de la mano se me cayó, viendo a Drake detrás de mí. Justo cuando iba a hablar me acerque a él y me puse de puntillas para tapar su boca con una de mis manos, apoyándome con la otra en su hombro por la diferencia de altura. No quería que fuésemos descubiertos o interrumpiésemos a la pareja.- lo siento miss Elayne, creo que te asuste, no era mi intención -mierda… al soltar la bolsa por el susto había hecho ruido y habíamos interrumpido el primer beso, el cual se lo llevo la mano de la protagonista en vez de sus labios…
La mano de Drake se posó sobre la mía y la aparto lentamente de su rostro.-¿Qué se supone que estás haciendo aquí escondida?-susurro para mirar de reojo a la pareja de enamorados.-Ya veo… ¿Tu también estas enamorada de mi hermano?-comento en una suposición absurda para mí.-¿Por qué iba a estar enamorada de tu hermano? Es la primera vez que lo veo en persona.-le reproche, viendo su sorpresa por mi contestación, alejándome de él y agarrando, sin hacer ruido, la bolsa de palomitas. Antes de cualquier acción el segundo príncipe cogió mi muñeca y arrastro de mi para escabullirnos en silencio, como dos ninjas, del lujar, entrando de nuevo en la fiesta, donde por fin soltó mi mano. Comprobando que las palomitas no habían caído al suelo, cerré la bolsita de tela y la volví a atar a mi cinturón. Drake estaba a punto de decirme algo, pero Barend apareció de la nada para intervenir. -Me disculpo por interrumpirles. Saludos a su alteza el príncipe Drake, que el sol del imperio este con usted… Señorita Emma ¿me concede este baile?-asentí con la cabeza y me despedí del príncipe para marcharme con mi caballero a la pista de baile. No era uno de mis fuertes bailar, tampoco me gustaba demasiado, pero era una excusa válida para alejarme de Drake.-Bien echo Barend~-le felicite mientras nos habíamos posicionado, agarrándonos mutuamente, para comenzar a danzar con elegancia.
En el pasado, le había advertido a Barend que si me encontraba hablando con el segundo príncipe nos interrumpiera sin importar el que. No podía arriesgarme a nada, era peligroso que aquel chico y yo nos relacionásemos… ¡Además había interrumpido el beso de los protagonistas! Sentí que iba a llorar por perderme tal acontecimiento… Cuando terminamos de bailar nos dimos una reverencia mutua, como se hacía como costumbre al final de cada baile, y justo entonces, cuando di un paso hacia atrás, mi espalda choco contra alguien, alguien que estuvo a punto de caerse por pisar su vestido, por lo que, con mis rápidos reflejos, la agarre del brazo, estirándola hacia mí para impedir su caída.-L-lo siento, ¿estás bien?-cuando su rostro se giró para verme me sorprendí al darme cuenta de que era Elayne… mierda ¿otro evento para hacerme quedar como una villana?-Perdona mi torpeza, no te había visto…-me disculpe con sinceridad comprobando que su vestido estaba bien. La solté y agache mi cabeza en una reverencia, a juego con la disculpa.-Soy Emma de Lowell.-levantando un poco mi vestido me presente como cualquier noble habría hecho. No sabía muy bien cómo hablar con la protagonista del libro que tanto me había gustado en mi vida anterior…-Le daré esto como disculpa, pero solo para usted, no puede enseñárselo a nadie más~-le dije sonriente mientras le entregaba el saquito de palomitas, que aún quedaban unas pocas.SPOILER (click to view)Este es Barend:
Y este es el vestido que Emma tiene puesto, con el mismo sombrerito y guantes. Con el pelo suelto:
Edited by Yala-chan - 11/8/2019, 02:33. -
.
◄Elayne►
Respirando agitadamente sentí mis mejillas arder al recobrar mis sentidos ¿Qué estaba haciendo? Este no era mi Axyl, no era mi esposo… sabía que en parte era el hombre del que me había enamorado, pero en estos momentos no éramos nada más que simples conocidos que parecían atraerse, él era el Axyl que coqueteaba en busca del amor, de la indicada que le hiciera feliz, este era el príncipe heredero que aún no se enamoraba del todo de mí ¿Debía tomar esta interrupción como una señal divina? Tal vez la Diosa Alara me estaba tratando de decir que este no era el camino correcto que debía seguir si quería salvarlos a todos, agachando mi mirada trate de contener el fuerte dolor que apretujo mi corazón al considerar un mundo donde Axyl y yo no estábamos juntos, la verdad es que alejarme de él era como dejar de respirar, era una sensación agobiante que me aturdía-Elayne, quiero hacer las cosas bien…- aquel seductor susurró vino acompañado por una caricia de esos juguetones dedos que tantearon el dorso de mi mano con suavidad -eres la mujer más hermosa y pura que he conocido, tu belleza me recuerda a la luna que aunque muchas veces parece distante gracias a su luz podemos sentirnos seguros incluso en la noche, realmente quiero hacerte mía… esta noche jurare en su nombre que así será-tomando una honda respiración me arme de valor para enfrentar esos ojos almendrados que me contemplaban de una forma tan intensa que mi cuerpo se estremeció, apartando mi mano con sutileza le dedique una ligera sonrisa algo presuntuosa -un hombre que jura a una luna tan cambiante no es digno de confianza mi príncipe ¿Debo tomar su confesión como un simple juego?- pregunte ganándome una expresión llena de estupefacción, sus labios se entreabrieron, pero de ellos no provino ningún sonido. Ahh~ realmente había olvidado que antes de enamorarnos Axyl se la pasaba encantando a cualquier dama que le atrajese físicamente y yo no era la excepción, pero ese lado arrogante suyo no me disgustaba del todo…
A decir verdad, en mi vida pasada había sido muy ingenua y gracias a eso mi corazón sufrió muchas veces cuando le vi adorando a las otras candidatas a prometidas que tenía, podía sonar absurdo, pero encontrarme con él siempre había sido un faro de esperanza incluso en ese entonces, sus palabras endulzaban mis sentidos e instantes después me acuchillaban al escucharlas como un cumplido a otra mujer, pero no lo culpaba, para un príncipe el encontrar el amor era muy difícil, por órdenes del rey él tenía que pasar tiempo con todas las candidatas ponerlas a prueba y esperar a que la emperatriz y el consejo de la corte decidieran quien se quedaría a su lado. Desde pequeña siempre fui muy tímida, pero frente a él podía ser yo, no necesitaba encantarle con mis palabras o acciones, solo bastaba con mirarlo o pasar el tiempo juntos bajo la sombra de un árbol, él lograba entenderme incluso sin que se lo dijera, pero ahora que nuestro primer beso había sido detenido la curiosidad de saber que estaría dispuesto a perder para conseguir mi atención me produjo emoción. Esta vez no me dejaría engañar con tanta facilidad… si realmente quería estar conmigo haría que se esfuerce, claro que el destino no parecía estar del todo de mi lado ya que siempre me empujaba directamente a los brazos de Axyl, aunque podía usarlo a mi favor como en este instante-creo que es momento de regresar, no es bueno que el anfitrión de la fiesta se ausente por mucho tiempo… espero que tenga una agradable velada y que la Diosa cuide de usted- haciendo una reverencia me encamine elegantemente fuere del balcón para adentrarme en el magnificente salón; el calor y bullicio de la instancia me asalto con potencia, los vibrantes colores de los vestidos de fiesta parecían hermosas flores en medio del acalorado ritmo que la música les indicaba.
Estaba rodeando a los espectadores que estaban sumergidos en las parejas que seguían el elegante ritmo a la perfección como si de una corografía se tratase. Las sillas reales habían sido ocupadas por el emperador y la emperatriz que estaban hablando casi con los labios pegados mientras buscaban a los dos príncipes en medio de la multitud, de repente una mano apreso mi muñeca y de un tirón me hizo virar, lo que ocasionó que mi frente chocara contra el firme pecho de mi captor al mismo instante que mis pulmones se inundaban de ese embriagador olor que me trajo vividos recuerdos de mi infancia-que fría~ has pasado a mi lado y me has ignorado cuando te he llamado-no tuve que escuchar su voz para reconocerlo, pero había pasado tanto tiempo sin oír ese gentil tono que mi corazón dio un brinco emocionado, una sonrisa se formó en mis labios y mis ojos instintivamente buscaron aquellos dorados que me contemplaban con dulzura, sin darle tiempo a decir nada más me lance a sus brazos en un abrazo amistoso que fue correspondido al instante-¡Raydell, volviste!- exclamé, la calidez de sus brazos rodeando mi cintura y su respiración chocando contra la curvatura de mi cuello confirmaron que esto no era un sueño y que mi mejor amigo Raydell de Friedrich había regresado de su largo viaje al reino Albion -te extrañe horrores mi hermosa Eli, gracias por pensar en mí y enviarme esas lindas cartas- masculló al momento que separaba nuestros cuerpos un par de centímetros, su mano acaricio mi mejilla e inconscientemente incline mi rostro y pose mi mano sobre la suya para hacer de ese sutil contacto algo más tangible -debiste decirme que venias~ el malo eres tú-dije y antes de que pudiera decir algo más, Sir Lewis llego a nuestro encuentro, sus ojos carmesí se estrecharon con frialdad y su mano se posó en el hombro del rubio que le regreso la mirada con tranquilidad.SPOILER (click to view)Muahaha la aparición de un nuevo pj ¬w¬ espero lo llegues a querer como yo, aunque haga cosas mala ^^U
Pd: lol me recuerda a Luke (solo que él no tiene esa cara de malo)
-Le solicito suelte a nuestra señorita ¿Acaso olvido que está en público? ¿Dónde están sus modales?-preguntó en un gruñido amenazador que me hizo soltar un suspiro -lamento el mal entendido Sir Lewis, quien ha olvidado sus modales he sido yo, Ray no ha hecho nada malo- le defendí, pero cuando note que le había llamado por nuestro apodo cariñoso sentí mi sangre helarse… dentro de nuestra cultura el permitir que un noble tuteara a otro solo significaba que eran familia o que habían un lazo especial de compromiso, aunque Ray no era ninguno de las dos era mi amigo más cercano y le había dado el permiso para darme un apodo cariñoso, pero por la reacción que tuvo mi guardaespaldas supe que estaría en problemas una vez llegara a casa -lo que miss Elayne trata de decir es que este es un saludo normal entre amigos… me alegro que el Archiduque de Blois mandara a un guardaespaldas tan confiable, me siento más tranquilo con usted alrededor, pero no lo necesitaremos por el momento porque desde que vi a Miss Elayne he deseado me concediera un baile- explicó mientras sus ojos dorados brillaban de esa forma amable que hacía a los demás bajar su guardia, su cuerpo se separó del mío para así extender su mano hacía mí, esperando mi respuesta a su petición.
-Será un placer- dando una leve reverencia pose mi mano sobre la suya y sin esperar a que Sir Lewis reaccionara los dos nos adentramos en la multitud para posicionarnos uno en frente del otro, esperando a que la música diera inicio, los dos soltamos disimuladas risitas -eso estuvo cerca, debo ser más cuidadosa no quiero causarte problemas- confesé al momento que nuestras manos se juntaban y su mano libre se posaba grácilmente en mi cintura para dar comienzo al suave ritmo de la canción -jamás me causas problemas Eli… además me encanta cuando me llamas Ray- separándonos su mano me hizo girar sobre mi eje haciendo que mi vestido ondeara de forma muy elegante para segundos después volver a juntar nuestros cuerpos esta vez un poco más pegados.⊶♣⊷
Cuando el baile finalizo hicimos una reverencia al igual que las demás parejas, estábamos por ir a la zona de comida, pero antes de que pudiera dar un paso sentí un tirón proviniendo de la parte trasera de mi vestido que me hizo perder el equilibrio y cuando estaba a punto de caer sentí que alguien me sujeto con rapidez para impedirlo, por la estructura física que percibí a mis espaldas supe que era una mujer, girándome quise agradecerle, pero cuando vi quien era las palabras se quedaron atascadas en mi garganta -L-lo siento, ¿estás bien?... Perdona mi torpeza, no te había visto…-se disculpó y aunque me había prometido a mi misma tener más cuidado con las intenciones de esta persona, sentí sus palabras muy sinceras, tal vez estaba muy paranoica, a cualquiera podía sucederle un accidente como este, vi como sus ojos se dirigieron con preocupación hacía mi vestido, pero una vez comprobó que estaba bien me soltó lentamente, girándome quede frente a ella -Soy Emma de Lowell-se presente al momento que hacía una reverencia sutil y delicada como una muñeca de porcelana, sus cabellos dorados se mecieron ligeramente por el movimiento, sus ojos se cerraron permitiéndome observar esas pestañas tan largas que adornaban esos ojos azulados, cuando se irguió quise decirle que no había problema, pero ella se me adelanto y poso un extraño saco de tela marrón oscuro en mi mano mientras caminábamos alejándonos de la pista de baile-Le daré esto como disculpa, pero solo para usted, no puede enseñárselo a nadie más~-susurró con una sonrisa.
El silencio reino por unos segundos hasta que no pude seguir conteniendo la risa ¿Qué era todo eso? ¿Realmente era la Emma de Lowell que había conocido antes? Incluso cuando fingía bondad sus ojos jamás me habían visto de esa manera tan pura como lo hacían los de la chica frente a mí, sus ojos se abrieron de par en par al escucharme reír -lo siento, es que luces como si el mundo estuviese por acabarse, solo es un vestido no pasa nada~ mi nombre es Elayne de Blois, es un gusto conocerla señorita Emma- dije al momento que afianzaba el saquito en mi mano y hacía una reverencia yo he tenido la culpa por no estar pendiente de mi vestido, me alegro que no haya sido usted quien resultó herida y muchas gracias por evitar que me cayera, aunque es vergonzoso admitirlo soy un poco torpe-antes de que pudiera decir algo más la mano de Ray tomo la mía para que le prestase atención -Elayne tu no has tenido la culpa no deberías disculparte por algo que no causaste, es miss Lowell quien debe prestar más atención a sus alrededores ¿No está de acuerdo señorita?- preguntó con un tono de voz diferente al que usualmente utilizaba, parpadeando confundida note que el ambiente que nos rodeaba se había vuelto pesado… esto jamás hubiese pasado en mi anterior vida ya que Raydell estaba enamorado en secreto de Emma de Lowell y la ayudaba en todo lo que podía, pero ella jamás le hizo caso ya que estaba llena con su matrimonio con el príncipe Drake y con sus ansias por el trono y el príncipe Axyl, el que Raydell y yo nos conociéramos en el mismo lugar donde ellos se conocieron en mi vida pasada fue pura coincidencia, pero eso demostraba que el destino había cambiado y tomado otro rumbo inesperado.
-R-ray…dell ahmm no digas esas cosas, alguien que no te conoce puede pensar que estas siendo grosero con ellos… miss Emma, este es mi amigo el hijo heredero de la familia Friedrich, su nombre es Raydell… puede parecer un poco brusco, pero es una buena persona por favor no se tome a pecho sus palabras- explique mientras presentaba a mi rubio amigo al momento que lo arrastraba protectoramente detrás de mí cuerpo tratando con eso evitar conflictos -muchas gracias por su obsequio, espero podamos encontrarnos otr…-estaba agradeciendo por el curioso saquito afianzado a mi muñeca cuando un fuerte murmullo me distrajo ¿Qué estaba pasando? Antes de que pudiera analizar la situación me sorprendí de ver al príncipe heredero detenerse frente a nosotros. -Señorita Elayne ¿Me concede este baile?- ¿Qué estaba haciendo? Tratando de ocultar mi sorpresa le mire fijamente observando en sus ojos ese brillo de seguridad y emoción, Axyl me estaba acorralando, no podía negarme a su petición, ya que eso se vería muy mal, además de los nobles, el emperador y la emperatriz estaban observándonos ¿Esta era la estrategia que estaba planeando usar? Conteniendo en mi boca el suspiro de cansancio que estuve a punto de soltar solo pude llegar a una conclusión esta jugada era algo que no debía evitar, tomando el vestido sutilmente lo eleve ligeramente para luego dar una leve reverencia -que la bendición de la diosa Alara este con usted próximo sol del imperio…- los murmullos se apaciguaron como si esperaran por mi respuesta, podía sentir sus penetrantes miradas atravesando mi espalda -si está bien que sea una simple mujer como yo quien le acompañe en el primer baile de esta noche, acepto gustosa príncipe- dejando caer mi vestido extendí mi mano que fue tomada por la suya en un agarre suave que utilizo para abrirse paso entre la multitud. Hace mucho tiempo, en mi vida anterior, Axyl me había dicho que el jamás me había invitado a bailar porque no quería que las demás aspirantes me trataran mal ya que abrir el baile con una de las candidatas podría tomarse como que él la estaba escogiendo ¿Acaso estaba tratando de decirme que no le importaba lo que los demás pensaran?◄ Axyl ►
Hoy se suponía sería el mejor día de todos, obtendría un beso de la mujer que me quitaba el sueño constantemente… aun podía ver su rostro sonrojado en mi mente, sus ojos anhelantes por mi toque y por supuesto que recordaba los latidos desenfrenados de mi corazón que demostraban lo ansioso que estaba al contemplar esos sonrosados y delicados labios entreabrirse listos para recibirme… ¡Si tan solo mi hermano y la señorita Emma de Lowell no nos hubieran interrumpido! Habría podido dar un paso enorme en mi relación con la albina, no podía evitar sentirme de mal humor, pero eso no significaba que me rendiría. Desde que la había conocido supe que era especial, ella jamás veía al príncipe en mí, sino que me entendía por quién era en realidad, un simple hombre que añoraba la felicidad y el amor. La verdad es que había planeado este encuentro por mucho tiempo… Elayne era muy escurridiza y escapaba tan rápido de mi como venía a mi encuentro por lo que tenerla tan sumisa entre mis brazos había sido maravilloso, soltando un fuerte suspiro contemple la luna que había sido testigo de este intento fallido “Un hombre que jura a una luna tan cambiante no es digno de confianza mi príncipe ¿Debo tomar su confesión como un simple juego?” las palabras de miss Elayne relampaguearon en mi cabeza caóticamente ¿Acaso a las mujeres no les encantaba que uno jurara por las cosas omnipotentes? Siempre me había funcionado con las demás… bueno eso solo me confirmaba que ella era diferente y la mejor candidata para quedarse a mi lado, era gentil y al mismo tiempo decidida en lo que quería, sus ojos me habían visto con rudeza mientras se despedía y esa visión había sido simplemente maravillosa.
Siguiéndola ingrese al salón para encontrarme rodeado nuevamente de nobles y mujeres que querían llamar mi atención y entablar conversación conmigo, Elayne debería esperar al menos hasta que lograra conseguir una razón válida para escaparme de mis invitados, los hombres me hablaban de política, mientras las mujeres me comentaban sobre el nuevo comercio que había llegado a la ciudad principal este mes, como príncipe no podía descuidar mis responsabilidades y entablar conversaciones con nuestros invitados era primordial para esta noche, mi padre, el emperador quería ponerme a prueba para ver si podía sortear cualquier tipo de situación que se presentara este día, mientras ellos hablaban yo sonreía entre asentimientos y uno que otro comentario ingenioso hasta que logre distinguir el cabellos rojizo de mi hermano menor -lamento interrumpirlos, pero debo ir a discutir un tema importante con mi hermano- dije elegantemente, recibiendo una mira de desconcierto por parte de las personas que me rodeaban. Wuaa~ Drake sí que pasaba desapercibido, era el único príncipe que conocía que su mismo reino parecía no notar… mi hermano jamás había sido un impedimento para mi vida, me agradaba, pero al vivir en castillos diferentes era muy difícil mantener una conversación con él, no tenia idea de que rayos le gustaba.
Encaminándome al solitario lugar donde Drake se encontraba apoyado en una de las columnas casi sumergido en la oscuridad , me acomode a su lado ganándome una mirada instintiva de su parte -no sabía que uno de tus pasatiempos era espiar a los demás, tu y la señorita de Lowell deberían aprender modales, por su culpa he perdido una gran oportunidad con Miss Elayne- me queje mientras buscaba en medio de la multitud a la albina que detecte casi al instante con un sujeto desagradable ¿Qué hacían esos dos juntos? Frunciendo el ceño no pude evitar chasquear la lengua ¿Cómo había hecho ese bastardo para acercarse a mi linda Elayne? ¿Acaso quería poner sus sucias manos en ella? ¡No lo permitiría! Pero no podía tomar decisiones arriesgadas que pusieran a mi linda chica en aprietos así que tenia que pensar en una solución… una… ¿Eh? Ladeando mi rostro contemplé a Drake con una sonrisa maquiavélica -es hora de pagar por tu interrupción-le dije con emoción al momento que posaba mi mano izquierda sobre su hombro.⊶♣⊷
Las cosas habían salido a pedir de boca, aunque mi hermano había puesto una expresión de “ni loco lo hago” al final no había podido negarse, el plan era simple, tendría mi primer baile con Elayne- mi hermosa dama que había venido vestida con ese blanco que resaltaba aún más su belleza- y para no levantar sospechas o rumores Drake sacaría a bailar a su compañera de espionaje Emma de Lowell para que los demás pensaran que los príncipes solo habían escogido a cualquier dama al azar, lo siguiente era cambiar de parejas para que no hubieran habladurías y todo estaría bien, ninguna candidata querría hacer daño a Elayne, ni mi madre, la emperatriz se enojaría, mi plan era perfecto. Deteniéndonos en medio de la pista que se había despejado en cuestión de segundos, tome la pequeña mamo de la oji violácea y la atraje a mi cuerpo -cuando pose mi mano en su cintura- mirando a los músicos asentí ligeramente para indicarles que dieran inicio a la melodía que acompañaría nuestro primer baile y tal vez el inicio de muchos otros. La melodía era suave y elegante como la dama entre mis brazos, guiando el ritmo de la manera más perfecta hice que todo el salón fuera capaz de contemplar su belleza.SPOILER (click to view)Aquí está la canción que están bailando ^^ gracias por ayudarme a escogerla~
Video
El ondear de sus cabellos dejaba atrás una fragancia florar que me hacía querer inclinar mi rostro y olfatear su cuello, pero me abstuve de cualquier comportamiento inadecuado, sus pasos eran ligeros, podía notar por su forma de moverse que estaba muy acostumbrada al baile o tal vez a la canción, sus ojos se mantenían fijos en mi mientras girábamos, nos separábamos y nos volvíamos a unir, sus mejillas habían adquirido un rosado pálido que quería se volviera más intenso como el color de sus labios, mientras bailábamos el mundo había desaparecido por completo ¿Cómo era posible que esta chica me cautivara de esta manera? Era curioso que al principio me había negado a conocerla, pero una vez mis ojos se posaron en ella algo en mi interior comenzó a florecer, su presencia era magnética y me atraía a ella como si fuera… ¿El destino? Ella también lo sentía ¿Verdad? Podía notarlo en su rostro en el ligero temblor de su mano que se mantenía aferrada a la mía, dándole un giro inesperado choque suavemente su espalda contra mi pecho mientras continuábamos el ritmo -¿Ahora me crees cuando te digo que quiero hacer las cosas bien?- susurré de forma casi imperceptible, pude sentir su cuerpo estremecerse ante el contacto de mi aliento con su oreja, estas se pusieron un poco rojas y antes de que pudiera decir algo regresamos a la posición inicial logrando ocultar su rostro a los demás, no quería que notaran ese lado suyo, era algo que solo yo podía ver -eres muy persistente príncipe, pero eso no me disgusta… claro que no significa que podrás tener tu manera conmigo solo porque así lo deseas, se muy bien como eres Axyl, conozco como endulzas el corazón de otras damas ¿Puedo confiar realmente en tu sentir?- su pregunta me dejo helado por unos segundos, ahh~ así que sabía sobre mi tácticas ¿Cómo se había enterado? ¿Por rumores? No es como si quisiera ser así, al ser un príncipe el alagar a todos se había vuelto una costumbre, aunque el admirar a una hermosa mujer era algo que disfrutaba, no quería lastimar el corazón de la dama más importante para mí
-soy sincero Elayne, tu simple presencia hace a mi corazón acelerarse ¿No puedes sentirlo?- apegando nuestros cuerpos otro poco más hice que sintiera mi corazón y lo que ella le causaba, sus ojos se abrieron de par en par y desvió la mirada -A-axyl…- tragando en seco solo pude contener a la bestia dentro de mí, quería besarla y jamás dejarla ir, pero hacer eso en un lugar público solo la deshonraría. Tristemente la canción fue llegando a su final y cuando el piano marco la ultima tonada los dos hicimos una reverencia, tomando su mano deposite en su dorso el segundo beso de la noche, al menos debía conformarme con esto, los murmullos y aplausos no se hicieron esperar al igual que las miradas de odio siendo lanzadas hacía Elayne, pero antes de que pudiéramos ser rodeados y bombardeados con muchas preguntas, Drake cumplió su parte del trato y saco a la hija de la casa Lowell que lucia confundida por las acciones de mi hermano, pero cuando pasaron a mi lado solo pude guiñarles el ojo asegurándome que entendieran cual era su trabajo, la albina a mi lado estaba ligeramente tensa, tal vez debido a los comentarios que se estaban esparciendo en el salón -confía en mí, todo saldrá bien-le explique para tranquilizar sus nervios.◄Elayne►
¿Qué era este sentimiento tan paralizante? ¿Se debía a ese hombre? El segundo príncipe Drake, que había pasado a mi lado dejando atrás una sensación de miedo y enojo, esto era malo tenia que esconder mis sentimientos, pero no podía moverme, no cuando los recuerdos de él sonriéndome con malicia antes de matar a mi amado Axyl llegaban a mí -confía en mí, todo saldrá bien-la voz de Axyl llego a mis oídos y me hizo ladear mi rostro al mismo momento que mi mano agarraba instintivamente la suya, al sentir el cálido tacto a través de sus guantes solté un suspiro de alivio, el estaba a mi lado, vivo, feliz. No como el Axyl que yacía inerte, frio y con la mirada perdida. Sus ojos almendrados brillaron y para cuando me di cuenta él estaba regresándome el apretón, tenía que calmarme, yo había regresado para cambiar las cosas, detendría al segundo príncipe, tal vez aun había esperanzas para él… Axyl siempre me decía que su hermano era una persona solitaria y que se arrepentía de no haberle brindado más apoyo cuando pudo hacerlo, tal vez si cambiaba de forma correcta las cosas el príncipe Drake no tendría porque volverse malo, claro que esas solo eran palabras bonitas de deseos infantiles que tal vez no se volverían realidad.
Regresando en mis cabales me concentre en el presente y en la escena que se estaba desarrollando frente a nosotros, la música que estaba resonando ahora en el recinto era completamente diferente a la que Axyl y yo habíamos bailado, esta era más pasional y cambiante, perfecta para las dos personas que la estaban interpretando en medio de giros, pasos y gráciles movimientos que los hacían relucir elegantemente bajo la luz de los inmensos candelabros, el rojo que Miss Emma de Lowell usaba se parecía al color del cabello de su acompañante, que la sostenía con firmeza mientras la elevaba en el aire para luego volverla a posar en el piso y hacerla girar apasionadamente para juntar sus cuerpos una vez más… al igual que Axyl y yo estábamos unidos por el destino, los villanos también ¿Eh? ¿Villanos? Hmm, la señorita Emma no me había parecido una mala persona, pero y si… ¿Era engañada por su linda apariencia? En mi vida pasada había sido muy ignorante al respecto de las cosas que pasaban a mi alrededor, de los problemas que tenían los demás, si me hubiese dado cuenta de ellos antes tal vez las cosas no hubiesen terminado tan mal, si hubiese notado las señales que el príncipe Drake había estado mandando, si también lo hubiera visto en la señorita de Lowell ella no tendría que haber muerto por seguir a un hombre como ese, ni por un deseo que la consumió hasta los huesos.
Juraba por mi vida misma que esta vez seria diferente, cuando la canción termino sentí como la cálida mano del de cabellos anaranjados se apartaba de mí -no tengas miedo~ mi hermano menor puede tener una apariencia temeraria, pero no muerde- regalándome una sonrisa se encamino hacia la rubia que estaba regresando a su puesto, pero antes de que pudiera recobrar el aliento Axyl le pidió que bailara la siguiente pieza con él ¿Qué estaba pasando? Esto era totalmente diferente a lo que recordaba ¿Todo esto estaba pasando porque nuestro primer beso no había sucedido? Antes de que pudiera siquiera parpadear el segundo príncipe se posó frente a mí, con su ojo verde mirándome fijamente, todo quedo en blanco, no podía moverme, ni escuchar lo que me decía, tenia miedo de él, sus labios se movieron y por su mano extendida supe que me estaba pidiendo que bailara con él -tranquilízate Elayne, el no haría nada malo a plena vista, además aun no tiene esa mirada de aquella vez, tal vez… aun no es malo… respira, relájate, no dejes que note lo mucho que te afecta su presencia-me dije a mi misma al momento que refundía a esa yo cobarde en mi interior, necesitaba ser fuerte de lo contrario aquel destino volvería a repetirse, apretujando levemente mi mano enterré mis uñas en la palma de mi mano para despertar mi cuerpo y cuando logre hacerlo sonreí al hombre que me había matado -es un honor bailar con el segundo príncipe, espero que mi compañía sea de su agrado- extendiendo mi mano tome la suya para sentir como me dirigía una vez más a la pista de baile donde Axyl y Emma esperaban por nosotros ¿Por qué el príncipe Drake me había pedido bailar? No tenía sentido -no te atrevas a sobrepasarte con tus manos- la voz de Axyl llego en un murmullo que solo nosotros pudimos escuchar ¿Sobrepasarse? ¡Eh! ¿Acaso este había sido algún plan suyo? Cuando estaba a punto de reprochar su decisión el director de la banda dio la señal para que los músicos comenzaran a tocar.SPOILER (click to view)aquí esta la suave y romántica canción que nuestras parejas pre destinadas bailaran jajaja XDD
Video
Hacienda una ligera reverencia alce mi mano para apoyarla sutilmente en la mano del pelirrojo que también estaba en la posición exacta, nuestras palamas estaban casi rosándose y al mismo tiempo no, comenzamos a caminar sutilmente un par de pasos hasta intercambiar manos y regresar a nuestra posición original, una vez iniciado el ritmo, su mano tomo la mía y me hizo dar una vuelta para apegar mi cuerpo al suyo, jamás había notado lo alto e imponente que era, sus manos se sentían tocas, pero cálidas… curioso… alzando mi mirada observe su rostro y cuando nuestras miradas se cruzaron el pareció evitarla al instante ¿Acaso estaba sintiéndose tímido? Vaya~ el era muy diferente a lo que recordaba ¿A esto se refería Axyl en el pasado? Tal vez aun había esperanza para salvar su alma de la oscuridad, admitía que el segundo príncipe era muy apuesto, pero esa personalidad suya me hizo reír en medio de nuestro baile-lo siento, espero no me tome a mal príncipe, pero usted es muy diferente a como espere que seria… usted parece alguien gentil, supongo que es de familia- comente antes de que el se sintiera ofendido por mi actuar.
Sus manos tomaron mi cintura y de un ágil movimiento me elevo en el aire, ocasionando que yo apoyara mis manos en sus hombros con cierto temor de caer, el vacío el mi estomago dejo una sensación agradable y desconocida en mi interior. ¿Qué era este sentir? Una parte de mí sentía nostalgia al estar al lado del príncipe Drake ¿Por qué? Mientras girábamos, vi como varias parejas se unía a nuestra danza, la música se había vuelto amena y alegre, pero volvió a cambiar su matiz al transformarse de nuevo en una tonada suave llena de emociones caóticas como la alegría y la tristeza, podía ver como las parejas conversaban en medio del baile, aun así, sentía que no era necesario hacerlo con el príncipe, no porque no supiera que decir, sino que sentía que nuestros cuerpos se expresaban por sí solos en medio de los cambios y giros. El miedo que había sentido instantes atrás había desaparecido en algún lugar, tal vez la diosa me había dado esta oportunidad para cambiar mi forma de ver el mundo y a las personas que una vez yo considere simples villanos. Ellos también tenían su historia, un corazón latente y eran capaces de sufrir como nosotros.
Cuando me percaté del flujo de emociones que invadían mi cuerpo no pude detener las lágrimas al contemplar el rostro serio, pero amable del hombre frente a mí ¿Acaso el Drake de mi tiempo había sufrido hasta tal punto que su corazón dejo de sentir? Axyl me tenia a mí, pero él ¿A quién tenía? Su esposa Emma de Lowell jamás le había amado, ella misma lo dijo el día en que todo termino, dijo que haría a Axyl suyo y que yo no podía impedirlo ¿Qué tan solo debió sentirse? Parpadeando trate de disipar mi remordimiento, pero fue inútil, mis lágrimas rodaban una tras otra sin control, agachando mi mirada trate de ocultar mi penoso rostro, no quería que el príncipe mal interpretara mi llanto como que no estaba disfrutando del baile o su compañía, pero para mi sorpresa su mano se apoyó en mi cabeza para así hacer que mi frente quedara pegada a su pecho ¿Acaso estaba ocultándome de las demás personas? Realmente era un caballero, tan diferente al segundo príncipe que conocía, el jamás me hubiese consolado o ayudado por el contrario habría expuesto mi dolor con burlas y comentarios hirientes… el sentir esta bondad me hacía más consiente de mi propósito, respirando hondo seque mis lagrimas como pude, necesitaba lucir presentable cuando el baile terminara, no quería que le echaran la culpa de mi estado, despegándome de su agarre le mire tímidamente -l-lo lamento, que vergüenza mostrar un rostro tan patético como este al príncipe, jeje es solo que la melodía se tornó algo nostálgica ¿No crees?- me disculpe para volver a sonreír como si nada hubiese pasado, pero su insistente mirada me hizo consiente de que él no me creía y que podía ver a través de mi patético intento de mentira. Cuando la tonada fue llegando a su fin y los dos dimos una reverencia, su mano tomo elegantemente la mía para sacarme discretamente del tumulto de parejas que se encontraban ahí sin ser vistos por nadie.⊶♣⊷
El príncipe Drake me había llevado a la biblioteca, un lugar que se encontraba alejado del bullicio de la fiesta y de los ojos curiosos, ubicada en el área cercana a los jardines internos del palacio; el olor a libros viejos y nuevos se entremezclaba agradablemente ocasionando que mis labios se curvaran en una sonrisa de felicidad ante la majestuosa vista que se extendía ante mí, el pelirrojo me había dejado a mis anchas mientras iba por un te especial para relajarme, sin duda era un hombre que desconocía hasta tal punto que no sabia si solo estaba soñando o si estaba despierta, acercándome al ventanal central que guiaba a un amplio balcón salí a tomar un poco de aire fresco ¿Cómo le explicaría la razón de mi llanto al príncipe? No podía decirle la verdad, me tacharía de loca, sentándome en una se las mecedoras que habían sido colocadas para disfrutar de una lectura a la luz del sol alzando mi vista contemple el cielo, hoy las estrellas lucían más resplandecientes que nunca… era curioso como antes jamás me había dado cuenta de lo hermosas que eran, pero desde que había reencarnado, procuraba grabar en mi memoria los más pequeños detalles de mi entorno.SPOILER (click to view)para acondicionar este genial momento muahahhahahaha~ la canción que te dije usaría pum pummm pummmmm por fin esa aquí~
Video
Un ruido proveniente del interior de la biblioteca me hizo acomodarme para lanzar una mirada a los oscuros pasillos que a duras penas eran alumbrados por la luz de la luna -¿Príncipe Drake? Estoy en el balcón-dije en voz alta para que así pudiera localizarme con más facilidad, pero por más que espere no escuche ningún sonido de pasos ¿Acaso había sido mi imaginación? De repente un escalofrió recorrió mi columna vertebral como si de un mal presentimiento se tratara -lamentablemente mi querida Eli no soy el príncipe que esperas- una voz proviniendo detrás de mi espalda me hizo virar con brusquedad para encontrarme con un rostro desconocido frente a mí que me hizo pegar mi cuerpo a la mecedora ¿Quién era esta persona? ¿Desde cuando había estado aquí? Su cabello era de un color blanquecino muy parecido al mío ¿Acaso era otro usuario de Luz? Un largo flequillo caía por su cara ocultando gran parte de su rostro, pero a pesar de que sus ojos estaban escondidos, pude vislumbrar aquellas penetrantes esferas esmeraldas que me contemplaron con complacencia, una cicatriz cruzaba por su rostro y su cuello de una forma fantasmal -he estado esperando mucho tiempo por este momento… aunque eras mía, esa despreciable mujer se atrevió a robarte, pero no te preocupes hare que despiertes y entonces ya no me temerás-estrechando mi mirada contuve el temblor en mi labio inferior, apretujando mis manos comencé a concentrarme en mis manos para envolverlas en una luz blanca que utilice para propinar un certero golpe en el rostro del extraño, parándome trate de escapar pero su mano apreso mi cuello con fuerza, sus uñas eran largas y estaban pintadas de color negro ¿Qué estaba pasando? Ese puño hubiese noqueado a cualquier persona normal -mi hermosa niña has sido manchada por un poder tan vulgar, no te preocupes ese tipo de poder no funciona sobre mí…- dijo con seriedad al momento que una sonrisa se curvaba en sus labios, poco a poco sentí como mi cuerpo se debilitaba y cuando me di cuenta ya no podía invocar mis poderes de luz, apartándose de mí el extraño camino hacia el borde del balcón para luego extender sus brazos y soltar una carcajada -ahh~ es una hermosa noche ¿No quieres bailar, my princess?- preguntó con burla.
Girándose en mi dirección pude observar como de sus dedos salían unos hilos rojos que envolvieron mi cuerpo y tomaron el control de mí, parándome empecé a caminar hacia él aun cuando trataba de resistirme, su manos me sostuvieron de la cintura al momento que daba un ágil saltó para quedar encima del borde del balcón, pude sentir el viento azotando mi cara mientras el me movía dócilmente de un lado a otro como si de una simple muñeca me tratase ¿Quién era esta persona? ¡Jamás la había visto antes? Soltándome en medio de un giro sentí mi cuerpo tambalearse a punto de caer al precipicio, pero los hilos que estaban conectados a mi me mantuvieron en mi lugar mientras mi captor me contemplaba con satisfacción -te he estado buscando por tanto tiempo Eli… realmente me duele que no me reconozcas, pero eso es porque estas bajo el hechizo de esa mujer, una vez extraiga ese asqueroso poder de luz de tu cuerpo estoy seguro de que lo entenderás… lamento hacerte pasar por un momento tan aterrador, pero estoy dispuesto a todo por hacer que vuelvas-explicó y mientras lo hacía pude escuchar la puerta abriéndose ¿Acaso el segundo príncipe había regresado? Quise gritar, pero mi voz no salió y mis labios ni siquiera se abrieron ¿Era debido al poder de este sujeto? La sonrisa pretenciosa que me había estado dedicando hasta ahora se volvió una curvatura triste al igual que el vacío brillo que se apodero de sus ojos.
Su cuerpo comenzó a hacerse translucido al igual que los hilos que sujetaban mi cuerpo, para cuando pude comprenderlo estaba cayendo hacia el vacío, sosteniéndome del borde pegué un grito en busca de ayuda ¡No quería morir! Aun no había logrado mi objetivo, las lagrimas de impotencia inundaron mis ojos una vez más ¿Por qué era tan débil? Había entrenado tanto, pero frente a ese hombre todo mi conocimiento había sido nulo, me sentía como una estúpida -p-por favor, a-alguien…-susurre sintiendo como mis manos se iban deslizando de su agarre, solo era cuestión de segundos para que cayera y enfrentara mi muerte una vez más.SPOILER (click to view)*redoble de tambores* y aquí esta la entrada de nuestro segundo personaje ¬w¬ amo a Undertaker~ así que tenia que meterlo en algún rol y pues este es perfecto para los planes que tengo para él muahahaha~ tal vez Emma ni Drake lleguen a quererlo, pero espero que tu si ^^
y aqui esta la biblioteca donde estaban. -
.
|| Hay dos grandes días en la vida de una persona: El día que nace y el día que descubre para qué. ||
- Group
- Gremio de Dibujo
- Posts
- 1,722
- Location
- 地獄で.
- Status
- Anónimo
La sorpresa llego a mis ojos cuando contemple como la protagonista del cuento reía de la nada, sin que pudiese yo comprender el porqué. ¿Había echo algo gracioso y no me había dado cuenta?- lo siento, es que luces como si el mundo estuviese por acabarse, solo es un vestido no pasa nada~ mi nombre es Elayne de Blois, es un gusto conocerla señorita Emma-sonreí gentilmente al comprender tras su explicación y ver la elegancia brillar con dulzura en aquella mujer, llena de pureza.- yo he tenido la culpa por no estar pendiente de mi vestido, me alegro que no haya sido usted quien resultó herida y muchas gracias por evitar que me cayera, aunque es vergonzoso admitirlo soy un poco torpe-sabia sobre su torpeza y gentileza, estaba a punto de decir algo, pero entones un chico agarro a Elayne para mirarme con rudeza. - Elayne tu no has tenido la culpa no deberías disculparte por algo que no causaste, es miss Lowell quien debe prestar más atención a sus alrededores ¿No está de acuerdo señorita?-¿Quién era aquel chico? No recordaba haberlo visto antes. Su mirada y tono de voz hacia mí era desafiantes, como si hubiese hecho daño a la albina, que era querida por todo el mundo. Pero claro, lo olvidaba. Emma era vista por los demás como una fría villana, de ahí supongo la reacción del chico. Sinceramente me importaba bastante poco lo que pudiesen pensar de mí.-Tiene razón mi señor, ha sido mi culpa por no ver por dónde iba. Me disculpo.-sin apartar mi sonrisa en ningún momento hice de nuevo una reverencia de disculpa, notando la fiera mirada de Barend a mis espaldas por querer intervenir para defenderme, algo que le había advertido anteriormente que no hiciese si los demás hostigaban ante mí, podría solo traer más problemas o una pelea innecesaria.- R-ray…dell ahmm no digas esas cosas, alguien que no te conoce puede pensar que estas siendo grosero con ellos… miss Emma, este es mi amigo el hijo heredero de la familia Friedrich, su nombre es Raydell… puede parecer un poco brusco, pero es una buena persona por favor no se tome a pecho sus palabras- ¿Raydell? Un momento… Conocía a ese chico. Era un personaje secundario en la historia del libro. Emma lo conoció en algún momento y él se enamoró de ella, aunque nunca tuvo una oportunidad con la villana… En esta vida nunca fui a conocer a Raydell, evite aquel encuentro porque lo vi innecesario. No quería tener detrás a un chico cuando él podría encontrar a una mejor mujer que yo para amar. En aquel mundo las personas se enamoraban demasiado rápido y de forma sencilla. El matrimonio era prematuro en parejas jóvenes y estatus en la sociedad era importantísimo.
Elayne estaba a punto de terminar su frase, notándose su intento de calmar el ambiente. Pero entonces algo inesperado paso.- Señorita Elayne ¿Me concede este baile? -¿Qué estaba haciendo Axyl allí? Aquello no estaba en la historia original… El príncipe nunca le pidió el primer baile a Elayne, las demás damas nobles la molestarían, entonces, ¿Por qué?... Intente analizar la situación… El beso no había ocurrido, y Raydell, que nunca se acercó a Elayne en la historia original, parecían muy amigos ¿era por eso?- que la bendición de la diosa Alara este con usted próximo sol del imperio… si está bien que sea una simple mujer como yo quien le acompañe en el primer baile de esta noche, acepto gustosa príncipe -¿estaba bien aquello? No sabía que podría ocurrir en aquel cambio de historia, pero esperaba que aquel príncipe no metiese en un lio a la portadora de luz…
La pareja se marchó para comenzar su baile al son de la música, con una elegancia mágica que dejaba embobados a todos los que contemplaban aquel brillante baile. Una mano se posó en mi hombro con gentileza, haciendo que virase mi rostro para ver como Barend se posicionaba entre mí y Raydell, el cual, tras una mirada desafiante, se alejó de nosotros. -¿Quien se ha creído que es para tratarle así?-le sonreí ante su preocupación.-No te preocupes, no me importa. Deberías saber que todo el mundo me odia, pero eso está bien. No estoy en busca de agradar a nadie.-por la expresión de Banred supe que iba a decirme algo, pero sus palabras fueron interrumpidas antes de emitir sonido.-Emma.-la voz seria de Drake llamo mi atención, llevando mi mirada a su rostro le hice una reverencia.-Saludos segundo príncipe. Por favor no me hables de forma tan casual delante de la gente, se podría malinterpretar. Ya sabes cómo es la gente.-tras el saludo, mis siguientes palabras fueron en un tono bajo que solo nosotros podíamos escuchar.-Miss Lowell ¿me permite el siguiente baile?-extendió su mano, sorprendiéndome. Aquello tampoco estaba en el libro ¿Por qué me estaba pidiendo bailar? Era consciente de que le agradaba a Drake y podía considerarme como una amiga, pero a él no le gustaba especialmente bailar.-Esto es un poco sospechoso…-comente, en el mismo tono de voz bajo.-Tan audaz como siempre… Mi hermano me lo ha pedido.-Entonces me explico el plan de su hermano. Una estrategia inteligente, supongo.SPOILER (click to view)Esta es la canción, en la que quedamos, con la que bailaran Emma y Drake (^.^):
Cuando la pista de baile se vació, tome la mano de mi acompañante, dejando a mi caballero detrás y posicionándome frente a Drake en medio de la zona de baile, dejando suavemente caer una de mis manos en su hombro, y la otra agarrando su mano. Cuando la canción comenzó, nuestros pasos la acompañaron en un baile grácil y lleno de decisión. Nuestros pasos se sincronizaron a la perfección, sus firmes manos cogían mi cintura, alzando mi cuerpo con elegancia, haciéndome girar, volteando mi vestido conmigo, llevando un baile sin imperfecciones. A pesar de que había más gente bailando, podía notar las miradas puestas en nosotros. Drake no era de los que sacaban a damas a bailar ¿aquello no se vería raro? Empezaba a dudar del plan de Axyl, pero confiaría en que todo saliese bien… Cuando la canción estaba terminando y se volvió más lenta, note la mano de Drake hacer presión en mi cintura y acercarme más a él, tocando mi pecho en el suyo.-Después te tocara bailar con mi hermano ¿estarás bien? He escuchado los rumores que circulan por ahí sobre ti. No creo que mi hermano te diga nada, pero ¿no deberías hacer algo con esos rumores?-comentó casi en un susurro. Ciertamente, su hermano no era una persona que hostigase a los demás, pero la Emma original molesto mucho a la protagonista en el libro y Axyl no estaba nada contento con eso ¿Qué pensaría de mi ahora?-No debes preocuparte por eso. Acallar los rumores solo lo empeorara, y tampoco es que me importe mucho.-dije con sinceridad mientras seguíamos bailando de forma más lenta.-Eres una persona fuerte, no conozco a nadie con tanta confianza en sí mismo y esa indiferencia por lo que piensan los demás…le vi llevar su mirada al suelo con algo de tristeza. Drake era una persona solitaria, inseguro de sí mismo y siempre apartado por los demás, aunque era algo que nunca mostraba a otras personas. El querer hacerse fuerte fue uno de sus ideales, pensando que así ganaría la aprobación de su familia y de todos…-Te preocupas demasiado por las cosas. Intenta ser más precavido…-alce mi mano para tocar el parche de cuero negro que tapaba su ojo sin vista.-No pude salvarte de esto, pero quizás fue bueno para que aprendieses una lección. No te precipites a las cosas, se tú mismo Drake.-le aconseje en una sonrisa, para después separarme de él y dedicarle una reverencia cuando llego el fin de nuestro baile.
Intente volver con Barend, pero entonces Axyl se acercó a mí para pedirme el siguiente baile sin esperar a ningún descanso.-Es un honor bailar con su alteza, el siguiente sol del imperio. Le felicito por su decimoctavo cumpleaños~-exprese mis formalidades en una reverencia al príncipe. Aquel mundo era algo pesando en ese tema, aquel tipo de educación era muy importante para ellos, aunque para mí era algo innecesario tanta formalidad… Tras eso juntamos nuestros cuerpos, posicionándolos cerca en un sutil agarre. Era un poco raro bailar con el protagonista del libro que Carl me regalo, no estaba segura de si aquello estaba bien o no. En principio no había problema, pero yo era la villana en aquella historia y él el héroe. Los cuchicheos de las damas nobles estaban asegurados.- no te atrevas a sobrepasarte con tus manos-advirtió mi acompañante al de cabellos rojizos, el cual casi ignoro a su hermano. Era bonito ver como Axyl atesoraba a la dama que tanto quería, entregándosela en un baile, sin saberlo, a la persona que estaba destinada a matarlos a todos… En cualquier caso, nuestra danza comenzó, junto a la pareja contraria, en un baile sutil, sin nada que decir. Cuando nuestras miradas se encontraban le dedicaba una sonrisa con amabilidad, sincronizando nuestros pasos y movimientos sin ningún problema. Parecía extraño, pero me sentía extrañamente tranquila y cómoda. Su tacto transmitía seguridad y elegancia, mezclado con gentileza. Su piel era tersa y lisa, con una clara mirada hipnotizaste y un rostro especialmente apuesto. En ese momento vino a mi mente el recuerdo de la primera vez que conocí a aquel príncipe de cuento. Emma nunca conoció a Axyl en su niñez, pero yo lo hice por una extraña casualidad y pude ver a aquel lindo niño que parecía no poder ser tocado por ninguna maldad… Ocurrió el día que Lucien, el padre de Emma murió. En el libro de ”The crown and the heart.” el moría en una batalla tras una grave herida. Le pille mucho cariño a aquel hombre, recordándome con mucha dulzura a Carl… Intente impedir que Lucien fuese a la batalla, así podría vivir. Lo conseguí y él se quedó en casa conmigo. Pero entonces me di cuenta de que el destino de aquel mundo intentaba empujar a las cosas a su camino. El día que la epidemia de una enfermedad rara asolo el reino, Lucien fue afectado y no fue salvado a tiempo… Yo conocía sobre la epidemia, pero mis conocimientos de medicina no eran avanzados y no pude hacer nada para salvarle a tiempo. Ese día corrí enfadada conmigo misma al bosque. Allí me tropecé con Axyl y lo conocí...
El baile termino casi sin darme cuenta, e intercambiamos reverencias en una sonrisa. En ese momento observe como sus ojos buscaban algo entre la multitud, ansiosos. Al mirar a nuestro alrededor curiosa, me percaté de que Elayne y Drake no estaban. ¿Se habían ido juntos? Otra cosa más que no estaba en la historia, aunque los cambios podrían ser buenos. Nunca se sabía.-Le ayudaré a encontrar a miss Elayne. Quizás hayan salido al jardín para escapar de las miradas de los demás.-le sonreí al contrario y tras su aprobación, nos escabullimos de la multitud, que querían hablar con el príncipe, para encontrarnos en el jardín, en solitario.-El jardín es grande, quizás deberíamos separarnos.-en el momento de mi proposición la sonrisa de mis rostro desapareció y mis piernas flaquearon, haciendo que cayese de rodillas al suelo en un fuerte dolor de cabeza que me embriago en un ostentoso mareo…- You have to remember… (Tienes que recordar...)-una voz difusa sonaba en eco en mi mente, en mi natal idioma… Sentía que mi cabeza iba a explotar en cualquier momento… Axyl se había agachado a mi altura y me estaba diciendo algo, pero lo único que podía escuchar era un constante pitido, para que después fuese remplazado por una visión oscura y unas voces de fondo en eco…...
-"How do you know my name? This is too bright to be hell... (¿Cómo sabes mi nombre? Esto es demasiado brillante para ser el infierno...)"-
-You are still shocked by the overwhelming death you have suffered. But be calm little one, as I said, I will make you reborn, in exchange for your help... Listen to me...(Aun estas conmocionada por la agobiante muerte que has sufrido. Pero estate tranquila pequeña, como he dicho, te hare renacer, a cambio de tu ayuda... Escúchame bien...)"-...
¿Qué era eso?... No recordaba aquello con la diosa, sabía que nuestra conversación siempre había sido mucho más larga, mas no podía saber de qué tanto habíamos hablado casi dieciséis años atrás… ¿Mi mente estaba intentando recordar? O ¿algo me estaba forzando a hacerlo?... Sentía que había algo importante que debía saber, pero el recuerdo fue muy difuso y corto… Mi vista estaba volviendo a la normalidad, y cuando estaba empezando a recobrar mis sentidos lleve mis ojos a mi mano izquierda al notar un punzante dolor en ella, dándome cuenta que la había estado aferrando con mucha fuerza a las espinas del rosal que estaba a nuestro lado, cayendo la sangre fuera del guante marrón que cubría mi mano… ¿nuestro lado?... ¡!... Lleve mi mirada enseguida a Axyl que aparto mí mano del rosal al ver que estaba herida, viendo como un par de rosas caían al suelo, desprendiéndose de su tallo que yo había estrujado por el dolor anterior.-A-am… L-lo siento. Estoy bien… Me disculpo por dañar las rosas de su jardín alteza…-habiendo recuperado mis sentidos y con el dolor desaparecido, aparte mi mano de las de Axyl antes de que me quitase el guante, poniéndome en pie y dando un paso hacia atrás para alejarme un poco. Cogí aire, relajándome de la confusión que había sentido entre el dolor, para mostrar una sonrisa y darle una reverencia al príncipe.-Me disculpo si le he causado molestias. ¿Seguimos en nuestra búsqueda?-dije calmada, escondiendo mi mano herida tras mi espalda para quitarle importancia.SPOILER (click to view)Bueno, lo que le ha pasado a Emma es a causa de Elayne. La diosa Alara ha intentado forzar los recuerdos de Emma, porque, como sabemos, ella ha sido reencarnada a ese mundo para que proteja a Elayne, solo que no lo recuerda tras haber reencarnado :3 Ya lo recordara cuando Elayne este en un peligro mayor.⇐Drake⇒
Aburrimiento. Eso era lo único que estaba sintiendo en aquella fiesta… El caballero rubio de Emma había intervenido entre nosotros y la había sacado a bailar. Ella era con la única que me sentía más o menos cómodo al hablar con franquead, aparte de otra chica que apenas podía acercarme: Elayne… Aquella chica albina era tan hermosa como la luna misma, sus ojos resplandecían como piedras preciosas, dejando atrás otras joyas existentes. ¿La amaba? Quizás lo hacía… Pero mis sentimientos jamás podrían ser correspondidos. Mi hermano, el primogénito del emperador y la emperatriz de nuestro imperio, amaba a la misma mujer, y ella lo amaba a él, era algo evidente que no habían podido ocultar de mí. No podía mostrar mis verdaderos sentimientos por ella, ya que era inalcanzable para mí, como la luna misma…
Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando note la presencia de mi hermano acomodarse a mi lado, alejados de la multitud.-no sabía que uno de tus pasatiempos era espiar a los demás, tu y la señorita de Lowell deberían aprender modales, por su culpa he perdido una gran oportunidad con Miss Elayne-comento en una queja, haciendo que apartase la mirada de él para llevarla a ningún punto en concreto.-Bueno, siendo tu estoy seguro de que tendrás más oportunidades.-hable con tranquilidad. Mi hermano era muy bueno con las mujeres, ninguna le decía que no o lo apartaban de su lado. Si quería podría tener a la mujer que quisiese, y estaba seguro que conseguiría a Elayne en cualquier momento… Aunque eso me produjese un malestar en mi pecho, no odiaba a mi hermano ni tenía ningún tipo de resentimiento hacia él. Nos llevábamos bien, pero apenas nos veíamos y poco sabíamos el uno del otro.- es hora de pagar por tu interrupción-ladee mi rostro para ver aquella expresión que me daba malas vibraciones en el cuerpo… ¿Qué estaba tramando ahora…?
Mi hermano Axyl me explico su plan para poder bailar con Elayne, un plan que no tenía nada de ganas de llevar a cabo. Bailar no era lo mío, y además sería algo incómodo hacerlo con la albina, estaba seguro que ni siquiera se acordaría de mí… No sabía cómo actuar o como tratarla, me sentía algo nervioso de solo pensarlo… Observé desde lejos el baile que aquellos dos habían comenzado, en una sincronización elegante que hacía a las demás damas morirse de la envidia. Por otro lado, la belleza de Elayne tenía embobado a cada hombre que observaba la danza de parejas ante tan melodiosa tonada de piano. Aparte mi mirada de aquella zona y busque los cabellos dorados de mi extraña amiga. Al encontrarla me acerque a ella de forma decisiva.-Emma.-la llame por su nombre, consiguiendo la atención de su mirada sobre mí. Me reprendió por la confianza con la que la trataba estando rodeados de gente. Sabía que a ella no le importaba como los demás la viesen, pero supongo que sería molesto si empezasen a esparcir rumores extraños y ficticios por las mentes fantasiosas y mezquinas de las nobles… Acabe explicándole el plan, sabiendo que se había dado cuenta de que algo raro había. No puso quejas, y tan solo esperamos a que el baile terminase para sostener la mano de Emma y llevármela a la pista de baile, llevándonos un guiño de ojo por el camino.
Los cabellos de Emma ondeaban con elegancia en cada giro y movimiento de nuestro baile. Sus ojos estaban entrecerrados, concentrada en la danza, dejando sus largas pestañas a la vista. Reconocía que aquella chica era hermosa, pero también misteriosa. Sabía que a ella no lo agradaba demasiado bailar, al igual que a mí, pero el verla hacerlo era como si la magia fluyese en el ambiente. Era la única noble que conocía que no estuviese rendida a los pies de mi hermano, estaba más preocupada por los dulces que de los hombres que pudiesen rodearla. -Después te tocara bailar con mi hermano ¿estarás bien? He escuchado los rumores que circulan por ahí sobre ti. No creo que mi hermano te diga nada, pero ¿no deberías hacer algo con esos rumores?-le comenté después acercar su cuerpo al mío, para poder hablarle de más cerca. -No debes preocuparte por eso. Acallar los rumores solo lo empeorara, y tampoco es que me importe mucho.-sonreí ante la seguridad que demostraba y entonces agache un poco mi mirada al suelo, mientras bailábamos de forma más lenta, debido a la música. -Eres una persona fuerte, no conozco a nadie con tanta confianza en sí mismo y esa indiferencia por lo que piensan los demás…confesé para después notar sus palabras acompañadas de una acaricia en mi ojo. -Te preocupas demasiado por las cosas. Intenta ser más precavido… No pude salvarte de esto, pero quizás fue bueno para que aprendieses una lección. No te precipites a las cosas, se tú mismo Drake.-sus palabras me sorprendieron. Aunque nos conocíamos desde hacía unos años, y habíamos tenido varios encuentros, Emma parecía estar evitándome muchas veces, era una persona distante que no dejaba a nadie acercarse a su burbuja, pero otras veces, era amable y me ayudaba cuando realmente lo necesitaba. Ahora que lo recordaba, nuestro primer encuentro fue algo extraño. Fue cuando yo tenía diez años y me acababan de mandar al castillo donde ahora vivo……
”-Ahaa… ahaaa… ahaa…-sentía mi propia respiración entrecortada haciendo eco en mi cabeza y en aquel bosque oscuro, rodeado por los altos arboles… La sangre no dejaba de fluir, no importaba la presión que estuviese haciendo en mi ojo derecho, la herida era profunda y el dolor me paralizaba, al igual que la fuerte presión de miedo que el contrario me transmitía…-Los humanos no pueden entrar en este territorio, ¿quieres morir muchacho?- la voz de la bestia a cuatro patas que había frente a mí me mostraba su dientes con intimidación en un gruñido, en una forma de lobo que era de un tamaño más grande que el mío… ¿Qué podía hacer?... No tenía escapatoria, si corría me alcanzaría… No se suponía que me encontrase con un monstruo tan fuerte… ¡Mierda!... -Shit, I haven't arrived on time... (Mierda, no he llegado a tiempo...)- la bestia y yo giramos nuestra mirada hacia la chica rubia que apareció de la nada, recuperando el aliento, seguramente por haber venido corriendo, hablando en un idioma incomprensible para mí... ¿Quién era aquella chica? La luna brillaba tras de ella y el viento mecía sus cabellos largos mientras nos observaba sin ningún miedo aparente.-Humana, no te metas en esto. Este chico ha intentado matar a uno de los míos, debe ser castigado.-aquel lobo grande, de pelaje azulado y ojos rojos, le hablaba a la rubia como si la conociese.-¿Puedes dejarlo ir por esta vez? Te lo compensaré.-mire la escena sorprendido y confundido sin saber cómo actuar, el mareo por la pérdida de sangre estaba llegando a mi cabeza, la vista se me estaba nublando y apenas podía escuchar la conversación que estaban teniendo… Mi cuerpo se tambaleo para caer hacia un lado, pero antes de que tocase el suelo y mis ojos se cerrasen pude ver a aquella chica impedir mi caída y sonreírme en mi último segundo de consciencia…
Cuando volví a recuperar la consciencia solté una mueca de dolor, incorporándome y llevando mi mano a mi ojo, que al tocarlo, note que estaba vendado…-Buenos días aventurero.-la voz de la chica hizo que llevase mis ojos a ella, recordando la escena de antes de desmayarme. Me puse en pie, agitado, buscando a mi alrededor la bestia que me había atacado, aunque solo visualice árboles y aquella chica.-Tranquilo, estas a salvo. ¿Qué se supone que estabas haciendo? Es peligroso acercarse al bosque maldito.-me hablo en un tono de riña mientras la veía como se estaba lavando sus manos ensangrentadas en el rio que teníamos enfrente. ¿Ensangrentadas?... -¿Q-que ha pasado?...-pregunte confundido. La chica rubia se levantó, secando sus manos en su propio vestido.-Tu ojo estaba dañado y no se podía curar ya que estaba infectado con miasma de un monstruo. He tenido que sacarte el ojo para que no afectase a tus nervios, sino te dolería siempre.-¿¡C-como!?-¿¡Me has sacado el ojo!?-lleve mi mano a dicho ojo preocupado, notando que no estaba hueco, sino que había algo duro donde parecía haber estado antes mi ojo.-Ha sido remplazado por una esfera de cristal. Estarás bien.-mire muy sorprendido a la contraria, que hablaba con toda la normalidad del mundo.-¿¡Tú lo has sacado!?-alce mi voz, sorprendido de que una niña, que parecía tener mi misma edad, pudiese hacer tal procedimiento.-Bueno, en realidad yo no he sido, una profesional lo ha hecho, pero he ayudado, así que de nada~ Ahora deja de preocuparte por eso y escúchame bien. No vuelvas a intentar entrar en ese bosque o ataques a otro monstruo para hacerte más fuerte. No todos son malvados, podrías perder algo más que un ojo.-me regaño mientras posaba sus manos en sus caderas. ¿Cómo sabia aquella chica que había ido para hacerme más fuerte?... ¿Quién era?”…
SPOILER (click to view)En explicación al recuerdo de Drake. Emma sabía cómo perdería el ojo, pero como no sabía el momento exacto o día, llego tarde y no pudo salvarlo de eso, pero con la ayuda de Ibis, la de los búhos, logran curarlo (aunque se va antes de que Drake la vea). Emma sabía que si lo llevaba al palacio también se lo sacarían los médicos de la realiza, por el veneno que los demonios tienen, o miasma, pero tardaría más en despertar y estaría en coma un par de semanas. Al hacer el procedimiento más rápido, con la ayuda de Ibis, porque Emma no sabe de medicina a ese nivel, pues lo curan y despierta en unas horas.
Aquel día había ido al bosque, frustrado, buscando hacerme más fuerte, quizás si mataba a un monstruo y lo llevaba ante la emperatriz me aceptase por mi fuerza y me dejase quedarme en el castillo con mi hermano, eso era lo que pensaba en aquel momento, pero tras herir a una bestia pequeña, otra más grande apareció para atacarme… Emma nunca me conto con detalle lo que paso aquel día. Ella me salvo aparentemente, pero nunca supe quien llevo la operación de mi ojo y como ahuyentó a la bestia. Habían misterios de ella que nunca me contaba y que tampoco parecía tener intención de hacerlo…
Entre mis pensamientos, el baile termino y tras nuestra reverencia nos separamos, viendo como Axyl pedía a la de cabellos dorados la mano para bailar con él. Yo hice lo mismo, acercándome a Elayne hasta posicionarme frente a ella.-Señorita Elayne ¿me concede este baile?-pedí con elegancia, notando por parte de ella una expresión de intranquilidad. ¿Me tendría miedo? Axyl ya me había dicho anteriormente que mi apariencia era algo intimidadora, pero no quería que la albina me tuviese miedo…-es un honor bailar con el segundo príncipe, espero que mi compañía sea de su agrado-sonrió de repente para posar su mano en la mía, la cual le había estaba ofreciendo. Sin presionar demasiado su mano, la guie hasta la pista de baile, cerca de mi hermano y Emma.-no te atrevas a sobrepasarte con tus manos-advirtió Axyl casi en un susurro. Aparte su mirada de él, sin darle una contestación y sostuve el agarre con la contraria para comenzar nuestro baile cuando la música lo hizo… En nuestra danza no pude apartar mis ojos de ella en ningún momento. Era tan hermosa y brillante que opacaba el escenario que nos rodeaba, como si fuésemos los únicos del escenario… No mentiría, mis brazos deseaban estrecharla en un abrazo para sostenerla y no dejarla ir, pero… aquello nunca pasaría. Mis sentimientos solo serían una ilusión que debería quedar para siempre en mi interior.
Nuestros ojos se encontraron, y como auto reflejo aparte mi vista, algo avergonzado de que mi mirada se encontrase con la suya. Pero entonces tuve que regresar mi mirada a sus ojos, sorprendido, cuando su melodiosa risa inundo mis oídos. ¿De qué se estaba riendo? Era una risa tan dulce que parecía atraparme en ella.- lo siento, espero no me tome a mal príncipe, pero usted es muy diferente a como espere que seria… usted parece alguien gentil, supongo que es de familia-le sonreí ante sus dulces palabras. Era la misma niña que conocí cuando era pequeño. Estaba seguro de que ella no podría acordarse de mí… Pero, en todo caso, nuestro baile continuo y lo disfrute hasta que vi como las lágrimas de Elayne recorrían sus mejillas en desconsuelo. Me preocupe pensando en el porqué de su motivo, ver su rostro en lágrimas me desconsolaba. No podía dejar que nadie más la viese, ni siquiera mi hermano, así que pose mi mano en su cabeza y la obligué, con gentileza, a ocultar su rostro en mi pecho mientras seguíamos bailando.-l-lo lamento, que vergüenza mostrar un rostro tan patético como este al príncipe, jeje es solo que la melodía se tornó algo nostálgica ¿No crees? -pose mis ojos en ella, sabiendo de que aquella no era razón de su silencioso llanto.-No tienes que darme ninguna explicación. Todo está bien.-dije en un tono tranquilo, sin saber exactamente en como consolarla.
Cuando el baile llego a su fin y dimos nuestras respectivas reverencias, agarre su mano y la saque del bullicio de gente para llevármela hasta la biblioteca, donde podría estar tranquila, alejada de las miradas ajenas.-Espera aquí, te traeré un té caliente que te calmara.-le informe para dejarla sola en la biblioteca y marchar a la cocina. Allí los sirvientes parecían estar ajetreados preparando la comida para reponer los platos que degustaban los invitados y tenerlo todo perfecto por el cumpleaños del sucesor del reino.-Príncipe Drake, que la bendición de la diosa Alara este con usted… ¿Qué le trae a la cocina?-una sirvienta me hablo, apurada por mi inesperada presencia. Le explique que deseaba un té para calmar los nervios y ella lo preparo para mí enseguida, entregándome en una bandeja el té, que insistió que me llevaría donde quisiese, pero preferí llevarlo a solas con mis manos.
Cuando llegue a la biblioteca, deje la bandeja plateada, con la tetera y las dos tazas sobre una de las mesas que habían, mientras buscaba a Elayne en la sala. En ese preciso instante un grito me alerto y corrí hacia su procedencia, sabiendo que se trataba de la albina.- p-por favor, a-alguien… -escuche la voz jadeante de la contraria, dándome cuenta que colgaba de la barandilla de piedra del balcón. Sin perder ni un segundo corrí hacia ella preocupado, agarrando su mano justo en el momento que se soltó y casi cae al vacío. Pose mis pies con firmeza entre el suelo y la pared de la barandilla, para con mi otra mano agarrar el otro brazo de Elayne.-¡Agárrate!-le pedí y cuando la tenía bien agarrada, de un impulso, la levante para devolverla dentro del balcón, cayendo yo hacia atrás de culo y ella encima de mí.-¿¡Que estabas haciendo!? ¡Podrías haberte echo daño!-dije molesto, con el ceño fruncido, por la preocupación y la idea de que ella hubiese podido caer… Al ver su rostro asustado suspire y tape mi rostro con una de mis manos.-Lo siento por gritarte… Pero eso ha sido muy peligroso… ¿Estas bien?-descubrí mi rostro para tocar su mejilla y comprobar que no se hubiese hecho ningún rasguño.-Ven, te he traído algo de té.-bajándola de encima de mí me puse en pie y la ayude a ella a hacer lo mismo, para después guiarla hasta el interior, donde se encontraba la mesita con el té y los dos sillones mullidos de color café. Me senté en uno de ellos y serví el té, entregándole una taza a la albina.-Siento si es una molestia preguntar, pero ¿Por qué estabas colgada de la cornisa? Si hay algo que te preocupe, no me importa escuchar.-pregunte de forma seria, sintiendo que me daría alguna escusa…. -
.
◄Elayne►
Mi mano estaba temblando por el cansancio mientras trataba de aferrarme con desesperación a la baranda de mármol, cerrando mis ojos sentí como poco a poco comenzaba a deslizarme gracias a la capa de sudor que se había generado en la palma de mis manos, Cuando mi entumecido cuerpo ya no pudo más sentí el vacío consumirme ¿Por qué no podía hacer las cosas bien? si tan solo hubiese sido más cuidadosa esto solo sería una pesadilla, pude sentir mis lágrimas escaparse de mis ojos por aquella inconfundible sensación de miedo que me estaba inundando, de repente un fuerte apretujón sacudió mi cuerpo, pero me mantuvo colgando en mi lugar, ansiosa alce mi vista para ver la cara de mi salvador, agarrado con fuerza del barandal del balcón se encontraba el príncipe Drake-¡Agárrate!- dijo y sin perder el tiempo estire mi mano que colgaba inerte, cuando me tuvo bien sujeta, un impulso vertiginoso tiró de mí, el aire movió mis cabellos y mi vestido que se vio elevado por el viento -nghm…-gimotee mareada cuando caí amortiguadamente sobre el cuerpo del pelirrojo, mi corazón estaba latiendo con rapidez y alivio al mismo tiempo, esta vez había sido diferente, alguien había venido a salvarme, era un milagro que no hubiera muerto… aunque el destino parecía burlarse en mí cara, el héroe era la misma persona que había acabado con mi vida en aquel entonces -G-gra…- cuando por fin encontré mi voz para agradecerle me vi interrumpida por su grito-¿¡Que estabas haciendo!? ¡Podrías haberte echo daño!-el contrario tenía el ceño fruncido y había comenzado a reñirme sin importarle lo fuerte que su tono de voz esta siendo o eso creí, pero su ojo verdoso brillo con preocupación una que me hizo contemplarlo con sorpresa, llevando una de sus manos hacía su rostro trato de tapar la expresión de agitación que estaba haciendo, pero ya era muy tarde yo lo había visto todo… realmente este chico era muy amable -Lo siento por gritarte… Pero eso ha sido muy peligroso… ¿Estas bien?- extendiendo su mano sentí su furtiva caricia en mi mejilla, el calor de su piel me hizo sentir felicidad, esta era la prueba de que aún seguía viva-gracias por salvarme príncipe Drake, y-yo fui muy descuidada, lo lamento tanto-me disculpe haciendo una reverencia antes de que él siguiera hablando.
De repente un suspiro se escapó de sus labios y como si todo hubiese sido dejado atrás vi que su rostro regreso a la normalidad -Ven, te he traído algo de té-explicó al momento que me ayudaba a pararme, guiándome con cuidado por aquel gran ventanal ingresamos una vez más a la biblioteca, pronto nos sentamos en aquellos mullidos sillones de color café, el príncipe me sirvió una taza de té, el fuerte y aromatizante olor a Jazmín llego a mí nariz, tomando la taza entre mis manos deje que el calor me envolviera -Siento si es una molestia preguntar, pero ¿Por qué estabas colgada de la cornisa? Si hay algo que te preocupe, no me importa escuchar-como esperaba una vez el príncipe se sentó juntó a mi la pregunta más importante llego, tragando saliva trate de poner mis pensamientos en orden ¿Quién había sido ese hombre? ¿Por qué parecía conocerme? ¿Por qué había hecho eso? La mano en mi hombro me saco de mi ensoñación, solo entonces me di cuenta que mi cuerpo entero estaba temblando -n-no lo se exactamente- conteste y por la mirada que recibí supe que el hombre a mi lado no me creía del todo, tal vez pensaba que no quería hablar sobre eso, tal vez consideraría mi respuesta como una ofensa, armándome de valor trate de explicar los extraños acontecimientos que había presenciado -cuando usted se fue príncipe, recorrí la biblioteca y decidí salir a tomar aire ya que la noche está muy hermosa, s-sentí un ruido proviniendo del interior del recinto así que pensé que era usted, pero… ante mi como por arte de magia apareció un hombre d-de cabellos albinos como los míos, al principio pensé que sería un usuario de luz como mi padre y hermanos, pero su simple presencia se sintió diferente, además por alguna razón parecía conocerme, aun cuando yo jamás le había visto en mi vida…-tomando un reconfortante sorbo de aquel té, sentí como mi cuerpo se relajo inmediatamente, el silencio reino hasta que volví a posar la taza en mi regazo
-él utilizo sus poderes en mí, dijo que me haría despertar y las cosas que me decían es como si el pensara que yo estuviera bajo el control de alguien… cuando me di cuenta unos hilos rojos estaban apresando mi cuerpo y moviéndome como si fuera una marioneta, si usted no hubiera llegado yo de seguro habría muerto… no sé cómo agradecerle, esta noche solo le he causado problemas mientras que usted ha sido mi héroe en dos ocasiones-confesé sintiendo un ligero sonrojo acudir a mis mejillas, alzando ligeramente mis ojos logre vislumbrar aquella mirada tan penetrante clavada en mí, su ojo verdoso estaba abierto como si mis palabras le sorprendieran ¿Acaso había dicho algo malo? Tratando de distraerme seguí tomando el té hasta que no quedo ninguna gota, esto era incomodo, jamás había hablado con el segundo príncipe antes, porque había estado evitándole temerosa de recordar los últimos acontecimientos de los que fui testigo en mi anterior vida, Drake era diferente a Axyl, era más serio, callado y el aura que parecía siempre expedir lo hacía lucir terrorífico, pero él día de hoy me había demostrado que no era así, que tal vez estuve equivocada todo este tiempo, su voz era suave, su tacto era gentil, sus intensiones eran honestas. Tan diferente a la persona que yo conocía, realmente quería disculparme con él por siempre haber creído que era una mala persona, aun no conocía la razón por la que había decidido atacar el reino o matarnos, pero me había jurado a mí misma que las cosas serían distintas y tal vez podría llegar a ayudar al pelirrojo frente a mí, si nos volvíamos amigos podría ayudarlo a sobreponerse de ese dolor y odio que pareció consumirlo en mi realidad -príncipe yo…q-qui…-antes de que pudiera terminar de poner en palabras aquel pequeño deseo, mi corazón comenzó a estrujarse, mandando oleadas de ardiente dolor por todo mi cuerpo.
Sin poder evitarlo solté la taza que se encontraba en mis manos, está se estrelló contra el piso haciéndose añicos en el proceso, llevando una de mis manos a mi garganta trate de tomar aire, pero este no estaba llegando a mis pulmones que ansiosos aclamaban por este contrayéndose con fuerza con cada bocanada que daba, mi cabeza estaba resonando mientras poco a poco mi visión comenzaba a distorsionarse, a la distancia logre escuchar al segundo príncipe decir mi nombre o eso creía ya que todo a mi alrededor comenzó a dar vueltas hasta que mi cuerpo se sintió exhausto, estaba desvaneciéndome por instantes, pero el dolor me regresaba la conciencia de forma violenta -¡Ahhhh!- un grito desgarro mi garganta cuando por fin el aire paso a través, algo estaba mal aunque mi pecho se sentía aliviado de recibir ese bocado de vida, la sensación al respirar era como cuando uno se está hundiendo en el agua… asfixiante. Un hormigueo ataco la punta de mis dedos y comenzó a expandirse desde mis manos hasta inundar todo mi cuerpo, abriendo mis ojos de par en par comencé a sentir como si alguien estuviese escribiendo lentamente con fuego en mi piel, sentía un extraño poder fluir por mis venas, pero era una sensación aterradora, como si mi alma se fuera apagando rápidamente, en medio de toda esa confusión sentí que me desvanecí, pero antes de caerme pude sentir como el príncipe Drake me elevo en sus brazos, mientras mi cuerpo era cubierto por unas extrañas runas de color dorado que se expandieron mágicamente.SPOILER (click to view)las letras que aparecieron en la piel de Eli vendrían a ser como algo así muahahaha~ (me acorde de Miharu cuando escribí esto)◄ ??? ►
¿Qué es lo que estaban viendo mis ojos? Había trabajo en el palacio toda mi vida y está era la primera vez en mis 60 años que observaba una expresión tan inaudita en el rostro del segundo príncipe, su aura que normalmente mantenía alejados a todos los que le rodeaban se encontraba agitada mientras sus labios nos pedían por ayuda ¿La razón? la chica que traía en sus brazos, horrorizadas las sirvientas que habíamos contratado hace poco soltaron exclamaciones de sorpresa al reconocer a tan bella damisela, Elayne de Blois, la hija del archiduque; su hermosa apariencia era inconfundible ¿Qué es lo que había pasado? corriendo hacía donde estaban pose una mano en la frente de la albina ¡Por la Diosa Alara! Estaba ardiendo en fiebre -no tenemos tiempo que perder mi príncipe debemos llevarla a su habitación… ¡Annie llama al medico real, esto es una emergencia! Sígame príncipe- sin decir nada más lo guíe a la habitación que se le había asignado a nuestra invitada, tres sirvientas me siguieron con palangana de agua, cristales curativos y algunos hielos, nuestra prioridad numero uno era bajarle la temperatura antes de que ocasionara problemas más serios. Cuando llegamos le pedí al príncipe que la recostara en la cama, aunque la chica frente a nosotros de por si era delgada era muy sabido que las hijas de familia noble usaban siempre corset en las reuniones sociales debido a que la etiqueta lo demandaba ¡Teníamos que dejarla respirar! -mi señor necesitamos quitarle el vestido, sé que está preocupado, pero podría esperar a fu…-antes de que pudiera terminar de explicarle lo que íbamos a hacer, la señorita comenzó a retorcerse llorando de dolor sus quejidos nos dejaron vislumbrar con preocupación que la situación era más grave de lo que parecía, Lory, la más joven de mis ayudantes corrió a socorrer a la albina que trataba de arañar su propia piel por la desesperación.
Para ser tan delicada su fuerza era increíble, no dejaba que le quitáramos adecuadamente la ropa, de repente aquellos ojos amatista se abrieron y miraron asustados sus alrededores -tranquila mi niña nosotros te ayudaremos-dije, pero cuando extendí mi mano para tocarla, la señorita Elayne la rechazo con un manotazo -¡No te atrevas a tocarme! N-no podrán salirse con la suya…-gimoteo mientras retrocedía en la cama lista para salir corriendo, pero su cuerpo estaba tan débil que si no hubiera sido porque el pelirrojo la había atrapado -una vez más al vuelo en sus brazos- hubiera caído de la cama -suéltame… ¡Suéltame!-grito mientras empujaba al príncipe Drake, pero este no parecía dispuesto a dejarla ir ¿Qué era este extraño sentimiento de alivio que me invadía? Ah, tal vez se debía a las expresiones tan naturales que el segundó hijo del Rey Ehran nos mostraba, sabía que el príncipe era una buena persona, o lo era cuando aún era un pequeño, había muchos rumores acerca de él circulando por ahí en estos días, así que al verlo reaccionar y actuar como una persona normal me hizo saber que el príncipe seguía siendo el mismo que antes -Arion vendrá por mi-sentencio la señorita mientras mordía la mano de su salvador, entonces una sorpresa aún más grande aconteció frente a mis ojos el príncipe lanzo a la señorita Elayne sobre la cama y posicionándose sobre ella le quito la ropa de un tirón nada gentil, al sentirse despojada de sus prendas instintivamente dejo de luchar y se cubrió con sus brazos, el encaje blanco era de una tela de alta calidad, tan delgado que dejo ver claramente su silueta, el corset que rodeaba grácilmente su cintura era del mismo color.
Saliendo de mi ensoñación ordene a las sirvientas quitarle el corset, pero antes de que pudieran hacer algo la señorita Elayne se desvaneció una vez más lo que nos facilitó la tarea, haciéndose a un lado el príncipe se quedó presente durante todo el tiempo ¿Por qué demoraba tanto el doctor real? Poniendo paños fríos en la frente de la albina y rodeando su cuerpo con las gemas curativas y las otras que almacenaban magia de hielo en su interior creando un campo de energía que se encargo de mantener a nuestra paciente bajo control -esto la mantendrá estable mientras el doctor viene, esperaremos afuera si necesita algo no dude en llamarnos- haciendo una reverencia en conjunto todas salimos, no se porque propuse aquello ¿¡Como podía dejar al segundo príncipe solo con una mujer que usaba solo su ropa interior!? Si la emperatriz se enteraba arrancaría mi cabeza, pero ¿Cómo explicarlo? Algo me decía que la señorita de Blois estaba en las manos adecuadas.◄Elayne►
“El sol estaba en la cúspide del cielo mientras el verano había llegado a su máximo esplendor en aquella mortífera época del año, el aire se sentía caliente y pegajoso, lo suficiente como para odiar aquellos vestidos largos llenos de encajes y capas. Jadeando me recosté sobre uno de los troncos de aquellos arboles gigantes que formaban un curioso circulo en medio del bosque, agradecía que fueran lo suficientemente gruesos y altos como para crear una sombra pronunciada que cubría el pequeño espacio que Arion y yo llamábamos: Base secreta” de lo contrario me habría desmayado por mi falta de estamina que se hacía más notable en estas épocas, el llanto de las cigarras era siempre la música que había de fondo en estos días ¿Mi querido amigo habría estado entrenando bajo el abrasador sol del medio día? Esperaba que no… aunque conociéndolo de seguro lo había hecho ¿Falta mucho para nuestra hora acordada? Bostezando recogí mis piernas para apoyar así mi mejilla sobre mis brazos cruzados mientras mis ojos se mantenían clavados por el lugar de donde siempre salía el pelirrojo, lentamente comencé a sentirme más cansada y por más que parpadeaba mis ojos se sentían pesados hasta que inevitablemente caí dormida.
El silbar del viento me hizo removerme de este agradable vacío en el que me encontraba ¿Qué era aquel sonido? ¿Una espada? Abriendo mis ojos como pude busque al culpable de interrumpir mi sueño, a unos metros de mí se encontraba Arion dándome la espalda mientras practicaba los movimientos que seguramente su instructor le había enseñado en la semana, sus movimientos eran un poco torpes la mayoría de veces, pero algunos otros eran precisos y rápidos, podía escuchar su respiración agitada e incluso podía ver el calor que estaba emanando su cuerpo, el atardecer estaba cubriendo el cielo haciéndome abrir mis ojos de sopetón ¡Me había quedado dormida! -Arion… l-lo siento, se suponía que hoy iríamos al riachuelo que mencionaste el otro día-dije ganándome así la atención de mi amigo, que clavo la espada en el césped para así girarse y mostrarme su rostro, sonriendo me pare y sin poder evitarlo salí corriendo a abrazarle ¡Realmente le había extrañado! Las visitas habían sido prohibidas en el palacio por más de una semana debido a las reuniones reales que se estaban llevando a cabo por el rey y sus hombres de confianza.”
El palpitar de mi corazón resonaba contra mis tímpanos de una forma tan fuerte que cuando por fin pude abrir mis ojos lo primero con lo que me encontré fue con un techo ligeramente familiar al igual que aquel olor que trajo consigo sentimientos nostálgicos, ladeando mi rostro vi una silueta frente a mí, no podía ver quien era debido a las bajas luces con las que contaba la instancia, solo podía vislumbrar en medio de esa neblina mental un color rojizo y una espalda que se estaba alejando ¡Un momento! ¿A-acaso era Arion? Como pude extendí mi mano hasta que logré apretujar la manga de su ropaje impidiendo que se marchara -no te vayas… n-no me dejes sola… Arion, no fu-fue tu culpa, estoy b-bien, prometiste que te quedarías a mi lado, hiciste un juramento como caballero… y u-un caballero jamás falta a su palabra ¿Lo olvidaste?-susurre con mi voz quebrada por el llanto que en algún punto de mis palabras había surgido.
Mi cuerpo se sentía pesado, pero eso no me impidió que me sentara en la cama, al hacerlo sentí el paño frio deslizarse de mi frente y caer a un lado, extendiendo mis brazos rodee su cintura, empeñada en no dejarle marchar esta vez. Que extraño~ su cuerpo se sentía más grande de lo que recordaba, más fornido, pero igual de cálido, mis lágrimas empaparon su camisa, tenía miedo de que me apartara y me dejara sola, sabía que se sentía culpable por lo que había pasado y no importaba cuantas veces le repetía que ya no estaba asustada, ni herida, el seguía mirándome con esos ojos verdosos llenos de impotencia y auto desprecio… -te quiero Arion, prometo ser más cuidadosa, así que quédate… ¿Si?-supliqué mientras mi cuerpo temblaba.◄ Axyl ►
El baile junto a la señorita Emma fue silencioso, pero eso no significo que fuera incomodo, por el contrario, sus pasos ligeros acompañaron sutilmente a los míos sin mayor esfuerzo ¿Elayne estaría bien? ¿Qué pasaba si mi hermano la asustaba con esa mirada de ogro que solía poner? Frunciendo ligeramente el ceño busque a mi bella dama en medio de las parejas que se habían unido a nuestro baile, logre divisarla a varios metros de donde estábamos ¿Eh? ¡¿Qué estaba haciendo ese idiota?! Abriendo mis ojos de par en par estuve tentado en salir corriendo a rescatar a la albina, cuando contemplé como el pelirrojo hacía apoyar su rostro contra su pecho… argh~ mi sangre estaba hirviendo, pero yo era el príncipe heredero, era consciente de que todos los ojos estaban puesto sobre mí, así que mantuve mi expresión calmada, hablaría con Drake después del festejo… tal vez la pubertad le había golpeado atrasadamente y no lo culpaba tener a un ser tan frágil y etéreo como Elayne entre sus brazos debía ser el sueño de todo hombre, pero ella era mía, podía sonar presuntuoso, aun así mi alma entera lo había sabido cuando la conocí por primera vez, claro que fue muy difícil acercarme a ella al inicio aun así cuando empezamos a conocernos supe inmediatamente que mi señorita también se sentía atraída hacía mí. Estaba tan concentrado en mis pensamientos que cuando la tonada finalizo, busque ansioso su mirada, pero mi damisela había escapado alguna parte, esto no me gustaba.
-Le ayudaré a encontrar a miss Elayne. Quizás hayan salido al jardín para escapar de las miradas de los demás-dijo la rubia repentinamente haciéndome que clavara mi mirada en esos ojos color zafiro, la ayuda no me vendría mal, había un sinfín de lugares a los que Elayne pudo haber ido, tal vez su intuición femenina podría ser útil. Aprobando la idea salimos del salón principal, lejos de las miradas curiosas de los demás; el primer lugar donde fuimos a parar fue el jardín que mi madre había mandado a decorar a su gusto muchos años atrás, era un lugar conocido por su increíble belleza y trabajo artístico de los mejores jardineros de la corte-El jardín es grande, quizás deberíamos separarnos.- propuso la mujer a mi lado, pero antes de que pudiera decir algo observe como su cuerpo se arqueo invertidamente haciendo que su cabeza quedara casi entre sus rodillas como si de un momento a otro fuera a vomitar ¿Acaso el vino le había hecho daño? De repente sus rodillas colapsaron contra la hierba, preocupado me puse de cuclillas frente suyo -miss Emma ¿Está usted bien?- pregunte, pero su expresión de desorientación me confirmo que algo malo estaba pasándole. Su mano se extendió como si buscase algo a lo que aferrarse y lo primero que pillo fueron los rosales que estaban a nuestro lado, agitado observe como apretujaba aquellos tallos llenos de espinas pronto el olor a sangre inundo mis fosas nasales, unos leves gimoteos se escaparon de esos labios sonrosados mientras sus ojos se apretujaban en signo de dolor, si seguía así las cortadas producidas por las espinas se harían más profundas y ni siquiera los guantes de cuero que llevaba podrían proteger su piel-suéltalas-le dije tratando de que su feroz agarre disminuyera, pero la señorita Emma no parecía estarme escuchando.
Gracias a la diosa Alara ella pareció recobrar el sentido un minuto después y cuando nuestros ojos se encontraron pude apartar su mano de los rosales, instintivamente espere que sus hermosos ojos color azul se inundaran de lágrimas, como lo harían los de cualquier dama en esta situación, pero lo primero que salieron de sus labios fue una disculpa -A-am… L-lo siento. Estoy bien… Me disculpo por dañar las rosas de su jardín alteza…-frunciendo el ceño trate de ayudarla a pararse, pero rechazo mi ayuda como si nada… eso realmente me molestaba ¡Ella siempre era así! incluso en nuestro primer encuentro su terquedad hizo que saliera muy lastimada, soltando un hondo suspiro trate de calmarme, no era su culpa ser así, de seguro era su forma de mantener distancia con los demás y eso hacía que extraños rumores se esparcieran entre los nobles, haciendo una reverencia vi como esa fachada de seriedad se instaló una vez más en sus facciones -Me disculpo si le he causado molestias. ¿Seguimos en nuestra búsqueda?- dijo de forma calmada al momento que escondía su mano herida tras de su espalda ¿Creía que era estúpido? ¡Esta mujer me sacaba de mis casillas! Tomándola del brazo la obligue a venir conmigo, cruzamos a zancadas el jardín para retomar nuestro camino por entre los pasillos hasta que llegamos al cuarto que el medico real utilizaba, durante todo el recorrido la rubia había venido quejándose diciendo que no era necesario, pero como el caballero que era no podía dejar a una de nuestras invitadas heridas por ahí, sería una deshonra. Tocando tres veces espere que alguien abriera, pero mis sospechas fueron correctas el medico también se encontraba en la fiesta, que problemático. Abriendo la puerta sin decoro alguno ingresamos, el olor a medicina y demás hierbas nos inundó, el recinto estaba decorado con colores neutros y elegantes, había varios estantes con diferentes muestras y libros, había un escritorio en la mitad del cuarto donde el doctor hacia sus investigaciones y reportes a su majestad el emperador, sentando a la señorita Emma en una de las camillas comencé a buscar en los estantes algunas vendas, ungüento para la herida y algo con que limpiar la sangre.
Una vez tuve todo lo necesario comencé mi labor de quitar la sangre que durante nuestro camino se había secado, haciendo una costra en las cortadas, con cuidado pase el pañuelo humedecido, sus manos eran muy diferentes a las de Elayne, se sentían algo resecas y duras, pero yo conocía estas manos, todos los guardianes dentro del palacio e incluso yo las tenía, producto de un entrenamiento arduo con la espada, alzando ligeramente mi mirada pude notar que aunque no lo estaba demostrando completamente, Emma se sentía avergonzada ¿No le gustaba que miraran sus manos? Bueno la comprendía, dentro de nuestra sociedad las mujeres no debían tener un entrenamiento militar, eran muy raro que el emperador concediera a ciertas mujeres unirse o practicar estos tipos de habilidades, conocía la lista de nombres, miss Emma de Lowell no se encontraba en ella, así que haría como si jamás hubiera visto nada, no quería que su familia o ella misma fueran castigados-sigues siendo tan testaruda como antes, no es algo malo Emma, pero de vez en cuando recibir ayuda no te matara… deberías aprender más de Elayne, es más podrías hacerte su amiga, no ¡Espera! De seguro que tú la llenarías de mañas, eso de espiar a los demás no es de buena educación, tú y mi hermano deberían pasar un tiempo en los cuartos de castigo… ahh~ se suponía que hoy sería mi noche, la atmosfera era perfecta y ella estaba dispuesta a dejarme tomar su primer beso- gimotee como un niño chiquito contándole los acontecimientos del día a su nana, para mi suerte, la de ojos azulados se rio ante mis comentarios y eso me hizo sonreír por igual, cuando termine de colocar el ungüento en las cortadas, vende cuidadosamente su mano para que así la medicina hiciera un efecto más rápido, sentándome a su lado alce mi mano y le di un muy suave golpecito en la frente-mañana estará curado los ungüentos del doctor real son magnificos… gracias por haberme ayudado a buscar a Elayne, tal vez se asusto de la mirada de pocos amigos de mi hermano Drake y huyo a sus cuartos- supuse, pero antes de que ella pudiera contestarme la puerta fue abierta de par en par con un fuerte golpe, por esta ingreso el doctor Heiner y una sirvienta, tan afanado como estaba no noto mi presencia ni la de mi acompañante -¡Lleva este maletín! No podemos demorarnos o la señorita de Blois podría estar en problemas- exclamó ¿Elayne? ¿Acaso le había pasado algo? Parándome de la camilla tome al hombre de cabellos canosos por el brazo -¿Qué le paso a la señorita de Blois?- cuestione, los ojos del doctor se entornaron y apenado hizo varias reverencias -no estoy muy seguro mi señor… pero por lo que escuche ella pudo haber sido envenenada o algo peor- soltándolo le di el espacio necesario para que tomara otra maleta y varias de sus herramientas medicas para examinar a la albina, mirando a Emma vi que ella también se había parado ante la noticia, su rostro lucia pensativo como si algo dentro de ella no encajara, tomándola del brazo la arrastre junto a mí, seria raro si solo yo fuera ¿No?⊶♣⊷
Cuando las puertas de la habitación se abrieron instintivamente busque la delicada figura de Elayne, la encontré acostada en la cama mientras Drake sostenía su mano, antes de siquiera poder dar un paso en el cuarto sentí un revoltijo en mi estomago al contemplar la expresión que asechaba el rostro del pelirrojo, apretando los dientes trate de contener al animal que se formaba en mi interior, pero era muy tarde ya me encontraba apartando a Drake, nuestros ojos se encontraron y para mi asombro el no aparto su mirada ¿Qué significaba esto? -mis príncipes por favor apártense, necesito revisar a la señorita-nos exigió haciendo que los dos recobrásemos la conciencia, alejándonos un par de pasos dejamos que el hombre hiciera lo suyo, las mejillas de Elayne estaban completamente rojas mientras su respiración salía pesada, las sirvientas habían puesto paños húmedos en su frente y cristales con magia de hielo para controlar su temperatura… ¡Un momento! ¿Estaba en ropa interior? Sintiendo mis mejillas arder trate de contener el sonrojo que quiso apoderarse de mí, su pecho subía y bajaba mientras se quejaba quedamente entre sueños, el doctor examino sus ojos, su pulso y su ritmo cardiaco, entre más pasaban los minutos más angustiado me sentía.
Ansioso vi como saco un extraño cristal de color verdoso de su bolso y cuando lo poso en el pecho de la albina este comenzó a teñirse de negro ¿Qué significaba eso? Quería preguntarle, pero antes de poder hacerlo el cristal comenzó a vibrar y una luz demasiado brillante exploto, todos quedamos en silencio -¿Señor Heiner?- pregunte preocupado una vez todo el cuarto volvió a la normalidad, el doctor busco a la jefa de las sirvientas y le susurró algo en el oído, la mujer puso una expresión de horror para luego pasar a ser una expresión solemne, haciendo una reverencia se retiro ¿Qué estaba pasando? -le daré un poco de medicina y se volverá a poner estable, aunque sería bueno que alguien la vigile en medio de la noche- explico al momento que sacaba un par de plantas y un pote donde comenzó a mezclarlas para hacer un liquido de un color azulado y espeso. Acercándose se lo hizo beber, después de unos minutos más volvió a tomar el pulso de la albina y por su expresión supe que había mejorado.◄ Azrael ►
Faltaban unos pocos minutos para que amaneciera, las cosas no habían salido como esperaba, Eli aun era inestable, su cuerpo no era lo suficientemente fuerte para soportar el poder real con el que yo la había bendecido… la verdad es que había tenido la esperanza de que despertara y se acordara de mí, de nuestro pasado, pero todo era culpa de esa detestable mujer que me impedía acceder a su corazón, posando mis pies en el balcón baje ágilmente de este sin hacer sonido alguno, extendiendo mi brazo observe como el ventanal se abrió de par en par, la habitación estaba en penumbras, dos chicos yacían dormidos en los sillones. Según lo que había podido observar los dos parecían estar interesados en mi dama, pero sus vanas ilusiones jamás se harían realidad, ella era mía. Acercándome hasta la cama vi a mi hermosa albina dormitar, el doctor parecía haberle dado un somnífero para que no sintiera dolor, suspirando acaricie su mejilla con ternura-aun no es el momento Elizabeth… lamento haberte lastimado- refundiendo mi mano en el bolsillo de la gabardina saque un pequeño frasco, su liquido haría que su poder volviera a dormitar hasta que ella pudiera controlarlo sin lastimarse, quitando la tapa me senté en la mullida cama, posando el pico de la botella contra sus labios vertí el líquido que instintivamente Eli bebió, abriendo sus hermosos ojos violáceos le observe contemplarme mientras tomaba el elixir hasta el final-Eli… nos veremos pronto-susurré al momento que me inclinaba y depositaba un beso en su frente. Tenia que planear cuidadosamente mis movimientos, hoy había actuado por puro impulso y como resultado Eli había sufrido terriblemente, quería ser bueno, pero ver como se enamoraba de otro hombre era desgarrador… además estaba el otro asunto que tenía que investigar, si las cosas seguían como en el pasado ella moriría joven una vez más, un precio muy caro por poseer un alma tan pura.SPOILER (click to view)lo dejare hasta aquí ajajajaja XD espero te haya gustado. -
.
|| Hay dos grandes días en la vida de una persona: El día que nace y el día que descubre para qué. ||
- Group
- Gremio de Dibujo
- Posts
- 1,722
- Location
- 地獄で.
- Status
- Anónimo
⇐Drake⇒
-N-no lo se exactamente.-me sentí un poco decepcionado con su respuesta, aunque tampoco tenía muchas esperanzas de que fuese a sincerarse conmigo. Cuando Elayne me veía como Drake y no como Arion, podía notar su vaga expresión de miedo hacia mí, algo que estaba acostumbrado a ver en la mayoría de personas a mi alrededor, pero verlo en la albina me afectaba de una manera más profunda.-Cuando usted se fue príncipe, recorrí la biblioteca y decidí salir a tomar aire ya que la noche está muy hermosa […]-comenzó con su extraña explicación, tomando una breve pausa para disfrutar de un sorbo del caliente té que nos habían servido.- él utilizo sus poderes en mí, dijo que me haría despertar y las cosas que me decían es como si el pensara que yo estuviera bajo el control de alguien…[…]-no entendía del todo de lo que estaba hablando ¿alguien había intentado atacar a Elayne? ¿Pero porque? Los usuarios de luz eran escasos y solo conocía a la familia de mi hermosa dama. El pensar en ello me preocupaba y me hacía dudar que podría ser por el claro rumor de que la de cabellos blancos era las más adecuada para convertirse en la esposa de mi hermano y en la futura emperatriz. Aunque aún no quedaba claro algunos puntos, ella parecía estar siendo sincera y no quería atosigarla a preguntas cuando parecía estar algo nerviosa.-[…]si usted no hubiera llegado yo de seguro habría muerto… no sé cómo agradecerle, esta noche solo le he causado problemas mientras que usted ha sido mi héroe en dos ocasiones -sus palabras dieron un extraño vuelco en mi corazón ¿protegerla? Yo nunca había podido protegerla adecuadamente… Aquel día en nuestra niñez me di cuenta de ello y de lo débil que era… Aunque la amase y pudiese anhelarla como nunca, ella jamás seria mía, puesto que su corazón solo estaba en el hombre que compartía mi misma sangre. Ese hecho, aunque nunca lo mostrase o dijese, me molestaba tanto que quemaba por dentro… -“Drake, eres demasiado sensible emocionalmente, si te guardas tus problemas para ti solo acabaras perdiéndote a ti mismo. Di las cosas que te molestan y no te ahogues con esos oscuros pensamientos.”-por algún motivo unas viejas palabras que Emma me dijo vinieron a mi mente. ¿Decir lo que realmente pienso? Eso era imposible, no podía hablar de mi amor por Elayne o mi molestia de que fuese mi hermano quien se quedase con ella… No podía decir nada de eso, y era irónico que Emma me dijese eso cuando ella era la señorita misteriosa que nunca contaba sus problemas o molestias.
-Príncipe yo…q-qui… -la taza que estaba sosteniendo Elayne impacto contra el suelo en un sonido de cristal rompiéndose en mil pedazos. Me levante de sopetón de mi asiento, rodeándome la preocupación al ver como la contraria se retorcía de dolor.-¡Elayne!-grite su nombre, sin formalidades y me acerque a ella para sostenerla de los hombros.-¿Qué ocurre?¿Dónde te duele?-la preocupación empezó a ponerme nervioso y lleve mis manos a su rostro para poder levantarlo un poco y ver aquella dolorosa expresión que estaba mostrando.-¡Ahhhh!-cuando escuche aquel grito desgarrador salir de su garganta mis ojos se abrieron sorprendido al ver aquellos extraños símbolos recorrer toda la piel de Elayne ¿¡Que cojones era aquello!? Al ver a la albina precipitarse al suelo la agarre antes de que eso ocurriese y la alce para sostenerla sobre mis brazos. Con la preocupación ahogándome comencé a correr fuera de la biblioteca para gritar por la atención de algún sirviente, los cuales se acercaron unos cuantos ante mi llamada agitados por mi severo grito.-¡Llamad al médico real! No sé qué le pasa, ha colapsado de repente de dolor, por favor ayudadla… -uno de los sirvientes se acercó a nosotros para tomar la temperatura de Elayne.-no tenemos tiempo que perder mi príncipe debemos llevarla a su habitación… ¡Annie llama al medico real, esto es una emergencia! Sígame príncipe.-como me indico le seguí apresurado hasta la habitación asignada para la albina, donde la recosté sobre la cama y mire al sirviente esperando que indicase que hacer para poder ayudarla. Entonces comenzó a hablar de que había que quitarle el vestido, aunque sus palabras fueron interrumpidas por la de cabellos blancos que comenzó a retorcerse de dolor, haciendo que las sirvientas corriesen a socorrerla para desvestirla, cosa que no podían hacer por los forcejeos que estaba haciendo.-¡No te atrevas a tocarme! N-no podrán salirse con la suya… -me sorprendí ante la actitud que estaba teniendo, pero eso no me impidió actuar y de un paso, alcanzar a sostenerla antes de que volviese a caer al suelo.-suéltame… ¡Suéltame! -a pesar de sus intentos de empujarme y apartarme, yo era más fuerte que aquel delicado cuerpo, por lo que no deje de sostenerla en ningún momento, hasta que mis defensas bajaron al escuchar lo que Elayne menciono para después morderme…-Arion vendrá por mi.-Arion… el nombre inventado que le di a la albina de pequeños… El escucharle decir aquello tambaleo mi mente. De un empujón la lance contra la cama para poder posicionarme sobre ella y arrancar su ropaje de un agresivo tirón, dejando su hermosa figura, adornada por aquella ropa de encaje de tela fina y blanca.
Elayne se desmayó y me aparte de encima suyo para que las sirvientas pudiesen deshacerse de su corsé y poner aquellas piedras mágicas a su alrededor con intención de mantener a la joven estable.-esto la mantendrá estable mientras el doctor viene, esperaremos afuera si necesita algo no dude en llamarnos-los sirvientes salieron de la habitación, dejándonos solos en un agobiante silencio. Mis ojos recorrieron el cuerpo semi desnudo de la contraria. Su figura era hermosa y su piel blanca y delicada. Verla me hacía sentir un revuelco de emociones en mi interior, uno que me decía que me acercase a ella y la sostuviese entre mis brazos, pero… ¿Qué estaba haciendo?... Actuando de aquella forma delante de los sirvientes y estando feliz por ver a la albina en ropa interior ¿estaba enfermo?... Le di la espalda, pensando en buscar al doctor ya que estaba tardando más de lo debido, intentando opacar mis emociones, pero cuando di un paso en mi decisión, algo agarro mi ropa por detrás, haciendo que virase mi mirada a mi espalda.- no te vayas… n-no me dejes sola… Arion, no fu-fue tu culpa, estoy b-bien, prometiste que te quedarías a mi lado, hiciste un juramento como caballero… y u-un caballero jamás falta a su palabra ¿Lo olvidaste? -mi ojo se abrió sorprendido ante sus repentinas palabras ¿me estaba viendo como Arion…? Lo primero que paso por mi mente era que la fiebre le estaba haciendo delirar, pero… aquellas palabras de alguna manera me consolaron y calentaron mi interior, bajando mis defensas, al igual que su repentino abrazo que rodeaba mi cintura y su extraña confesión…-te quiero Arion, prometo ser más cuidadosa, así que quédate… ¿Si? -la falsa ilusión de aquel “te quiero” por un momento me abrumo, pero luego comprendí que su querer era diferente al mío. Ella me quería, o más bien quería a Arion, aunque solo como un simple amigo de la infancia con el que había pasado mucho tiempo. Ella amaba a Axyl y él a ella… No había ningún hueco para mí en aquel amoroso circulo.-No te preocupes Eli, estoy aquí, no me voy a ir…-la aparte un poco para poder girarme y acariciar su cabeza, actuando como el Arion que ella conocía.-Duerme un poco, necesitas descansar.-le pedí mientras me sentaba en el borde de la cama, la ayudaba a recostarse y sostenía su mano para observarla como caía rendida hasta dormir.
No paso mucho hasta que la puerta de la habitación se abrió y por ella entro mi hermano junto a Emma. Axyl y yo intercambiamos miradas, su rostro cambio a uno enfadado y no tardo nada en acercarse en mí y levantarme de la cama, sosteniendo mi brazo, para apartarme de su amada. Quería a mi hermano, pero cuando se trataba de Elayne nuestra mirada se intercambiaba en un signo de conflicto.- mis príncipes por favor apártense, necesito revisar a la señorita -el doctor nos separó, pasando por en medio de los dos para correr a ver el estado de la albina. Los presentes nos quedamos atentos a lo que el doctor real estaba haciendo, viendo la extraña reacción de aquella piedra al interactuar con el cuerpo de Elayne ¿Qué había sido eso?- ¿Señor Heiner? -sin que nos informase de lo que estaba ocurriendo vimos como le decía algo a la jefa de las sirvientas, la cual se alarmo pero se marchó enseguida para seguir las órdenes del doctor.- le daré un poco de medicina y se volverá a poner estable, aunque sería bueno que alguien la vigile en medio de la noche -comentó para darle medicina, preparada por el mismo, a la albina. Estaba feliz de que estuviese mejor, la cosa es que aún me sentía inquieto de que volviese a pasarle lo mismo…-Me quedaré con ella.-dije de forma impulsiva, sin pensar muy racional, y solo sentimental por la preocupación que sentía por la contraria, haciendo que Axyl también se ofreciese a quedarse en la habitación…-Entonces yo me retiro príncipes…-la voz de Emma me hizo girarme para verla haciendo una reverencia de despedida y salir de forma apresurada de la habitación, cerrando tras de sí la puerta. Aunque había ocultado su rostro con su cabello podía haberme dado cuenta de que parecía estar sudando un poco, con una reacción extraña. Pero Emma de por si era extraña, seguramente estaría cansada.…
Mi hermano y yo nos sentamos en sillones individuales, protegiendo el sueño de la contraria en silencio. Axyl parecía un poco molesto por mi acercamiento con Elayne y por ello parecía más callado de lo normal. Él y yo nunca habíamos tenido una relación realmente estrecha, nos llevábamos bien entre nosotros, pero la distancia de vivir en castillos diferentes nos había alejado un poco y habían muchas cosas que desconocía de él, al igual que mi hermano desconocía de mí.-Padre y la emperatriz estarán molestos porque hayas desaparecido de la fiesta. Si quieres iré contigo a explicarles lo que ha ocurrido.-le comenté y tuvimos una pequeña charla que acabo relajándonos un poco ente nosotros, acabando hablando de cosas triviales. Para poco después, sin que me diese cuenta, quedar dormido en el asiendo mullido donde me encontraba.⇐Emma⇒
Trague saliva y oculte el resto de dolor que quedaba aun en mi cabeza, esperando por seguir con nuestra búsqueda, pero para mi sorpresa el príncipe me agarro de sopetón del brazo y comenzó a arrastrarme tras él, recordándome a aquel día que lo protegí de aquella caída y me arrastro hasta el palacio para que atendieran mis heridas.-P-príncipe, ¿A dónde vamos? Estoy bien, no debe preocuparse… S-suélteme por favor…-intente insistir de que no era necesario ir a la enfermería, pensando que iba a ser molesto si el medico veía mis manos trabajadas. Las nobles tenían permitido aprender a ser unas buenas esposas, con clases de danza, cultura, historia y todo lo que requiriese para ser una buena dama delicada y fina, pero si se quería un instructor para aprender el arte de la espada se debía pedir un permiso que el emperador concedía, un permiso que yo no poseía porque entrenaba por mi cuenta… Las mujeres estaban muy protegidas y mimadas, pero yo hacía cosas por mi cuenta y era muy diferente a las damas de aquel mundo… ¿iba a ser regañada? Teniendo esos pensamientos rondandome, y maldiciendo al causante de mis dolores de cabeza, entramos dentro de la habitación del doctor del palacio, después de que nadie respondiese a la llamada de Axyl en la puerta.-Bueno, parece que no está, no pasa nada. Estaré bien príncipe, puedo tratar mis propias heridas, debería volver a la fiesta a ver si ha vuelto la señorita Elayne.-sin escuchar mis palabras el de cabellos anaranjados me llevo hasta una de las camas, me senté sobre ella obediente, pero indecisa de si salir corriendo de la habitación y huir del príncipe… Al final no me moví y deje que me quitase el guante de cuero para comenzar a tratar las pequeñas heridas de la palma de mi mano, notando el escozor cuando limpiaba la sangre o trataba la herida. Me sentí un poco inquieta al ver como observaba mis manos atentamente para después alzar sus ojos y mirarme directamente a mí. Era evidente que se había dado cuenta que no tenía unas manos delicadas como una princesa, aun así agradecí que no dijese ningún comentario sobre ello.- sigues siendo tan testaruda como antes, no es algo malo Emma, pero de vez en cuando recibir ayuda no te matara… deberías aprender más de Elayne, es más podrías hacerte su amiga, no ¡Espera! De seguro que tú la llenarías de mañas, eso de espiar a los demás no es de buena educación, tú y mi hermano deberían pasar un tiempo en los cuartos de castigo… ahh~ se suponía que hoy sería mi noche, la atmosfera era perfecta y ella estaba dispuesta a dejarme tomar su primer beso -deje escapar una pequeña risa por sus comentarios y le mire sonriente.-Me disculpo príncipe~-sonriente vi cómo el contrario se sentó a mi lado y dejo caer un suave golpe en mi frente, haciendo que llevase mi mano a la zona que él había tocado, sintiéndome de alguna forma, relajada alrededor de aquel chico.- mañana estará curado los ungüentos del doctor real son magnificos… gracias por haberme ayudado a buscar a Elayne, tal vez se asusto de la mirada de pocos amigos de mi hermano Drake y huyo a sus cuartos -aunque en realidad no le había sido de mucho ayuda, no siquiera nos había dado tiempo a buscar... Aun así sabía que estaba siendo amable, por lo que le sonreí y en el momento que iba a hablar la puerta de la sala se abrió de sopetón, en un fuerte golpe, para dejar ver a un doctor real apurado.- ¡Lleva este maletín! No podemos demorarnos o la señorita de Blois podría estar en problemas -¿Elayne? Me puse en pie, extrañada y me coloque el guante, un poco rasgado, cubriendo la venda que Axyl había colocado en mi mano.- ¿Qué le paso a la señorita de Blois? -el príncipe se preocupó por su amada y el médico comento que había sido envenenada. ¿Cómo podía ser eso posible? En el libro Elayne nunca había sido envenenada… Preguntándome como habría podido pasar aquello, Axyl me agarro, para de nuevo arrastrarme tras él. Había pillado una mala costumbre de llevarme con él a rastras a donde él quería. Y tonta de mí que le seguía a todos lados……
Llegamos a la habitación donde estaba Elayne dormitando. En cuanto llegamos descubrimos a Drake sosteniendo la mano de la albina. El pobre no podía evitar estar enamorado de ella, pero para su desgracia Elayne era, sin dudas, del príncipe Axyl, el cual se puso enseguida celoso y corrió a apartar a su hermano, dándome una escena entretenida. Yo mientas me quede detrás de los demás, contemplando lo que pasaba, viendo como el doctor la trataba y todo lo que ocurría a continuación. No entendí del todo bien lo que estaba pasando, pero aquello parecía algo más que un envenenamiento. Este mundo intentaba guiar las cosas por el camino del libro, a mí siempre los demás me veían como la mala y me encontraba con Drake en muchas ocasiones, por lo tanto… Era probable que este mundo intentaría matar a Elayne, y también a Axyl. En ese caso… ¿surgirían problemas en la vida de Drake para que se convirtiese en el villano? Habían muchos problemas que solucionar en ese mundo y por lo tanto tendría que estar más atenta de todos… Por otra parte el secretismo que el doctor le confió a la jefa de sirvientas no me gusto ¿no podía decirlo en voz alta para que nos enterásemos todos?... Encima aquellos dos miraban a Elayne con ojos lascivos a pesar de que estaba enferma o aunque la ropa interior de aquel mundo era un fino vestido de encaje. Estos chicos se desmayarían en mi mundo y morirían yendo a la playa al ver a chicas en bikini o tomando el sol desnudas…
En ese momento que la jefa de las sirvientas salió de la habitación para informar de lo que le había dicho el médico, el dolor de cabeza volvió a inundarme y tuve que contener mis expresiones de angustia para no ser descubierta… Para mi suerte estaban bastante concentrados en la albina, por lo que no habría problema… Tenía que salir de allí.-Me quedaré con ella.-Drake se ofreció a quedarse a cuidar a la enferma y Axyl hizo lo mismo.-Entonces yo me retiro príncipes…-dije haciendo una reverencia he intentado ocultar mi expresión de dolor con el flequillo de mi pelo. Salí apresurada de la habitación y me encamine tambaleante por el pasillo, teniendo que apoyarme con una de mis manos en la pared. Mi vista se estaba empezando a nublar y el mareo me impedía andar otro paso más. -Señorita Emma, ¿Dónde estaba?-Barend apareció corriendo por el pasillo y al ver que me apoyaba en una de las paredes con debilidad, arqueando mi espalda hacia delante y llevando mi mirada entrecerrada al suelo, me cogió de los hombros preocupado. -¿Qué ocurre? ¿Se encuentra mal?-el dolor comenzó a intensificarse mientras unas palabras en eco venían a mi mente, unas que no podía distinguir bien. En ese instante mi nariz comenzó a sangrar y Barend se alarmó, alzando su mirada con intención de llamar a alguien, cosa que impedí, tapando su boca con una de mis manos y negando con mi cabeza.-N-no llames la a-atención, l-llévame a mi habitación…-dudo por un momento de seguir mis órdenes, pero acabo haciéndome caso y, levantándome del suelo, me sostuvo en brazos, cual princesa, mientras yo ocultaba mi rostro en su pecho, miedosa de que alguna sirvienta me viese. Barend comenzó a andar apresurado hasta, casualmente, la habitación que quedaba al lado de la de Elayne. Entramos dentro y mi caballero, y acompañante para mi estancia en aquel castillo, me recostó sobre la cama, corriendo a encender un par de velas. Mientras, yo me había sentado en tal mullida cama lujosa y llevado mis manos a mi cabeza. El de cabellos rubios claros estaba diciéndome algo, lo cual no podía escuchar bien. Mi cabeza estaba llena de palabras en eco que no podía comprender de forma clara... Hasta que unas imágenes invadieron mi mente, un recuerdo difuso…
“-No tienes por qué ayudarla. No es asunto tuyo.-una persona, con una túnica negra sostenía mi brazo, no podía visualizar bien su rostro, todo estaba borroso, al igual que la mujer que estaba frente a mí, aunque a pesar de no poder visualizarla bien sentí que era Alara…-Por favor… No puedo alterar el destino de mi mundo, ni aunque le haya dado a Elayne sus recuerdos, pero tú puedes alterarlo…-la mujer casi suplicaba a su petición, se podía notar en su tono de voz, pero al ver sus figuras borrosas tampoco podía ver sus expresiones… La siguiente conversación no se podía entender nada, de nuevo se escuchaban las palabras difusas y sin comprensión, hasta que se logo entender el ultimo intercambio de palabras entre yo y la diosa.-Esta bien, protegeré a Elayne. Habrá muchas cosas que hacer, pero hare lo que pueda...-la diosa mostro una agradecida reverencia.-Gracias… Jerica... Protege a mi niña Elayne….-”
Abrí los ojos de sopetón, agitada y con la respiración entrecortada, notando como la sangre se desplazaba fuera de mi nariz hasta mi boca, pudiendo notar el sabor metalizado de esta. -¡Señorita Emma! ¿Está bien? Estaba sudando mucho y teniendo pequeños espasmos, no sabía que hacer… Estaba preocupado, estaba a punto de llamar a alguien… Alfmur me mataría si le pasase algo…-Barend, con el claro agitamiento en su cuerpo, hablo preocupado mientras con un pañuelo de tela había comenzado a limpiar la sangre de mi nariz.-E-estoy bien, no te preocupes, has hecho bien en no llamar a nadie.-pose mi mano en su cabeza para sonreírle. El dolor de cabeza estaba disminuyendo y empezaba a sentirme mejor, aunque estaba con el cuerpo sudorosa…-Barend, p-puedes ir a tu habitación a dormir, me gustaría lavarme un poco el sudor e irme a dormir…-aparte un poco al contrario para poder incorporarme y sentarme en la cama, con intención de levantarme de ella. -Volveré cuando termine de lavarse y estaré por la noche con usted. Y por favor no insista en que le haga caso.-suspire y cuando puse mis pies en el suelo me asegure de que el mareo no estaba afectando a mi estabilidad y no me tambalee, estaba mucho mejor y el dolor casi ya se había esfumado, solo me sentía algo cansada, como si me hubiesen pisoteado la cabeza.-Esta bien, pero no entres hasta que yo lo diga.-el contrario me hizo una reverencia y se marchó dejándome sola en la habitación… Barend en un principio no iba a ser mi acompañante, sino Alfmur, mi verdadero guardaespaldas que siempre estaba a mi lado. Alf y yo nos llevábamos realmente bien, estar a su lado era agradable y divertido. Él quería venir conmigo, se preocupaba por mi más que yo misma. Pero le pedí que se quedase en casa y cuidase de mi hermano Grimion, que al parecer había cogido mucho interés por la espada y por lo tanto también podrían practicar juntos. Dejarlo con Alf era la mejor opción ya que tenía miedo que el destino del libro empujase a mi hermano de este mundo al destino que originalmente tenía…
Dejando eso a un lado, volví a llevar mis pensamientos al pequeño fragmento de recuerdos que había tenido después de morir y antes de ser reencarnada, mientras comenzaba a desvestirme y tirar a un lado la incómoda ropa de noble que me obligaban a ponerme... ¿Yo había jurado proteger a Elayne? A penas podía recordarlo, pero realmente parecía que había prometido a esa diosa proteger a la albina. ¿Por eso había estando forzando mi cabeza a recordar? Aún estaba un poco confusa de lo que había pasado antes de renacer como Emma de Lowell, pero sentía que se habían dicho cosas importantes, no solo sobre que tenía que proteger a la protagonista del libro, sino algo más… ¿pero que era?... No lograba recordar nada más de ese fragmento… Pero si Alara estaba forzando mis recuerdos de aquella forma, que casi parecía que iba a darme un derrame cerebral o una embolia, significaba que Elayne estaba en peligro. Ordenando esos pensamientos en mi cabeza quede completamente desnuda, frente a una mesa con una palancana de agua, que llene con una piedra mágica de agua que había sobre el mueble –en aquel mundo las piedras mágicas eran muy convenientes- limpie con esa agua y una toalla blanca mi cuerpo sudado de forma rápida para no perder tiempo, ya que quería ir a ver a ver como se encontraba Elayne y examinarla por si acaso. Una vez sintiéndome más limpia me coloque un camisón para dormir, que llegaba hasta los tobillos. El típico de una época medieval que usaban las damas para dormir.
Con los pies descalzos y mi cabello suelto, abrí el ventanal de la habitación para salir al balcón, entrando una suave ráfaga de aire que meció las cortinas. Fuera me acerque hasta la barandilla para, de un ágil salto, subir al barandal de mármol grueso y llevar mi vista al balcón de la habitación del lado, que quedaba a unos cuantos metros de distancia. El aire levantaba hasta mis rodillas el vestido de pijama, al igual que levantaba mi cabello. Hacia un poco de frio, aunque era normal ya que estábamos en otoño. Aun así era algo agradable sentir aquella brisa… Entonces, antes de que decidiese saltar hasta el balcón contrario, una figura salió rápidamente de la habitación de Elayne y se desvaneció de forma fugaz en una carrera fuera de mi vista. ¿Qué cojones había sido eso? No había podido ver apenas a la persona ni distinguirla, y él tampoco me había visto a mí. Pensé en ir detrás de la persona, lo cual no hice al pensar que podría haberle hecho algo a la albina, así que enseguida, en una leve sentadilla inical, cogí impulso para saltar de la barandilla de mi balcón a la del otro. Un humano normal no habría podido saltar a tal distancia de balcones, pero con mis poderes podía aumentar las habilidades físicas de mi cuerpo.
Salte de la barandilla al suelo del balcón y entre dentro de la habitación, encontrándome a los dos príncipes dormidos en dos sillones individuales. Los ignore y me acerque de forma sigilosa hasta la cama de Elayne, donde la vi con los ojos abiertos, llevándolos hacia mí al darse cuenta de mi presencia. Lleve mi dedo índice a mis labios para indicarle a la contraria que mantuviese silencio, para no despertar a los dos chicos que se suponía vigilaban su descanso. Me senté en el borde de la cama, a su lado y pose mi mano en su frente, apartando el flequillo blanquecino de mi camino. Parecía estar mejor y la fiebre había bajado, pero aún estaba en mi mente la persona que había salido de esta habitación de forma misteriosa, habían cosas que estaban sucediendo y que no estaban en el libro, ¿sería por las intervenciones que había echo en este mundo? Algunas cosas estaban cambiando y no podía predecirlas del todo. No sabía cómo iba a explicarle a la albina como había llegado a su habitación por el balcón, aunque, después del fragmento de recuerdo que había visto de mi memoria, sentía que debía hablar con ella, porque según la diosa... ¿ella se acordaba de su vida anterior?-¿Había alguien más aquí contigo?-le pregunte a Elayne en un susurro y le sonreí para darle confianza en mí, mientras apartaba su cabello en una caricia, esperando poder saber algo de la persona que había estado aquí antes que yo. Pero justo cuando la contraria iba a decir algo, de nuestro contacto de piel salió una pequeña chispa y un dolor punzante apareció, como si algo estuviese quemando mi piel con lentitud, apareciendo de sopetón en mi pecho. Cuando me di cuenta que no era la única sintiendo ese dolor, lleve mi mano a la boca de Elayne para acallar cualquier quejido que pusiese soltar, mientras con la otra mano tapaba mi propia boca y entrecerraba los ojos por el extraño dolor que estaba sintiendo, que no solo estaba presente en mi pecho, sino que también sentía algo extraño en mi cabeza, como si alguien estuviese dejando allí información… Intente analizar lo que estaba pasando, pero antes de hacer cualquier movimiento vi como la contraria se desmayó, y yo no tarde muchos segundos en hacer lo mismo, cayendo sobre la misma cama, encima de la albina……
Lo primero que mis ojos vieron al abrirse fue un escenario mezclado entre oscuridad y luz, en un espacio infinito, hasta donde llegaba la vista, sin ningún objeto presente, solo una persona frente a mí, completamente desnuda: Elayne. La contraria estaba mirando a su alrededor, y cuando nuestros ojos se encontraron tapo con una de sus manos sus senos y con la otra su entrepierna, avergonzada, en ese momento me di cuenta que había un pequeño tatuaje entre sus pechos. La albina se me quedo mirando y pregunto por mi identidad, confundida, lo que me sorprendió un poco ¿No me reconocía?... Lleve mi vista abajo, para ver mi cuerpo y comprobar que yo también estaba completamente desnuda, pero no me moleste en tapar dicha desnudez, en cambio lleve mi mano a mi caja torácica, comprobando que en medio de mis senos estaba el mismo tatuaje que Elayne tenía, y que por alguna razón desconocida, sabia de que se trataba aquella marca conjunta ¿Cómo podía saberlo? ¿Quizás había sido Alara?... La de cabellos blancos volvió a hablarme, dándome cuenta que realmente ella no sabía quién ella yo, lo que me llevo a coger un mechón de mi cabello para levantarlo y ver que era de color castaño oscuro. “Ah, ya veo…”, pensé. Dándome cuenta de que lo que Elayne estaba viendo no era mi apariencia como Emma, sino mi verdadera apariencia de cuando vivía en mi anterior mundo. Seguramente aquello era cosa de aquella impaciente diosa de luz.SPOILER (click to view)Esta es la marca/tatuaje, que les ha salido a Elayne y Emma entre las tetas XD:
Y esta es la apariencia de Jerica (la acutal Emma XD), antes de morir, así es como Elayne la estaba viendo en esa especie de "sueño", que es más una sincronización de almas (las dos están completamente desnudas XD):
Edit: Se me había olvidado comentar que Jerica tiene el cuerpo lleno de cicatrices :3
-Elayne, soy yo, Emma.-llamé a la contraria por su nombre, sin formalidades. En realidad estaba acostumbrada a leer siempre en mi cabeza su nombre sin más en mi lectura de su historia, ya que en el libro se hablaba de ella como “Elayne”, no como señorita Elayne o demás variaciones.-Sé que es un poco confuso y la verdad es que no sé cómo empezar a explicar esto… Pero quizás sería conveniente que supieses algunas cosas.-coloque una de mis manos en mi cadera, inclinando está un poco hacia un lado mientras rascaba con la otra mano mi nuca de forma pensativa, para decidirme a mirar directamente a la albina.-Sé que recuerdas tu vida anterior, ¿recuerdas como Drake te asesino?-mi pregunta fue respondida en el momento que vi la expresión, entre sorpresa y confusión, en el rostro de la contraria.-Yo soy Emma, pero a la vez no soy ella… Sé que es un poco confuso lo que te digo, pero lo resumiré todo lo que pueda… Yo no soy de este mundo ni la persona que conociste antes de morir. Esta es mi verdadera apariencia. Morí y reencarné en tu mundo como Emma de Lowell. La verdadera Emma que se casó con Drake… Ya no existe.-hice una pausa para observar sus expresiones.-Mi verdadero nombre es Jerica. Vengo de un mundo muy diferente al tuyo. Tu mundo para mi… es un libro de fantasía. Sé que esto está dando más confusión en tu cabeza y quizás no me creas, pero todo lo que paso en tu anterior vida lo leí en un libro. Conozco con detalle a Drake, Axyl, a los que salen en el libro y a ti… Se perfectamente que eres una usuaria de luz y que posees dichos poderes… Elayne, puedo ayudarte a cambiar el destino, sin mi ayuda volverás a morir junto con la persona que amas…-en mitad de mi rápida explicación sentí que estaba a punto de despertarme.-Cuando despiertes quizás pienses que todo ha sido un sueño que ha producido tu imaginación, pero para comprobar que no te miento y poder hablar mejor de esto. Mañana por la mañana vete a un lugar donde solo estés tú y di mi nombre, mi verdadero nombre: “Jerica” Y no te muevas de donde estas, apareceré ante ti. Así es como funciona la marca que ha salido en nuestros cuerpos. Nuestras almas han quedado grabadas y sincronizadas.-comenté mientras le señalaba entre mis senos el tatuaje.-Si dices mi nombre podré saber dónde estás e ir en tu busca. Recuérdalo. Mañana hablaremos y responderé las preguntas que tengas.-le sonreí y entonces todo se volvió borroso hasta que la oscuridad inundo el lugar……
Desperté, recuperando mis sentidos. Al hacerlo lo primero que comprobé era que Axyl y Drake siguiesen dormidos, por suerte no había hecho ruido, el pelirrojo tenía el sueño ligero y no quería que me encontrase allí, a saber qué pensarían de la situación… En todo caso me baje de la cama, donde Elayne seguida dormida y me fui hacia el balcón, antes de que despertase o alguien me pillase allí. To do en total silencio. Salté sobre la barandilla del balcón y de este al balcón de mi habitación, donde entre cerrando el ventanal tras de mí. Allí me encontré con Barend cruzado de brazos y con su ceño fruncido. Había sido descubierta.-Estaba tardando mucho y como no, había desaparecido. ¿Porque siempre actúa por su cuenta? ¿Dónde estaba esta vez? ¿Y si le llega a pasarle algo?-el contrario mostro un tono de voz serio mientras me reñía.-Lo siento, solo he salido a tomar el aire~-le sonreí de forma despreocupada sin contestar sus preguntas. Algunas noches para mi eran incomodas y muchas veces me escapaba, cuando en casa Alf y Barend se daban cuenta siempre me reñían, pero sabían que no podrían hacer nada para detenerme. Ya había sido tachada como una mujer extraña y con secretos.
Tras una pequeña charla me fui a dormir a la cama mientras mi caballero dormía en uno de los sofás que había en la habitación. Tapándome con las sabanas me quede mirando el techo, preguntándome si mañana Elayne me llamaría. En realidad estaba algo nerviosa por todo esto. Nadie en este mundo sabía sobre mi verdadera identidad y no podía hablar con nadie con la total sinceridad que me gustaría, ya que tenía que ceñirme a las costumbres de aquel mundo, aunque a veces no lo hacía demasiado bien… Quizás podría hacer una aliada con la que compartir información que no podía decirle a nadie más, aparte de que sería un punto a favor para mí si tenía que protegerla... Me sentía un poco ansiosa de poder tener una charla con la protagonista del libro que tantas veces me había leído… Por el momento me tranquilizaría y vería que es lo que pasaba. Así que cerré mis ojos y espere que el sueño se apoderase de mí.SPOILER (click to view)Bueno, la marca lo que hace es que cuando una llame a la otra puedan saber su ubicación. Como si se llamasen por teléfono jajaja Si no dice su nombre no podrá saber dónde está. Espero que te haya gustado~ ^^
Edited by Yala-chan - 23/12/2019, 15:56. -
.
◄Elayne►
Abriendo los ojos logre vislumbrar el hermoso cielo azul completamente despejado que se lograba vislumbrar a través de las ventanas que estaban abiertas de par en par. Había soñado con una chica extraña ¿Cuál era su nombre? Hmm~ bueno no es como si fuera importante recordarlo, después de todo era una simple invención de mi mente, suspirando me senté lentamente en la cama mientras trataba de ordenar mi pelo ¿Por qué me había dormido con el retocado para la fiesta? ¿Eh? Tiritando de frio baje mi mirada para descubrir que en vez de pijama estaba en ropa interior y para completar tal vergonzosa visión el crujir de los lujosos muebles atrajo mi mirada hacía los dos príncipes que estaban ahí durmiendo en los sillones ¿¡Qué estaba pasando!? Antes de que pudiera analizar o tratar de recordar lo que había pasado el día anterior la puerta fue abierta abruptamente por Sir Lewis, la madera golpeo contra la pared haciendo que tanto Axyl como el segundo príncipe se despertaran, el de cabellos anaranjados se puso en pie y aunque su cabello estaba más revuelto que de costumbre no evito que adoptara una postura de mando -¿Quién osa interrumpir el sueño de mi amada…- sin que pudiera terminar la oración el guardaespaldas que había mandado mi padre había ingresado en la habitación sin siquiera saludar a los hijos del emperador y de alguna manera había llegado frente a mí, sintiendo mis mejillas arder trate de taparme con las mantas de la cama pero fue prácticamente imposible hacerlo por completo ¡Insolente!-bramo Axyl con un rostro enojado mientras él se giraba para verme, cuando nuestros ojos se encontraron mi corazón se detuvo y mis labios comenzaron a temblar -¡Escuche lo que paso ayer señorita! Realmente lamento tanto no haber estado a su lado, usted puede castigarme como quiera, soy un incompetente- gimoteo el caballero mientras se arrodillaba inconsciente de mi estado actual, remordiendo mi labio trate de controlar mi temperamento contra estos… estos… -¿Elayne te sientes mejor?-preguntó Axyl llegando a mi lado para posar su mano en mi frente -¡Pervertidos! - exclame, apartando la mano del de ojos almendrados de un manotazo -¡Fuera de mi habitación!- les ordene sintiendo mi rostro enrojecer incluso más de lo que ya estaba mientras mis manos temblaban por la fuerza con la que agarraba la manta contra mi pecho, los presentes estaban como estatuas, alzando mi rostro contemple a los tres indecorosos hombres que invadían mi privacidad, los segundos pasaron y de repente como si fueran una misma entidad, los tres bajaron su mirada a mi cuerpo ¿Qué demonios seguían haciendo? Estaba por volverles a gritar cuando los tres se giraron rápidamente -N-no es lo que parece Miss Elayne, n-nosotros no queríamos ver… ver su…s-su escultural cuerpo solo… - ¿Escultural cuerpo? Es decir que habían estado observándome mientras dormitaba, tomando el cojín de adorno que estaba a mi lado lo lance con fuerza a la cabeza de Sir Lewis, quien soltó un ahogado quejido por el golpe -aun siendo un caballero y dos príncipes no pueden hacer lo que se les venga en gana… profanar a una doncella de esta forma, es un acto vil… salgan del cuarto, de inmediato- exigí vi como Axyl miro a Sir Lewis asombrado de que yo pudiera haber tirado el cojín
-Elayne, c-creo que estas exagerando… n-nosotros… - virando su rostro en mi dirección ocasionando que mi sangre hirviera ante su estupidez, tomando el otro cojín se lo estampe en la cara, el silencio reino, debería estar sumamente preocupada por haber golpeado al próximo sol del imperio, pero me daba igual, me sentía muy molesta, vi que el segundo príncipe se quedó completamente rígido-¿Tú también quieres que te golpee? le rete con una voz cargada de emociones, el pelirrojo prácticamente volvió a virar su rostro hacía la puerta silenciosamente -Si ya entendieron no me hagan repetirlo otra vez, la próxima vez no será un cojín sino algo que realmente les cause mucho dolor-amenace, Axyl se sobo la nariz con los ojos cerrados mientras me volvía a dar la espalda y fue así como los tres salieron. La habitación se sumergió en un silencio total que solo fue interrumpido por mi agitada respiración que poco a poco empecé a regular, una vez la calma empezó apoderarse de mi sentí como ese arranque de adrenalina desaparecía dejando tras de sí una sensación vertiginosa que me hizo soltar la manta y apoya mis manos sobre el colchón mientras me hacía consciente de lo que acababa de hacer ¿Y-yo había pegado a Axyl Lambert próximo heredero del imperio y amenazado al segundo príncipe Drake Lambert? ¡Eran dos terribles ofensas que acaba de hacerle a la familia real! Si el emperador se enteraba definitivamente seria ejecutada en frente de todos sin que tuviera opción a presentar una apelación que pudiera salvarme o al menos dejarme tener una muerte digna. Este actuar no era propio de mí ¿Qué me estaba pasando? Ciertamente la situación había nublado mi mente por completo, pero aun si ese era caso normalmente solo habría tapado mi cuerpo y ladeando un poco mi rostro mientras les hubiera pedido amablemente que se retiraran dadas mis condiciones ¿Por qué había sido diferente esta vez? Cerrando los ojos traté de buscar una respuesta, pero, aunque no la tuve obtuve recuerdos muy lucidos de los últimos acontecimientos de la noche, sintiendo mis mejillas arder al ser consiente de uno en particular.<<-Arion vendrá por mí->>
Que vergonzoso, el nombre de mi tan querido amigo había salido por inercia al estar frente al segundo príncipe, todo era su culpa por tener el cabello tan parecido a Arion, suspirando sacudí mi cabeza tratando de apartar cualquier pensamiento extraño y nostálgico de mi cabeza, de repente alguien toco a la puerta, un escalofrió recorrió mi espina dorsal ¡Ese de seguro era el emperador con su sequito listo para capturarme! Armándome de valor me baje de la cama y después de tomar una bata para cubrir mi cuerpo abrí la puerta -Buenos días Miss Elayne, mi nombre es Leila a partir de hoy hasta lo que dure la celebración y su estadía en este palacio yo seré su sirviente personal-para mi alivio no era ningún ejercito solo una chica de cabellos castaños, ojos oscuros y mirada bondadosa-Encantada de conocerte Leila, estaré a tu cuidado, puedes dejar a un lado las formalidades y decirme Elayne, aunque si te sientes incomoda haciendo eso, solo llámame como te parezca-le dije con una sonrisa mientras la dejaba entrar a la habitación, tendría que arreglarme y una vez pudiera encontrarme con los príncipes me disculparía apropiadamente con ellos. Mientras Leila preparaba el agua caliente para la tina, yo abrí el armario donde mi ropa ya había sido colgada pulcramente… el día de hoy no habría una celebración, pero Axyl y el segundo príncipe deberían dedicarles tiempo a las señoritas solteras que habían asistido al cumpleaños del príncipe. Alzando mi mano toque el vestido que en mi anterior vida había usado especialmente para este día, era una pieza única que combinaba los colores violáceos y azulados que en aquel entonces me ayudaron a destacar de las demás candidatas, sonriendo no pude evitar evocar la expresión de asombro que Axyl había puesto al verme, ni de ese leve sonrojo que adorno sus mejillas… por primera vez me había sentido hermosa frente a él y admito me gusto sentir la mirada en nosotros mientras paseábamos por el castillo, pero desde el día anterior había estado resaltando demasiado ante la vista de todos y no se sentía correcto, además había causado muchos problemas que ocasionaron que el segundo príncipe Drake se ausentara y que el de cabellos anaranjados también lo hiciera, de seguro todos estaban molestos preguntándose porqué el anfitrión no se encontraba en la fiesta. Suspirando aparte mis ojos de aquel vestido para así tomar una pieza más sencilla que no destacaría entre las demás señoritas, era un vestido que dejaba al descubierto los hombros y jugaba con una combinación de azules que siempre me había parecido muy linda, pequeñas flores bordadas adornaban la tela y un encaje blanco adornaba parte del pecho y el borde inferior del conjunto -Este combinara perfectamente con el collar que Ehan me dio hace un año en mi cumpleaños y con los aretes que Liam me regalo el otro día-me dije a mi misma mientras posaba el vestido sobre la cama -mi señorita su baño está listo- Laila me sonrió mientras se remangaba su uniforme para ayudarme a desvestirme -no tienes que preocuparte puedo lavarme por mí misma-conteste, pero la castaña negó rápidamente -Es mi trabajo, así que no se preocupe… estoy encantada de tener a una señorita tan buena como usted-respondió mientras cerraba la puerta del cuarto de baño.SPOILER (click to view)Así va a vestirse Eli ^^ ¬w¬
Y así es Laila⊶♣⊷
Me encontraba parada frente al magnifico roble mágico que solo podía ser visto en ese palacio ¿Por qué mágico? Bueno eso se debía a su color inusual, ya que su tronco, ramas y hojas eran de un color blanco como la nieve y la atmosfera que lo rodeaba era más fresca y un poco helada. Según mi padre el árbol había crecido así debido a que en este lugar fue enterrada un hada que miles de años atrás sirvió al imperio, a pesar de que su alma ya no se encontraba en este mundo la magia que aun reposaba en su cuerpo mortal fue absorbió por la tierra y gracias a eso este árbol germino. La razón por la que me encontraba en un lugar tan alejado de la vista de todos los invitados es porque debía llamar a Miss Emma de Lowell, lo que estaba por hacer era la idea más descabellada del mundo, pero el extraño sueño que había tenido no parecía ser solo eso, mientras me bañaba pude observar la marca que había sido grabada entre mis senos y si lo que hablamos era real entonces no era la única que estaba tratando de cambiar este mundo, ella no era la Emma original de mi mundo, ella ya no era la villana. Mirando alrededor me asegure que no hubiera nadie -Jerica-pronuncie su nombre fuerte y claro, una ráfaga me envolvió como si su propósito fuera llevar mi voz hacía donde se encontraba la rubia o eso esperaba, llevando una mano hacía mi pecho me sentí ligeramente nerviosa ¿De qué hablaríamos? ¿Podríamos hacernos amigas? Tal vez ella no quería, después de todo yo solo era un personaje de un libro… ¿Cómo era eso posible? Pensar que yo provenía de la imaginación de alguien era espeluznante, apoyando mi frente contra el tronco cerré mis ojos mientras esperaba por ella, la única persona que tal vez tuviera respuestas que yo desconocía. Varios minutos habían pasado cuando sentí una rama crujir a mis espaldas, ansiosa me vire pero para mi sorpresa no era la señorita Emma quien estaba ante mi sino un grupo de caballeros “Sun Knight” el grupo especial que estaba encargado de la protección del emperador -Miss Elayne de Blois, el emperador requiere su presencia de inmediato en la sala real, por favor venga con nosotros-dijo el soldado que parecía estar a cargo del grupo, haciendo una reverencia ante mí a modo de saludo y permiso para acercarse a mí, su mano se extendió de forma firme y sus ojos negros me confirmaron que estaban ahí para arrestarme de forma indiscreta, sus palabras eran planas y me hicieron estremecer de miedo, pero no podía desobedecer una orden que venía directamente del emperador de Oracea. Asintiendo alce mi mano para tomar la suya, temía que mi cuerpo me delatara, para mi buena fortuna logre mantenerme con una fachada tranquila mientras los caballeros me guiaban por aquellos interminables pasillos, no había ningún invitado merodeando por ahí, ya que todos estarían desayunando en sus habitaciones, visitando el pueblo cercano o esperando por la invitación de Axyl.
¿Acaso el emperador ya se había enterado de mi comportamiento en la mañana? Esto definitivamente era malo ¿Cómo podría defenderme? Tan concentrada estaba en mis pensamientos que cuando el soldado soltó mi mano y dio unos leves golpes en la puerta para anunciar que yo estaba ahí fue cuando note que mi corazón estaba palpitando sin control alguno y que mis piernas estaban temblando -Puede ingresar señorita Blois- tragando saliva asentí, no sabía cómo tratar con el emperador, incluso en mi anterior vida no tuve mucha interacción con él y era muy sabido que Ehran Lambert, emperador de Oracea podía llegar a ser muy volátil así que mi conversación con el probablemente seria como caminar en un campo minado-gracias por traerme hasta aquí-le dije al soldado para luego dar una leve inclinación, la puerta se abrió y sin más me adentre en el salón real, un salón que el rey usaba para recibir a los emisarios de otros países o para discutir de asuntos internos de Oracea, un lugar que Axyl no me dejo pisar incluso cuando me convertí en su esposa. Alzando mi mirada observe al hombre de cabellos rubios cortos, ojos rojos como la sangre y de presencia abrasadora sentado en el trono con las piernas cruzadas. Deteniéndome un metro antes de llegar a las escaleras que conducían al trono hice una profunda y elegante reverencia al momento que clavaba mi mirada en el suelo -Mi saludos sol y padre del imperio, que la Diosa Alara lo tenga siempre en su bendición… soy Elayne de Blois, hija del archiduque, estoy completamente a sus servicios mi señor-me presente, era un milagro que mi voz no hubiera salido quebrada y agradecía que mi nerviosismo no fuera visible, padre definitivamente me había enseñado muy bien a manejar situaciones como estas, aunque internamente me estaba muriendo mi cuerpo estaba reaccionando por sí solo.◄ Ehran Lambert (Emperador) ►
SPOILER (click to view)Hay que poner la imagen del sexy emperador de Oracea que a pesar de tener sus años el desgraciado se ve bien D: ^^
Observando el cofre que reposaba en el pequeño taburete al lado del trono no pude evitar acariciar la caja con cierta nostalgia y enojo, un enojo que a pesar de los años no había desaparecido. Mi esposa, la emperatriz, había tenido que salir en la madrugada hacía Albion, su nación de nacimiento a cuidar a su padre que estaba en el lecho de su muerte, aunque sabía que su familia le daba igual tenía que ir para aparentar ante el imperio de Oracea que era una mujer bondadosa, una emperatriz que a pesar de tener obligación por su gente “amaba” a su familia. La verdad es me convenia bastante tenerla meses fuera del palacio, sin duda Torianna era un dolor de cabeza, era una mujer astuta y terrible de tratar ¡Ha! Como si no supiera lo que estaba tratando de hacer a mis espaldas y de cómo estaba tratando de ganarse el favor de los altos mandos para asegurar que Axyl fuera el próximo gobernante de Oracea, sin duda era una mujer muy codiciosa. Abriendo el cofre contemple la hermosa joya que había comprado tantos años atrás para la mujer que ame. Sin duda alguna ella hubiera sido una buena emperatriz, amable por naturaleza, pero de un carácter increíblemente fuerte que habría hecho a todos estremecer y amarla -Raina… te prometí que mi amistad con Lyulf no desaparecería y por amor a ti la he mantenido hasta el sol de hoy, pero resulta que una traición es una traición, él no puede ocultar nada de mí, he esperado años a que cometa un simple error, parece que hoy es el día…-murmure al momento que alguien tocaba la puerta, mirando al sirviente que estaba en la puerta le hice un ademan con la mano para que abriera la puerta una chica de cabellos albinos como los del archiduque ingreso en el salón, sus ojos eran de un color amatista profundo y puro, solo había visto una vez a la hija de mi amada Raina, muchos años atrás cuando conoció a mi primer hijo, realmente había crecido para parecerse a su padre.
Presentándose pude observar cómo clavaba la mirada al piso indecisa de si verme a los ojos, sonriendo de lado tuve que contener mis ansias asesinas, dirigiendo mi mirada por encima del hombro observe a uno de mis guardaespaldas indicándole así que trajera al doctor real-alza tu cabeza Elayne de Blois, realmente te has convertido en una señorita muy parecida a mi viejo amigo Lyulf ¿Sabes porque estás aquí? ¿No? Bueno resulta que ayer llego un comunicado que me mantuvo en vela toda la noche ¿Te preguntaras por qué? Bueno resulta que para mí tu padre es mi mano derecha al igual que lo es tu familia, una familia completamente leal al imperio, durante generaciones tu familia ha sido bendecida con el poder de la diosa Alara, pero hasta ahora eres la única mujer que ha llegado a poseer cabellos albinos como los de un usuario de luz- explique al momento que me levantaba del trono y antes de que mi segundo guardaespaldas saliera de las sombras lo detuve con un movimiento de mi mano -dentro de la ley de Oracea, todos los nobles con poderes incluyendo a las mujeres deben reportarlo al imperio… más si es de la casa a la cual pertenece el archiduque. Ayer sufriste de un pequeño percance según lo que me comento el medico real, pero una piedra mágica reacciono a ti- dije al momento que comenzaba a bajar las gradas hasta quedar en frente de la albina, pude notar que sus hombros estaban bastante rígidos, extendiendo mi mano alcance su mentón y la obligue a verme -ocultar información como esta y más proviniendo de tu familia, solo puedo castigarte con la muerte… claro si lo que el medico real dice es verdad ¿Por qué no le preguntamos a él mismo?- la pequeña puerta que se encontraba a un lado del recinto se abrió, por ella ingreso el viejo hombre que llevaba años de su vida dedicando su conocimiento a la familia real, Elayne miro al hombre que pareció apenado de verla a los ojos, mi segundo guardaespaldas escolto al médico hasta que quedo frente a nosotros, después de hacer una reverencia extendió una piedra mágica que estaba completamente teñida de negro -muy bien Sir Heiner ¿Por qué asume usted que la señorita a mi lado es un usuario de luz?- pregunte, el hombre miro a la albina y sus ojos parecieron dudar, pero su convicción de servir al imperio era más grande así que pude ver como deshecho sus inseguridades y volteo a verme con seriedad.
-esta Piedra mágica sirve para curar maleficios, pero solo se vuelve negra cuando los poderes del usuario son los que están fuera de control… ya que no sabía lo que le pasaba a la señorita de Blois utilice la piedra pensando que alguien quiso hacerle daño, pero su malestar se debió a sus mismos poderes- explico, tomando la piedra la contemple antes de ponerla en la mano de la chica que estaba completamente anonadada -¿Qué tiene que decir en su defensa?- pregunte con curiosidad por ver lo que trataría de hacer la albina para salir de esta situación, aunque no es como si realmente pudiese hacerlo-s-su majestad, no es lo que parece… mi padre, n-ni mi familia le está mintiendo yo no p-poseo poderes, mi cuerpo es muy débil para desarrollarlos, ayer mientras estaba en la fiesta, me sentí un poco mal durante el baile así que el segundo príncipe amablemente me guío a un lugar silencioso para descansar y cuando se fue por un té, alguien apareció frente a mí, un hombre de cabellos albinos como los míos, jamás lo había visto antes, el desconocido me ataco ¡N-no sé lo que me hizo! Pero el segundo príncipe me rescato de morir, y de repente un dolor taladrante comenzó a atacarme, después de eso no puedo recordar demasiado-soltó atropelladamente mientras apretujaba la piedra en sus manos que estaban temblando visiblemente, sus ojos me miraban suplicantes, pero de repente se detuvo para tomar una honda respiración, pronto su expresión corporal cambio totalmente al igual que la expresión que adornaba su rostro, es como si se hubiera puesto una máscara para impedir que nosotros fuéramos testigos de sus pensamientos, ladeando su rosto sonrió con amabilidad al médico real que se sobresaltó un poco ante el cambio abrupto-gracias a usted realmente pude recuperarme, no sé porque la piedra reacciono así, pero puedo demostrarle que no hay poder alguno en mí ¿Por qué no trata de usar otra piedra mágica para ver si reacciona en mí?-le ofreció al hombre que negó rápidamente.
-esta no es una piedra muy abundante, lastimosamente era la última-contesto, la albina puso una expresión de tristeza y conflicto -ya veo, lamento haberle obligado a utilizar una piedra mágica tan valiosa, pero su majestad… hay otra opción de demostrar mi inocencia-dijo esta vez mirándome a mí con una expresión completamente serena ¿Dónde había quedado esa niña que estaba asustada y temblando de miedo ante mí? Esto era inesperado, Elayne de Blois realmente había heredado la apariencia que precedía a su familia, pero sin duda el carácter que estaba demostrando que tenía era sin duda heredado de Raina, pero ¿Realmente pensaba que podía engañarme? -¿Cuál sería su segunda opción señorita Elayne?- pregunte y ella sonrió con calma mientras con un ademan elegante de la mano me mostraba al médico real -muchas veces los poderes de los niños son difíciles de descifrar y para ello existe una piedra mágica que cambia de color cuando la persona lo toca indicando así que hay poder mágico corriendo por sus venas, entre los nobles es una piedra muy común que puede ser usada hasta en niño ¿Verdad doctor?-asintiendo el hombre llevo su mano hacía su barba y me pidió permiso de ir a buscar la piedra mágica, pero no quería que ninguno de los involucrados saliera de mi vista así que el guardaespaldas que estaba detrás del médico real fue por el objeto que necesitábamos. Una vez llego con la piedra el medico se puso unos guantes especiales para que esta no reaccionara a su magia, la albina lucia bastante tranquila ante la situación ¿Acaso no era consciente de que si la piedra cambiaba de color toda su familia seria aniquilada? -por favor Miss Elayne. Tome la Piedra en sus manos, cierre sus ojos y trate de enviarle su energía a la piedra- extendiendo sus pequeñas manos, la chica tomo el objeto que el médico le extendió y siguió las instrucciones en silencio, varios minutos pasaron, pero nada sucedió, la piedra cristalina siguió igual, Sir Heiner lucia confundido y pálido al respecto, estrechando mi mirada no pude evitar sentir que esta oportunidad estaba escapándoseme de las manos -¿Realmente funciona?- pregunte tomando la piedra de la señorita que abrió sus ojos sorprendida ante mi arrebato, inmediatamente toque la piedra esta paso de ser cristalina a un increíble color rojo brillante combinado con verde
-como pudo ser testigo su majestad yo no poseo poderes, tal vez la energía que esa persona dejo fue demasiado fuerte y por eso la piedra mágica reacciono… significa que ¿Mi familia y yo ya no somos culpables de traición?-apretando los dientes mantuve mi mirada impasible sobre esos ojos violáceos que me regresaron el gesto sin ceder ante mi presencia, realmente estaba enfadado -si señorita Elayne, es una gran alivio para mí saber que mí mejor caballero y mano derecha no me ha traicionado, pero por el contrario… sir Heiner no tendrá tanta amabilidad de mi parte, por crear acusaciones falsas a la familia de Blois lo condeno a la pena de muerte, que su cabeza sea expuesta en la plaza central- exclame, los ojos del hombre se abrieron tanto que estuvieron a punto de salirse de sus cuencas, los soldados que se encontraban cerca de la puerta se apresuraron para capturar al médico -su majestad por favor tenga piedad… siempre he sido leal a la familia real, lo que hice estuvo mal, pero pensé que la piedra había reaccionado a la señorita ¡Por favor, no me mate!- Grito con los ojos llorosos mientras los caballeros lo arrastraban y el hombre forcejeaba angustiado, de repente sentí un apretujón en el brazo, anonadado mire a la albina que había posado su mano en mí, inmediatamente mi guardaespaldas estuvo a punto de someterla, pero cuando le lance una gélida mirada se detuvo casi con los dientes chirreando ante el descaro de la mujer que estaba ante mí, al darse cuenta de lo que había hecho Elayne retrocedió varios pasos para ponerse de rodillas frente a mí completamente pálida mientras en el fondo aún se escuchaban los sollozos y quejidos del médico real
-Sol del imperio, como una hija de Oracea y la familia Blois, le suplico reconsidere su condena, el medico real no quiso hacer una acusación falsa, actuó manteniendo el honor del imperio en su mente… -defendió al hombre que la había acusado, por un momento se me hizo ver a Raina reflejada en aquellos ojos puros pero llenos de determinación, aparte de Lyulf, Raina había sido la única capaz de enfrentarme y salir ilesa. Ahora todo era diferente, la mujer frente a mí no era la persona que yo amaba tanto y en cuanto a mí, ya no era un chiquillo que podía ser indulgente -póngase de pie señorita, solo estoy haciendo cumplir la ley- conteste, pero ella se negó a rendirse y con lágrimas en los ojos soltó un fuerte grito que resonó en todo el salón -¡Hare lo que sea, pero a cambio no lo mate!- sin poder contener la sonrisa de satisfacción que se formó en mis labios, observe desde arriba a la albina que quedo estática al ser consiente que había caído en la boca del lobo -un momento, he cambiado de opinión… lo que dice la señorita de Blois tiene sentido, así que agradécele a esta mujer por mi indulgencia, a cambio recibirás cien azotes… te dejare vivir y seguir trabajando aquí, pero no habrá una segunda vez-y sin más que decir los caballeros sacaron al anciano que desapareció de nuestra vista -fuera todos, tengo asuntos pendientes que hablar con la señorita de Blois- ordene.◄Elayne►
¿Eh? ¿Por qué les había pedido a todos que salieran? Mi intuición me decía que en el fondo el emperador sabía que yo poseía poderes y que mi confianza solo venia de una simple coincidencia en mi condición que me había ayudado para aparentar que era una mujer común y corriente, si daba un paso en falso terminaría mil veces peor que el medico real y mi familia se vendría abajo conmigo ¡No podía permitir que eso pasara! No podía dejar el destino de este mundo sin un rumbo, debía sobrevivir para asegurarme que el final fuera distinto… aun si eso significaba mentir. Aun arrodillada en el piso espere, pude escuchar los pasos tranquilos del rubio subir las escaleras hasta el trono, después un ligero clic -¿Estas asustada? Deberías~ el tocarme sin permiso, el desacatar mis ordenes, todo eso es suficiente para hacer que te corten las manos… pero por alguna extraña razón me siento benevolente. Ponte de pie Elayne de Blois- dijo con un tono de voz tan severo que mi cuero se estremeció, la presencia del emperador era tan fuerte que no pude ponerme de pie de inmediato, ya que mis rodillas flaquearon y volví a caer al suelo, sintiendo mis mejillas arder trate de levantarme lo más dignamente que pude, no debía demostrar miedo ante esta persona, cosa que parecía una misión imposible -Soy consciente de que mi comportamiento ha sido inadecuado, le pido me disculpe su majestad, es solo que no podía ver que usted castigara a un hombre inocente por mi culpa, su benevolencia será recordada con inmensa gratitud-conteste antes de sentir como la fría mano del de ojos carmesí se posara en mi mentón por segunda vez
-realmente te pareces a tu madre, tal vez sea por eso que no puedo hacerte daño… hay algo que quiero darte Elayne- confundida observe lo que llevaba en su mano ¿Eso era un adorno para el cabello? Sin decir nada observe como el emperador camino hasta posarse detrás de mí y de forma sutil puso el adorno en mi cabello, pude sentir como su mano tomo un mechón de mi cabello el cual acaricio con lentitud -hagamos que este sea tu recordatorio del día de hoy… espero que lo uses mañana, se ve bien en usted señorita- susurró en mi oído, incomoda me moví prudentemente para alejarme de él -no siento correcto aceptar este obsequio su majestad… pero si su función es recordarme que cualquier paso en falso de mi parte puede hacer a mi familia sufrir enormes consecuencias entonces yo lo conservare-bueno siendo realistas no podía rechazar el regalo que el emperador me había hecho, eso sin duda seria como saltar en una mina a la espera de que me volara las piernas, los ojos carmesí del emperador eran tan impasibles que temía seguir viéndolos, eran tan profundos y vacíos que me sentía como caer al mismo infierno, el rubio entre abrió sus labios para decir algo más, pero fuimos interrumpidos por el secretario de asuntos internos quien sin miedo alguno camino hasta quedar a nuestro lado, haciendo una leve inclinación acomodo sus gafas -es momento de dejar de jugar mi señor, tiene que alistarse para ir a saludar a los emisarios que llegan de Kelgath- le recordó al rubio quien le lanzo una mirada matadora, pero que se vio disfrazada con una sonrisa vacía dirigida hacía mí -puede retirarse señorita Elayne- haciendo una reverencia alce la mirada menos nerviosa que antes -entonces me retiro su majestad, que la diosa Alara le acompañe-virándome camine firmemente, aunque mi instinto me pedía salir corriendo de ahí y alejarme del emperador lo más rápido que pudiera, aun así mantuve una fachada que estaba peligrosamente por derrumbarse. Una vez salí y la puerta se cerró tras de mí tuve que apoyarme por unos segundos sobre esta para no caerme, Tomando una honda respiración sentí que esas invisibles cadenas que me habían rodeado allá dentro desaparecían, se sentía tan bien estar fuera del alcance de esa abrasadora presión que el emperador podía llegar a ejercer-mi señorita ¿Esta bien? ¿Por qué el emperador quería verla? - la voz de Sir Lewis me trajo de vuelta al mundo real y me hizo erguir la espalda de inmediato, fue entonces cuando note que los dos príncipes estaban ahí al igual que la señorita Emma, todos lucían expectantes, no tenía que mostrarles este patético yo… no quería que se preocuparan, así que deje aflorar una suave sonrisa.SPOILER (click to view)este es el adorno que el emperador le dio a Eli ^^ aunque originalmente era para su hermosa madre *--* 😉
-Esto realmente es una cálida bienvenida, no se preocupen fui convocada por una confusión, pero todo está bien ahora…-explique mientras caminaba hacia el pequeño grupo que me miraba fijamente, como si estuvieran dudosos de creerme, no los culpaba de seguro mi cara lucia pálida y tal vez algo cansada, pero tenía total confianza de que tal sospecha no duraría mucho. Pronto el objetivo que me había planteado esta mañana regreso a mí ¡Debía disculparme! Si el emperador se enteraba de un segundo problema, esta vez no sería tan indulgente -Príncipe Axyl, príncipe Drake y Sir Lewis, quiero disculparme por el indebido comportamiento que presenciaron esta mañana, lamento haberles gritado, amenazado y pegado con las almohadas… n-no volverá a pasar-les asegure mirándolos con todo el arrepentimiento que me inundaba, Axyl sopeso mis palabras al momento que posaba una de sus manos en su mentón con seriedad mientras sus ojos almendrados me observaban de una forma tan profunda que solo pude hacer silencio a la espera del veredicto ¿Acaso estaba realmente enojado? -el golpe de esta mañana… me pregunto si es algo que debería dejar pasar, no es como si fueras mi prometida o alguien de la familia real para poder hacer algo tan descarado como eso-comentó al momento que fruncia su ceño y cruzaba los brazos. Aunque él tenia razón sus palabras me hicieron sentir decaída, tal vez era mejor si no me perdonaba y manteníamos una distancia prudente… Axyl tampoco podía descubrir que tenía poderes, la verdad el que la señorita Emma lo supiera me dejo impactada, ya que solo había desarrollado poderes en esta nueva vida.
-Su alteza tiene toda la razón, perdone mi imprudencia y arrogancia… ¿Cómo podría una simple mujer como yo obtener tal benevolencia?-pregunte al momento que apartaba un pequeño mechón de cabello que caía sobre mi cara y lo escondía detrás de mi oreja, antes de que Axyl o alguno de nosotros pudiera hablar las puertas del salón real se abrieron -¿Qué está pasando aquí? ¿Acaso mi arrogante hijo estuvo molestándote señorita de Blois? No me sorprende, según lo que he escuchado el solo sabe coquetear con las damas solteras, supongo que al ver su belleza tuvo la necesidad de hacerlo, no lo culpe… es mi responsabilidad por haber criado a un hijo como este-explico el rubio, todos hicimos una reverencia, pero antes de que hiciéramos nuestro usual saludo el emperador lo desestimo con un simple gesto de la mano, preocupada espié discretamente por el rabillo del ojo el rostro del de cabellos anaranjados aunque lucia impasible note ese brillo de dolor ardiendo en sus ojos ante las palabras tan frías y desconsideradas de su padre -al menos mi segundo hijo es muy bueno para mantener la boca cerrada, deberías aprender un poco de él Axyl-¿Por qué tenia que decir algo como eso? Aunque no era muy sabido la relación que el emperador mantenía con sus hijos, Axyl había abierto su corazón conmigo en nuestra anterior vida. El emperador Ehran era una persona fría, que no amaba a sus descendientes, ni a su emperatriz o única concubina, todo en lo que podía pensar era en el trono y Oracea, Axyl jamás conoció un trato amoroso por su parte y siempre estuvo presionado por los ideales de su madre que desesperadamente siempre quiso que el fuera quien gobernara, remordiendo mis labios no pude evitar alzar mi mirada con molestia, aquellos ojos rojos estaban mirándome de vuelta, el emperador lucia satisfecho con mi reacción, el sabia claramente lo que yo estaba pensando -mañana será el último día de festejo, debido a asuntos urgentes la emperatriz deberá ausentarse, espero que esta vez mis hijos no dejen su puesto y a nuestros invitados decepcionados, son príncipes y tiene deberes que cumplir, un deber que no puede ser pospuesto ni siquiera por una mujer ¿No es verdad señorita Elayne?- acercándose solo pude atinar a dar un paso hacia atrás, esa mirada fría estaba acuchillándome con fuerza, me alegraba que las miradas no mataran porque este hombre lo habría echo desde el primer instante en que pose mis pies en el salón real-mis herederos ya están en la edad de elegir una esposa, no me gustaría que se vieran eclipsados por una misma mujer que ocasione problemas dentro de la familia real… después de todo tenemos que escoger personas adecuadas-dijo al momento que alzaba su mano y acariciaba el adorno de cabello que me había dado hacía unos minutos atrás.
-Lyulf me ha dicho lo inteligente que eres, me siento curioso de saber que tan entretenido puedes mantenerme, así que señorita espero pueda acompañarme en la velada… supongo no le ha de molestar después de todo tuvo el honor de bailar con los dos príncipes ayer, debemos darle la oportunidad a las demás señoritas-agachándose pude sentir su aliento chocar contra mi oreja, abriendo mis ojos de par en par solo pude mantenerme lo más quieta posible -después de todo no creo que seas adecuada para ninguno de ellos dos, conoce tu lugar- susurró de una forma tan sutil que solo yo fui capaz de escuchar ese comentario, alejándose regreso al lado de su secretario quien miraba toda la situación con indiferencia y aburrimiento, arreglándose las gafas observo su reloj de bolsillo de forma impaciente mientras le volvía a recordar al emperador que tenían un asunto urgente que atender -mañana mandare a uno de mis escoltas personales, espero que use el vestido que escogeré para usted y por su puesto el adorno que acabo de darle… y ustedes dos cumplan con su deber del día de hoy, dejen de estar perdiendo el tiempo- finalizo para seguir su camino.◄ Axyl ►
¿Qué había sido todo eso? Aquel arrebato había sido… lindo~ ver las diferentes facetas de la albina lograban siempre poner una sonrisa en mis labios y como no hacerlo cuando ella era tan adorable, ahh~ sus mejillas sonrojadas, sus ojos anegados en lagrimas y su cuerpo tembloroso, había sido una visión muy exótica, me alegraba que no estaba solo en ese momento porque sino la bestia en mí hubiera tomado posesión de lo que tanto he anhelado por un tiempo. Terminando de arreglarme formalmente para las actividades del día de hoy me observe en el espejo de cuerpo completo que había en mi habitación, el traje que llevaba puesto era un regalo de mi madre que había mandado a traer hace meses desde Albion, su lugar natal… todo era por verla feliz, mientras trataba de acomodar mi revoltoso cabello alguien toco a la puerta ¿Seria mi bella dama, que venia a disculparse por su lindo comportamiento? Jeje, me preguntaba si debía fingir enfado, sonriendo de lado me dirigí a la puerta para abrirla, para mi decepción no era la de ojos violáceos sino uno de mis caballeros -mi príncipe, traigo noticias urgentes, su padre ha convocado a la señorita Elayne de Blois al salón real- ¿¡Qué es lo que acababa de decir!? Tomando al chico por el brazo le mire confundido -¿Estas seguro de eso? ¿No la habrás confundido con alguien más?- rápidamente el de ojos azulados negó, lanzando mis cabellos hacía atrás con mi mano solo pude atinar a recoger los fragmentos de racionalidad que flotaban a mi alrededor -gracias por informarme ¿Sabes porque ella fue invocada?- indague, pero como era de esperarse el caballero no supo darme respuesta ¿Acaso mi padre se había enterado de lo que paso en la mañana? Observando como el caballero hacia una reverencia y se iba.
Esperé un poco antes de salir, no quería que me viera dirigirme como un loco hacia el salón real, una vez sentí era el momento adecuado salí e inmediatamente lo hice Drake también salió de su cuarto, los dos nos quedamos viendo, su ojo verdoso estaba brillando con intranquilidad. Tal vez la noticia también había llegado a sus oídos, pero él no conocía tan bien a Elayne ¿Por qué lucia tan preocupado? ¿Acaso él… él también estaba interesado en ella? Bueno eso tenía sentido, la expresión que tenía ayer mientras sostenía la pequeña mano de mi bella dama, no era una expresión que un simple desconocido pudiera tener, mi querido hermano realmente sabía cómo ocultar sus sentimientos ¡Eso me molestaba! Pero tampoco podía culparlo ¡Argh! ¡No era tiempo para estar divagando en este tipo de cosas! Tenía que concentrarme en la situación actual -También lo sientes ¿No es así Drake? Padre es un hombre muy volátil, Elayne podría estar en peligro… ¡Debemos ayudarla!-dije y mi hermano menor pareció estar de acuerdo en mi conclusión y sin más empezamos a correr hacia el salón real o el salón del juicio como lo llamaban los soldados. En el camino nos encontramos con el caballero pelirrojo que había venido con la albina, él tampoco sabía la razón por la que Elayne fuera llamada por el mismo emperador. Sabía que mi padre era un viejo amigo del archiduque, pero mi padre no era el tipo de persona que recurría al sentimentalismo y no llamaría a Elayne solo por una charla amable.
Cuando llegamos al salón real nos encontramos con Emma -¡Emma! ¿Qué haces aquí?- para mi sorpresa cuando sus ojos se dirigieron hacia la puerta supe que ella también está aquí por Elayne, que curioso, esa frágil chica de la casa Blois nos tenía a todos hechizados, incluso esta mujer que siempre parecía no querer preocuparse por los demás había sido tocada por su ternura, apretando mis puños me encamine hacia la puerta y para mi sorpresa la de ojos verdosos también lo hizo, como si analizara todas las posibilidades que podrían ocurrir una vez entráramos, pero yo no era un hombre muy paciente, iba a entrar ahí y después pensaría en las consecuencias de mis actos, posando mis manos sobre la puerta empuje cuando lo hice una descarga de poder me lanzo volando hacia atrás ocasionando que me llevara a la rubia conmigo, por suerte mi cuerpo logro reaccionar y de un giro logre virarnos en el aire para que Emma cayera sobre mí, el impacto fue lo suficientemente fuerte como para sacarme el aire y ocasionarme un dolor de espalda por un par de semanas, sobando mi cabeza abrí mis ojos notando que Emma había quedado encima de mío -¿Estas bien?-pregunte, asegurándome que el campo defensivo no hubiera causado ninguna herida en su piel, sir Lewis se acerco a nosotros y muy educadamente ayudo a la señorita de Lowell a ponerse de pie. Al parecer pasar no seria una opción, lo único que nos restaba era esperar… ¡Odiaba esto! El no saber que iba a pasar y si Elayne estaría ilesa.⊶♣⊷
La actitud hiriente del emperador era algo a lo que ya estaba acostumbrado, pero eso no significaba que mi corazón se sintiera decepcionado… era curioso que, a pesar de haber crecido, aun existía en mi un deseo infantil de ser reconocido por mi Padre, pero ¿Qué es lo que había dicho? ¿Elayne sería su dama de compañía para mañana en la noche? ¡¿Qué pasaba por su cabeza?! apretando los dientes contuve mis tajantes palabras que podrían costarme un castigo severo, esto era malo, acompañar al emperador cuando la emperatriz no se encontraba podía tener muchos significados, más cuando mi padre no había vuelto a tener una concubina después de la madre de Drake ¿Acaso quería tomar a Elayne como una concubina? O este era un castigo macabro que nos estaba dando por haber abandonado nuestras prioridades el día anterior. Una vez la espalda del emperador desapareció en la esquina del pasillo pose una de mis manos en la espalda de Elayne llamando así su atención, ella viro su rostro y cuando lo hizo las finas y largas cadenas que colgaban del prendedor se movieron junto con ella, sus ojos violáceos estaban opacos como si en cualquier momento fuera a perder el conocimiento -tranquila, eres la hija del archiduque él no se atreverá a tocarte- explique como si con eso quisiera consolarla, parpadeando la albina pareció regresar en sí, haciendo una expresión de tristeza pude ver que sus ojos se inundaron de un brillo que no supe interpretar
-lo sé, es solo que su invitación me ha tomado desprevenida, por supuesto que acompañar al emperador es un trabajo que no puedo rechazar y no es algo que sucederá siempre, lo que me preocupa es saber si… ¿estás bien? sus palabras fueron muy frías-pregunto, ocasionando que una risita se escapara de mis labios y la confundiera -a pesar de estar asustada estas más preocupada de que el lastimara nuestros sentimientos… realmente eres un ángel-la elogie, Elayne sonrio levemente, pero cuando sus ojos se posaron sobre Emma sentí que su aura cambio por completo. ¿Cómo explicarlo? Es como si hubiese pasado de estar en un estado de agitación a pasar a uno peor -ahora que lo recuerdo, la señorita Emma de Lowell y yo teníamos pensado realizar un picnic… ¡Sir Lewis dile a Laila que traiga algo para comer y unas mantas! -ordeno con esa voz tan suave y tierna, apartándose de mi hizo una leve inclinación mientras tomaba el brazo de la rubia
-si nos disculpan príncipes, nosotros nos retiramos… esperamos que tengan un buen día al lado de todas las señoritas que anhelan verlos, lamento mucho haber retrasado sus actividades, que la Diosa Alara los tenga en su bendición-y después de hacer una leve reverencia empezaron a caminar hacia la dirección opuesta a la que nos encontrábamos ¿Por qué verla partir se sentía tan extraño? Es como si tuviera miedo de perderla de vista ¿Qué pasaba si desaparecía? Soltando un hondo suspiro ladee mi rostro para observar a Drake ¿eh? Su ojo aún seguía clavado en el lugar por donde se habían ido Elayne y Emma. Esa mirada me hacía sentir como un niño de cinco años, mi yo competitivo estaba por surgir y no sería muy bueno, solía ser impudente cuando este me dominaba -Ella también te gusta ¿No es así?-pregunte desviando mi mirada de su rostro, no deseaba ver su reacción -pero Elayne será mía, aun si eres mi hermano menor y lleguemos a amarla intensamente, no dejare que su corazón flaquee ante ti… así que de ahora en adelante somos enemigos, al menos en todo lo que corresponde a Elayne- caminando un par de pasos quede frente al pelirrojo y posando mi puño en su pecho le sonreí con determinación -pero tendremos que hacer una tregua, mañana no podemos dejar a Elayne con el emperador… no se que pasa por la cabeza de ese viejo, pero se que la respuesta no me gustara ¿Qué pasa si quiera a Eli para él? ¡Tu tampoco quieres eso! Así que uniremos fuerzas y se la arrebataremos de las manos, pero eso será mañana lo que respecta al día de hoy somos enemigos- finalice con una sonrisa de emoción ante el reto que se estaba formando frente a nosotros, alzando mi mano acaricie los cabellos de mi hermano, siempre había querido ser cercano a mi único hermano, pero el destino era muy malo, volvernos “cercanos” por medio de una misma mujer, esto podría terminar muy mal… pero mi amor por Elayne estaba seguro sobrepasaría el suyo.. -
.
|| Hay dos grandes días en la vida de una persona: El día que nace y el día que descubre para qué. ||
- Group
- Gremio de Dibujo
- Posts
- 1,722
- Location
- 地獄で.
- Status
- Anónimo
⇐Drake⇒
Me desperté de sopetón ante el golpe que se escuchó de la nada. Enseguida que abrí mis ojos los lleve hasta la procedencia del sonido. Me incorpore en el sillón donde había dormido y contemple como mi hermano reñía al caballero de Elayne que había entrado con rudeza.-¡Escuche lo que paso ayer señorita! Realmente lamento tanto no haber estado a su lado, usted puede castigarme como quiera, soy un incompetente.-exclamo el intruso. Aparte mi mirada algo inquiero al ver que la albina estaba con su ropa interior puesta. Aquello no le gustó nada a la contraria, y acabamos saliendo de la estancia casi a patadas poco después. Me sorprendí bastante al ver a la contraria en aquel estado y haberse atrevido a tratar los príncipes del reino de aquella manera, pero… no mentiría. Me había gustado verla así y poder ser testigo de una faceta nueva suya. Al salir de la habitación, una sirvienta entro, seguramente la que atendería a Elayne en su estancia en el palacio. Axyl y yo nos separamos, me dirigí a mi habitación para poder cambiarme de ropa con tranquilidad. Desde que había podido volver a ver a mi hermosa dama Elayne, me sentía intranquilo. Siempre me había dicho a mí mismo que debía estar alejado de ella, su amor estaba con mi hermano, pero… últimamente me era difícil mantener mi indiferencia con ella. Quería sostenerla, quería besarla y que sus ojos me mirasen solo a mí… ¿debería hablar con Emma? Era también una mujer, quizás podría ayudarme, aunque… ¿era lo correcto darle mis sentimientos a la albina? Aun recordaba mi conversación con Emma sobre este tema…~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~ Emma 13 años – Drake 14 años / bosque cercano al castillo de Drake~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~
-Si la quieres, ¿porque no lo intentas?-Emma, con su pequeño cuerpo, sentada frente a mí en la hierba del boque que quedaba cerca de mi casa, con su vestido haciendo un circulo a su alrededor, movió ficha en el tablero de ajedrez que estábamos jugando. Como de costumbre, ella iba ganando. De vez en cuando quedábamos en el bosque, la verdad es que no sabía cómo llegaba hasta allí ella sola, pero tampoco me respondería mi pregunta.-¿Cómo voy a intentarlo si ni siquiera sabe mi verdadero nombre? De hecho… ¿Cómo la conoces tú?-pregunte después de mover mi ficha en mi turno.-¿La he visto en varias ceremonias de té?-¿lo estaba contestando como una pregunta?-En todo caso deja de ser cobarde. Deberías plantarte delante de ella como el príncipe que eres y decirle tus sentimientos. Quizás hasta cambies el curso de la historia.-comento con una sonrisa mientras hacía jaque mate en el juego, poniendo sus manos en su cintura con pose de triunfadora.-¿A qué te refieres con cambiar el curso de la historia? Siempre dices cosas raras.-pregunté curioso, viendo como su cabello dorado se mecía con el viento.-Te inventaste un nombre falso y ocultaste tu identidad como príncipe para no condicionarla. Pero ahora que sabes que ella es una chica sincera y pura que nunca se juntaría contigo por tu posición ¿Por qué no le hablas sobre ti? No creo que este mal que demuestres tus sentimientos.-era muy fácil decirlo, pero en realidad no tenía el coraje como para confesar mis sentimientos ¿y si era rechazado?...~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~ Actualidad.~Ƹ̴Ӂ̴Ʒ~
Por un lado, quería estar con ella, por otro, me preguntaba si yo sería el adecuado y podría protegerla como era debido… “Tok, tok…” la puerta de la habitación sonó, la abrí y me encontré con uno de mis escoltas.-Príncipe Drake, su padre ha invocado a la señorita Elayne, pensé que le gustaría saberlo.-me sorprendí ante la noticia.-¿Por qué fue invocada?-pregunte notando que me había puesto nervioso, a lo cual el contrario no supo responderme. Se marchó y me quede dando vueltas en la habitación, pensando en un motivo por el que mi padre podría llamar a la albina. Estaba un poco indeciso de ir al salón real a averiguarlo, a mi padre no le gustaría que le interrumpiésemos, pero no había otra, después de pensarlo un rato, salí de la habitación algo agitado. Mis ojos se quedaron clavados en mi hermano, que salió justo en el momento que lo hice yo.-También lo sientes ¿No es así Drake? Padre es un hombre muy volátil, Elayne podría estar en peligro… ¡Debemos ayudarla!-asentí con la cabeza, estando de acuerdo con mi hermano en sus palabras. Uno al lado del otro, fuimos decididos hacia el salón, en la puerta nos encontramos con Emma, abrí mis labios para llamarla, pero antes de que algo saliese de mi boca mi hermano se adelantó para decir su nombre primero. Me sorprendió la naturalidad con la que llamo mi hermano a la rubia, ¿desde cuando se conocían esos dos?, y por otro lado… ¿Qué hacía Emma ahí? Según ella había conocido a Elayne en varias fiestas de té, pero ¿serian amigas? No me imaginaba a la rubia con amigas después de lo desapegada que era con la gente.
Antes de que pudiese actuar, mi temperamental hermano y la contraria fueron hacia la puerta, me sorprendí cuando de repente sus cuerpos fueron lanzados lejos y mi hermano protegió a Emma. Por suerte ninguno de los dos estaba herido. Así que con esa escena esperamos fuera hasta que las puertas por fin se abrieron y de ellas salió la hermosa albina con una expresión asustada. Me alivie al ver que estaba bien, pero aún seguía inquieto sin saber porque había sido llamada.-Príncipe Axyl, príncipe Drake y Sir Lewis, quiero disculparme por el indebido comportamiento que presenciaron esta mañana, lamento haberles gritado, amenazado y pegado con las almohadas… n-no volverá a pasar-se disculpó de repente mientras hablaba con Axyl. ¿Habría sido llamada por ese incidente? Fue lo primero que vino a mi mente, pero no estaba seguro de que fuese esa la razón. Pero entonces mi padre salió y acuso a mi hermano de estar coqueteando con la albina. Hicimos una reverencia, note como Emma se colocó detrás de mí, aunque no sabía su motivo, di un paso más hacia un lado para ocultarla mejor detrás de mi espalda.-Al menos mi segundo hijo es muy bueno para mantener la boca cerrada, deberías aprender un poco de él Axyl-trague saliva inquieto. No teníamos una buena relación con mi padre, y yo un poco menos ya que había sido mandado lejos del castillo principal. Aun así no me importaban sus palabras hirientes, lo que me importo, y me preocupo, fue cuando anuncio de repente que Elayne iba a ser su acompañante en la fiesta de mañana ¿estaba loco? Si la emperatriz se enteraba de aquello no le haría ninguna gracia. ¿Por qué quería humillar a la albina en la fiesta? Cuando el emperador se marchó Axyl fue a consolarla, notándose el nerviosismo que tenía en su cuerpo. No supe que hacer, quería acercarme también a ella y consolarla, pero mi hermano opacaba toda la atención…-Ahora que lo recuerdo, la señorita Emma de Lowell y yo teníamos pensado realizar un picnic… ¡Sir Lewis dile a Laila que traiga algo para comer y unas mantas! -sin esperarlo, Elayne se marchó de repente con Emma, dejándonos a mi hermano y a mi solos.-Ella también te gusta ¿No es así?-¿lo había notado? Me sorprendió que lo comentase de repente, pero no pude negar nada…-Pero Elayne será mía, aun si eres mi hermano menor y lleguemos a amarla intensamente, no dejare que su corazón flaquee ante ti… así que de ahora en adelante somos enemigos, al menos en todo lo que corresponde a Elayne-su puño se posó en mi pecho, y a pesar de su declaración de guerra, le sonreí. No odiaba a mi hermano, no teníamos una cercana relación, pero lo apreciaba. Aun así, no me sentía a gusto cuando el rondaba alrededor de la albina. Entonces comento lo de la tregua para poder ayudar a Elayne en la fiesta de mañana. Su mano despeino mis cabellos, a lo que le sonreí con ternura ante su gesto. -Acepto el reto. Pero no te confíes demasiado.-le advertí ante su declaración de guerra en el amor por nuestra amada.-Creo que Emma puede ayudarnos con este asunto. Es inteligente, aunque no lo aparente. Por cierto ¿de que la conoces? Ella no es de las que se enamoran de un príncipe apuesto como la mayoría de tus admiradoras, así que me parece curioso que os conozcáis.-Note que desvió un poco la conversación de mi pregunta, sin contestarme realmente a mi pregunta, diciendo que Emma le debía un favor.-¿Un favor? ¿Qué clase de favor?-pregunté curioso, pero entonces su pregunta me dejo aún más perplejo. Quise preguntar, pero me dio un pequeño golpe en la frente con su dedo y comento que era mejor que fuésemos a verlas, ya que Elayne podría aprender cosas de Emma que no nos interesaban, a lo cual estuve de acuerdo.…
Al final nos encontrábamos detrás de unos arbustos espiándolas en su picnic. Las dos parecían bastante cercanas y amigables entre ellas. No podíamos escuchar lo que decían, pero empecé a sorprenderme cuando vi a la rubia acercarse peligrosamente a la albina, dándole esta un beso en la mejilla, la rodeo con sus brazos y en ese momento note como el cuerpo de Axyl temblaba ¿estaba celoso? No sé porque, pero tenía la sensación de que Emma sabía que estábamos allí y quería molestarnos. La conocía, y ella no tiraba por el camino de las mujeres, le gustaban los hombres, así que o estaban teniendo un encuentro de amigas raro, o lo hacía para molestar.-O-Oye…-Axyl se levantó de repente para correr hacia las dos damas que estaban sentadas en el suelo, sobre la tela del picnic. Elayne y mi hermano comenzaron a tener una pequeña pelea, una que nunca había visto entre ellos. Quizás era algo malvado reconocerlo, pero me sentí bien al verlos pelear…-Deja de alterarte Axyl, a Emma le gustan los hombres y molestar a los demás-intente calmar la situación, ya que la rubia había entrado en su modo “vamos a molestar a los demás que es divertido”… Por un momento pensé que se calmarían, pero entonces mis ojos se abrieron sorprendidos cuando vi como Emma besaba los labios de Elayne de la nada. No supe cómo reaccionar, y fruncí mi ceño cuando vi como la contraria se estaba burlando de mí. La sorpresa vino una detrás de otra. Axyl se lanzó ante Emma para alejarla de la albina, lo que ocasiono que tropezase y se llevase a la rubia con él, posando una de sus manos sobre su pecho. Lleve mi mano a mi rostro, viendo como Emma ponía a todos nerviosos, Eli estaba aún como un tomate desconcertada, Axyl avergonzado por tocar el pecho de Emma y yo aún traumado por ver como mi amiga besaba a la chica que amaba. Me acerque a la rubia y cogí sus hombros al ver como fingía estar débil y avergonzada.- Emma, deja de traumar a la los demás, hay gente viéndonos.-apreté sus hombros molesto y esta viro a verme. Note que estaba por calmarse, pero la situación continuo y Elayne acabo malinterpretando la situación… Por lo menos al final reconoció que solo estaba bromeando, aunque ninguna dama del reino besaría a otra de forma tan despreocupada, lo que me hacía preguntarme ¿estaría bien que la gente viese a Emma con Elayne? Me acerque a la rubia y cogí su mano para separarla de la otra.-¿Desde cuándo vosotras dos os lleváis tan bien?-pregunte mientras clavaba mis ojos en los suyos. Sabía que ella no era una mala persona, pero habían muchos rumores malos sobre Emma y aunque no eran ciertos, podrían afectar a Elayne.-Tranquilo, no soy tonta.-soltó mi mano, entendiendo a lo que me estaba refiriendo.- Mientras tengas cuidado está bien.-después de eso anuncio que se iba a tener un día de chicas con la albina, intente pararla antes para hablar con ella, pero adivino a lo que quería preguntarle, diciendo que ya tenía un plan ¿Qué clase de plan? Quería saberlo, pero se marcharon para dejarnos solos de nuevo…-Creo que Elayne ya ha sido cautivado por Emma…-comente viendo el aprecio que parecía tenerle la albina a la contraria.-Por cierto ¿Qué tal el pecho de Emma? ¿Era suave?-le pregunte a mi hermano para molestarlo.⇐Emma⇒
“Mis ojos se pasearon por la artillería que se posaba sobre la mesa de metal vieja. Armas blancas, y armas de fuego estaban colocadas en orden por su cadencia de fuego, dejando a los cuchillos en lo último de la lista, de más grandes a más pequeños.-¿Reconoces todas las armas que hay aquí, Jerica?--preguntó la mujer que se posaba al otro extremo de la cuadrada y grande mesa, pintada de verde, mientras me miraba imponente con su único ojo verde y el parche negro cubriendo su otro lado de la cara. Levanté mi dedo índice, de mi pequeña mano derecha y comencé a señalar una por una, a la vez que decía su nombre sin equivocarme.-Muy bien--me felicito con seriedad y rodeo la mesa para ponerse en uno de los lados, más cerca de mí, extendiendo su mano para coger un machete que portaba un mango color negro mate.-¿Sabes para que sirven todas estas armas?--preguntó de repente, pasando su dedo por el filo del metal para acariciarlo.-Para matar al enemigo.--contesté a su pregunta sin dudar.-¿Quién es tu enemigo, Jerica?--lleve mis ojos a las armas, pensando en esa pregunta que no había pensado hasta ahora.-El enemigo son las personas del bando contrario que encontramos en el campo de batalla.--respondí con la racionalidad que vino a mi cerebro de seis años.-Tú no tienes enemigos Jerica, nadie los tiene. No hay forma de que este bien matar a otras personas. Pero hay que hacerlo.--me quede sorprendida ante su declaración. Desde el momento que nací, había sido entrenada para ser una guerrera. Ella me estaba entrenando para matar.-Lo que todo el mundo llama enemigos, en realidad son pensamientos e ideologías diferentes. No existe el bien o el mal. Solo el cómo cada persona ve esas acciones.-de repente, en un movimiento ágil extendió su mano con el machete y amenazo el filo del frio metal en mi cuello.-Por eso mismo, con mi ideología y pensamiento. Mataré a las personas que se opongan a mí. Yo te di a luz, por lo tanto me perteneces. Tú serás mi espada y mataras a quien yo te ordene.-trague saliva y asentí con la cabeza de forma obediente…”SPOILER (click to view)Esta es la madre de Jerica (aunque en el recuerdo no se dice explícitamente que es la madre, creo que se sobre entiende con lo de "Yo te di a luz" jeje
“Mi respiración opacaba todos los demás sonidos de mí alrededor. Los fuertes latidos de mi corazón retumbaban en mis oídos con tanta fuerza que parecía que todo el mundo pudiese llegar a escucharlos… Mis manos seguían sujetas al mango del cuchillo que estaba clavado en el cuello del chico que, hacia un rato, me estaba sonriendo con ternura. Yo me encontraba encima de su cuerpo, inclinada hacia adelante, en un estado de shock, apoyándome del arma con el que le había matado, con mis ojos abiertos como platos, casi opacados y la sangre de mi frente deslizándose por la punta de mi nariz para gotear en el rostro sin vida del contrario. ¿Cómo había pasado aquello?... Se suponía que era yo la que se dejaría vencer y ser asesinada, pero… Él había tropezado para que cayese encima suyo y poder ser yo la vencedora… Se había sacrificado por mi…-¿¡Cómo puede ser!? Mi hijo era más mayor, no puede ser que tu hija haya vencido.-alce mi rostro, confundida de si lo que estaba pasando era real o un mal sueño.-¡Jajaja! Te lo dije, Jerica es muy fuerte. Te has confiado porque ella tiene diez años y tu hijo quince. Ahora no te escaquees y paga la apuesta que has perdido.-el hombre molesto por su perdida entrego a mi madre un fajo de billetes de dólar mientras ella reía. Me puse en pie, dejando mis dos brazos caer con cansancio.-Aca… ¿Acaso es divertido?-capté la atención de los presentes con mi rota voz.-¿¡Acaso es divertido apostar la vida de tu propio hijo!?-grite con rabia. Sabía que mi propia madre era capaz de tirarme al mismo fuego por su beneficio o diversión, pero esperaba que no fuese así con todos los padres. En los libros que leía, las familias se querían y se cuidaban. Estaban juntas para amarse y protegerse. Entonces… ¿Cómo podían divertirse apostando la vida de sus hijos en un ring?-Cállate Jerica.-mi madre, una comandante del ejército, hablo con un tono de voz serio mientras su fiera mirada me observaba.-Te odio…-las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos con tanto dolor que era difícil respirar.-¡¡Te odio!!... ¡Algún día…! ¡¡Algún día juro que te mataré!!-grite tan enfadada que mi cuerpo se tambaleo en el proceso. La mujer con el parche en el ojo dio unos amplios pasos hacia mi posición y de una patada me golpeo en el estómago con fuerza, mandándome lejos y cayendo al suelo. Tosí llevando mis manos a mi barriga.-Ni siquiera puedes oponerte a mi ¿Cómo vas a matarme?... Al parecer aun no estás bien disciplinada. Tendré que reeducarte… Ponte en pie, es una orden.-intente quedarme en mi posición para ignorar sus palabras, pero entonces, el chip que había dentro de mi piel, en mi nuca, se activó para darme una fuerte descarga eléctrica que me hizo soltar un grito de dolor ahogado… Al final tuve que colocarme de pie, sabiendo que no había nada que pudiese hacer para oponerme a sus órdenes, no mientras aquel dispositivo siguiese en mi cuerpo…”
“-Así que… ¿esa es toda la vida para ti? Asesinar y engañar…-Salí de la habitación medio desnuda, colocándome el albornoz blanco que había conseguido dentro para atar el lazo a mi cintura, ocultando mi desnudez y limpiándome los restos de sangre que había en mi cara con la manga.- A veces asesinar, a veces engañar, y otras veces hago las dos cosas… Eso es todo lo que soy.-le seguí la conversación y agarre la mochila verde que el contrario, de cabellos castaños, portaba y la abrí para buscar ropa con la que vestirme, queriendo vestirme lo antes posible para salir de allí.-¿Cuántos años tienes? ¿15?... ¿No te arrepientes de todas las cosas que haces? Acabas de ser violada para sacar información y después lo has asesinado como si nada.-alce mi mirada, seria, para mirar los ojos de aquel soldado que estaba en mi mismo batallón, bajo el mandato de mi madre. Su ceño estaba fruncido, con una expresión melancólica, sintiéndose mal por verme.-Es difícil arrepentirse de algo que no has elegido.-Philip, ese era el nombre de aquel chico treintañero que me miraba con lastima, viéndome como una niña, pero al igual que los demás, no había nada más que él pudiese hacer por mí, de hecho, el intentarlo podría traerle la muerte.-¿No tienes ningún sueño propio?-preguntó de repente, haciéndome dudar, quedándome callada por un momento.-Si lo tuve, ya no lo recuerdo…-”
“La noche estaba llena de estrellas, me encontraba sentada en el suelo, apoyándome en uno de los pilares de una casa derrumbada casi al completo donde yo y otros soldados nos refugiábamos a descansar de nuestra misión militar. Abrace mi rifle y me quede contemplando durante un buen rato el cielo nocturno.-Jerica, ¿has comido algo?-mi rostro viro hacia la presencia del hombre, con cabellos rubios, casi albinos, que se acercaba hacia mí con su traje militar y su cuerpo corpulento.-No tengo hambre.-contesté algo reacia para apartar mi mirada de él, queriendo volverme a enfocar en las estrellas. Pero ese hombre se plantó frente a mí y se acuclillo a mi altura para mirarme de frente.-¿Estas enfadada?-preguntó con una sonrisa.-Has sido nombrado líder del batallón, pero no estás haciendo bien tu trabajo ¿Por qué no me estas usando? Me mantienes en última línea de batalla, debería estar en primera.-su mano se posó sobre mi cabeza y me sonrió, acariciando mis cabellos castaños.-Tu ni siquiera deberías estar aquí…-aparte su mano de un manotazo y fruncí mi ceño.-Deja de ser ingenuo. No me veas como a una niña. Si no me usas bien nos mataras a todos. Sabes que soy fuerte. Me tienes aquí y sea legal o no, no puedo ir a ningún lado.-el contrario suspiro y alzo sus manos para posarlas sobre mis mejillas.-Eres una niña. Me da igual lo fuerte que seas. Quiero sacarte de aquí. Dame tiempo y buscaré la forma...-aquel hombre era idiota e ingenuo. Esta no era la primera vez que me lo decía, pero no había nada que pudiese hacer sobre mi situación.-Carl… No puedes salvarme. Da igual a donde vaya, la cosa que tengo en mi nuca muestra mi posición, si me la quito moriré. No hay nada que puedas hacer y tampoco me importa ya. Cuando muera será en batalla, y como los vikingos, iré al Valhala.-le sonreí, bromeando. Carl tenía unos cuarenta años, era un buen hombre, el único que quería hacer algo bueno por mí. Por un momento se me quedo mirando, sorprendido, pero después cambio su expresión para sonreírme.-Te he traído algo.-cambio de conversación rápidamente mientras soltaba mi rostro y buscaba en sus bolsillos para sacar un dulce enrollado en un papel que desenvolvió.-Hoy es tu cumpleaños. Por eso te he traído una tarta de manzana. ¿La has probado alguna vez?-negué con la cabeza y me la ofreció para que pudiese probar aquel delicioso dulce mientras él acariciaba mi cabeza con cariño…”SPOILER (click to view)Este es Carl:
Abrí mis ojos, llevando mi mano a mi cabeza ¿un sueño? Más bien recuerdos… Mire a mi alrededor y fue entonces cuando me di cuenta que aún no estaba despierta. El suelo estaba lleno de sangre, una sangre que llegaba casi hasta mis rodillas. A mi alrededor una niebla espesa no me dejaba ver nada más allá, y unas voces, ajenas y mías propias, de recuerdos pasados comenzaros a resonar en eco por la estancia.-“Monstruo…”-
-“Lo intento… lo intento todo el tiempo… pero no puedo ser una buena persona…”-
-“Mátalos”-
-Me gustaría ser importante para alguien, pero no puedo tomar ese lujo.-
-“¿Acaso te puedes llamar a ti misma humana?”-
-“Yo nunca elegí ser lo que soy.”-
-“Incluso si llegases a tener una vida normal… nadie se enamoraría de ti.”-
-“Me gusta ser fuerte, es lo único que tengo…”-
-“La única forma en la que puedes descansar, es si estas muerta…”-
Las voces siguieron resonando, sin que realmente pudiesen hacerme daño. Pero entonces, una mano jalo de mí bruscamente, acompañada de un golpe en mis piernas que me hizo tambalearme y caer de frente sobre la sangre. Una mano comenzó a hundir mi rostro en el líquido rojo con tanta fuerza que mi resistencia fue completamente inútil. Hasta que mi respiración se vio interrumpida, siendo ahogada en la sangre.…
Desperté de forma muy agitada, y por impulso, al notar la presencia de alguien muy cerca de mí, lleve mi mano hasta el cuello de la persona contraria para apretar con fuerza. Cuando fui consciente de que ya no estaba durmiendo, ni estaba en peligro, mis ojos se abrieron sorprendidos al ver que estaba agarrando el cuello de una sirvienta con cabellos y ojos oscuros. Enseguida aparte mi mano, rápidamente, notando mi respiración agitada y mi cuerpo sudoroso. Odiaba las noches, el dormir para mis muchas veces era incómodo y fastidioso por las pesadillas. Poder descansar más de cuatro o cinco horas era difícil. Pero por lo menos no había despertado con un ataque de pánico...-Lo… lo siento ¿te he lastimado?-pregunté a la sirvienta que estaba tosiendo con sus manos en su garganta. Cuando levantó su mirada para verme me sorprendí, ya que sus ojos brillaban a la par que su sonrisa era amplia y sus mejillas estaban sonrojadas. -Mi… mi señora. Gracias por este dulce regalo... Soy la sirvienta personal que le han asignado para su estancia en el palacio. Me llamo Uaki. Estaba teniendo un mal sueño ¿se encuentra bien?-seguía sonriendo con una cara lujuriosa que erizo mi piel. ¿Era una masoquista?-No necesito una sirvienta, puedes retirarte.-parecía problemático el lidiar con aquella sirvienta, así que lo mejor era mantenerla lejos…-¡Claro que la necesita! Todas las damas invitadas necesitan ayuda para llevar a cabo su higiene personal y vestirse ¿Cómo se va a poner el corsé si no la ayudo?-me quite las sabanas de encima y baje de la cama de un salto.-No suelo ponerme corsé, es incómodo, así que estaré bien. ¿Dónde está mi caballero?-busque a Barend con la mirada y entonces la sirvienta me agarro de la muñeca de forma sonriente.-He sido especialmente elegida para usted. Las demás sirvientas me dijeron que solo yo podría atender las necesidades de Lady Emma de Lowell, ya que es fría y manipuladora. A mi puede golpearme todo lo que desee, seré feliz con ello.-¿c-cómo? Ahora entendía… Como siempre, era difícil no pasar como la villana del cuento, por lo que se me había asignado la peor sirvienta para servirme. Suspire cansada y me deshice del agarre de la chica.-Suficiente, haz lo que quieras.-la chica pareció feliz con mis palabras y enseguida fue a preparar el baño para mí. Antes de entrar en el baño me dijo que Barend estaba fuera, esperando que me arreglase. Mientras Uaki estaba con su tarea, yo prepare mi ropa y la deje tirada en la cama. No pensé demasiado en ello y solo escogí algo cómodo que me gustaba.SPOILER (click to view)Esto es lo que Emma se pone, y se ha dejado el cabello suelto
Después de desayunar me pasee por los pasillos del palacio, aburrida, preguntándome si realmente Elayne me llamaría. ¿Se habría imaginado que era un sueño? No me sorprendería. Todo lo que le había dicho la noche anterior debió haber sido muy extraño para ella, aunque en mi opinión también lo era el reencarnar y acordarte de tu vida pasada.-“Jerica”-su voz resonó en mi cabeza y un sentimiento recorrió mi cuerpo. De repente podía notar en donde estaba Elayne. Sonreí satisfecha por su llamada y comencé a andar a paso rápido en dirección a donde aquel poder me guiaba. Entonces, de repente note que la posición de la protagonista del libro, comenzó a moverse. ¿Se iba? Me quede pensativa durante un momento. Quizás estaba dudosa y al llamarme se había arrepentido, o quizás… ¿sería otra cosa? No iba a averiguar nada quedándome allí, y más notando que se estaba alejando mucho de su posición inicial. Mis pasos me llevaron hasta el salón real. Allí me detuve llevando mis ojos al portón que llevaba a la sala del trono, donde el emperador casi siempre estaba, y donde también se encontraba Elayne. ¿Qué hacía ahí dentro? Y más importante… ¿Por qué había una barrera mágica en la puerta? Aun no me había acercado a ella, pero podía sentirla. Quizás podría intentar romperla, pero…-¡Emma! ¿Qué haces aquí?-guíe mis ojos hasta el príncipe que dijo mi nombre con una confianza, que como príncipe, solo Drake hacía.-Me han dicho que la señorita Elayne ha sido convocada por el emperador.-mentí, ya que nadie me había dicho nada, pero seguramente es lo que habría pasado y los príncipes parecían saber también que Elayne estaba allí dentro. Volví a llevar mis ojos a la puerta ¿Qué debería hacer? Podría comprobar la fuerza del escudo e intentar entrar, pero iba a llamar mucho la atención y sinceramente, no quería ser notada por el emperador, sería un problema para mí… Pensar en las posibilidades me estaba poniendo algo inquiera, pero tenía que moverme y ser ágil en mis decisiones. Primero tenía que acercarme a la puerta y comprobar la fuerza del escudo, Elayne era mi responsabilidad y no podía permitir que le pasase nada malo. De momento solo me quería acercar, sin llamar demasiado la atención, por lo que lleve mis pasos hasta mi objetivo, pero para mi sorpresa, Axyl también se acercó y toco el escudo sin apenas pensarlo, sin darme tiempo a advertirle, provocando que reaccionarse a él. Por el impulso fui llevada al suelo con el principe, quedando encima de su cuerpo.- ¿Estas bien?- levanté un poco mi cabeza, viendo como mis cabellos rubios caían sobre sus hombros y sus ojos almendrados me miraban. Aquel príncipe, al mirarlo de más cerca, era más guapo de lo que me había imaginado cuando leía la historia de este mundo, sus pestañas eran largas y sus facciones le daban un bonito rostro.-Estoy bien, muchas gracias príncipe Axyl.-hable con educación. El caballero de Elayne me ayudo a levantarme, ofreciéndome una de sus manos. El campo de protección de la puerta era fuerte, si quería romperlo necesitaba usar mis poderes, y eso era algo que no iba a hacer de momento. Primero esperaría, si veía que la situación se ponía fea entonces sopesaría que hacer.
Poco después, las puertas se abrieron y Elayne salió de dentro ilesa, con una expresión miedosa en su rostro. Me quede aliviada al saber que estaba bien, pero a la vez preocupada de lo que el emperador podría haberle dicho a la albina. Aquel hombre siempre había amado a una mujer que nunca pudo tener, me preocupaba que le hiciese daño a Elayne por ser hija de dicha mujer. Aquel gobernante podría llegar a ser manipulador.- Esto realmente es una cálida bienvenida, no se preocupen fui convocada por una confusión, pero todo está bien ahora… -su cara estaba algo pálida y después comenzó a disculparse con los príncipes, ya que al parecer les había gritado y amenazado, algo que me sorprendió un poco ya que Elayne era una mujer tranquila y respetuosa. Entonces, cuando las puertas volvieron a abrirse y el emperador se mostró, me escondí un poco detrás del cuerpo de Drake. No quería llamar la atención de aquel hombre. En este mundo, el reino de los demonios y el de los humanos estaba en una disputa neutral, y algo que no sabía nadie, solo los emperadores y pocas personas, era que cuando nacía un niño con poderes oscuros debía ser entregado al reino de Belgan, propiedad de los demonios. Todo Faran debía cumplir esa ley, era una de las reglas para que los demonios no se metiesen con los humanos. Si aquel hombre se enteraba de que yo era una niña oscura habría un gran problema y mi familia podría ser ejecutada por ocultar mi poder.
Al igual que los demás, hice una reverencia, ocultando un poco mi rostro con mi flequillo y manteniendo mi presencia al mínimo.-Al menos mi segundo hijo es muy bueno para mantener la boca cerrada, deberías aprender un poco de él Axyl-como era evidente en aquel emperador, no era muy apegado a sus hijos, y los trataba con rudeza. -Mis herederos ya están en la edad de elegir una esposa, no me gustaría que se vieran eclipsados por una misma mujer que ocasione problemas dentro de la familia real… después de todo tenemos que escoger personas adecuadas-observe la escena en silencio, sabiendo que con sus palabras se refería a que sus dos hijos estaban enamorados de la misma mujer. Lo que me dejo algo más inquieta fue el adorno en el cabello de la albina que Ehran acariciaba… La situación se pudo aún más rara, y entonces... ¿Había anunciado que Elayne sería su dama de compañía para la fiesta? Aquello fue bastante inesperado… ¿pretendía avergonzar a la albina con insinuaciones de convertirla en concubina? Axyl fue a darle ánimos a la contraria, después de que el rubio se marchase, mientras yo lleve mi mano a mi barbilla, pensativa sobre la situación. No me daba buena espina aquello, y conociendo al gobernante de aquel reino, no podía fiarme de él. Lleve mis ojos a la protagonista, cruzándome con los suyos. En ese instante vi como su expresión se volvió algo más agitada al verme.- Ahora que lo recuerdo, la señorita Emma de Lowell y yo teníamos pensado realizar un picnic… ¡Sir Lewis dile a Laila que traiga algo para comer y unas mantas! -¿un picnic? Sin reaccionar cogió mi brazo para arrastrarme con ella. No me queje, entendía que habíamos quedado para hablar y seguramente tendría muchas preguntas sobre mí, así que la seguí de forma obediente.
Salimos al jardín, calladas, hacia ese picnic que había mencionado. Ciertamente, su sirvienta preparó una tela en el suelo, bajo un árbol frondoso que parecía tener más años que aquel castillo. Habían algunos bocadillos en una cesta, sobre la tela, de diferentes sabores, junto a una bandeja con dos tazas de té y una tetera. La sirvienta se marchó al estar todo listo, dedicándonos una reverencia. El caballero de Elayne y mío nos observaban en la distancia, sin poder escuchar nuestra conversación, pero vigilándonos. La albina se sentó sobre la tela, con delicadeza, extendiendo su vestido para que no le molestase y me miro, a lo que yo le hable.-Cuando me has mirado antes, te has agitado… Debes estar sorprendida por lo de anoche... ¿Me tienes miedo?-la mire seria, quedándome de pie. La contraria me contestó, con un sonrojo en sus mejillas que me hizo sonreír. Después me pidió que me sentase, preguntando como debería llamarme.-Es mejor que me llames Emma, aunque mi verdadero nombre también lo utilizo en este mundo para mis libros.-comenté, sentándome al lado de Elayne y sonriéndola. Lleve un mechón de cabellos que me molestaba detrás de mi oreja, acomodándome mejor en mi lugar y agarrando uno de los bocadillos que habían dentro de la cesta. Yo no era tan refinada, pero tampoco intentaba serlo. Igualmente, me sentía cómoda al lado de ella.-Bueno, sé que tienes preguntas... ¿Quieres que te cuente sobre mi o prefieres preguntar primero?-di el primer bocado esperando su respuesta, pero antes de que respondiese, trague la comida de mi boca y la mire.-Aunque también me gustaría preguntarte que ha pasado con el emperador.-pregunté curiosa, acordándome de la escena. Primero pregunto qué libros escribía, creo que sería curioso ver su reacción si le regalaba uno de mis libros, después tosí, con la comida en la boca con su siguiente contestación.- ¿Cómo que te amenazo? ¿Porque?-la contraria limpio mi boca con su pañuelo, con una confianza como si fuésemos amigas de toda la vida, y extrañamente, no le di ni una pizca de importancia, no me molestaba para nada su acercamiento. La escuche atentamente, clavando mis ojos en ella, viendo como hacia incluso una pausa para beber té de forma tan sofisticada que todo a su alrededor parecía brillar. Me conto lo que había pasado y después de un suspiro cambio de tema.-¿Qué te parece si hoy te llevo a mi tienda y te regalo un libro? Podemos ir al pueblo.-le sonreí para llevar mi mano a su cabeza.-Por otro lado, intenta no acercarte demasiado al emperador. No es que piense que seas o no adecuada para los príncipes, sino que no le agradas por tu madre ¿eso lo sabes?-pregunté para acariciarle la cabeza casi sin darme cuenta. La contraria comenzó a lanzarme varias preguntas que me hizo reír levemente, viendo el sonrojo en sus mejillas.-Jaja, eso son muchas preguntas. Veamos, sobre cuanto se de ti… lo sé todo.-le guiñe el ojo con una sonrisa, viendo cómo se volvía tímida por ello.- Sobre el libro, no creo que sea solo la historia de un cuento. Hay algo más, pero no lo recuerdo...-lleve mi mano a mi cabeza, recordando el vacío extraño que había en mis memorias.- Veras, en mi mundo, yo era una soldado y una mercenaria. En pocas palabras, combatía en un ejército y mataba a quien se me ordenase. Acabe siendo asesinada, y tu diosa, Alara, me invocó en este mundo, ella me pidió que cuidase de ti, pero no recuerdo muy bien nuestra conversación...-hice una pequeña pausa.- Cuando me di cuenta estaba en el cuerpo de un bebé y tuve que aprender tu extraño idioma, aunque lo domine en poco tiempo.-la contraria se sintió identificada conmigo, después de todo las dos habíamos muerto a manos de otra persona. La albina tomo mi mano, formando en su rostro una sonrisa que derretiría a cualquier hombre, lo cual me sorprendí, junto a sus palabras.- El segundo príncipe se convierte en el mejor emperador de Oracea, pasan más cosas, pero el libro nunca se continuo.-le confesé. Siempre quise leer la continuación, pero nunca se llevó a cabo ni se sabe lo que paso con la autora del libro. En cierta forma, era una historia interesante, que el villano del cuento, fuese el mejor emperador del reino, a pesar de haber tenido que matar para sentarse en el trono. Aunque bueno… Tampoco es que este mundo hubiese tratado bien a Drake…- Elayne, quiero que esto quede bien claro. Puedo enseñarte defensa básica, pero no quiero que entres en ningún momento en combate. Si pasa algo tu prioridad es correr y llamarme. Al igual que yo puedo sentir tu presencia, tú puedes sentir la mía. Yo también puedo llamarte a ti. Corre hacia mi si pasa algo.-pose mi mano sobre su cabeza y choque levemente mi frente con la suya para mirarla de más cerca, advirtiéndole de lo precavida que tenía que ser.- Y si en algún momento tienes que sacrificarme, hazlo, échame las culpas de lo quieras delante de los demás para salvarte. No pienses que me perjudicas con eso, al contrario. Alara sería capaz de matarme si te pasa algo, por lo que tu vida para mi es lo más importante. Se me da bien salir de los problemas, no te preocupes. Incluso si me convierto en plebeya puedo vivir perfectamente por mi cuenta.-me separe de su rostro y le sonreí.- ¿Entendido?-las siguientes palabras que Elayne soltó, me dejaron seria, dándome cuenta de que su corazón era tan puro que pensaba que yo era mejor que la Emma original. Un dato totalmente erróneo. Quizás Elayne no lo sabía, pero la verdadera Emma, al igual que Drake, no nació llena de maldad… Por otra parte, no dejaba de sorprenderme lo rápido que las personas de aquel mundo podían hacer enlaces con otros. Elayne no me conocía de casi nada y ya quería ser como mi hermana. Lo mismo pasaba con las parejas, se enamoraban casi a primera vista. ¿No tenía miedo de que fuese alguna psicópata y supusiese algún peligro para ella? Parecía tener plena confianza en mí para ser casi desconocidas que compartían un secreto único.- Como esperaba, eres muy inocente... Estoy muy agradecida por tus palabras y claro que podemos ser amigas. Pero no pienses que soy mejor que la Emma original, de echo soy peor. Simplemente que a ti no te haré ningún daño... Piensa que me darás problemas si te haces la heroína, que en cierta forma lo eres, pero para mí será un problema que me defiendas demasiado. No puedes meterte en problemas por mí.-lleve mi mano a su cabeza, como si se estuviese convirtiendo en una costumbre, pero esta vez le sonreí con una expresión amenazante.- Si no me haces caso tendré que encerrarte para que no te hagas daño.-en cierta forma no mentía, si veía que se iba a poner en peligro a sí misma, la sacaría lejos.
En mitad de nuestra conversación, mire de reojo detrás de mí, notando la presencia de dos personas que antes no estaban: los príncipes. Se escondían detrás de unos arbustos, espiándonos. Los ignore, y lleve mi mirada a la heroína del cuento.- Y si acabo casada con Drake intentare evitar mi muerte y la tuya. Ese chico... no es una mala persona. Solo sufrió demasiado y colapso. He intentado protegerlo y somos amigos, pero hay cosas que tendrás que descubrir tu misma, aun así... si Drake acaba como en la historia original... Lo mataré. Aunque espero no tener que recurrir a eso. El pelirrojo es una buena persona.-dije con sinceridad, para después, con mi mente pensando en maldades, pose mis manos en las mejillas suaves de Elayne.- Parece que tenemos a dos príncipes curiosos observándonos. Vamos a darles algo para ver.-sonreí picara, susurrándole, y me acerque más a su rostro para besar su mejilla. A continuación de eso rodee su cuello con mis brazos para abrazarla, pegando mi pecho al suyo.- La verdad es que estoy un poco feliz de conocer a la protagonista del libro que siempre me acompañaba en mis momentos duros… Espero poder salvarte en esta vida, así que por favor, confía en mí más que en otra persona.-en aquel abrazo note como la contraria inspiraba mi olor y por un momento su voz sollozo con sus palabras, haciéndome sonreír con ternura y abrazándola con cariño. Lo siguiente me sorprendió, cuando me aparto para dejar caer un beso en mi frente.-Esta bien, Eli, entonces tendré que contarte muchos secretos, poco a poco, jeje-me atreví a llamarla por su apodo, para que después mi atención fuese captada por Axyl, que salió de su escondite para regañarme por mi acercamiento con su amada. Eso acabo en una disputa con Eli, que me abrazo fraternalmente y yo solo me deje llevar, contemplando la escena tan curiosa que nunca había podido ver más allá de las letras del libro.-Bueno, calma...-levante mis manos como si fuese realmente a calmar el ambiente, pero mi lado malvado no me lo permitió.- Yo la vi primero.-eche leña al fuego para bromear con la situación, dejando un poco de lado mis formalidades con Axyl.-Deja de alterarte Axyl, a Emma le gustan los hombres y molestar a los demás.-el príncipe del parche me conocía, a él lo había molestado muchas veces y estaba algo acostumbrado, pero no podía dejarle al margen o que estropease la situación que se había creado, así que… Con una sonrisa malvada, agarre el rostro de la albina y pose mis labios sobre los suyos, viendo como su rostro se volvía un tomate. Vire a ver a Drake, que se había quedado sin saber qué hacer, sabiendo que ese gesto le había molestado y desconcertado a la vez. Tape mi boca, aguantando la risa de burlarme del pelirrojo, pero entonces el príncipe Axyl se lanzó hacia mí para alejarme de mi nueva amiga, ocasionando que tropezásemos, rodásemos por la hierba y él cayese sobre mí. Su mirada me miraba enfadado, pero pronto cambio cuando note como estrujo uno de mis pechos entre su fuerte mano, ocasionando que me sonrojase.-Que atrevido~-dije en un tono sexy. El contrario se separó rápido de mí, nervioso, cayendo de culo en el suelo. Me incorpore, tapando mi cuerpo con mis brazos, poniendo una pose de indignación.- A-ahora... no podré casarme... -fingí vergüenza, llevando mi mirada al suelo, sonrojada, en un tono de voz muy femenino. Drake actuó y se posó detrás de mí para poner sus manos en mis hombros, apretándolos molesto.-Emma, deja de traumar a la los demás, hay gente viéndonos.-dijo con un pequeño tono de enfado que me daban ganas de burlarme más de él. Mire a lo lejos a Barend, que me fulminaba con la mirada preocupado por mis acciones, y de la sirvienta que tapaba su boca sonrojada. Estuve a punto de hablar para parar con mis bromas, pero entonces Eli se acercó y vino a “recatarme”, alejándome de los príncipes y riñéndolos.-Eli, los príncipes me están molestando...-no pude evitar seguir con la broma, Drake conocía este lado mío que salía de vez en cuando, pero me preguntaba qué tipo de expresión estaría poniendo su hermano Axyl ¿estaría dando pie a los rumores de mi puesto como villana al molestarlos?. Ella me tomo de la mano y fingió no saber el nombre del príncipe, molesta por que pensaba que los príncipes me molestaban a mí. Eli era adorable, aunque no nos conocíamos mucho, y aun no sabía casi nada de mí, era agradable estar con ella y ver cómo me protegía emocionalmente.-Jeje, no han hecho nada malo. Solo los estaba molestando. Tranquila Eli y lo siento~.-le sonreí, parando la broma y tocando el hombro de la contraria, volviendo a mi estado habitual.-¿Desde cuándo vosotras dos os lleváis tan bien?-Drake hablo para acercarse a mí, coger mi mano y alejarme de la albina. Sus ojos se clavaron en los míos con intensidad. Era consciente que el pelirrojo me apreciaba mucho, podía verlo, pero él amaba a Elayne, y aunque no lo estuviese diciendo con palabras, sabía que le preocupaba que yo me justase con la chica que él amaba, ya que habían muy malos rumores de mí y podría afectar también a la reputación de la albina.-Tranquilo, no soy tonta.-solté su mano.-Mientras tengas cuidado está bien.-respondió y entonces mire a Axyl y Elayne que nos miraban sin saber de qué se trataba la conversación entre el príncipe del parche y yo que habíamos tenido tan de repente.
-Pues si nos disculpáis, la señorita Elayne y yo tenemos planeado un día de chicas, así que nos retiramos.-Le indique a la albina que me siguiese, pero Drake intervino ante de que nos marchásemos.-Emma, antes me gustaría hablar contigo sobre una cosa.-por un momento me pregunte de que podría tratarse, después me di cuenta.-¿Es sobre la fiesta de mañana?-mire a los dos príncipes que me delataron con sus miradas.-Ah, no os preocupéis por ello, ya tengo un plan en mente para sacar al emperador en medio de la fiesta. Os usaré a vosotros para llevarlo a cabo, así que mañana os lo contaré, no tenéis que sentiros inquietos.-les sonreí y la contraria y yo nos marchamos del lugar para dejar el picnic atrás. Nuestros guardaespaldas nos siguieron hasta mi habitación, donde les pedí que se quedasen fuera, ya que íbamos a tener un día de chicas y queríamos tranquilidad.
Cerré la puerta después de entrar a la habitación.-Te voy a llevar a mi tienda. Hace un par de años la abrí por capricho.-abrí el armario para buscar entre mi ropa un objeto que necesitaba para nuestra partida.-Mi tienda es un poco especial, mayormente los clientes son mujeres y muchas nobles vienen a comprar ocultando su rostro para no ser reconocidas. Cuando estemos allí lo comprenderás. Igualmente no es bueno que vayas fuera mostrando tu cabello blanco.-le explique para enseñarle a la contraria un colgante en forma de luna, con una piedra de varios colores siendo sostenida por dicha luna. Este objeto mágico lo colgué de su cuello, al hacerlo su cabello se tornó a un color castaño, al igual que sus ojos, cambiando un poco también las facciones de su rostro. Sonreí, viendo como miraba su cabello nuevo y entonces hice algo parecido conmigo. Mis ojos cambiaron a un color negro y mi cabello, desde las raíces hasta las puntas, cambio de rubio a azabache. No necesite usar ninguna piedra, con mis poderes oscuros podía hacerlo y la contraria sabia sobre ellos, así que no era necesario ocultarlos con ella.-¿Vamos?-le sonreí, extendiéndole mi mano, mientras veía la expresión confundida de la contraria. Cuando tenía su mano sostenida, con la que me quedaba libre saque una piedra magia de mi bolsillo, de color negro puro.-Es una piedra de teletransporte gemela. Con ella te puedes teletransportar hasta donde se encuentre su otra mitad, que la deje en mi tienda. Aunque se puede romper más y dejarla en varios sitios. Tengo otra en el armario, por lo que podremos regresar de nuevo aquí sin problema.-le explique de forma tranquila y apreté dicha piedra entre mi mano. No se necesitaba ser un usuario de magia para usar esas piedras, aunque eran raras de conseguir.-Tumira-dije la palabra que activaba la piedra. Al hacerlo un resplandor oscuro nos rodeó en apenas un segundo. Un vertiginoso mareo fue al estómago, dando la sensación de angustia y de que por un momento nuestros cuerpos habían sido sacudidos. Separé mi mano de la contraria y la puse en su mejilla.-¿Estas bien?-viajar de aquella manera no era muy agradable, por la sensación que se quedaba en el cuerpo, pero era muy rápido y cómodo hacerlo. Al recibir su respuesta le sonreí. Mire a mi alrededor, encontrándonos en una sala muy rustica y pequeña, con las paredes llenas de libros y mi escritorio en mitad de la habitación, lleno de hojas para escribir y cosas desordenadas. Estábamos en mi despacho, la piedra gemela se encontraba encima de la mesa, la otra mitad que estaba en mi mano la guarde en mi bolsillo. Llevé a Elayne conmigo, saliendo del despacho y encontrándonos con la tienda principal. Era pequeña y estaba llena de estantería de libros, con un mostrador para comprarlos o alquilarlos, un par de sillones por si querías leer en la tienda y una lámpara iluminada con piedras mágicas. Le mostré la tienda a la contraria y le preste un libro, que en realidad era un comic de ilustraciones.-Yo he escrito la historia, los dibujos los ha hecho mi empleada, que lleva la tienda mientras no estoy. Aún no ha venido, pero cuando llegue te la presento.-le sonreí para entregarle el libro, con una tapa de cuerpo adornándolo. A simple vista parecía normal, pero por dentro una historia del amor de dos hombres se desarrollaba en ella. Lo que en mi mundo se llamaba mangas BL. Deje a la albina, o ahora castaña, que se sentase en uno de los sillones, le traje un poco de té para que tomase mientras leía y mientras tanto yo abrí la tienda para dejar que los clientes pudiesen pasar.-¡Jefa!-la voz de Aedia apareció de repente por la puerta.-Buenos días Aedia.-la saludé y entre dentro mientras ella me seguía.-Me sorprende que haya venido a la tienda, dijo que estos días estaría muy ocupada.-la chica entro y se quedó mirando a Elayne cuando se dio cuenta de su presencia.-Oh, esta es mi amiga, Eli, ella es Aedia, mi empleada y la dibujante de mis historias.-las presente.SPOILER (click to view)Lo dejo aquí que me he explayado mucho jajaja Si quieres Eli puede leer mientras Emma y Aedia trabajan en la tienda. Algunas empleadas entraran con capas y máscaras. Ah, y Aedia llama a Emma Jerica Si quieres después las puedes regresar a casa con la piedra que tiene Emma, el trozo que deja en su habitación.
Por cierto, este es el colgante que Emma le da a Eli para cambiar su apariencia:
Y esta es Aedia:. -
.
◄ Axyl ►
-Acepto el reto. Pero no te confíes demasiado… Creo que Emma puede ayudarnos con este asunto. Es inteligente, aunque no lo aparente. Por cierto ¿de que la conoces? Ella no es de las que se enamoran de un príncipe apuesto como la mayoría de tus admiradoras, así que me parece curioso que os conozcáis- la curiosidad de mi hermano era algo peligroso, más cuando la razón por la que conocía a Emma de Lowell era un tema que no quería exponer con nadie por lo que decidí que sería mejor desviar el tema-¿Eh? Jaja eres muy gracioso hermano… aunque tienes razón todas caen por mis encantos tan fácil que es aburrido, pero Elayne, oh mi Eli es diferente a todas ellas, aunque la conozco desde pequeño no siempre reaccionó a mi… Y con respecto a Emma solo diré que me debe un inmenso favor-el pelirrojo frunció el ceño mientras sopesaba mis palabras, su ojo verdoso brillo con más curiosidad que al inicio como si de un niño pequeño se tratase -¿Un favor? ¿Qué clase de favor?-dijo mientras empezaba a caminar a mi lado, sonriendo por su linda inocencia tuve que contener la risita, no me gustaba ser malo con Drake, pero siendo honestos era un chico tan tranquilo que lo único que querías hacer era molestarlo -Si, un favor querido hermano. De esos favores que no se pueden comentar en voz alta… cuando crezcas un poco más tal vez lo captes-alzando mi mano vi como viro su rostro y con suavidad le di un golpecito en la frente -Bien, ya que parece que este interrogatorio ha terminado deberíamos ir a ver que están haciendo esas dos… no me esperaba que Eli invitara a la marginada Emma a un picnic, aunque si pensamos como es la personalidad de nuestra linda dama no es de extrañarse. Lo único que me preocupa de todo esto es Emma no quiero que influencie a Eli y ella termine aprendiendo una que otra cosa.-y sin que Drake respondiera lo tome del brazo para empezar con nuestro nueva misión, tuvimos que esperar que Emma se sentara para acercarnos a una de las altas líneas de arbustos que estaban adornados con rosas, mirando por las ramas y las hojas trate de deducir su conversación, pero estábamos muy lejos para escuchar.
Esto no me estaba gustando ¿Por qué Emma estaba tocando tanto a Eli? Y porque la de ojos violáceos parecía estar a gusto sonrojándose con cada palabra que salía de los labios de la rubia, suspirando trate de calmarme, no era posible que Emma quisiera quedarse con la albina, pero sentirla tan cercana me molestaba bastante. Cuando Emma se abalanzo en un abrazo hacía mi bella dama, para luego darle un descarado beso en la mejilla no pude aguantar más por lo que Sali de mi escondite y terminé reprendiéndole -¿Qué está pasando aquí? ¡No las deje solas para que se vuelvan tan cercanas! Puede que también seas mujer Emma de Lowell, pero E-eli… ¡Es mía!-exclamé sintiendo un extraño vacío en mi estómago, pronto aquellas orbes violáceas se concentraron en mí. Ah~ realmente quería tomarla entre mis brazos y llevármela de ahí, quería quedarme a solas con Elayne, quería tenerla entre mis brazos, ver su rostro sonrojarse por mis acciones -¿Qué quieres decir con eso? ¿Me estás tratando como un mero objeto? Además, insultas a mi querida Emma… ¡Discúlpate ahora mismo Axyl Lambert!-¿Querida Emma? ¿Desde cuándo eran tan cercanas? ¿Qué es lo que había hecho Emma para ganarse el afecto de la albina? ¿Cuáles habían sido sus artimañas? Gruñendo estaba por contestar algo cuando vi a mi hermano llegar a mi lado, él lucio sereno -Deja de alterarte Axyl, a Emma le gustan los hombres y molestar a los demás- sus palabras estaban lejos de calmar estas ansias, remordiendo mis labios aparte la mano que Drake había colocado en mi hombro.
-¿Realmente le gustan los hombres? Tengo el presentimiento que Emma iría por cualquiera que le guste sin importar su género-replique y como por arte de magia vi como la rubia se volteo y beso a Elayne, robando la virginidad de esos sonrosados labios. Esa simple acción hizo hervir mi sangre -¡Estas muerta! ¿Cómo osas hacerle eso a mí linda Eli?-gruñí mientras me lanzaba a la rubia, en mi estado ni siquiera medí mi fuerza por lo que rodamos por la hierba llevándonos en el proceso un par de las canastas con bocadillos, cuando dejamos de rodar quede sobre la oji azul -¡Eres una…!-estaba por soltar un comentario hiriente cuando mi mano derecha apretujo algo muy blando -Que atrevido~ susurró con un gran sonrojo cubriendo su rostro, abriendo mis ojos de par en par al quedar ligeramente embobado con la situación me obligue a apartarme lo que ocasionó que cayera de culo en la hierba ocasionando que de los labios de Emma saliera un gemido que me hizo sonrojar al instante, la rubia se incorporo mientras se tapaba el pecho con los brazos -A-ahora… no podré casarme…-comentó, instintivamente voltee a ver a Elayne, pero ella seguía aturdida por el arrebato de su acompañante lo que ocasionó que soltara un suspiro de alivio, me había costado mucho que mi bella dama confiara en mis intenciones y si esta tonta coincidencia hacía que ella dejase de dirigirme la palabra no perdonaría a Emma nunca en mi vida. Drake intervino y alzo a la rubia por los brazos mientras la reprendía, curiosamente esos dos parecían ser muy unidos tal vez… Drake sentía algo por las dos, lo que era mejor para mí. Si podía lograr que ellos dos se quedaran juntos mi querido hermano no se interpondría en mis avances con la albina.◄Elayne►
Emma y yo nos dirigimos al jardín, bajo la sombra de un gran árbol se encontraba extendida una manta a cuadros y de color azul justo como lo había ordenado, no podía evitar estar sorprendida por la rapidez con la que mi pedido había sido atendido, sonriendo ligeramente me adentre en el pasto para luego alzar mi vestido y así poder sentarme, aunque admito el picnic había sido una mera excusa para salir de la mira de los príncipes, el ver todos esos deliciosos aperitivos hacía que me sintiera hambrienta. De repente la rubia hablo atrayendo inmediatamente mi mirada a su rostro -Cuando me has mirado antes, te has agitado… Debes estar sorprendida por lo de anoche... ¿Me tienes miedo?- ¿Eh? ¿Miedo? Era una pregunta curiosa ¿Acaso había alguna razón en particular para que yo me sintiera temerosa en su presencia? Tal vez había confundido mi incomodidad hacía el emperador como una expresión dirigida hacía ella, mi incapacidad para mantener la compostura había conseguido que la chica frente a mí se preocupara, sintiendo el calor apoderarse de mis mejillas me aclare la garganta de forma delicada- N-no fue mi intención, no te tengo miedo es solo que recordé que te había llamado y no pude evitar sentirme ansiosa porque el que estés aquí significa que lo que soñé ayer no fue un sueño. No te tengo miedo es solo que tengo muchas preguntas y lo que sucedió hoy no había pasado antes-alzando mi mano señale el puesto a mi lado al momento que le sonreí para que así se sintiera más cómoda con mi presencia -Bueno ya que he aclarado tu inquietud ¿Por qué no te sientas? Hay muchas cosas de las que me gustaría hablar contigo, pero primero ¿C-cómo debería llamarte? ¿Emma? ¿Jerica? -pregunte mientras inclinando ligeramente mi cabeza de forma pensativa -Es mejor que me llames Emma, aunque mi verdadero nombre también lo utilizo en este mundo para mis libros.-explico, asintiendo observe como la de ojos azules se sentaba a mi lado. En silencio tomo uno de los bocadillos mientras yo serví el té, nunca había tenido amigas, no es que no fuera popular, incluso en mi anterior vida siempre estuve rodeada por muchas personas, pero nunca tuve una amiga a la que pudiera contarle mis problemas o preocupaciones, solo eran jóvenes damas que se mantenían a mi alrededor para sostener su estatus y ganarse el favor de mi familia, realmente me sentiría feliz si Emma y yo nos acercábamos, después de todo teníamos algo en común: las dos estábamos aquí tratando de cambiar el futuro.
-Bueno, sé que tienes preguntas... ¿Quieres que te cuente sobre mi o prefieres preguntar primero?-dijo mientras daba el primer bocado a la galleta de avena que había tomado, sintiéndome animada por esta sensación de familiaridad seguí su ejemplo y tome la taza de té en mis manos, sintiendo el agradable aroma inundar mis pulmones, este era un té que solo había en el palacio hacía tanto que no tomaba un sorbo de tal exquisitez, la última vez que lo había probado había sido en mi anterior vida, Axyl y yo estábamos en la biblioteca y el de ojos avellana rodeaba mi cuerpo con sus brazos mientras los dos disfrutábamos de una conversación amena, apretujando levemente mis dedos sobre la taza de porcelana sentí una opresión en el pecho lo suficiente fuerte como para que mis ojos que contemplaban el claro liquido violáceo en mi taza se humedecieran -Aunque también me gustaría preguntarte que ha pasado con el emperador-?-parpadeando un par de veces aleje todos los pensamientos acerca de Axyl, realmente agradecía que Emma fuera curiosa ya que sus palabras habían cortado de una tajada mis recuerdos hacía aquel pasado distante que tal vez jamás podría volver a tener, aunque recordar al emperador me ponía algo nerviosa, más cuando mi interacción con él jamás había sucedido antes, pero había algo por lo que me sentía más curiosa -Así que escribes libros… eso es interesante ¿Qué tipos de libros son?-fue mi turno de preguntar, posando la taza de té en su respectivo plato sobre la manta pose mis manos sobre mi regazo mientras sopesaba mi siguiente respuesta -lo que paso con el emperador… hmm digamos que… ¿Me amenazo?-explique al momento que desviaba la mirada para así clavarla en los hermosos lirios que rodeaban el árbol que nos protegía del sol, el aire meció mis cabellos y los de la señorita Emma también ocasionando que un par de pétalos de las flores del jardín volaran en diferentes direcciones haciendo de la vista algo simplemente espectacular. De repente la rubia comenzó a toser llamando una vez más mi atención
-¿Cómo que te amenazo? ¿Porque?- ¿Era una respuesta tan impactante? Sacando mi pañuelo comencé a limpiar la comisura de su boca que había quedado sucia debido a las migajas y el té que había escupido-no creo que sea algo por lo que debas sorprenderte, tal vez solo lo estoy mal interpretando... No tuve que tratar mucho con él antes, siempre fue la emperatriz quien apoyo mi matrimonio con Axyl, su excelencia jamás hizo algún comentario sobre nuestra relación y fueron muy pocas las veces que tuve una conversación con él, sin mencionar que Axyl siempre estuvo presente, pero al parecer en este momento yo creo que... No soy de su agrado. Además, la razón por la que me pidió que fuera a la fiesta con él mañana es debido a que no quiere que interactúe con los príncipes porque no soy adecuada...-suspiro con algo de fatiga mientras daba otro reconfortante sorbo de mi té para luego tomar un biscocho relleno de dulce de fresas -aparte de eso me regalo este adorno de pelo para recordarle que un simple paso en falso de mi parte hará que toda mi familia caiga conmigo…-mordisqueando el dulce no pude evitar recordar esos ojos carmesí traspasando mi cuerpo como si estuvieran buscando en el interior de mi alma por lo que inmediatamente opte por cambiar de tema antes de que la conversación me envolviera en un aura de pesimismo -por cierto, no me has contestado que clase de libros escribes Emma. Realmente quiero saber~dije sonriendo al imaginarme a la contraria escribiendo una novela romántica o incluso una de misterio donde el protagonista debe descubrir quién fue el asesino.
-¿Qué te parece si hoy te llevo a mi tienda y te regalo un libro? Podemos ir al pueblo -su idea era maravillosa, me hacía mucha ilusión, sorprendida vi como su mano se posó en mi cabeza y ese ligero contacto me hizo sentir extraña ¿Cómo explicarlo? A pesar de no haber hablado con ella, la podía sentir cercana y eso era reconfortante, realmente quería ser su amiga - Por otro lado, intenta no acercarte demasiado al emperador. No es que piense que seas o no adecuada para los príncipes, sino que no le agradas por tu madre ¿eso lo sabes?- ¿Mi madre? ¿De qué estaba hablando? ¡Tal vez Jerica tenía mucha más información de la que yo poseía sobre mi situación y mi entorno! Después de todo en su mundo la historia de este reino era un libro. -Realmente me gustaría mucho conocer tu tienda, de seguro es impresionante… ¿A qué te refieres con que puede ser por mi madre?- cuestione sin darme cuenta que me estaba dejando acariciar la cabeza como un pequeño cachorrito que recibe amor y que de alguna forma estaba apoyada ligeramente para que la rubia no dejara de hacerlo -Hmm~ ¿Qué tiene que ver mi madre con esto? No lo sé, tú… ¿Podrías decirme lo que sabes? Es más, tengo mucha curiosidad de tu mundo. ¿Cómo es? Sin mencionar que me explicaste que mi vida era solo un libro, no sé cómo expresarlo, pero eso me hace sentir un poco ahmm… ¿Extraña? Hace que me ponga a pensar ¿Por qué es un libro? Y si así es ¿Qué es lo que sabes acerca de mí? Es decir, lo sabes ¿¡Todo!?-indague refiriéndose a todo el proceso que pase con Axyl antes y después de que fuimos pareja como por ejemplo lo que hicimos en nuestra noche de bodas o nuestras citas o acerca de nuestros furtivos besos que solían suceder dentro del castillo o en las situaciones menos pensadas. Tapándome la cara sentí que estaba por morir de la vergüenza. Su respuesta solo hizo que rogara a la Diosa Alara para que abriera un portal al centro de la tierra y así poderme ocultar de por vida, pero cuando empezó a hablar de lo que creía sobre nuestra historia siendo un libro lentamente fui bajando mis manos para mirarla con un sonrojo tenue en las mejillas - Veras, en mi mundo, yo era una soldado y una mercenaria. En pocas palabras, combatía en un ejército y mataba a quien se me ordenase. Acabe siendo asesinada, y tu diosa, Alara, me invocó en este mundo, ella me pidió que cuidase de ti, pero no recuerdo muy bien nuestra conversación… Cuando me di cuenta estaba en el cuerpo de un bebé y tuve que aprender tu extraño idioma, aunque lo domine en poco tiempo- ¿Asesinada? ¿Emma y yo habíamos sufrido un final parecido? Eso me ponía muy triste, no le deseaba esa muerte a nadie, apretando los dientes y cerrando los ojos por unos breves instantes trato de alejar la última visión de ese ojo verdoso que me contemplo con odio puro antes de blandir la espada que acabo con mi vida-Ahora tiene sentido porque de alguna forma te siento similar a mí las dos sabemos lo horrible que es morir siendo asesinado… Pero eso ya no importa, esta es nuestra segunda oportunidad. Y tal vez tu oportunidad de vivir una vida diferente a la de antes, incluso si en este mundo has recurrido a tu antiguo ser… nunca es tarde-acercándome a la de ojos azules tome sus manos con suavidad para llevarlas cerca de mi pecho mientras una sonrisa se curvaba en mis labios, estar cerca de esta chica me hacía sentir como una hermana mayor que debe proteger a su hermanita, era un sentimiento nuevo y para nada desagradable, quería que Emma tuviera un vida distinta, que fuera feliz ¿Raro, no? Ni siquiera conocí a Jerica, pero ese era mi deseo.
-Debemos dar lo mejor… No quiero causarte problemas, más ahora que se por qué nuestra diosa Alara te trajo, la verdad es que he tratado y hecho cosas diferentes a antes, pero a pesar de eso sigo siendo débil-me queje con tristeza hasta que una idea cruzo relampagueante -tu podrías enseñarme a defenderme así si no estás conmigo yo puedo facilitar tu trabajo… Por cierto…-hice una pausa a mi brillante idea para regresar al hilo de mis pensamientos -Si mi vida proviene de un libro ¿Qué paso después de mi muerte y la de Axyl? ¿Qué paso con el segundo príncipe de ese lugar?-aunque era algo que no quería saber de alguna forma sentía que tenía que preguntar, abrir mis ojos… no todo era lo que parecía, el segundo príncipe de este momento no era el mismo hombre que me corto la cabeza, no… era un hombre gentil y eso me hacía sentir aterrada de mi misma, mis manos aun temblaban ante su presencia, mi cuerpo se tensaba, mi corazón se acongojaba después de todo el me había quitado a Axyl… y aunque el de cabellos naranja fuera muy parecido a mi príncipe sabía que no era él, no mi esposo, ni mi pareja. -El segundo príncipe se convierte en el mejor emperador de Oracea, pasan más cosas, pero el libro nunca se continuo… Elayne, quiero que esto quede bien claro. Puedo enseñarte defensa básica, pero no quiero que entres en ningún momento en combate […] corre hacia mi si pasa algo-Emma lucia seria mientras me hacía esa advertencia, suspirando remordí mi labio inferior -Y si en algún momento tienes que sacrificarme, hazlo, échame las culpas de lo quieras delante de los demás para salvarte […]-¡Esto no me gustaba! No podía simplemente usarla como si fuera una mera pieza de ajedrez, ella merecía ser tratada con amor y respeto - No quiero que la diosa Alara tome tu vida. Y tampoco quiero sacrificarte no es algo que pueda hacer ahora estamos en el mismo barco y aunque te niegues tendrás que comprender que te veo como un ser humano y no como una herramienta, pero puedo prometerte que estaré a tu cuidado y que seré buena para no causarte inconvenientes así que cuento contigo Emma… Tal vez si quieres po-podríamos ser amigas ya sabes eso estaría mejor que ser solo dos chicas unidas por un deber y un objetivo… ¡¡Ya se!! Desde hoy serás como mi hermana menor. Así como tú te encargarás de protegerme yo también lo haré. ¡No quiero que los demás piensen que eres como la Emma original! Quiero que vean lo agradable que eres así que si se meten contigo se arrepentirán… -dije mientras me inclinaba hacía adelante emocionada por la simple idea, los ojos azules se entornaron y de alguna forma parecía incrédula ante mis palabras ¿Acaso mi comportamiento era extraño?
-Ahora que lo recuerdo, dentro de poco anunciarán los compromisos. ¿Qué pasa si el destino sigue su curso tú y el segundo príncipe acabarían juntos no? sopesa tal vez lo que el necesita es alguien que le comprenda… A diferencia de Axyl que siempre lo tuvo todo, el segundo príncipe fue expulsado y de seguro lo paso muy mal, siento algo de pena por él. Aunque, eso no significa que no le tenga miedo. Cada que estoy a su lado siento que mi piel se eriza y la imagen de su mirada arrogante y esa sonrisa cínica regresan a mi mente aun cuando él no es aún esa persona. Tú sabes más al respecto ¿No? del porqué hizo lo que hizo, si es posible me gustaría que me lo explicaras tal vez así puedo hacer algo para ayudarlo-después de todo eso era lo que me había propuesto, el segundo príncipe aun podía ser salvado ¡Y ahora tenía la ayuda de Emma! O eso esperaba, seria vergonzoso si mal interpretaba esta charla tan amena con amistad y solo fuera una mera formalidad para contraria-Como esperaba, eres muy inocente […]-sus palabras cortaron mi respiración ¿A que se refería con que yo era una heroína? ¿Estaba mal querer lo mejor para las personas a tu alrededor? Haciendo un puchero sentí la mano de Emma posarse por tercera vez sobre mi cabeza, parecía que la contraria se estaba acostumbrando a ese gesto~ cosa que no me molestaba, pero esa sonrisa un poco de ladeada me hizo sentir escalofríos-Si no me haces caso tendré que encerrarte para que no te hagas daño-cuando las palabras salieron de sus sonrosados labios supe inmediatamente que no estaba bromeando y que si yo sobrepasaba la línea creada por ella terminaría encerrada en alguna parte. -Al parecer no puedo pelear contigo… aunque eso de ser una heroína es un poco… yo sólo soy una chica normal. ¡Y no puedes encerrarme en una jaula mi padre no estaría contento con eso! pero a cambio puedo visitarte y tú también puedes venir a mi casa te presentaré a mis hermanos de seguro les caes bien -decidí cambiar el tema antes de que realmente considerara encerrarme de una vez lo que ella aprovecho para explicarme que pasaría si se llegaba a casar con el príncipe Drake y sus palabras solo confirmaron mi suposición, me sentía algo molesta conmigo misma por ser tan estúpida e ignorante ante los problemas que habían pasado en mis narices, en aquel entonces solo podía pensar en Axyl, en lo que él temía, en lo que podía hacer por él… había sido tan egoísta. Tal vez por eso los cielos me habían castigado de esa manera. Sintiéndome deprimida por un momento extendí mi mano para tomar otro bocadillo y servirme más té cuando Emma poso sus manos en mis mejillas.
- Parece que tenemos a dos príncipes curiosos observándonos. Vamos a darles algo para ver-ante ese seductor susurró mis ojos revolotearon hasta visualizar los arbustos detrás de ella de las hojas verdosas sobresalían dos cabellos muy singulares que no podían ser omitidos ni siquiera por un niño de tres años ¿Desde cuándo estaban ahí? De repente sentí la respiración de Emma acariciar mi piel y cuando traté de girarme sentí sus labios posarse en mi mejilla, para que luego sus brazos rodearan mi cuello en un abrazo que hizo a mis ojos anegarse en lágrimas, su simple presencia hacía que mi corazón se llenara de calma y caos al mismo tiempo. No se que era, tal vez esa expresión picara y sagaz o esa aura que denotaba hermosura, pero ella me había hechizado. -La verdad es que estoy un poco feliz de conocer a la protagonista del libro que siempre me acompañaba en mis momentos duros… Espero poder salvarte en esta vida, así que por favor, confía en mí más que en otra persona- Saliendo de mi estupor rodee su cintura con mis brazos inundando mis pulmones con esa suave fragancia que se desprendía de su piel-Gracias por haber llegado Emma… Realmente siento que no estoy sola en esto. Estar sola y sentir que cometía los mismos errores me ha estado aterrado. Hmm~ confiaré en ti a cambio tú también hazlo conmigo. Quiero que a pesar de todo sientas que disfrutas estar a mi lado no solo porque la diosa te lo haya pedido- fue mi turno para abrir mi corazón, pude sentir una traviesa lagrima deslizarse por mi mejilla ante ese revoltijo de emociones, me quede disfrutando del calor de aquel cuerpo apoyado contra mí hasta que nos apartamos y fue mi turno de tomar sus mejillas, sonriendo me incline y deposite un beso en su frente olvidándome por completo que teníamos audiencia-mi vida está en tus manos a partir de ahora somos hermanas. No podemos tener secretos entre nosotras y así como confiaré en ti espero que tú también lo hagas en mí-podía sonar algo infantil, pero si queríamos que esto funcionara debíamos empezar a conocer a la otra como si nos observáramos en un espejo, debíamos aprender a entender lo que la otra pensaría u haría y eso implicaba: “no secretos” -Esta bien, Eli, entonces tendré que contarte muchos secretos, poco a poco, jeje-escuchar que me llamaba por mi apodo me hizo soltar una risita de emoción, pero antes de que pudiera hacer u decir algo.
Axyl había salido de su escondite para correr hacía nosotros, sus ojos avellana se tornaron casi oscuros cuando empezó a reñir a la rubia ¿Cómo es que habíamos llegado a esto? -¿Qué está pasando aquí? ¡No las deje solas para que se vuelvan tan cercanas! Puede que también seas mujer Emma de Lowell, pero E-eli… ¡Es mía!-exclamó l príncipe heredero haciendo que todo a mi alrededor se detuviera, aunque parte de mi se estaba revolcando de dicha ante su obvia declaración de amor otra parte de mi quiso simplemente llevarle la contraria, lo que me sorprendió al parecer la personalidad de Emma era contagiosa, eso me gustaba~ -¿Qué quieres decir con eso? ¿Me estás tratando como un mero objeto? Además, insultas a mi querida Emma… ¡Discúlpate ahora mismo Axyl Lambert!-le exigí al mayor al momento que mis brazos rodeaban el menudo cuerpo de mi acompañante, frunciendo el ceño observe a Axyl de forma muy fiera y protectora. Las cosas estaban descontrolándose cuando vi al segundo príncipe entrar en mi campo de visión tratando de que entráramos en razón -Deja de alterarte Axyl, a Emma le gustan los hombres y molestar a los demás -su comentario no tenía sentido para mí ¿Por qué estaba mencionando los gustos de mi nueva amiga? Pronto supe la razón. Como si de una obra de teatro se tratase, la rubia viro su rostro, su cabello se meció con el viento al mismo tiempo que la luz del sol hizo brillar a su cabello como si de oro puro se tratase, parpadeando casi extasiada por tan elegante visión no fui capaz de predecir lo que estaba por venir, antes de que lo supiera su rostro se acerco a mí y sus labios se posaron sobre los míos, todo quedo en silencio, sin poder evitarlo mis ojos se abrieron de par en par y sentí el calor acudir a mi rostro. Aunque el contacto solo duro un par de segundos porque Emma fue apartada de mí bruscamente no pude hacer nada, mi mente estaba nublada por el palpitar acelerado de mi corazón ¿A que se debía este beso? ¡Un momento! Ella se había llevado mi… mi primer beso.
Cuando por fin mí compostura se restauró la situación con la que me encontré era increíble ¡¿Cómo dos príncipes podían estar molestando a una chica inocente como Emma?! Dejando la vergüenza a un lado me pare para ir a rescatar a mi amiga, no estaba muy segura de que estaban discutiendo, Axyl se encontraba rojo y el segundo príncipe Drake tenia a Emma por los hombros como si fuese un simple muñeco, extendiendo mi mano tome a la rubia por el brazo y de un tirón la atraje a mi lado -¿Qué clase de príncipes son? ¿Cómo es que el futuro de Oracea resulto ser un abusador del inocente y frágil? ¡Realmente me siento decepcionada, sus altezas!-comente con un tono de voz alto, más de lo normal y con el ceño fruncido, una vez tome una honda respiración comencé a revisar a Emma -¿Estas bien?-pregunte al momento que acomodaba sus ropas y su cabello -pero Eli ella fue la que empezó todo… solo basta mirarla para saber que no es inoce…- enfadada me vire y di un par de pasos para quedar frente a los dos príncipes alzando mi mirada puse mis manos en la cintura, la diferencia de altura no me iba a intimidar -para usted príncipe heredero por si se ha olvidado mi nombre es Elayne… además, ustedes dos ¿No deberían estar en otro lado? Que recuerde deben visitar a todas las señoritas que han venido por la fiesta y deben contentar sus corazones-les dije para que ellos regresaran a lo suyo, fue entonces cuando Emma apaciguo las cosas diciendo que solo estaba bromeando, suspirando mire a la rubia con ternura ¿Era tan buena que mentía por ellos? ¿Por qué la gente creía que era mala?⊶♣⊷
Para conocer la tienda Emma ella me dio un colgante con propiedades mágicas para que influyeran en nuestra apariencia, tal vez su tienda era un lugar en el no debíamos ser vistas por quienes éramos ¿Por qué? Esa era una buena pregunta ¿Qué vendían ahí que todas las clientas utilizaban un velo para cubrir su rostro? Y ¿Por qué solo eran mujeres? Observando mi nueva apariencia en el espejo de la habitación no pude evitar quedar maravillada, mis cabellos albinos eran de un color castaño claro y mis ojos de un marrón un poco más profundo, mi nariz era ligeramente más respingada y mi rostro un poco más ovalado, sin mencionar que también poseía unas pequeñas pecas que cruzaban de un extremo a otro, mis labios eran más fino y poseían un color no tan rosáceo sino más bien pálido, pero la verdad es que me sentía muy a gusto con esta nueva apariencia. Por el contrario, Emma no estaba usando ningún artilugio solo sus poderes oscuros, extendiéndome su mano me indico una extraña piedra ¿Acaso no íbamos a ir en carruaje? Después de escuchar su explicación tome su mano con delicadeza -Tumira-susurró la ahora pelinegra, asombrada observe como la piedra comenzó a brillar y de repente toda esa luz nos cubrió, sentí como el piso se desvaneció bajo mis pies lo que me hizo apegarme por inercia a Emma en busca de un apoyo a ese vacío que se hizo presente en mi estómago, jamás había usado una piedra de teletransportación. De repente pude sentir que mis pies tocaban el suelo, algo mareada abrí mis ojos para notar que nos encontrábamos en un lugar completamente diferente a la habitación de Emma -¿Estas bien?-preguntó a lo que asentí incapaz de hablar debido a que mi cuerpo estaba débil y tembloroso.
El lugar donde nos encontrábamos era rustico y pequeño, había estanterías por doquier y todas ellas estaban repletas de libros. Tomando una honda respiración sentí ese conocido olor que despedían las hojas y la tinta. Salimos de lo que parecía ser el despacho donde mi compañera trabajaba y llegamos a la parte principal, era un lugar muy agradable, su atmosfera me había dado ganas de sentarme alguno de los sillones con algún libro y comenzar a leer, mientras hacíamos el recorrido Emma me dio uno de sus libros, la pasta era dura por lo que la apariencia del libro era normal, no parecía tener algún contenido raro entonces ¿Por qué este lugar debía mantenerse en secreto? -Yo he escrito la historia, los dibujos los ha hecho mi empleada, que lleva la tienda mientras no estoy. Aún no ha venido, pero cuando llegue te la presento-comentó mientras me indicaba los sillones con una sonrisa -de seguro lo disfrutare mucho-respondí al momento que me acomodaba, mis manos acariciaron la cubierta del libro, mi corazón latio ansioso por descubrir de que trataría así que procedí a leerlo. Al abrir me encontré con que este libro era de ilustración, jamás había visto algo así en mi vida ¡Que extraordinario! Los dibujos eran muy singulares, pero de alguna forma te hacían sentir emocionado por leer. La historia comenzó relatando la vida de un plebeyo que había perdido su familia por una de las tantas enfermedades que azotaban a los reinos y a sus pueblos más vulnerables y de bajos recursos, ya no tenía un lugar a donde ir, estaba demacrado y caminaba sin rumbo cuando un carruaje de un noble paso por el camino y después de ver al moribundo hombre en un acto de “gentileza” decidió ayudarlo, pero después de alimentarlo y bañarlo su ulterior motivo salió a la luz, aquel nombre engañaba hombres para venderlos como esclavos.
-Oh~ gracias, no te hubieses molestado Jerica-dije al percatarme que acababa de poner una taza de té en la mesita de al lado, estaba por sumergirme una vez más en la lectura cuando una chica de cabello color miel y ojos claros como los rayos anaranjados del sol ingreso, por la forma en que saludo a Emma supe inmediatamente que era su empleada, nuestros ojos se encontraron y antes de que pudiera ponerme en pie la de cabellos negros nos presentó, cerrando el libro por un momento lo puse con cuidado sobre la mesa al lado de la taza de té a una distancia prudencia para que no se manchara. Levantándome junte mis manos de forma elegante y delicada para luego hacer una leve reverencia -es un gusto conocerla señorita Aedia, puede llamarme Eli… es un honor conocer a la diseñadora de tan bello arte… aunque apenas comencé la lectura me he visto atraída por su estilo de dibujo-me presente, era curioso Emma y la chica me miraron con sus ojos abiertos sin creer lo que estaba haciendo ¿Acaso había sido muy educada? Llevando una mano a mis labios con timidez al sentirme expuesta al realizar que un noble no tendría modales tan refinados, es decir ellos tenían una etiqueta, pero la que me habían enseñado a mí había sido más estricta debido a que mi padre era el archiduque y por lo tanto yo era la hija con más estatus de todo Oracea -lo lamento no fue mi intención incomodarla por mi forma de hablar es solo que he pasado mucho tiempo encerrada en casa y bajo una estricta etiqueta, me avergüenza decir que si no fuera por Emma jamás habría conocido el mundo exterior.-mentí de forma natural al momento que acomodaba grácilmente mi cabello que se había posado sobre mis hombros.⊶♣⊷
Estábamos paseando por el pueblo mientras Emma aún seguía burlándose de mí ¿La razón? Bueno… eso era debido al contenido del libro. ¡Quien hubiera pensado que la historia era de… de… dos chicos! Había sido algo impactante, cuando al girar la hoja me encontré con una imagen lasciva que me hizo cerrar el libro al instante y puso todo mi rostro del color de un tomate, era un nuevo mundo al que me daba temor entrar; Sin contar que casi había lanzado la taza de té al piso cosa que por suerte no sucedió, después de controlar mi vergüenza y una explicación rápida de mi acompañante que estaba partiéndose de la risa de algún modo termine la lectura, me sentía extraña, no es que las relaciones del mismo sexo estuviesen prohibidas como tal, pero nadie mencionaba nada al respecto. Eran muy pocos los nobles que realmente se exponían y no era un final muy alentador para ellos. En si la historia había sido hermosa, al final un joven noble conoció al chico que fue vendido como esclavo sexual al tío de dicho joven, temeroso no quiso confiar en las palabras honestas del joven noble, pero después de batallar su amor floreció y al final el termino salvándolo de esa miserable vida, siendo felices por siempre -deja de burlarte Emma o realmente me enojare… a diferencia de ti que viene de un mundo donde leer esto es normal y puedes hacerlo al aire libre no significa que yo pueda aceptarlo tan fácil… aunque la historia fue muy bella, me sentí triste y feliz cuando las cosas resultaron para ellos, ahora comprendo porque tu tienda es popular, aunque no creo que sería capaz de leer los libros que estaban en la sección de estantería negra, esos son los libros que tienen… y-ya sabes… más contenido de… de e-ese ti-tipo-carraspeando aparte mi mirada de la pelinegra para concentrarme en los diversos puestos que había en el mercado, algunos vendían comida, otros telas y accesorios, algunos otros medicina.
Me sentía tan llena de vida al ver a todas estas personas seguir adelante, aunque aun me sentía afligida por todas las perdidas de mi anterior vida, nada me importaba más que saber que todas las personas que Axyl y yo habíamos dejado atrás habían sido protegidas por el nuevo gobernante que según Emma mejoro sus vidas y al reino en sí, mientras caminábamos un ramo de heliotropo llamo mi atención, así que sin darme cuenta me separe de ella para detenerme en aquel puesto de flores donde una pareja de ancianos me atendió -que buena elección señorita ¿Buscas un regalo para tu novio?-preguntó con una sonrisa amable, sus palabras me hicieron sonrojar -a-algo así… no somos pareja, pero lo amo mucho-conteste y cuando lo hice sentí que la pelinegra llego a mi lado, reprochándome por haberme separado de ella -lo siento~ es solo que no pude evitar sentir hipnotizada por estas heliotropo-le explique regalándole una suave caricia en la mejilla para que se calmara, lastimosamente no había traído dinero conmigo y me daba mucha vergüenza pedirle prestado a Emma por lo que tuve que rechazar la oferta que la anciana me estaba dando -solo he salido a mirar así que… no tengo con que pagarles, lo siento, pero la próxima vez sin lugar a dudas lo comprare-dije dándoles una ligera reverencia.
-eres una señorita muy dulce, llévate al menos este pequeño ramo… no tienes que pagarlo, además no está hecho solo de heliotropo sino con muchas flores que nos sobraron el día de ayer y que nadie quiere llevarse-dijo el esposo al momento que tomo mis manos entre las suyas callosas por todos los años de arduo trabajo, su esposa sonrió de forma tan maravillosa que no pude evitar sentir mis ojos anegarse en lágrimas. Recibiendo con mucho agradecimiento tan bello regalo les sonreí de forma muy sincera -Gracias~ es un detalle que no merezco, pero lo guardare por siempre en mi corazón, sin falta la próxima vez comprare algo~-haciendo una reverencia seguimos nuestro camino, feliz le mostré el ramo a Emma, mientras caminamos la gente parecía estarnos observando, pero no estaba preocupada por ello ya que nadie podía reconocernos. Aunque sin que lo supiera o pudiera escucharlos las personas a nuestro alrededor murmuraban curiosos preguntándose ¿Quiénes éramos? Y porque a pesar de no llevar un vestido ostentoso sobresalíamos. -¡Señorita, señorita! ¿Es verdad?-preguntó una niña que vino a mi encuentro mientras me tomaba del brazo emocionada, pronto vi a su madre apenada corriendo hacia nosotros, inclinando mi cabeza confundida ante sus palabras me acuclille para quedar a su altura mientras acariciaba sus cortos cabellos de color rojizo -¿si es verdad que cosa? Linda petirrojo~indague con suavidad mientras sus lindos ojos miel brillaban mientras se carcajeaba con inocencia -¡Qué eres un princesa de un reino desconocido!-exclamó a lo que me quede perpleja y sin poder evitarlo me solté a reír no sin antes tapar mi boca con mi mano para ocultar un poco este atrevido actuar -¿Cómo alguien como yo podría ser una princesa? No luzco como una, solo soy una chica normal, que ama Oracea ¿Por qué piensas que soy una princesa?-pregunte con curiosidad, la madre de la pequeña llego jadeando mientras tomaba a la niña de la mano algo seria -es de mala educación correr hacia un noble de esa manera… perdone señorita fue nuestra culpa por favor no preste atención a las palabras de una niña-su voz sonó algo trémula por el miedo, tal vez no lucia como la hija del archiduque, pero si como un noble, era muy sabido que los nobles no paseaban por la plaza porque sí, además de que estar cerca de un noble podía costarles la vida si daban un paso en falso.
-Esta bien, no tienes por qué disculparte… pero dime pequeño petirrojo ¿Por qué dices eso? -insistí a lo que la niña apenada se removió indecisa si decirme, luego vio la cara preocupada de su madre y vi que sus ojos miel se anegaron en lágrimas, sintiendo mi corazón acongojarse tome su pequeña mano y de un suave movimiento la atraje hacía mi para limpiar con la misma mano que la había tomado esas lagrimas que rodaban por sus mejilla -¿Tanto miedo doy?-bromee a lo que la niña negó con un movimiento brusco de su cabeza -por supuesto que la princesa no da miedo… es solo que mamá está preocupada por lo que hice… eres muy amable, desde que has entrado en la plaza todos están hablando sobre ti, de que a pesar de tener una apariencia común, desprendes una extraña aura que hace que todos se sientan felices de repente, y es verdad… aunque no seas una princesa de algún reino lejano… te pareces a la señorita Elayne de Blois, ella es como nuestra princesa… ¡a pesar de ser un noble ella camina por la plaza y habla con nosotros sin sentirse asqueada! A ella no le importa tomarnos de la mano, pienso que eres como ella… aunque nunca he podido hablar con ella en persona, pero siento que sería como hablar contigo-soltó, alzando mi mirada observe a Emma como preguntándole si destacaba tanto aun con esta apariencia ¿Se debía a que como Emma diría yo era uno de los personajes principales del libro? ¿Una heroína? No tenía sentido, pero cuando mire a mi alrededor note que la gente nos prestaba mucha atención aun cuando pretendían seguir haciendo lo suyo.
-no conozco a la señorita Blois, pero no merezco ser llamada princesa, por el contrario, el pequeño petirrojo luce más como una princesa que yo, tu cabello rojo es precioso y tus ojos color miel brillan tanto como el sol en verano, tu voz hace que me sienta feliz al instante, cuando crezcas serás una mujer magnifica-tomando una de las flores de mi ramo la acomode en el cabello de la pequeña quien sonrió y regreso con su madre que asombrada se despidió con una sonrisa -tal vez empiezo a entender porque dices que las cosas pasan de forma extraña aquí en Oracea… es como un libro, por eso los demás siguen viéndote como mala, aun cuando no lo eres… quiero cambiar tu destino Emma, quiero verte feliz, mi pensamiento es raro ¿No? Apenas nos conocemos, no se casi nada sobre ti… aun así quiero ayudarte, si la diosa Alara te trajo seguramente fue para que tuvieras una oportunidad diferente a la que tuviste en ese mundo, no fue solo para que cuides de mítomándola de la mano seguimos caminando, el sol empezaba a ocultarse indicándonos que debíamos regresar, mientras buscábamos un callejon al cual ingresar para usar la piedra de teletransportación choque con alguien.
El impacto me hizo trastabillar y soltar el ramo de flores que llevaba, antes de que pudiera sentir el impacto un brazo rodeo mi cintura, todo paso tan rápido que cuando alce la mirada me encontré con un hombre alto, de cabellos largos verdosos y ojos del mismo color -¿Se encuentra bien?-su voz era suave, pero de algún modo carecía de emoción alguna, parándome correctamente vi cómo me extendió el ramo que al parecer había tomado al vuelo mientras impedía mi caída -estoy bien gracias a usted mi señor- apretujando el ramo contra mi pecho no pude apartar mis ojos de los suyos, su mirada era tan intensa que sentía estaba devorando todo mi cuerpo… algo se sentía fuera de lugar ¿Qué era? El hombre parado frente a mi no me estaba mirando con hostilidad aun así todos mis sentidos se habían disparado de repente gritándome que retrocediera, pero había una parte dentro de mí que quería seguir al lado de esta persona ¿Por qué? ¿Acaso había conocido a este hombre en mi anterior vida? No era posible, si ese hubiera sido el caso lo hubiese recordado al instante, antes de que pudiera preguntar su nombre el de cabello verdosos dio una reverencia y siguió su camino con tranquilidad. Segundos después vi a Emma corriendo hacia mi diciéndome que había encontrado un lugar seguro para utilizar la piedra. Mientras caminaba con la pelinegra hacía el lugar indicado no pude evitar ver hacía atrás solo para encontrarme con que el hombre desconocido también había realizado la misma acción, avergonzada regresé mi mirada al frente.
-Ha pasado un tiempo… Elayne.⊶Muchos años atrás⊷
La noche era más fría que de costumbre, más cuando los tiempos de sequía estaban su apogeo, la luz rojiza de la luna baño aquella biblioteca ubicada en medio del desierto, la luz se coló a través de los ventanales que adornaban la cúpula ocasionando que esta se reflejara en miles de colores dentro del lugar. Una mujer caminaba en medio de los interminables pasillos mientras contemplaba la magnificencia de ese mundo de letras y papel, una ventisca de arena se había desatado hace unos minutos, la mujer podía sentir como la arena golpeaba con fuerza los muros de tan impenetrable fortaleza, pero eso no evitaba que el mismo edificio en sí crujiera en protesta ante tal maltrato, aquellos misteriosos ojos rojizos buscaron en medio de tantos libros uno que llamara su atención, alzando su mano dejo que su cuerpo se dejara guiar por instinto, una vez sus dedos se cerraron en el borde del lomo de un libro de tapa rojiza algo desgastada la pelinegra procedió a sacarlo, no tuvo que abrirlo para saber de qué trataba así que sin más siguió su camino hacia el salón principal. Sus ojos no lucían tan brillantes, por el contrario, estaban algo opacos y con un deje de cansancio visible gracias a las ojeras que se detallaban muy marcadas en su pálida piel, su cabello azabache se meció con su andar cayendo como una cascada por sus hombros y espalda. Cuando llego al salón principal sintió el viento aullar anunciando la llegada de su invitado, suspirando poso el libro que había tomado en una de las largas mesas que estaban colocadas estratégicamente en ciertos puntos para facilitar la lectura de sus visitantes. Un escalofrió recorrió su espalda al sentir una mirada perforando su nuca, solo basto mirar ligeramente sobre su hombro para observar a la serpiente negra que se encontraba enroscada en una de las columnas cerca del lado oeste, sus reptilianos ojos la espiaban dejándola sin salida ante la persona que la observaba desde dimensiones lejanas -¿Hace falta vigilarme? No es como si pudiera salir de esta tienda… ni oponerme a las condiciones que me atan aquí… es bastante molesto que lo hagas-dijo, su voz sonó en leves ecos que se fueron esparciendo hasta desaparecer, su tono parecía acariciar cada palabra con dulzura, pero la mirada afilada que tenía indicaba todo lo contrario.
Un aura entre oscura y violácea comenzó a envolver a la serpiente, pero antes de conseguir una respuesta noto que las puertas habían sido abiertas, suspirando centro su atención en la energía que se acercaba lentamente, su corazón se mantuvo en calma mientras la pelinegra se sentaba en la mesa, sus ojos escudriñaron la oscuridad de aquel pasillo, pronto el resonar de pasos llego hasta sus oídos, lo primero que noto fueron aquello brillantes ojos dorados de su sirviente Dagen, segundos después su delgado y aparente frágil cuerpo fue acariciado por la luz cálida y amarilla de la habitación, junto a él estaba un chico más alto, de cabello liso, largo de color verdoso al igual que sus ojos tan afilados como una espada-ha pasado un tiempo Sephtis, estaba esperándote-saludó a lo que el contrario soltó una sonrisa algo burlesca -al parecer no deseabas tener este encuentro, fue muy difícil volverte a encontrar ¿Sabes? Y por lo que veo este lugar sigue igual desde la última vez, eso me molesta, que trates de meterme en mi cerebrogruño al momento que caminaba observando aquel lugar donde había crecido junto a la persona que cuido de él-no te sientas atacado, no trato de meterme en tu cabeza… este lugar tiene vida propia y toma la forma del lugar que nuestro visitante considera su hogar. Pensé que el último deseo que te concedí era suficiente para lo que anhelabas-Dagen camino hasta la pelinegra para posicionarse a un metro de distancia atento a cualquier reacción violenta por parte del invitado, los ojos verdes dejaron de recorrer su viejo hogar para posarse en la bruja, caminando lentamente hasta llegar frente a ella, posicionando sus manos sobre la mesa acorralando en el proceso a la mujer que ni siquiera se inmuto por la tensión del momento.
-el poder de viajar entre dimensiones me ha ayudado mucho…-alzando su mano tomo un mechón de aquel cabello azabache el cual acaricio con lentitud, la bruja frunció el ceño obviamente molesta por tal atrevido acto y de un manotazo aparto la mano de Sephtis -¡Conoce tu lugar!-exclamó a lo que el de cabellos verdosos arqueo una ceja y sin tacto alguno tomo a la de ojos rojizos por la muñeca y de un tirón la bajó de su cómodo lugar, satisfecho observo a la mujer desde arriba, mientras su menudo cuerpo era cubierto por su sombra -me gusta más cuando te ves pequeña, sumisa y asustada… como la última vez, realmente quiero ver esa expresión… que lastima que solo ese sujeto pueda ponerte en tu lugar, jaja~ no me mires así, realmente tu reputación trasciende el tiempo y espacio … Morgana, la bruja dimensional-susurró al momento que se agachaba y susurraba el nombre de la mujer en su oído. Cuando vio que Dagen se movió con la intención de apartarlo, Sephtis soltó a la bruja sin chistar para dar un paso hacía atrás y levantar su mano con una actitud jocosa para decirle al sirviente de Morgana que solo era un juego.
Rápidamente la pelinegra detuvo al de ojos dorados con un sutil toque en su ante brazo y una mirada llena de tranquilidad a lo que Dagen respondió con una expresión de desacuerdo y un chirriar de dientes, para luego soltar un suspiro y regresar a su puesto -se lo que viniste a pedir, pero lo que anhelas no es posible, estas tratando de ir contra la lógica del universo y la magia misma… todo deseo requiere un precio, la última vez me quede con tu corazón ¿Realmente estas dispuesto a sacrificar todo por algo que sabes que no funcionara? Tu… -suspira -ese hombre también pago un precio muy alto y debido a su egoísmo aquella alma se vio afectada por el castigo mismo de la fuente de magia y equilibrio-Morgana sabía que racionar con este chico era como hablarle a una pared, pero tenía que intentarlo, aun cuando era algo que podía causar un descontrol entre universos como bruja dimensional no podía negarle a ningún visitante su deseo, más si estaba dispuesto a pagar. Eso la atormentaba iba en contra de todas las reglas que su maestro le había enseñado sobre la magia, iba en contra de su voluntad, pero no podía negarse, no cuando estaba atada a ese destino de por vida -¡Cállate! ¿Qué puedes saber tu sobre el amor o el anhelo de una persona desesperada? Si prácticamente has vivido encerrada en esta tienda tu vida entera, sola… bueno hasta que tu sirviente llego ¿Con él te sientes más cómoda? ¡Ha! Deja de joder conmigo, tu trabajo es conceder deseos… y sé que tú tienes lo que busco, fui a la dimensión Crystal en busca de eso, pero me enteré de que el héroe de ese mundo te lo entrego como pago a cambio de un deseo -Morgana se giro a ver Dagen y con un leve movimiento de su cabeza le dio la orden de ir por aquel objeto del que Sephtis estaba hablando, el pelinegro pareció renuente por un instante, pero termino yendo por un largo pasillo rodeado de miles de libros. Sus pasos pronto dejaron de resonar en la habitación a lo que la bruja aprovecho para encarar a su visitante -tu humanidad, es lo que quiero... como pago-sentencio a lo que el de ojos esmeralda se encogió de hombros y se carcajeo como si el precio que la mujer -frente a él- pedía era nada en comparación con lo que obtendría.
-¿Solo eso? Pensé que por algo tan valioso sería un precio exuberante~-Morgana frunció el ceño al momento que se acercaba furiosa para tomar al chico de las solapas haciendo que este trastabillara por la fuerza empleada y cayera de rodillas. Ahora era ella quien le veía desde arriba -darme tu humanidad significa darme todos tus sentimientos… serás incapaz de amar u sentir compasión Sephtis… lo único que quedara es… el monstruo, en otras palabras, llegado el momento no te importara lastimar a la persona por la que tanto estas sacrificando, incluso ese hombre aun conserva su amor… serás basura comparada con él ¿Entiendes? Además, no la traerás de vuelta aun si me ofreces toda tu vida al menos no de la forma que esperas-dijo con un tono de voz tensa, al terminar soltó al contrario que cayó de culo en el piso agitado por la fuerza que aquella frágil mujer demostró, sus ojos rojos estaban brillando tan intensamente como la luna carmesí de esa noche. Cuando sintieron a Dagen regresar, Sephtis se puso en pie sin decir ni una sola palabra, arreglo sus ropas y su cabello, el de ojos dorados extendió a Morgana un cofre de madera de diseño algo rustico y con decorativos de metal que protegían las zonas laterales en el centro había una pequeña cerradura que no tenía un orificio para insertar llave sino un sello de protección, la bruja cerro los ojos y juntando su dedo índice y corazón susurro unas palabras incomprendibles mientras un pequeño circulo mágico empezaba a formarse en la punta de sus uñas, llevando su mano cerca del cofre la cerradura resonó con el hechizo y con un pequeño clink se abrió, la pelinegra refundió su mano para tomar el artilugio que se encontraba ahí, regresando hacía Sephtis, tomo con su mano libre la del de cabellos verdosos para depositar en la palma de esta un collar, era un piedra de jade, se encontraba opaca debido a que en su interior no había poder alguno-supongo que ya sabes cómo usarlo-susurró a lo que recibió una sonrisa como respuesta-bien ahora es mi turno de tomar lo que necesito-antes de que el contrario pudiera reaccionar Morgana poso su mano en el pecho del de ojos esmeraldas que profirió un grito desgarrador cuando la magia y energía que expedía la mano de la bruja se enraizó a su cuerpo, rebuscando en su interior, succionando el pago solicitado. Sus pupilas se dilataron y segundos después se contrajeron de forma tan frenética, una y otra vez hasta que lentamente el miedo que se veía reflejado en esos ojos fue apagándose hasta que el verde se volvió opaco.
Retirando su mano Morgana observo la esfera de luz que procedió a guardar en el mismo cofre donde instantes atrás se encontraba el artilugio y sin siquiera darle tiempo a Sephtis a recuperarse magia de viento comenzó a envolverlo, era la misma tienda que lo estaba sacando, aquellos ojos impasibles de la pelinegra observaron la silueta de aquel joven desaparecer en medio de ese viento hasta que ya no hubo nada y solo quedaron Dagen y ella, el lugar empezó a crujir como si respirara, los pasillos sin fin empezaron a hacerse más pequeños y como si un cristal se hubiese roto de la nada el lugar tomo la forma de una pequeña mansión al estilo inglés, ellos se encontraban en la sala, era de noche y la luna era visible a través de los grandes ventanales, Dagen dejo el cofre sellado sobre la mesa de té para tomar a Morgana de los hombros revisando que la bruja se encontrara bien -tienes que descansar, no has estado durmiendo bien últimamente… si tienes miedo, yo sostendré tu mano-comentó con preocupación al ver lo pálida que Morgana se encontraba, con tristeza poso su mano en la mejilla de la contraria tratando de reconfortarla, ante aquel furtivo acto aquellos cansados ojos le miraron con seriedad, pero segundos después se rindió ante la compañía que el contrario le ofrecía-eres un mocoso muy altivo ¿Quién te crio así?-preguntó al momento que con delicadeza quitaba la mano del chico de su rostro -fuiste tú… así que por eso mi personalidad es tan altiva como la tuya-la pelinegra solto una carcajada que hizo regresar un poco de vida a sus ojos casí apagados por la fatiga mental y física que su cuerpo comenzaba a sentir, pero antes de que cualquiera de los dos se moviera siquiera un ápice un golpe de energía se hizo presente en la instancia que tembló a lo que instintivamente Dagen tomo a la bruja entre sus brazos, el espacio frente a ellos se dividió como si alguien hubiese creado un camino forzado. De repente por este se asomo una mano ensangrentada e instantes después un cuerpo cayo al piso, era un hombre de cabellos castaños claros ligeramente rojizos, sorprendida Morgana se apartó de Dagen y corrió hacía el recién llegado -¡Janus!- colocándose de rodilla hizo uso de toda su fuerza para girar el cuerpo del hombre que respiraba con dificultad, había un charco de sangre bajo él -¡Dagen, prepara mi habitación… y prende el incienso que nos dio Morfeo!-el de ojos dorados salió corriendo a hacer lo que su maestra le había dicho -siempre logras sorprenderme… nunca espero tus visitas-susurró mientras colocaba un hechizo que congelo el tiempo del hombre, sus heridas y aquella cosa que estaba carcomiendo al hombre desde adentro, parándose uso su magia para hacerlo levitar y así poder trasladarlo.SPOILER (click to view)Muahahha a que no te esperabas el final eh ¬w¬ acabo de hacer un crossover :v
Sephtis
Morgana
Dagen
Artilugio (luce así de brillante como en la img solo si contiene algo en su interior)◄ Elayne ►
“He mandado a hacer este vestido especialmente para usted, espero que sea de su agrado. Después de todo la integridad del sastre real depende de su opinión”
Es lo que decía la tarjeta que estaba sobre el vestido que había encontrado extendido sobre la cama, suspirando me quedé observando el regalo que el emperador me había enviado, extendiendo mi mano toqué el vestido, la calidad de la tela era única, probablemente del reino de Zelrya, que era donde las mejores telas y sedas eran exportadas, cuando nos casamos supe de esto debido a que el sastre real me lo comentó, después de todo la ropa de la familia real debía lucir impecable, elegante y contener adornos con joyas para resaltar su estatus, el problema es que yo no pertenecía a la familia real y los colores que su majestad había seleccionado eran un poco problemáticos ¿Tanto quería humillarme? Si me ponía este vestido todos pensarían que el me tomaría como su concubina, después de todo la única capaz de asistir a una reunión real con colores dorados, amarillos y anaranjados era la emperatriz u las otras reinas, pero debido a que el emperador no tenía a nadie más que la soberana de Oracea nadie se atrevería acompañar a su majestad con un atuendo como este. Tenía que rechazarlo apropiadamente -mi señorita ya escogí la joyería y el peinado que más le conviene con tan exquisito regalo que su majestad le ha enviado- dijo Laila con una sonrisa mientras me indicaba el baño, el olor a ciruelos blancos inundo mis pulmones ¿A que se debía todo esto? ¿Acaso ella también creía que el emperador me estaba cortejando? Una esencia tan rara como la de los ciruelos que solo crecían en invierno se utilizaba en la noche de bodas, solo la emperatriz y las esposas de los príncipes podían usar tal fragancia, frunciendo el ceño observe bastante sería a mi sirvienta personal, pero ello no se inmuto por mi desagrado -¿Por qué escogiste esta fragancia?-pregunte a lo que ella dio una leve reverencia a modo de disculpa -las instrucciones que el guardaespaldas personal de su majestad dio fueron esas mi señorita, aun cuando no le agrade no puedo ir contra las órdenes del emperador… así que por favor quítese sus ropas no tenemos mucho tiempo-me explico. Me sentí furiosa conmigo misma por ceder, pero sino lo hacía Laila sería castigada no quería eso, desatando el lazo de mi vestido de día deje que la castaña me ayudara, cuando quede en mi ropa interior me dirigí hacía el baño, el vapor del agua caliente inundaba la instancia al igual que ese olor acanelado.SPOILER (click to view)Este es el vestido que el emperador le mando a Eli jaja suegro sádico.⊶♣⊷
La expresión de los guardaespaldas y del mismo emperador eran de absoluta confusión al verme usando un vestido diferente al que el padre de Oracea había enviado, tragando saliva trate de parecer tranquila ante esa mirada penetrante que esos ojos carmesí me estaban lanzando -gloria al emperador y sol de Oracea- dije haciendo una reverencia elegante que Laila imitó -dame una buena razón para que no te mande a los calabozos-exigió, su tono era tan amargo que mi piel se erizo por el miedo, pero mantuve mi expresión inmutable -aprecio el regalo que su majestad me dio, pero no puedo aceptarlo… no soy ni una de sus reinas, ni la esposa de alguno de sus hijos, utilizar un traje echo por el sastre real solo traerá rumores que dañaran su reputación mi señor-explique rogando porque mi punto de vista fuera suficiente para aplacar su ira, el silencio reino por unos instantes antes de que una carcajada inundara la habitación, perpleja pose mis ojos sobre esa fría mirada que me dejo sin aliento -tráeme a la sirvienta-uno de los guardaespaldas se acerco a Laila y la tomo sin delicadeza alguna, agitada trate de detenerlo, pero de un empujón me lanzo varios pasos hacía atrás, la castaña se removía e imploraba por piedad mientras sus ojos marrones buscaban por mi ayuda-creo que mi guardia personal te dio instrucciones, ya que no se las transmitiste adecuadamente a nuestra joven dama… pagaras las consecuencias-con un chasquear de dedos, los otros caballeros que esperaban afuera ingresaron a la habitación y con una expresión neutral tomaron a Laila rompiendo sus ropas para dejar su espalda expuesta, el guardia personal del emperador tomo su espada y sin desenfundarla comenzó a golpear la espalda de Laila con fuerza sacando gritos de dolor de la mujer, apresurada me puse de rodillas frente al emperador -¡Fue mi culpa! ¡castígueme a mí! E-ella solo siguió mis instrucciones, fue testaruda y no quise ponerme su regalo, pero ella no tuvo la culpa… por favor… se lo ruego-suplique sintiendo las lagrimas deslizarse por mis mejillas.
No me importaba rebajarme frente a esta multitud, apoyando mi frente sobre los pies del rubio espere, podía sentir los golpes, la respiración agitada de Laila junto a sus quejidos, podía sentir su piel romperse y sus huesos traquear, al igual que las armaduras de los caballeros que la sostenían -me lo pondré… p-por favor tenga misericordia-gimotee ante mis palabras los golpes cesaron, remordiendo mis labios cerré los ojos con fuerza, no me pararía hasta que el hombre frente a mi me prometiera que no iba a matar a Laila, de repente sentí como se aparto y segundos después el filo de su espada se poso en mi mentón, obligándome a erguirme, pude sentir la punta rosar mi cuello, mi cuerpo se paralizo, pero más que por el arma fue por esa aura asesina que rodeaba al de ojos carmesí -aprende a conocer tu lugar… llévense a esta sirvienta que atiendan sus heridas y métela a un calabozo… su suerte dependerá de cómo se comporte la señorita Elayne está noche… Félix que venga otra criada a cambiar el vestido de nuestra invitada-instintivamente mis ojos buscaron los de Laila para pedirle disculpas, pero la castaña se había desmayado por el dolor, su rostro estaba cubierto de lagrimas y su espalda de sangre. El guardaespaldas llamado Félix estaba a un lado del emperador, tenia el rostro ocultó por una capucha por lo que no fui capaz de ver quien era, pero fua a cumplir su deber. Todos salieron de la habitación menos el segundo guardia y el emperador.
-¿Qué se siente saber que tus acciones egoístas casi causan la muerte de un inocente?-pregunto al momento que la hoja de la espada tocaba mi mejilla y después se acercaba al inicio de aquel escote recatado con el que contaba mi vestido, pronto sentí la tela desgarrarse y mi rompa interior y el corset ser expuestos ante aquellos dos, llevando mis manos a mi pecho mantuve el silencio, procurando no dejar salir sonido alguno que me hiciera ver más débil de lo que por si ya me encontraba -fui una ignorante e insensata por no apreciar el regalo de su majestad… fui una niña malcriada-conteste y al parecer mi respuesta fue de su guardo porque vi como alejo su espada de mi cuerpo y la guardo en su vaina. Alejándose vi como contemplo la habitación con aburrimiento mientras esperaba que la otra sirvienta llegara -me portare bien, así que… su excelencia no castigue a Laila, se lo imploro-me aventure a solicitar, el emperador sopeso mis palabras, acercándose extendió su mano y tomando un trozo que colgaba de mi vestido lo tironeo dejándome aun más expuesta, su propósito era avergonzarme y hacerme sentir como un insecto… lo estaba logrando-ya veremos-ladeando su rostro hacía la puerta se aparto de mí para hacerle una señal a su guardia personal que abrió la entrada dejando pasar a la nueva sirvienta.⊶♣⊷
Estábamos parados frente a la puerta real, aquella que su majestad solo usaba cuando estaba con su emperatriz, una puerta que nos ubicaba encima de todos los invitados, el rubio extendió su brazo invitándome a tomarlo y sin poder negarme lo hice, la música se detuvo y pude escuchar al vocero anunciar nuestra llegada, el crujir de las puertas me hizo alzar el rostro, de repente el brillo del salón me cegó por un instante. Avanzamos y cuando ingresamos pude observar a todos los nobles mirar en nuestra dirección, como supuse todos comenzaron a cuchichear mientras bajábamos las escaleras hacia el palco real, el emperador mantenía una sonrisa elegante y despreocupada, pero yo no podía lucir tan tranquila, sin embargo, me esforcé por parecer serena, la vida de Laila dependía de mí.
Al final de las escaleras se encontraban los dos príncipes que saludaron a su padre, una vez terminaron el respectivo protocolo solté suavemente el brazo del emperador para tomar el vestido y hacer una profunda reverencia en señal de respeto -saludos príncipe heredero y próximo sol de Oracea y segundo príncipe, esperando que la bendición de la diosa Alara siempre este con ustedes, mi nombre es Elayne de Blois, estoy a sus servicios-cuando me reincorpore lo primero que vi fue el rostro devastado de Axyl que gracias a que estaba dándole la espalda al público nadie pudo notarlo, sus ojos miel decían miles de cosas y miraron con reproche a su padre que desestimo el intento de su hijo por pedirle que detuviera toda esta barbarie, podía sentir las miradas perforar mi piel, no era una sensación agradable, todos me estaban viendo como si de repente me hubiese salido una segunda cabeza y fuera algún espectáculo digno de criticar, parpadeando deje que mis ojos revolotearan en busca de Emma, pude reconocer su cabello rubio en medio de la multitud, pero antes de que pudiéramos hacer contacto visual el emperador me volvió a extender su brazo para así continuar nuestro recorrido hasta llegar frente a los asientos reales -siéntate-susurró señalando el puesto que solo la emperatriz ocupaba a su lado, asustada apretuje inconscientemente su brazo -mi señor, n-no puedo… sentarme ahí implicaría que yo… y-yo…-de repente su mirada se afilo haciéndome temblar en el proceso ante su muda amenaza-no me hagas enfadar Elayne de Blois, mi paciencia está al límite el día de hoy.
¿Qué debía hacer? Sentí como mi respiración se volvió errática, no quería que mi familia sufriera de rumores y malos tratos por mi culpa, tampoco quería causar problemas en la familia de Axyl, estar sentada en el trono no me asustaba, después de todo había llegado a ocupar ese puesto al lado de aquel hombre de cabellos anaranjados, pero ahora era distinto, sentarme ahí era como decirle a todo el mundo que estaba aceptando el cortejo de su majestad el emperador, el hombre de cabellos rubios se sentó con una sonrisa en el rostro esperando por mí. No podía dejar que mataran a Laila, daba igual si hablaban mal de mí, si esparcían rumores, papá entendería y yo haría todo lo posible para disiparlos, haciendo una leve reverencia al trono de la emperatriz me gire y me senté posando mis manos sobre mi regazo, desde este lugar pude observar todo el salón y a todas las personas que estaban anonadadas ante mi atrevimiento, a lo lejos pude ver como Axyl aún mantenía su mirada fija en mí, sin más sorpresas los músicos comenzaron a tocar tratando de apaciguar el ambiente tenso que recorría toda la instancia.◄ Axyl ►
¿¡Qué demonios estaba pensando ese viejo!? Hacer que Elayne usara un vestido así, era como declararle a todo el mundo que estaba interesada en ella y que estaba provechando la ausencia de madre para hacerla su reina, aunque Elayne parecía calmada, pude notar en sus ojos violáceos miedo, estaba pidiéndonos ayuda de una forma tan silenciosa y dolorosa que sentí mi corazón estrujarse, la ira estaba inundando cada parte de mí, pero me contuve. Respire una y otra vez hasta que observe como descaradamente la hizo sentar en el trono de la emperatriz, sus ojos rojos se posaron en Drake y en mí, no faltaron palabras para saber que se estaba mofando de nuestras reacciones, él era muy perspicaz… era obvio que sabía cómo nos sentíamos con respecto a la albina, gruñendo me gire para evitar la mirada de mi bella dama que me contemplo con tristeza -tenemos que sacarla de ahí… pero debemos esperar al menos una hora antes de buscar a Emma, de lo contrario el sabrá que fuimos nosotros y Eli se llevara la peor parte… tenemos que contenernos, a partir de este momento escucharemos cosas que nos enfadaran mucho, pero debemos aparentar que no nos importan, si padre ve que respondemos negativamente a los rumores, seguirá metiéndose con Elayne solo para fastidiarnos-susurre a mi hermano que al igual que yo estaba fuera de sí, era bueno ver una expresión diferente en ese rostro, pero no era el momento para sentirse feliz por eso.
Bajando las escaleras que me condujeron a la pista de baile donde fui abordado por algunos ministros y nobles que me estaban exigiendo respuestas, algunos estaban en contra y algunos a favor de que por fin mi padre decidiera nombrar una reina, alguien diferente a mi madre la emperatriz -lamentó interrumpirlos caballeros, pero la señorita Elayne no está acompañando a su majestad como una candidata a reina, como bien saben es la hija del archiduque Lyulf de Blois, la mano derecha de mi padre y un miembro importante de este imperio, debido a que mi madre tuvo que ausentarse… el emperador le solicito a la señorita de Blois que le acompañara ya que detesta quedarse sin alguien con quien conversar, pero ella iba a irse hoy… y el sastre real ya tenía el traje de mi madre, como bien saben una dama no puede repetir sus vestidos en una fiesta de gala, por lo que mi padre solicito que arreglaran el vestido con las medidas de nuestra joven señorita, quería agradecerle y que mejor regalo para una mujer que un vestido echo por el mismo sastre real-explique logrando que los hombres a mi alrededor se carcajearan de alivio al entender la ficticia situación que me había inventado, la tensión se comenzo a dicipar lo que aproveche para comenzar a pasearme por el recinto atendiendo a los invitados, pero los murmullos llegaban a mis oídos, cosas tan inverosímiles que me hacían querer matar a todos a mi alrededor.“-Esa es la única hija del archiduque Blois, escuche rumores hace algún tiempo de que no era tan inocente como aparentaba quien iba a pensar que era real… mira que aprovechar que la madre emperatriz de Oracea tuviera que irse para tratar de seducir a su majestad ¡No le basto con bailar con los dos príncipes el día de ayer!-”
“-Yo escuche que hace fiestas privadas con algunos hijos de nobles… ya sabes para tener relaciones con ellos. Incluso escuche que va al pueblo para contratar chicos jóvenes y aunque todos aceptan gustosos al ver la bondad de la señorita a ella le gusta torturarlo y les obliga atender sus necesidades en la cama-”
“-Además escuche que estaba detrás del príncipe Axyl, que codiciosa~ no se conformó con ser una candidata… estoy segura que engatuso a su majestad con su cuerpo-”
“-¡Es una desvergonzada!-”
“-La próxima vez que la veamos debemos tratarla como la ramera que es… pronto las hijas nobles de la facción que la apoyan la dejaran sola-”
Apretando los dientes busque en medio de la multitud a Emma, estaba cansado de esto, no podía aguantar que hablaran mal de mi bella dama, todas las barbaries que la gente murmuraba no tenían sentido, pero a los nobles solo les importaba arruinar a los demás, eran ambiciosos e impostores, escaneando el lugar observe esa cabellera rubia y el ondear de un vestido llamativo, al otro extremo Drake también parecía estar buscando a Emma… no lo culpaba la contraria no nos había dado muchas pistas sobre su plan solo nos había dicho que nos encontráramos con ella en uno de los balcones. ¡No tenía más opción que confiar en ella! Haría lo que fuera con tal de sacar a Elayne de la mira de los demás, abriéndome paso entre saludos, reverencias y una que otra sonrisa lentamente me fui alejando de la multitud hasta que pude escaparme hacia el balcón por donde había visto desaparecer a la de ojos azules, antes de entrar Drake llego a mi lado -hagamos esto juntos hermano-dije para palmear su espalda con una ligera sonrisa de preocupación.SPOILER (click to view)bueno lo dejo hasta aquí… aunque no lo describí Axyl está usando esto:
Espero que la respuesta allá sido de tu agrado… si deseas que cambie algo tu solo dime… Love u!!!
Edited by Jess-chan - 29/3/2020, 12:59. -
.
|| Hay dos grandes días en la vida de una persona: El día que nace y el día que descubre para qué. ||
- Group
- Gremio de Dibujo
- Posts
- 1,722
- Location
- 地獄で.
- Status
- Anónimo
⇐Emma⇒
Aedia se sorprendió cuando Eli se levantó y se presentó de aquella manera tan formal. Muchas veces teníamos a clientas nobles, pero la educación que ellos mostraban no era tan alta como la que nos estaba enseñando en esos momentos la ahora castaña, que parecía que venía de la realeza. Mi empleada me miro por un momento, preocupada por si tenía que darle algún trato especial o no, quizás preguntándose si sería alguien muy importante ¿pensaría que Eli era una princesa y tenía que sacar el mejor té? Aunque no lo fuese, lo parecía, después de todo, ella era la heroína.-Lo lamento no fue mi intención incomodarla por mi forma de hablar es solo que he pasado mucho tiempo encerrada en casa y bajo una estricta etiqueta, me avergüenza decir que si no fuera por Emma jamás habría conocido el mundo exterior.-Aedia volvió a mirarme cuando Eli dijo mi nombre, ya que en la tienda solo se me conocía por el nombre de Jerica. Mi empleada conocía mi nombre de noble, pero nunca lo usaba para poder mantener mi identidad resguardada. Toque el hombro de mi empleada, indicándole que no había ningún problema, y entonces sonreí a Elayne.-No te preocupes Eli ¿Por qué no continuas con tu lectura? Quizás entren empleadas durante este rato, no les tomes mucha atención y disfruta, si necesitas algo llámame.-le sonreí y deje que la contraria continuase con el libro que le había dado mientras me iba al mostrador de la tienda con Aedia.-Jefa, ¿de que la conoce? Sus modales son muy refinados, es bonita y además sabe su verdadero nombre…-preguntó la morena en susurros mientras sacaba el libro del mostrador, donde estaba el inventario de las ventas del mes. Lo abrí para revisar como estaba yendo la tienda.-No te preocupes, no es ninguna princesa. Es una chica noble… muy especial, pero muy buena persona. Trátala bien. Además… ten cuidado con los libros que le das. Es una principiante aun, le he dado uno de los libros suaves. Veamos si le gusta.-comenté sonriente, a lo que Aedia asintió con la cabeza con una sonrisa y algo sonrojada, mientras miraba de reojo a quizás nuestra nueva empleada.•••
Había sido realmente divertido. Ver la reacción de Elayne ante el contenido del libro me había lanzado ante las carcajadas sin parar, y después de un rato, cuando estábamos caminando por las calles, aún tenía una leve risa en mi rostro. Me sentía como una mala influencia enseñándole a un niño a hacer cosas malas. Cuando decidí comprar la tienda y que Aedia dibujase, a ella también le costó mucho dibujar cosas tan lascivas, las personas de este mundo eran muy cerradas de mente y demasiado tímidas, pero eso era divertido y a mí me daba algo de dinero que no era administrado por la casa de Lowell. Me sentía como una mafiosa vendiendo BL a mujeres nobles.-Deja de burlarte Emma o realmente me enojare… a diferencia de ti que viene de un mundo donde leer esto es normal y puedes hacerlo al aire libre no significa que yo pueda aceptarlo tan fácil… aunque la historia fue muy bella […]-deje de reír para mostrar solo una sonrisa a la contraria.-Jeje~, lo siento. Pero me alegro de que te haya gustado la historia~-comenté para mirar al frente. Las calles estaban llenas de gente y puestos de fruta, verduras, pescados, accesorios y otras diversidades. El mercado llegaba hasta el largo final de la calle. Mis ojos se detuvieron por un momento en un puesto de dulces, viéndome el deseo de comprar alguno para comerlo, pero en se instante note como la contraria se había separado de mí. La busque con la mirada y la encontré que se había acercado a un puesto de flores, así que la seguí rápidamente.-Eli, no te alejes de mí en ningún momento, me enfadaré.-le advertí seria. Después de que las cosas estuviesen cambiando a la historia original no sabía con exactitud que podía ocurrir.-Lo siento~ es solo que no pude evitar sentir hipnotizada por estas heliotropo.-mire las flores que menciono mientras su mano acariciaba mi mejilla. Lo deje pasar por el momento y note que quería comprar las flores, pero al parecer no tenía dinero. Justo en el momento que iba a sacar algunas monedas para comprárselas el anciano del puesto le regalo un ramo de flores mezcladas a mi encubierta albina. ¿Qué puesto regalaría algo gratis porque si?... Bueno, estábamos hablando de la protagonista de la historia, este mundo la favorecía, por lo que no me parecía nada raro, ella estaba feliz, así que estaba bien. Sonreí a Eli cuando me mostro el ramo y continuamos nuestro camino con tranquilidad. Estuve atenta y muy cerca de la contraria para poder protegerla, por si ocurría algo, ya que podía notar muchas miradas puestas en ella. Empecé a escuchar los mormullos de la gente, por algún motivo estábamos sobresaliendo, y no deberíamos, pero después de escuchar lo que los demás decían… todo tomaba sentido. -¡Señorita, señorita! ¿Es verdad?-una niña se acercó y Elayne la recibió alegremente. La pelirroja anunció contenta que si era una princesa de un reino desconocido. No lo era y tampoco lo parecía, por lo menos para mis ojos. La había ocultado bien con el colgante, pero aun así… seguía siendo la heroína y este mundo la empujaba a que fuese amada incluso por las ratas que se encontrase en la calle.
Me mantuve silenciosa, escuchando la escena entre la heroína y la niña, hasta que esta se marchó.-Tal vez empiezo a entender porque dices que las cosas pasan de forma extraña aquí en Oracea… es como un libro, por eso los demás siguen viéndote como mala, aun cuando no lo eres… quiero cambiar tu destino Emma, quiero verte feliz, mi pensamiento es raro ¿No? Apenas nos conocemos, no se casi nada sobre ti… aun así quiero ayudarte, si la diosa Alara te trajo seguramente fue para que tuvieras una oportunidad diferente a la que tuviste en ese mundo, no fue solo para que cuides de mí-su mano se aferró a la mía y comenzamos a caminar… Era cálida. Elayne tenía una visión muy alegre y positiva de las cosas, pero eso no era así siempre. Y la realidad no iba a salir como ella quería, más bien… Ni Alara parecía preocuparse por mi seguridad ni las cosas iban a resultar bien del todo. ¿Cuánto tardaría Eli en odiarme si supiese más de mí?-Regresemos. Espera un momento aquí, no puedo usar la piedra en cualquier lugar, es extremadamente raro que alguien posea esta piedra, solo la realeza suele tenerlo, así que…-comenté para buscar un lugar fuera de la vista de la gente y solitario, el tipico lugar donde te pierdes y piensas que va a salir un monstruo de la oscuridad. Cuando lo encontré regresé corriendo hacia donde estaba Elayne, que la había dejado en un sitio con gente, así que debería estar bien.-Eli, por aquí.-la llame para poder volver al palacio con la piedra de teletransportación.•••
-M-mi señora, esta hermosa…-dijo mi sirvienta masoquista después de pintar mis labios de rojo con aquel pincel fino.-Parece un cuervo malvado~-esta chica… Bueno, aunque razón tenía. Me levanté del taburete donde estaba sentada, y donde había preparado mi maquillaje, para ir hasta el espejo de cuerpo entero y observarme. El vestido negro resaltaba mi cabello rubio. No estaba mal, no tendría porque verme como una villana, pero me vería como tal ¿me importaba? Ni lo más mínimo, me daba bastante igual mientras me pudiese divertir un poco. -Quizás hoy pueda encontrar a un hombre adecuado para usted y comprometerse.-comentó mientras me miraba sonriente.-¿Un hombre? ¿No confías en que pueda enamorar a uno de los príncipes?-bromee. Todas las damas que habían ido al palacio estaban allí para seducir a los príncipes, en cuestión al heredero, Axyl. Evidentemente yo no tenía esa intención, pero me era irónico el como los demás pensaban que era imposible que la villana pudiese enamorar a un príncipe, aunque tampoco iba a discutirles… razón tenían y yo poco interés en ello.-¿Va a castigarme por mi osadía?-la sirvienta juntó las manos en su pecho y más que asustada parecía feliz.-Aparta de mi camino.-la empuje, a lo que ella soltó un pequeño gemido. Debería conformarse con ese maltrato.SPOILER (click to view)Este es el vestido que tiene Emma, con el pelo suelto, ondulando sus puntas, como en la foto y con el adorno de las plumas negras también
Y bueno, como Emma siempre tiene guantes, pues tiene puesto estos negros, son medio transparentes y finos:•••
El momento llegó. El emperador apareció junto a Elayne, y no solo eso, sino que le hizo vestir con los colores que solo la emperatriz debería usar. ¿Intentaba vengarse del padre de la albina? A causa de esto los dos príncipes estaban nerviosos, lo notaba, miraban al emperador reacios y nerviosos, incluso sabía que me estaban buscando, pero aún no había pasado el tiempo que les había dicho, sería peligroso hacerlo demasiado pronto, así que… me escondí entre la multitud. Los esquive y me acerque a una mesa donde servían unos postres con una pinta deliciosa. Cuando me acerque, lleve mis ojos a Elayne para comprobar su estado, que parecía muy nerviosa, quería ayudarla, pero lo mejor era de momento quedarnos tranquilos y esperar... Entonces mis ojos se posaron por un momento en el emperador y sus dorados orbes.-“Mátalo”-aparté rápidamente la mirada para llevarla al suelo, con el ceño fruncido, y posando una de mis manos en mi cabeza al notar un punzante dolor.-“Debes matarlo…”-la voz resonaba en mi cabeza dolorosamente. Note el flujo de sangre salir por mi nariz y enseguida lleve mi mano, con una servilleta que cogí de la mesa, a mi nariz, antes de manchar mi vestido de sangre.-Cállate…-susurre molesta.-“La prisión no aguantará para siempre…”-la nariz comenzó a sangrar más y el dolor fue más fuerte, teniéndome que apoyar en la mesa. Aprovechando que la gente estaba distraída con los rumores nuevos del emperador y Elayne me fui a una parte apartada de la sala, tras una columna y me escondí allí, apoyándome en dicha columna mientas seguía tapando mi nariz con la servilleta de tela, mirando hacia el techo, esperando que el sangrado parase. ¿A qué prisión se refería? No entendía que me quería decir, pero Alara debía buscar una forma mejor de comunicarse conmigo o acabaría matándome… Me limpie la nariz con la tela y comprobé que ya no salía sangre. Suspire, me encontraba algo mareada, pero estaba algo mejor. Con mi rostro limpio guarde la servilleta en un bolsillo que le hice hacer a mi vestido, ya que eran muy convenientes. Con eso regresé a la fiesta. Había estado bastante rato escondida, ya era hora de la función, así que me dirigí hacia el gran balcón, donde había quedado con los príncipes. No había nadie, y dudaba mucho de que alguien más saliese, todos estaban expectantes con los chismes del emperador y los bailes. Apoye mis manos en la gruesa barandilla de piedra que daba al exterior del palacio, contemplando la noche estrellada. Con mi mirada busqué las piezas de ajedrez de mi plan, encontrándolas escondidas, tras los árboles, saludándome, a lo que yo les sonreí.-¡Emma!-me di la vuelta cuando Drake llamo mi nombre ansioso, viendo cómo se acercaba y su hermano cerraba la puerta tras de sí, acercándose también. Al verlos de cerca… Guau~ Eran realmente dos chicos hermosos.-¿Cuál es el plan? Tenemos que sacar a Elayne de ahí.-dijo, de nuevo ansioso. Drake era bueno mostrando pocas emociones delante de los demás, pero cuando se trataba de su amada podía expresar muchos rostros.-Si los príncipes se alteran tanto los demás lo notaran, así que por favor, cálmense.-comenté, sonriente, intentando calmar la mala agitación que esos dos estaban transmitiendo.-Necesito que me prometan una cosa. Sino, buscaré otra forma de ayudar, sin ustedes.-El príncipe Axyl me miro con el ceño fruncido, después de mirar a su amada a través del cristal. ¿Pensaba que lo estaba amenazando? Bueno, quizás si lo hacía en cierta forma, lo que podían llegar a ver podría ponerme en peligro a mí.-No pueden decir nada de lo que vean esta noche.-pose mi dedo índice en mis labios para indicar el signo de silencio, mientras sonreía.-Sencillo, ¿no es así? -Drake asintió serio y dócil, en cambio el príncipe Axyl me miro impaciente, hablándome de la misma forma, esperando que le dijese el plan. Suspire. Tendría que confiar en su palabra.-Bien, entonces... ¿Pueden por favor asomarse al balcón?-comenté, esta vez seria, para apartarme un poco e indicarles con una de mis manos la barandilla de piedra del balcón donde nos encontrábamos. Los dos príncipes se acercaron, dudosos de mi inteligencia como estratega, mientras el príncipe heredero parecía molesto, sin saber cómo aquello iba a solucionar los problemas con Elayne. -Miren abajo-les ordené y justo en el momento que sus manos se apoyaron en la piedra para hacer la acción que les había dicho, desaparecieron en un segundo, cayendo por el balcón. Me acerque a la barandilla y apoyé mis manos en la piedra para observar que estaban bien. Los dos espíritus rodeaban, cada uno, a cada príncipe, con sus brazos, los cuerpos de los príncipes, tapando sus bocas y soltando una especie de aura verdosa que hizo que poco a poco los ojos de los dos se cerraran hasta quedar dormidos. La mirada del príncipe Axyl había sido un poco odiosa hacia mi ¿me metería en problemas por esto? Bueno, mientras esto pudiese salvar a Eli todo estaría bien… Los espíritus desaparecieron con los príncipes como si nunca hubiesen estado allí. Solo esperaba que realmente los príncipes no dijesen nada. Los espíritus nunca se mostraban ante los humanos ni favorecían a nadie, eran seres mágicos que cuidaban de los bosques. El emperador podría verme como una amenaza o queriéndome usar para su beneficio. En todo caso, era mejor no llamar la atención del emperador.-Guardiana.-un búho, de apariencia normal y corriente, pero siendo otro espíritu, se posó a lo lejos, en la barandilla donde yo me encontraba, pudiendo solo yo escuchar su voz en mi cabeza.-Los príncipes están siendo llevados sin ser vistos ¿Dónde deberíamos dejarlos?-preguntó.-Dejadlos cerca del pueblo, donde os indiqué, quitadles todas sus joyas y quemadlas en lava. Quiero que parezca que los han secuestrado y robado. Ya avise a un amigo humano para que fuese al mismo punto junto con unos amigos. El encontrará a los príncipes. El será el héroe que los salvo y mentirá con una creíble historia.-Sonreí y me aleje de la baranda.-Como quieras. Pero guardiana… Tienes mala cara ¿Por qué no vas a ver a Ibis?-¿tenía mala cara? Me encontraba algo mal, pero el maquillaje no debería dejar ver nada malo.-Supongo que solo tú puedes notarlo, por mi energía. Pero no puedo ir a verla, si desaparezco será sospechoso. Tengo que volver.-el búho echo a volar del lugar y yo ingresé de nuevo en la fiesta. Mi mirada y la de Eli se encontraron, cuando eso paso le dedique una sonrisa tranquilizadora.
No paso mucho tiempo después antes de que uno de los guardias del emperador se acercase a este y le susurrase algo al oído. Enseguida supe que se trataba de la desaparición de los príncipes. El rubio se puso serio, con el ceño fruncido y dio una orden a su guardia para que este se marchase corriendo, después indico otra orden a otro y se marchó. Por un momento pensé que iba a dejar a Eli sola, pero a la segunda persona que le dio la orden se llevó a la albina junto a otros guardias.-Barend, síguelos y averigua donde llevan a Elayne de Blois, si está en peligro, protégela.-ordené a mi guarda, que me había reunido con él hacia un rato. Este asintió obediente y se marchó en la dirección donde había ido Eli. Estaba un poco preocupada por ella, si el emperador intentaba algo más con la albina y la ponía en peligro, yo…-“Debes matarlo… Debes ser tu…”-su voz volvió a resonar en mi cabeza, el dolor de nuevo se intensifico. Me alejé de la multitud, sacando el pañuelo de mi bolsillo, precavida de que mi nariz no manchase mi vestido.-A este paso acabaras matándome tu… Déjame en paz… Haré las cosas a mi manera…-susurre cabizbaja, adolorida. ¿Porque debía matar al emperador?... No escuche ninguna voz más en mi cabeza, fui a comer algo por el lugar y dejar pasar la noche, pero no me encontraba bien, me quede apartada, sentada en una silla durante no sé cuánto tiempo, cuando me di cuenta, una mano se mostró ante mis ojos, haciendo que levantase mi rostro para ver a su usuario.-Emma de Lowell ¿cierto? ¿Quiere bailar conmigo?-un chico de cabello y ojos oscuros, con un rostro bastante apuesto me preguntó en un tono amable y una dulce sonrisa, pero que note sospechoso. Estaba cansada y fui consciente de que algo iba mal con aquel chico en su mirada hacia mí, pero aun así, tomé su mano y me puse en pie, dejándome llevar por su agarre a la pista de baile. Quizás podía animarme un poco y distraerme, aunque pudiese ser una trampa. En la pista, el moreno entrelazó una de sus manos con la mía y poso la otra en mi cintura para que comenzásemos a bailar junto a la música, coordinándonos bastante bien. Mis sentidos quedaron atentos al piano, era agradable y tranquilizador, pero la voz del contrario me saco de mi mundo.-La señorita de Lowell realmente es hermosa. ¿Es verdad lo que los rumores dicen?-me extraño que no preguntase antes. Al igual que la gente era muy agradable con Eli por ser la protagonista, conmigo era muy reacios y desagradables por ser la villana.-¿A qué rumores se refiere?-pregunté sonriente, ocultando mi malestar físico.-Dicen que ofrece su cuerpo a quien sea y que ha estado en la cama con incontables hombres…-dijo en un tono pícaro mientras sonreía de lado. Entonces deslizo la mano de mi cintura para rodearla y apegar nuestros cuerpos juntos, pudiendo notar su respiración en mi cuello.-Si es así, yo también estoy interesado.-comentó en un susurro mientras posaba un beso en el hombro donde tenía la cicatriz que me hice cuando era pequeña, al salvar a Axyl. A la vez, en una acaricia, llevo su mano de mi cintura a mi trasero para acariciarlo. -Vaya… Parece ser que usted no tiene modales, ni siquiera creo que sepa complacer a una dama en la cama…-En ese instante lleve mis manos a su pecho, lo empuje y en ese empujón puse mi pie para que se cayese de culo al suelo, mirándolo con desprecio. Las personas a nuestro alrededor pararon de bailar, sorprendidas. Con las miradas clavadas en nosotros tuve que actuar y poner una cara preocupada, llevando mis manos a mi pecho, cual doncella inocente.-Lo siendo… ¿Se encuentra bien?-a pesar de que aquel hombre era el que había quedado en ridículo al caer al suelo, las personas comenzaron a hablar de mi…-¿Esa es Emma de Lowell? Seguro que le ha hecho caer o pisado… Dicen que seduce a cualquier hombre… Solo mírala con ese vestido que lleva…-ni siquiera intente decir nada más, sentí que era inútil. A pesar de lo buena actriz que pudiese llegar a ser, sentía que aun así aquellas personas encontrarían algo más para poner en mi contra, solo sería gastar saliva, por ello, nunca me defendía. Pero entonces una voz inesperada me sorprendió… El príncipe Axyl apareció de repente, preguntando si me encontraba bien, aunque en un principio, yo y los demás, pensamos que se lo estaba diciendo al hombre que me saco a bailar, el cual comenzó a afirmar que yo era una cualquiera que había rechazado su propuesta, enojada, por no querer ir con él a su habitación. Todo mentiras… El príncipe comenzó a defenderme, para mi sorpresa, diciendo que el contrario estaba acusado de violación y sacando trapos sucios sobre él. En esos momentos, aquel príncipe se vio bastante genial y mando a sus guardias que se llevasen al hombre. Aun así, los murmureos contra mis seguían, pero Axyl se acercó a mí y me siguió defendiendo, atacando a las candidatas a emperatriz incluso. El protagonista se había puesto a defender a la villana delante de bastante gente, había sido algo genial de ver y de alguna forma, aunque estas cosas solían darme bastante igual… Me hizo un poco feliz.
Me deje llevar por la mano de Axyl, que me guio hasta el jardín, alejados de las miradas de todo el mundo. Drake no estaba, por lo que seguramente se habría ido a encontrar con Elayne, lo que por una parte era bueno, así tendría a alguien a parte de Barend que la protegiese.-Gracias…-dije seria. La cabeza me estaba matando. Algo había mal y estaba segura de que era un daño segundario por culpa de las voces de mi cabeza. ¿Daño cerebral? Si era eso podría solucionarlo, solo necesitaba a Ibis para curarme, o quizás incluso Eli podría curarme con su poder de luz, si sabía manejarlo.-Pero no es necesario que me salve... Los rumores solo crecerán, la gente no tiene otra cosa mejor que hacer...-quizás hasta comenzarían a decir que había seducido al príncipe heredero para mancillarlo y a saber qué otras cosas más… Antes de poder decir nada más, de nuevo esa sensación en mi nariz me hizo correr a coger el pañuelo de tela de mi bolsillo, que ya estaba manchado de las otras veces, y llevarlo a mi nariz cuando esta comenzó a sangrar de la nada. Levante mi mano, como en señal de “stop” al recordar las veces que Axyl me llevaba a la enfermería cuando veía que algo me pasaba.-Antes de que diga nada, no quiero que me lleve a la enfermería... Esto es algo normal...-comenté al momento que me sentía más mareada. Si un médico me revisaba podía ser peligroso si descubrían mis poderes oscuros. En ese momento mi cabeza choco con el pecho del contrario, usándolo como un apoyo para no caerme. La brisa mecía mis cabellos y me hacía sentir relajada. -¿Podemos quedarnos un poco aquí...? La brisa es agradable... -dije en un tono de voz algo pausado y sumiso que no solía mostrarle a los demás, pero con el dolor de cabeza y mareo me sentía algo desorientada y me daba un poco igual como me viese el contrario.-Aunque si quieres ir con Eli está bien... Puedo estar sola... Estoy acostumbrada...-estas dos últimas palabras las dije en un tono más bajo. Sabía que él querría ir corriendo con su amada, era normal y si salía corriendo no era algo que fuese a culpar, solo me acostaría sobre el césped y descansaría, pero… Su voz me dijo que eso no iba a pasar, que su hermano habría ido a ver a Eli y que yo necesitaba a alguien. Sus palabras fueron cálidas y me sentí, menos sola… ¿me había sentido sola? -Yo…-su mano acaricio mi cabello repentinamente y de un momento a otro, me encontraba en los brazos del príncipe heredero. Me sorprendí en ese momento, queriéndole pedir que me bajase, pero la verdad es que estaba cómoda y cansada, por lo que, lo único que hice fue apoyar mi cabeza en el hombro del contrario y dejarme llevar por sus pasos dentro del castillo, en un pasillo oscuro y solitario.
Llegamos frente a un cuadro gigante, con el marco adornado lujosamente. Por un momento dude de lo que estaba haciendo, pero cuando movió el cuadro, una puerta secreta se abrió ante nosotros. ¿Esto estaba en el libro? Si lo estaba no lo recordaba o lo había pasado de largo en la lectura. Entramos dentro y asentí con mi cabeza cuando pidió que guardase el secreto. El lugar era amplio, rustico y lleno de libros. Habían un par de sillones y en el centro de la sala había una caja, ¿una caja con un anillo?-Es un lugar agradable... -casi susurre, sin percatarme casi de que me estaba acomodando en el hombro del contrario. Olía bien y se estaba cómodo…-Por cierto... Me sorprende que no me hayas preguntado nada... Drake siempre me hace preguntas... Pero lo siento, no puedo decir nada más de lo que tus ojos han visto... ¿Desconfías de mí? -pregunté, a lo que él respondió que se había vuelto una costumbre que no respondiese a nada. ¿Y qué le iba a decir? ¿Qué era una usuaria de oscuridad? No estaba segura el cómo podría reaccionar contra mi…
Axyl me llevó hasta uno de los sillones, donde me sentó y se fue a buscar algo, cuando volvió poso en mis manos una piedra magia de curación para que la usase, por su mirada, parecía que no podía darle un no como respuesta.-Gracias.-la acepté mientras esta comenzaba a brillar en un tono azulado y agradable. El príncipe se sentó frente a mí, en una silla que agarro del lugar. Empezó a hablarme sobre que sentía curiosidad por mi relación con los espíritus, pero que era más conveniente no meterse en problemas ya que se podía buscar en la memoria de los demás si me acababan descubriendo. Lo sabía y por ello, nadie conocía de muchas cosas sobre mí. Después de escuchar las palabras del contrario acaricie la piedra mágica, no era sufriente para curarme, pero podría aliviarme hasta que fuese a ver a Ibis.-No quiero haceros daño... Tampoco estoy interesada en el reino...-mire la piedra mágica, viéndola aun algo borrosa por el mareo.-Los espíritus, me favorecen porque hice algo que los salvo... Y porque... -hice una pausa cortante. No podía decirle nada más ¿en que estaba pensando al contarle aquello?-A veces es cansado... Tantas personas dependen de mí, pero yo... También dependo de mi misma... -apoyé mi espalda en el respaldo del sillón, levantando mis brazos y posando la piedra mágica sobre mi frente, mientras levantaba el mentón para mirar al techo.-¿Porque le cuento esto?... Al final siempre seré a villana... -¿Por qué estaba diciendo aquellas cosas? Y más delante del príncipe… un príncipe que no sabía nada de mí y que no era de su confianza. El cansancio mental me provocaba aquello… la noche había sido larga y había aguantado muy bien los dolores de cabeza. Pero entonces me sobresalté cuando el príncipe exclamo que realmente era la villana, quejándose de que le había quitado el primer beso a su princesa. Baje mis manos de mi frente para mirarlo y entonces, con una sonrisa burlona, se acercó, apoyando sus manos a cada lado de mi cabeza y casi rozando nuestros labios. Me quede sorprendida y levemente sonrojada cuando vi su rostro tan cerca del mío, pero suspire aliviada cuando se separó, sin dejar de hablar ¿intentaba animarme? Le sonreí dulce mientras veía como se sentaba y lleve la piedra mágica a mi pecho, como si fuese a calentarme.-Entonces dejaré las formalidades… Axyl.-atrevidamente lo llame por su nombre, con una sonrisa, iluminada por la luz de la piedra.-Gracias por animarme… Normalmente no soy así, pero ya que te has ofrecido ¿te tomaré como la persona que escuche mis quejas? Jeje~-sonreí un poco más alegré y me acomode mejor en el sillón, volviendo a levantar mis brazos y llevando la piedra mágica a mi frente, con mis dos manos. En esa acción mire una de las estanterías y el lugar, parando mis ojos en un tablero de ajedrez que había cerca.-¿Quieres que juguemos?-sonreí mientras señalaba el tablero. Me quite los guantes, para dejarlos sobre el reposabrazos del sillón, y como también tenía los pies incomodos, me quite los tacones, dejando mis pies descalzos y me acomode en el sillón como si estuviese en casa, estirando las piernas y dejándolas algo descubiertas mientras movía los dedos para liberar el estrés por tener toda la noche los tacones.⇐Drake⇒
¿Qué estaba pasando?... ¿Porque Elayne tenía aquel vestido puesto? Definitivamente el emperador había perdido el juicio. ¿Cómo podía hacerle poner eso a la albina?... Todas las miradas estaban puestas en ella y en como su traje conjuntaba con el del emperador, con los colores que solo la emperatriz debería llevar. Sentí mucha impotencia al ver que no podía hacer nada para ayudarla y que sus ojos nos lo pedían a gritos… -Tenemos que sacarla de ahí… pero debemos esperar al menos una hora antes de buscar a Emma, de lo contrario él sabrá que fuimos nosotros y Eli se llevara la peor parte… tenemos que contenernos, a partir de este momento escucharemos cosas que nos enfadaran mucho, pero debemos aparentar que no nos importan, si padre ve que respondemos negativamente a los rumores, seguirá metiéndose con Elayne solo para fastidiarnos.-Asentí con la cabeza, estrujando mis puños y acumulando mi ira en ellos, intentando no mostrándolo en mi rostro, aunque ni siquiera era consciente de que expresión estaba poniendo en esos momentos de la rabia que sentía por no poder hacer nada por la albina... Podía escuchar los murmullos y los comentarios de los demás, lo que me daban más ganas aun de salir de aquel lugar antes de que hiciese alguna tontería.SPOILER (click to view)Este es el traje que lleva puesto Drake:
Dejé a Axyl el papel de hablar con la gente, él era el príncipe heredero y al que todos amaban, lo escucharían mejor que a mí, en cambio, busqué por la rubia, queriendo saber de qué trataba el plan, pero entre tanta gente, no la encontré ¿Dónde estaba? Desistí y deje que el tiempo pasase en preocupación por la albina, pero cuando sentí que el tiempo había pasado suficiente, volvía buscar a Emma, buscándola por el lugar. Esta vez la encontré. Saliendo tranquilamente al balcón donde habíamos quedado. Apreté mi puño, decidido comencé a andar en la misma dirección y me encontré a mi hermano en la entrada de dicho balcón.-Hagamos esto juntos hermano-asentí con la cabeza, serio.-Salvemos a Elayne.-con ello salimos fuera, viendo como la luz de la luna iluminaba el cabello rubio de nuestra cómplice.-¡Emma!-empezó a advertirnos que teníamos que hacer algo antes, y eso era mantener silencio de lo que fuésemos a ver. Ella… Siempre estaba llena de misterios, algunos extraños, pero sabía que no había ningún motivo por el cual desconfiar de ella. Así que, a pesar de que mi hermano parecía impaciente y algo desconfiado por la rubia, yo asentí ante sus palabras.-Miren abajo.-posé mis manos en la piedra de la gruesa baranda del balcón, y al hacerlo, sin poder reaccionar a tiempo, unas manos me arrastraron al vacío, cayendo abajo. Se me subió el corazón a la garganta en ese instante, por el susto, pero no recibí ningún daño en la caída. Algo me estaba abrazando por detrás y tapaba mi boca. Levanté mis ojos, para encontrarme con unos de color miel y un cabello rojizo, con unas alas y una apariencia que me indico que no era un humano ¿un espíritu del bosque? Mire más arriba, viendo como Emma nos sonreía. Entonces… Mis ojos se cerraron y cuando quise darme cuenta me quede dormido. Todo en apenas un par de segundos...SPOILER (click to view)Estos son los dos espiritus :3•••
Mis ojos se abrieron, lentamente, con cansancio y mareo... -¿No nos meteremos en problemas? Lo estas pintando demasiado bonito… -unas voces se escuchaban, algo distorsionadas para mí. Cuando mí vista dejo de verse borrosa me incorpore, llevando mi mano a mi cabeza y comprobando que estuviese bien. No me dolía nada, pero… No tenía ninguna joya encima.-Oh, príncipes, están despiertos.-vire mi vista a uno de mis lados, situándome en medio de un bosque, con Axyl también despertándose y una panda de hombres armados a pocos metros. Uno de ellos, que parecía ser el líder, calvo, fornido y con una cicatriz en su rostro, teniendo pinta de un cazador, se nos acercó en solitario. Al verle me puse en pie, junto a mi hermano.-¿Quién eres?-fruncí mi ceño y levanté mi mano para formar una bola de fuego en ella. No tenía mi espada, pero tenía mis poderes. Contando al líder, eran seis personas, podíamos con ellos.-Perdonad, no soy un enemigo. Mi nombre es Fareit. Esto es parte del plan, ella me dijo que cuidara de vosotros.-¿ella? ¿Se refería a Emma? El hombre levantó sus manos en alto, en señal amistosa y sonrió. Deshice la bola de fuego y relaje mis músculos, viendo como el también bajaba sus brazos.-He mandado a uno de mis chicos al palacio para que vengan a por ustedes. Cuando eso pase, la historia que vamos a contar es la siguiente… Habían sido llamados por un par de mujeres para hablar, bebieron con ellas y ahí se desmayaron, cuando se despertaron ya todo había pasado. Nosotros, que estábamos yendo a acampar para por la mañana ir de caza, nos topamos con ellos y os hemos rescatado de los secuestradores, los cuales han escapado con magia.-¿en qué momento se habían inventado esa historia y habían montado todo aquello? Aunque ciertamente, el que mi hermano y yo hubiésemos desaparecido seguramente habría sacado a mi padre de la fiesta…-Mi padre los recompensara bien, pero si descubre que ha sido engañado los matara a todos. ¿No tiene miedo de eso?-le advertí. El riesgo que ese hombre estaba corriendo era peligroso, aunque la historia era buena.-Confió en la señorita. Gracias a ella mi hija trabaja y trae dinero a casa. Es feliz... No se preocupe. Todo estará bien.-sonrió con su voz varonil y nos dio una reverencia para ir con sus hombres a darle indicaciones. Quedándonos mi hermano y yo solos lo mire para tocar su hombro, viendo que él también estaba en perfecto estado.-Axyl, sobre lo que has visto hoy… No digas nada. Esta no es mi primera vez viendo que Emma tiene relación con un espíritu mágico. Cuando era pequeño… Me adentré en el bosque solo… Fui un idiota y acabe gravemente herido.-lleve mi mano al parche que cubría mi ojo de cristal, tapado.-Ese día casi muero. Una bestia estuvo a punto de matarme por entrar en su territorio e intentar lastimar a su cría. Emma apareció y razono con el espíritu. Después no lo recuerdo muy bien, pero ella ayudo a curar mi ojo… Es una chica rara, pero no es una mala persona.-le sonreí para darle una palmada en la espalda.SPOILER (click to view)Este es Fareit y... Es el padre de mi linda Aedia jajaja•••
Tras regresar al palacio, en caballo, junto con los cazadores de Fareit y los guardias del palacio, que vinieron a buscarnos, estos últimos nos indicaron que el emperador primero quería hablar con los cazadores y que podíamos ir a descansar. Mañana mi padre hablaría con nosotros sobre este tema. En ese momento aproveche, que mientras Axyl hablaba de esto con los guardias, me adelanté para entrar dentro del castillo, ansioso por comprobar como estaba nuestra amada. Entre donde habíamos dejado a Elayne, la busque en el trono, pero no estaba. Mire entre la multitud y después busque a Emma para preguntarle, pero la encontré caminando al lado de un hombre para ir a la pista de baile. ¿Dónde estaba la albina?-Eres el guardaespaldas de Emma, ¿cierto? ¿Has visto a la señorita Elayne?-pregunté al caballero que estaba mirando el comienzo del baile de la rubia.-P-príncipe Drake, saludos su alteza… La señorita Elayne de Blois está en los aposentos del emperador… La señorita Emma me ha dicho que cuidase de ella, pero en la puerta hay guardias, si me acerco será un problema.-Maldita sea, mi padre no tenía limites…-Acompáñame.-agarré la muñeca del caballero, Barend se llamaba, si no recordaba mal. Tenía una expresión de preocupación, entre que no quería venir pero que tampoco podía desobedecer las órdenes de un príncipe.
Corrimos fuera del castillo, sin ser vistos y llegamos hasta la zona del jardín donde daba el balcón de la habitación del emperador. Mire hacia arriba. Era un tercer piso, pero si subía con el fuego de mis poderes podría subir.-Espera aquí.-le ordené al caballero que me abarro del brazo agitado.-E-espere señor. ¿Qué planea hacer? No me diga que… ¿piensa ir hasta donde está la señorita Elayne?-afirme con la cabeza a sus palabras a lo que su expresión se volvió una más preocupada.-Entonces hágalo solo, ¿Por qué me tiene que meter a mí en esto?... ¿Sabe lo que pasara si el emperador se entera?-dijo mientras me soltaba.-No se enterará. Voy a mejorar el plan de Emma. Hay muchas candidatas a emperatriz que están celosas de Elayne, y según su plan, unas mujeres nos pusieron algo en la copa, así que esas mismas mujeres, secuestraron a Elayne con intención de hacerle daño.-explique el plan.-¿Y porque las candidatas secuestrarían a los príncipes si iban detrás de la señorita Elayne? No tiene sentido.-se puso más nervioso e impaciente, queriendo irse de allí.-Porque Axyl y yo estamos muy pendientes de ella. Somos un obstáculo. No tenían intención de hacernos daño ¿quizás nuestras joyas y un rescate por nosotros eran un pago para que los secuestradores ayudasen a las candidatas?-desvaríe con la historia. Aunque era inventada sobre la marcha y a ojos nuestros podría sonar ridículo, a los ojos de los que no sabían nada, podría ser cierta.-Tú vas a ir a por Lyulf de Blois, el padre de Elayne y vas a informarle de que su hija ha desaparecido, que no sabes los detalles.-el chico se exaltó, continuando con la preocupación en su rostro.-Señor, perdón por ser descortés pero… mi deber es cuidar de la señorita Emma, no…-antes de que continuase corte sus palabras.-Es una orden. Emma estaría de acuerdo conmigo, así que ve. Coge un caballo de la cuadra, el mío es de los más rápidos.-dudo inquiero y se marchó corriendo.
Alce mí vista a mi objetivo: el balcón. Me acuclille para pillar impulso, mientras un aura de fuego se formó alrededor de mis pies, levemente y de un gran salto, aterrice en la barandilla del balcón. Baje a tierra firme, abrí la ventana y las cortinas ondearon con el viento, mientras la luz de la luna entraba en la habitación, por mi espalda. Sonreí dulcemente cuando vi la figura de Elayne, que calmo todo mi ser nada más mis ojos se posicionaron en ella, al ver que estaba sana y salva.-He venido a salvarte. Ven conmigo.-seguí sonriéndole para, sin moverme de la ventana, extenderle mi mano. La contraria se puso en pie, dejando ver un hermoso vestido adornando su cuerpo. ¿Ese idiota de mi padre pretendía hacerla suya? No lo iba a permitir. Estaba decidido… ¡Iba a luchar por Elayne!... Sonreí cuando su mano se aferró a la mía y sus ojos se humedecieron.-Por favor, no me hables formalmente, Drake está bien.-le indique ante su formalidad sobre mí y entonces, agarrando con firmeza su mano, tire de ella para que su cuerpo chocase con el mío y así poder abrazarla, con el fin de que pudiese sentirme más protegida y aliviada.-Siento todo esto, debes haberlo pasado muy mal... Pero no te preocupes. Me encargaré de que el emperador no te toque. -advertí decidido mientras me atreví a acariciar uno de los mechones blancos de la contraria. Su olor era agradable y el tenerla entre mis brazos acogedor, pero… Tenía que sacarla de ahí lo antes posible, aunque mi padre estuviese con los cazadores no sabía cuándo podría aparecer. Por lo tanto, separé nuestro abrazo y la cogí en brazos, como la princesa que parecía para mis ojos.-Agárrate fuerte.-le indique para darme la vuelta, dar un salto a la barandilla y tirarme al vacío con Elayne en mis brazos. Amortigüe la caída con un sutil torbellino de fuego que nos dejó lentamente en el tierra firme. En el suelo, por un momento me sorprendí, pero después sonreí a la contraria con su comentario sobre mis llamas.
Comencé a andar entre la oscuridad. Tenía que por lo menos esconderla hasta que su padre llegase al palacio. No tenía zapatos puestos y su vestido era fino. El único lugar cercado donde se me ocurría ir era la casa de invitados pequeña que nadie usaba y nadie iba, incluso estaba algo desatendida por los sirvientes. Por el camino, la contraria se disculpó de estar en mis brazos, pero en realidad… yo estaba feliz por ello.-No pesas en absoluto. No te preocupes.-la alenté con una sonrisa para mirar sus hermosos ojos.-Hoy puedes ser todo lo caprichosa que quieras. Cuidare de ti. -le dije de forma amable, para entonces mirar de un lado a otro mientras seguía caminando, cuidadoso de que nadie nos descubriese en el camino. Al llegar a la puerta de la casa de invitados, abrí está empujándola con mi espalda, ya que tenía a Elayne en brazos y ninguna mano libre. Dentro nos recibió la oscuridad. Como había predicho, nadie estaba usando aquella pequeña casa.-Nadie viene a esta casa de invitados, podremos pasar la noche aquí.-le informe para dirigirme a uno de los salones, donde sabía que había una chimenea funcional. Al entrar, deje a la albina sobre uno de los sofás que había frente a la blanca chimenea, manchada un poco de negro hollín, de todas las veces que había sido encendida y eche un vistazo a nuestro alrededor. -Voy a encender fuego, espera un momento.-dije para acercarme al baúl de madera que había al lado de la chimenea y conseguir de dentro un poco de leña que había recolectada. Con eso y mi poder de fuego conseguí encender una magnifica hoguera en un solo chasquido. Me puse en pie después de encender la chimenea y ronde por la sala hasta encontrar una manta que había plegada. La deshice y la espolse para después entregársela a Elayne, o más bien taparla con ella, y acto seguido sentarme a su lado.-Tapate bien.-le sonreí. Pero entonces tiro de mí para que me acercase a ella y poder taparnos los dos con la manta. Su hombro estaba pegado al mío y eso me puso algo nervioso, a pesar de que hacía poco la había tenido en mis brazos, pero sentía que el ambiente era diferente. Si Axyl nos viese estaría gritando como un loco…. Me acomode en el sofá, mientras escuchaba como se apenaba porque su sirvienta había sido golpeada por su culpa, quizás debería ir a comprobar que estuviese bien para calmar a la albina ¿Layla? Debía recordar su nombre.-No soy tan popular como crees, la gente suele tener miedo de mi rostro.-respondí ante sus comentarios que me hicieron sonrojar levemente y zarandear un poco más mi corazón. Su mano acaricio el parche en mi ojo, haciendo que clavase mi mirada fijamente en su hermosa figura. Con una de mis manos agarre gentilmente su mano, sin apartarla y seguí mirándola.-No duele, fue curado a tiempo... ¿Quieres ver algo? -queriéndole mostrar algo que no le mostraba a nadie, ni incluso a la dueña que había puesto aquello allí. Levante, con mi mano libre, sin soltar su mano, el parche de mi ojo, dejando visible la cicatriz que lo cubría. Al abrir mi parpado deje mostrar el ojo de cristal que se parecía tanto a mi verdadero ojo, incluso el color del iris era casi exacto. Pero no lo mostré durante mucho tiempo y cerré el ojo, ya que caí que quizás verlo para ella podría ser desagradable.-P-perdona, no he pensado que quizás para ti pueda ser incomodo...-la contraria se acomodó, poniéndose de rodillas frente a mí y cayendo la manta de sus hombros, dejando a la vista su hermosa figura, su mano fue a parar a mi mejilla y acariciando mi cicatriz volví a abrir mi parpado para dejar ver mi ojo. Entonces sentí que mis mejillas se sonrojaron levemente con sus elogios y casi no supe cómo reaccionar.-Gracias...-agradecí casi en un susurro, en un tono de voz tranquilo, para apartar gentilmente su mano de mi mejilla y quitarme el parche de la cabeza, dejando abiertos mis dos ojos. Lo guarde en unos de mis bolsillos y sintiendo mis instintos casi sobresalidos a causa de la contraria, agarre la manta la volví y la tapar de nuevo. -Por favor, ten cuidado, hace frío.-Con atrevimiento pase mi brazo, por debajo de la manta, por encima de sus hombros, para abrazarla y quedar así juntos frente a la chimenea.-Así no deberías tener frío, pero si lo tienes dímelo y pondré más leña.-su cabeza se reposo tranquilamente sobre mi hombro, era tan cómodo estar de aquella forma que no quería que llegase el día siguiente nunca… ¿Estaría soñando? Comenzó a hablar sobre mi antiguo yo, o más bien sobre Arion, mi nombre falso que le di cuando éramos pequeños, recordando viejos tiempos. Hasta que me dio las gracias y acabo dormida.-Ese voto fue real… Tu eres mi única princesa…-con sus ojos cerrados, aparte un mechón de cabello de su rostro y acerque mi rostro al suyo para depositar un leve beso sobre sus labios. Eran suaves y esponjosos, con una fragancia dulce. Debería haberme conformado con solo eso, pero no pude y esta vez deje caer un segundo beso, más largo. Siguió sin ser suficiente. Lleve mi mano a su mejilla, acariciándola y el siguiente beso que deposite fue no solo largo, sino profundo, casi sin poder controlarme metí mi lengua por un momento, pero cuando la contraria dio un pequeño gemido dormida me separe asustado y nervioso ¿Qué estaba haciendo?... El corazón me galopeaba a mil y sentía mis mejillas calientes. Tenía que controlarme, si Elayne se enteraba podría llegar a odiarme, aún era pronto, así que de momento, solo la abrace y la deje dormida en mis brazos, junto al fuego.. -
.
◄ Axyl ►
Drake llamo la atención de la rubia que se viro para observarnos, cerrando la puerta del balcón me asegure por última vez que nadie nos hubiera seguido, entonces mi hermano menor hizo la pregunta que había estado carcomiendo nuestras cabezas por más de una hora -¿Cuál es el plan? Tenemos que sacar a Elayne de ahí- concuerdo con sus palabras, no podíamos dejar a la albina ni un segundo más al lado de nuestro padre, me sentía furioso ¡Él era el emperador de Oracea! Debía comportarse como tal, pero por el contrario parecía un adolescente calenturiento que deseaba añadir una reina a su Harem, aprovechando que su esposa no estaba -Si los príncipes se alteran tanto los demás lo notaran, así que, por favor, cálmense. Necesito que me prometan una cosa. Sino, buscaré otra forma de ayudar, sin ustedes - ¿Acaso estaba amenazándonos? Realmente tenía agallas, pero no estaba de humor para sus tonterías u jueguitos -¿Qué quieres?-pregunte bastante serio sintiendo que mi voz estaba pintada con un matiz de enojo, que trate de disipar regresando mi mirada por una de las ventanas que me permitió ver a Elayne en la distancia, sus ojos violáceos lucían tristes y eso me hizo apretujar mis manos hasta convertirlas en puños ¡Juraba que si la rubia no empezaba a hablar la encerraría en las mazmorras! Entonces Emma nos pidió que no comentáramos nada de lo que pasara esa noche, lucia misteriosa, si esto hubiese sido otro momento hasta me habría burlado y seguido su actuación, pero la vida de Eli estaba en riesgo, vi como mi hermano asintió en silencio, sonriendo con un deje de fastidio puye para que se afanara en decirnos su plan -si, si… lo que quieras ¿Ya terminaste? Ahora si dinos ¿Qué tenemos que hacer?-le exigí harto de este suspenso que trataba de darnos y de lo mucho que esta charla se estaba alargando. Segundos después la contraria suspiro - Bien, entonces... ¿Pueden por favor asomarse al balcón?- caminando a pasos agrandados hacía el borde del balcón no pude evitar tamborilear mis dedos en el barandal de piedra ¿De que diablos nos servía esto para rescatar a mi bella dama? Se que no tengo más opción que confiar en Emma, porque todos los planes que logre pensar durante la noche terminaban de la misma manera: mi padre descubriendo que yo estaba detrás del rescate y Elayne castigada por ello -¿Y ahora qué?-pregunte impaciente, esperando algún indicio de que esto realmente funcionara -miren abajo- ¿Abajo? Posando mi cuerpo en barandal me asome, pero antes de siquiera poder contemplar el suelo algo me arrastro, el vacío se hizo presente en mi estómago y estuve a punto de sacar mi espada, pero mi agresor era muy fuerte, alzando la mirada enfadado vi que se trataba de un espíritu del bosque, así que por esto Emma nos pedía guardar el secreto, esa mujer realmente me las iba a pagar, al menos pudo darnos una advertencia, mientras caía fije mi mirada en esos ojos azules y se que ella capto mi pensamiento, pero antes de que pudiera seguir forcejeando, mis parpados se sintieron pesados y pronto caí en un sueño inducido por la habilidad del espíritu.⊶♣⊷
Cuando recobre la conciencia, sentí como si me hubiesen tirado entre piedras y árboles, mi cuerpo dolía y no era solo eso, sino que venía acompañado de un mareo de esos que atacaban cuando uno subía a un barco, parpadeando observe a mi alrededor… ¿Dónde estaba? ¿¡Eh!? Irguiéndome de sopetón busqué a Drake y por fortuna lo encontré a mi lado entonces unos murmullos llegaron hasta mis oídos, afilando mi mirada busqué mi espada, pero esta… ¡No estaba! Al igual que las joyas que habían adornado mi traje -Oh, príncipes, están despiertos - cuando aquel fornido hombre se dirigió hacía nosotros Drake inmediatamente creo una bola de fuego listo para atacar y yo estaba por hacer desaparecer del mapa a toda esta pandilla de bandidos cuando el otro nos calmo diciendo que no teníamos que preocuparnos que todo había sido planeado por Emma y que serian ellos quienes serian la “cuartada” en el plan para que no sospecharan de nosotros. La idea era la siguiente: Drake y yo nos habíamos encontrado con unas jovencitas encantadoras e incapaces de resistir sus coqueteos aceptamos tomar un trago con ellas, sin percatarnos de que este estaba alterado con droga para dormirnos… claro esto tenía tanto sentido~ ¡Ha! Emma no había pensado muy bien en esto ¿Qué mujer se hubiera acercado a darle algo a mi hermano menor? No es que el fuera feo ¡Por la diosa Alara! su rostro y cuerpo eran estupendos, no tanto como los míos, pero tenía su encanto cuando quería. Bueno suponiendo que nuestro padre no notara la obvia mentira, lo siguiente del plan había sido despojarnos de todas nuestras cosas de valor para que pareciera un robo y entonces es ahí cuando estos cazadores nos rescataron… claro porque a pesar de tener nuestros poderes seriamos tan tontos para no usarlos. Lo más probable es que dijeran que nos habían puesto esposas especiales para que no pudiéramos utilizarlos, lo que nos dejaría con el combate cuerpo a cuerpo que no utilizamos porque estábamos drogados, pero padre sabía que yo… podía usar mis poderes incluso con un artilugio neutral de energía.
Definitivamente padre iba a tener una seria charla con nosotros dos, si es que se creía el cuento, me pregunto cuantas horas de entreno espartano-extra nos pondrá a hacer al día. Suspirando escuche como Drake les decía que mi padre los recompensaría gratamente si todo salía bien, por el contrario, los mataría y exhibiría sus cabezas en la plaza, el hombre calvo llamado Fareit parecía tener su confianza plenamente depositada en Emma, no es que fuera malo, pero uno siempre debía estar listo para un plan de contingencia. Pronto nos quedamos solos, posando su mano en mi hombro Drake llamo mi atención -Axyl, sobre lo que has visto hoy… No digas nada[…]Después no lo recuerdo muy bien, pero ella ayudo a curar mi ojo… Es una chica rara, pero no es una mala persona-era muy extraño escuchar a mi pelirrojo hermano hablar de si mismo y sobre todo defender a una persona con tanto cariño, sonriendo para mis adentros no pude evitar emocionarme al sentir el obvio interés que en el fondo Drake sentía por Emma, tal vez sentía cosas por la albina debido a que era hermosa, pero siendo sinceros con quien pasaba más tiempo era con la de ojos azules, por lo que había una alta probabilidad de que terminaran juntos. Ah~ que magnifico. Simplemente fantasear con que se enamoraran y dejaran el camino libre era gratificante -no te preocupes no diré nada… no es que no confié en Emma, pero tampoco pondré una fe ciega en ella, debemos estar preparados para lo peor. Aunque independientemente del resultado para estos hombre al menos logramos que Padre se mantuviera ocupado y lejos de Elayne.⊶♣⊷
Habíamos llegado a las puertas del palacio hace un par de minutos, los guardias nos recibieron y nos llevaron adentro para que pudiéramos ser revisados por el medico real, cosa que logre evitar cuando hable con los dos hombres que debían llevarnos al cuarto de enfermería. Cuando termine de convencerlos y les vi alejarse me vire para buscar a mi hermano, pero este se había escabullido, realmente no podía bajar la guardia a su alrededor, era un pequeño muy astuto, sonriendo me encamine por los pasillos hacía el salón principal tal vez la albina se encontraba ahí, pero cuando me asome no la vi por ninguna parte, estaba por irme en dirección a las habitaciones de invitados, cuando una conmoción llamo mi atención y como cosa rara Emma de Lowell estaba en medio de ella, un hombre estaba tirado en el piso mientras ella se disculpaba colocando una mirada de “No fue mi intención” estaba seguro que ella se las arreglaría así que iba a seguir mi camino, pero los cuchicheos empezaron a llegar a mis oídos: “¿Viste lo que paso? estaba seduciéndolo, pero él no le hizo caso y ella ahora quiere avergonzarlos.” “No me sorprende, su reputación es muy conocida entre todos los nobles, dicen que arruino el matrimonio del Barón Fredrick y que su mujer los encontró juntos.” ¿Eh? ¿Cómo podían decir ese tipo de cosas sobre la rubia? Por su compañero de baile era lógico deducir que quien tuvo la culpa era ese hombre, me hubiese gustado salir de ahí y hacer como que nada pasó, pero ese no era el tipo de persona que yo era, además de que era el príncipe heredero y Emma era parte de este reino, aunque todo este asunto aprecia sacado de una novela juvenil (de esas que parecían estar de moda estos días) mis piernas comenzaron a moverse por sí solas -lo siento Eli, esta vez no podré ser tu caballero-no sabía porque la gente odiaba tanto a la oji azul, aunque una parte de mí presentía que si ella solía hacer cosas detestables como lo que hizo esta tarde al robarse el primer beso de la albina, podía simpatizar un poco con la molestia de los demás, pero no hasta el punto de herirla tan cruelmente, sumergiéndome en la multitud me abrí paso hasta llegar a la escena del “crimen”
-¿Se encuentra bien?-lance la pregunta y al momento que lo hice el silencio reino al mismo instante que pude notar como los nobles no implicados dieron un paso hacia atrás como si quisieran dejar en medio del círculos a los dos involucrados, el hombre de cabellos oscuros se paro para limpiar su traje e inmediatamente me hizo una reverencia -gracias su alteza por preocuparse, la verdad es que esta mujer se enojó todo porque no accedí a pasar la noche en sus aposentos, trate de retirarme sin causar ninguna escena, pero ella me empujo avergonzándome ante todos mi señor-explicó, cosa me causo gracia y creo que se noto un poco cuando sonreí con burla -creo que me ha mal entendido conde, no le preguntaba a usted sino a la señorita de Lowell… que claramente fue objeto de sus burlas ¿Acaso cree que soy estúpido? Conozco muy bien todos sus antecedentes mi señor, sin mencionar que la semana pasada me llego un reporte donde se le acusaba de violación y debido a que no pudimos encontrar pruebas pudo asistir sin problemas, pero un dato curioso es que la víctima registradas son rubias, como claramente lo es la señorita-colocándome en frente de Emma para protegerla de esa mirada hosca me acerque un par de pasos ocasionando que los ojos oscuros del conde miraran asustados a todos lados buscando una forma de escapar -atacar a una dama indefensa y en medio del palacio real es un acto deplorable y bastante atrevido de su parte… guardias llévense al conde Edward a los calabozos- ordene, al instante pude escuchar los pasos metálicos y los murmullos asombrados de la multitud cuando los guardias llegaron para apresar al conde que se removió lloriqueando por perdón.
Conteniendo el suspiro de cansancio que estaba por dar mire a Emma, por alguna razón la rubia parecía estupefacta… jajaja~ de seguro se había enamorado de mi grandeza~ lastima que mi corazón solo anhelaba a una única mujer, debería destrozar su corazón antes de que se hiciera ilusiones, pero antes de que pudiera seguir disfrutando este triunfo mío, fui consciente de que los nobles a nuestro alrededor seguían murmurando estupideces. Eso era algo que jamás había entendido ¿Por qué las mujeres se atacaban las unas a las otras de forma tan osca? una vez hace mucho tiempo mi madre dijo que lo hacían debido a que se sentían inferiores y trataban de desmeritar a otros para lucir bien, ahora realmente comprendía a lo que se refería y lo que me sorprendía es que varias de las candidatas para ser emperatriz estaban haciéndolo -a veces no todo es lo que parece, una buena emperatriz habría tratado de mediar entre las partes implicadas para así poder analizar y verificar los hechos antes de sacar conclusiones, tal vez muchas de nuestras candidatas piensan que pueden conseguir el puesto debido a su estatus, realmente es algo decepcionante ver como la lista se reduce así de fácil… sin mencionar a los jóvenes caballeros que son el futuro de nuestro imperio, nosotros que vivimos por nuestro honor, creo que es una vil traición el no ayudar realmente a quien lo necesita-sin decir nada más extendí mi brazo hacía la rubia que pareció tomarlo por inercia y así salimos del salón, una vez cruzamos el umbral de la puerta me sentí más tranquilo, sin decir nada seguimos caminando hasta que llegamos al área del jardín interno del castillo -gracias. Pero no es necesario que me salve… Los rumores solo crecerán, la gente no tiene otra cosa mejor que hacer…-sus palabras fueron algo crudas, aun así me sacaron una sonrisa de satisfacción, esta mujer no era para nada honesta… había sido así desde la primera vez que la conocí, pero de repente mientras hablábamos la contraria comenzó a tener un derrame nasal, sintiendo como alejo inmediatamente su mano de mi brazo le vi tomar su pañuelo de por si ya manchado mientras lo presionaba para que la sangre no manchara el vestido, estaba por decirle que debíamos ir a la enfermería cuando ella se negó de antemano alegando que esto era algo normal -¿Normal dices? Con más razón para preocuparse, definitivamente no es normal si siempre te vive sangrando la nariz, podrías tener alguna enfermedad ¿Por qué tienes que ser tan terca?-cuestione con un tono de queja mientras me inclinaba ligeramente hacía ella, fue entonces que le vi tambalearse y de la nada su cuerpo se apoyó en mí, dándome un cabezazo en el proceso, para que luego su cabeza terminara apoyada contra mi pecho
-¿Podemos quedarnos un poco aquí…? La brisa es agradable… Aunque si quieres ir con Eli está bien… Puedo estar sola… Estoy acostumbrada…- soltó, su voz sonó pausada, casi quebrada por el cansancio ¿Cómo podría creerle que estaría bien cuando estaba usando un tono lastimero mientras me pedía ir con mi amada? soltando un suspiro ante lo estresante de la situación solo pude poner una sonrisa para que la contraria se sintiera mejor -curiosamente… ¿Ves a Drake en alguna parte? Hmm~ yo tampoco y aunque tienes razón de que me gustaría ir con Eli, creo que tu no estas del todo bien y no quiero dejarte sola, mi lindo hermano debe estar con ella en estos momentos… así que por esta noche seré un buen hermano mayor y le dejare ganar esta ronda, no estoy asustado porque sé que el corazón de mi bella dama no es voluble, sé que me quiere y yo la quiero. Además, no eres tan buena mintiendo, no deseas estar sola igual que aquella vez, a veces puedes ser un poco linda cuando no estas gastando tus energías en ser tan terca. Está bien mostrarse vulnerable a veces Emma, no me burlare ni usare eso en tu contra-le recordé al momento que alce mi mano para acariciar su suaves cabellos con cuidado de no desorganizarlos o topar el adorno que llevaba puesto, imprimí en ese sutil toque todas mis buenas intenciones, fue un roce gentil y ella se sintió como un pequeño animalito herido, un animalito que necesitaba ser amado, solo que ella no podía verlo -¡Bien! ya que no quieres ir a la enfermería, se dé un lugar donde puedes descansar sin preocuparte de que alguien te moleste, así que… si me disculpa-alejándome de ella me incline, pase uno de mis brazos por su cintura mientras que el otro por detrás de sus piernas para cargarla justo como la noche anterior, esto parecía estarse haciendo una costumbre, ahhh~ si tan solo fuera mi linda Eli, podría llevarla a mi cuarto, robarle uno, tal vez dos, o cinco besos uno tras otro.
Alejando mis mórbidos pensamientos me concentre en el presente, que no quería que la contraria notara la dirección que estos estaban tomando y aprovechara eso para molestarme, pronto salimos de los sectores alumbrados para la fiesta y nos vimos sumergidos en las partes del castillo que nuestros invitados no tenían permitido usar, nuestro destino final era la torre del ala oeste, un lugar donde años atrás había creado mi pequeño santuario, mi escondite, nadie sabía de él… bueno nadie a parte de mi y mi guardaespaldas personal que gracias a la diosa Alara no estaba presente en estos momentos, de lo contrario el plan de Emma hubiese sido desmoronado en un abrir y cerrar de ojos, en el camino tuvimos que esquivar y ocultarnos de los guardias que estaban haciendo su ronda de vigilancia sin mencionar que la seguridad había sido aumentada después del supuesto “secuestro” cuando por fin pudimos llegar me detuve frente a un gran cuadro que contenía el mapa de todo Faran, mirando a los lados me asegure de que nadie estaba viéndonos o buscándonos, soltando la cintura de Emma extendí mi brazo y tomando el ornamento para colocar antorchas que había ahí y que estaba vacío sentí el crujir y después escuche el clic y el cuadro se salió de la pared revelando un umbral que nos llevaba directo a unas escaleras de caracol, adentrándome espere que la puerta secreta volviera a cerrarse y cuando me asegure que todo estaba en su lugar subí -bien así como guardare tu secreto… tú debes guardar este-le explicó llegando a lo que era una amplia habitación, habían estanterías repletas de libros, luces mágicas que inmediatamente alumbraron todo cuando nos detectaron, había algunos estantes donde guardaba cosas importantes, o cosas que había encontrado en mis exploraciones en el centro de la habitación había lo que parecía una rama de plata que estaba clavada al suelo y se erguía hasta la altura de mi abdomen, las ramas se entrelazaban formando un pequeño soporte donde reposaba un hermoso anillo que era protegido por un campo protector, la chica entre mis brazos parecía fascinada con mi escondrijo -Por cierto... Me sorprende que no me hayas preguntado nada... Drake siempre me hace preguntas... Pero lo siento, no puedo decir nada más de lo que tus ojos han visto... ¿Desconfías de mí? -preguntó a lo que no pude evitar sonreír -bueno no te conozco mucho como parece hacerlo mi hermano, pero desde pequeña nunca has contestado nada de lo que te pregunto, así que supongo se volvió una costumbre no preguntarte nada…-acercándome a uno de los sillones cerca a la estantería de objetos mágicos pose a la rubia ahí para que descansara, mientras yo di un vistazo alrededor tratando de recordar donde había puesto las piedras curativas y sin más comencé a buscarlas.
Se siente extraño que alguien más aparte de mi este aquí, incluso Dwy -mi guardaespaldas personal- se abstiene de poner un pie aquí y suele esperarme en el umbral… hubiese deseado que Elayne fuese la primera en conocer este lugar, supongo que las cosas no siempre salen como uno desea, Emma no parecía una mala persona, Eli confiaba en ella, mi hermano también… todos parecían hacerlo, no es que estuviera antojado de sumarme a la multitud, pero le daría un chance de probar que no era la mujer que los rumores decían que era, de lo contrario debería alejar a Elayne lo más pronto que pudiera, no me importaba si la de ojos violáceos me odiaba, siempre y cuando estuviera a salvo, cuando por fin encontré una piedra de curación la tome y se la lleve a la rubia, esta piedra era de un color azul claro -al menos usa esto- le ordene, con un tono de voz un poco más amable, pero con una mirada que dice: "no admito un no por respuesta" y es así como poso la piedra entre sus manos, esta comienza a brillar de forma intensa y a la vez muy hermosamente, Emma se la pone sobre la cabeza y mientras lo hace tomo una de las sillas que hay ahí y la ubico en frente del sillón donde ella reposa -La verdad es que nuestro reino, ni ningún otro tiene una buena relación con las criaturas mágicas, y siento curiosidad, pero no quiero meterte en problemas, a veces no saber es mejor, ya sabes por si te llegan a descubrir lo más probable es que busquen en la memoria de las personas que pueden saberlo y si algo de eso aparece en mis memorias solo te condenarían… confió en que ahora que eres amiga de Elayne y mientras no quieras hacerle daño… todo estará bien. Por supuesto que si realmente tratas de apoderarte del reino cumpliré mis deberes como príncipe y te matare aun cuando me caigas bien-dije con calma, Emma contesto que no quería hacernos daño y me explico que los espíritus la favorecían porque los salvo, pero después se detuvo y no dijo nada más, lucia cansada y no por estar sintiéndose mal, más bien cansada de tener que luchar sola -A veces es cansado… Tantas personas dependen de mí, pero yo… También dependo de mí misma…-y sus palabras lo confirmaron, después pareció retroceder ante su actitud relajada y abierta para simplemente auto denominarse: “la villana” y vaya que no pude negarlo de todo, apoyando mi codo sobre el brazo de la silla apoye mi mejilla en la palma de mi mano -¡Definitivamente eres la villana!- exclamó logrando que la contraria se sobresalte y fije instantáneamente su mirada en mí -mira que atreverte a robarte la inocencia de mi bella dama-me quejo mientras frunzo el ceño ante el simple recuerdo que me atormentaría hasta cuando Elayne y yo tuviéramos nietos. Se que me estoy comportando como un niño al que le han arrebatado el juguete que quiere, pero todo ha ido en picada desde que esta mujer apareció espiándonos el primer día de la celebración
-aunque… podría recuperarlo-susurró al momento que se me ocurre una travesura, levantándome de mi asiento poso mis manos a cada lado de la cabeza de la contraria y me inclino, cerca de sus labios hasta que puedo sentir su aliento -ya que fuiste la última en posar sus labios sobre los de ella, si te beso podría conseguir al menos mi beso con Elayne de forma indirecta-pero antes de que Emma empiece a tomárselo en serio dejo escapar mi sonrisa burlesca y me aparto de ella regresando a mi asiento entre carcajadas por ver lo indefensa que había estado ante mi pequeña broma-por supuesto que no te besaría, seria engañar a mi linda Elayne~ además, corro el riesgo de que te enamores de mi-explicó regalándole un guiño, de repente el ambiente que se había mantenido algo tenso se disipo y los dos nos encontramos más relajados, como si fuésemos viejos amigos que se reencontraban -Sin mencionar que mientras estemos solos, no somos ni príncipe, ni un noble, solo somos dos seres humanos Emma... con respecto a ser una villana, no siempre será así, ahora estas con Elayne ¿Qué importan miles de amigos cuando puedes tener uno que te vea por quién eres en realidad y te ame a pesar de todo? -le recordé, tal vez era un pensamiento tan simple, pero no siempre podíamos apreciar lo que teníamos -Gracias por animarme… Normalmente no soy así, pero ya que te has ofrecido ¿te tomaré como la persona que escuche mis quejas? Jeje~la de ojos azulados lucia más alegre y eso me hizo feliz, observe como se acomodó y volvió a ponerse la piedra en la cabeza, pasaron varios minutos donde el silencio reino, pero no fue incomodo, la piedra dejo de brillar y los ojos de Emma brillaron con emoción mientras me señalaba un tablero de ajedrez que había en uno de los estantes -¿Quieres que juguemos?- que curioso había olvidado que ese tablero estaba ahí, parándome fui a traerlo, era un tablero muy curioso, no sabía de qué región era, jamás había visto materiales como esos ni fichas diseñadas de esa forma. colocando con cuidado la caja de color blanco con zafiros la abrí y empecé a sacar las fichas, impreso en el tablero estaba impresa una constelación -que curioso… ¿Cómo pude olvidar esto? Este tablero es muy raro, por eso lo guardo aquí… un extraño hombre me lo dio, hace muchos años, un erudito que vino de paso a saludar a mi padre, esto fue dos días antes de que Elayne desapareciera por seis meses… si tu no lo hubieras mencionado habría quedado olvidado por siempre-dije mientras posicionaba las fichas entregándole a la rubia las blancas y yo tomando las negras, un repentino sin sabor inundo mi boca ¿Qué seria esta sensación? Cerré mis ojos por un momento.
<<“Estaba caminando entre los pasillos cuando un hombre alto de cabellos verdosos se acercó a mí, mientras se acercaba la luz a contraluz me impidió ver su rostro, traía una caja en sus manos de color blanquecino adornada con hermosos zafiros que destellaron y produciendo pequeñas lucecitas azules en el suelo y el techo-saludos próximo sol del imperio, estuve buscándolo… varios eruditos fuimos invitados por su majestad al banquete, he escuchado muchas cosas sobre usted y me pareció que este obsequio podría ser de su agrado… es un tablero de ajedrez único en su clase, estoy seguro que le ayudara a pasar el tiempo-recuerdo haber fruncido el ceño debido al tono que uso conmigo, era algo altivo, pero su postura denotaba que fingía respeto, revoloteando mi mirada note que había unos guardias a sus espaldas, mirando la caja me sentí curioso de ver que había en ella, extendiendo mis manos acepte el obsequio y antes de que pudiera si quiera abrirlo aquel extraño hombre hizo una leve reverencia y se alejó”>>
-empecemos~ te hare llorar y si gano debes prometerme que me ayudaras a conquistar a Elayne, llueve truene o relampaguee-le dije al momento que con un leve movimiento de mi cabeza le decía que empiece.SPOILER (click to view)Así es más o menos el lugar donde están, es la imagen que encontré que más se apega a lo que imagino, así que la pongo para que puedas crear una imagen mental
Y así es como luce el tablero de ajedrez y las fichas◄Elayne►
Algo no andaba bien, en medio del banquete un guardia llego a nuestro lado y con permiso de su majestad susurró algo en su oído, los ojos carmesí del emperador se abrieron ligeramente por unos segundos para luego regresar a esa mirada impasible suya, murmurando algo vi como el guardia salió corriendo, extendiendo su mano hizo que su guardaespaldas personal se acercara y de forma muy sutil le dio las instrucciones, parándose con elegancia vi como su otro guardaespaldas lo escolto fuera del salón, ansiosa busque por el salón a Emma y a los príncipes, pero estos no estaban por ningún lado, ansiosa y asustada quise preguntarle al hombre que había quedado atrás, pero este solo me tomo del brazo y me hizo parar de forma abrupta mientras me llevaba por la fuerza lejos de la vista de los demás -¿Qué e-está pasando?-pregunte conteniendo el quejido de dolor, los ojos afilados del hombre me fulminaron y una vez estuvimos en el pasillo me soltó haciéndome tropezar y caer -no es algo que una mujer como tu deba saber- explicó… ¿Una mujer como yo? Apretando mis manos hasta volverlas puños me levanté indignada, vi como dos guardias más se nos unieron, estos no dijeron nada y solo se posaron detrás nuestro -creo señor que está olvidando quien soy ¿Quiere que su majestad se entere de esto? No, ni siquiera tiene que ser el emperador, mi familia es suficiente para opacar su brillante futuro como guardia personal… así que le pido que se retracte de sus palabras y comportamiento-exigí con seriedad, el hombre frente a mi pareció sorprenderse, pero pronto una sonrisa algo jocosa se formo en sus labios
-Mi error señorita de Blois, única princesa del imperio de Oracea… pero las ordenes de su majestad van por encima de su estatus, así que… ¡Guardias, llévenla a los aposentos del emperador! No dejen que salga de ahí, iré a buscar a su sirvienta para que la prepare para esta noche- pronto sentí a los otros dos tomarme de los brazos y prácticamente arrastrarme por los pasillos, mi corazón se había congelado igual que mi sangre ¿Por qué a los aposentos del emperador? ¿Acaso él…? Deteniendo ese terrible pensamiento me solté del agarre de los guardias -puedo caminar por mí misma-les dije y estos parecieron incomodos ante la situación, tal vez no querían hacer esto, pero si no lo hacían serian castigados, ya no quería que nadie sufriera por mi culpa como había hecho Laila. Cuando llegamos a la habitación real estos me abrieron la puerta y me hicieron entrar, el lugar estaba iluminado y la sirvienta que me había ayudado a vestirme ya se encontraba ahí, lucia pálida, en sus manos traía… ¿Eh? ¿Por qué tenía un atuendo de dormir blanco y de encaje? -p-por favor deje vestirla, no lo haga difícil para mí… solo estoy siguiendo ordenes mi señorita, no quiero terminar como Laila, se lo suplico- sintiendo mis ojos anegarse en lágrimas, me voltee para que ella no pudiera ver mi expresión parpadeando varias veces aleje este rastro de debilidad. El emperador estaba planeando hacerme suya, la simple idea tenía a mi cuerpo temblando ¿Por qué me hacía esto? ¿¡Era su forma de mancharme para que jamás pudiera acercarme a Axyl!? -señorita por favor… venga-hablo una vez más la sirvienta, tomando una honda respiración asentí y sin quejarme deje que ella empezara a quitarme el vestido de gala.SPOILER (click to view)¬w¬ este es el babydoll… jajaja digo la ropa sexy de la época⊶♣⊷
SPOILER (click to view)Aquí está la canción con la que hice la parte de Eli, ya la configure, pero por si no sale es la que empieza en 58:59 (se llama: The empty doll)
Video
La sirvienta me había comentado la situación, los príncipes habían sido secuestrados ¿Sería un caso como el de aquella vez? O ¿Acaso a esto se refería Emma con que no me preocupara? Tal vez debería llamar a la rubia y preguntarle directamente, pero el emperador podría volver en cualquier momento y ella se metería en problemas, no quería que Emma saliera lastimada por mi culpa ¿Realmente era el personaje principal del libro que le gustaba? ¡Era una inútil! No podía defenderme y solo servía para causar problemas ¿Qué clase de heroína era? No merecía el aprecio de la de ojos azules, ni de nadie, todos en este mundo me amaban, pero ¿Cómo podían amar a una chica que solo podía esperar a que el destino la guiara? No era digna de admiración, ni nada. Paseándome por la lujosa habitación que se encontraba en penumbras siendo solo iluminada por la luz de la luna sentí como mi piel se erizo ante el pensamiento de lo que pasaría esta noche, no era ilusa, muy en el fondo lo había sabido desde que Laila me hizo bañarme con ese tipo de esencia, ¿Por qué tenía que ser yo? Él ya tenía a su emperatriz y jamás quiso tener a una reina… entonces ¿Por qué ahora? abrazándome sentí mis lagrimas desbordarse ¡No quería esto! Ser tomada por un hombre que ni siquiera amaba, pero si con esto podía aplacar su ira y salvar a los que me rodeaban, entonces, le ofrecería lo único que tenía, aunque eso significara que Axyl me odiara por estar sucia o por decepcionar a este mundo… que irónico, este traje me recordaba al que había usado en mi noche de bodas. Cerrando mis ojos trate de tranquilizarme regresando a ese bello instante donde lo único que podía sentir era dicha. Pronto sentí como si mi príncipe estuviera rodeándome con sus brazos, aunque sabía que no estaba ahí podía sentir el latir desbocado de su corazón golpeteando contra mi espalda, su respiración lenta rozando mi oreja y la punta de su nariz haciéndome cosquillas mientras acariciaba mi mejilla “Eli” su voz teñida con ese tono dulce que solo me pertenecía a mí, llevando mis manos hacía mis oídos los tape como si temiera seguir escuchando a esta ilusión -tu ya no estas-murmure sintiendo como mi corazón se hacía miles de pedazos al recordar sus ojos sin vida -Axyl… tengo miedo- solloce al momento que mis piernas flaqueaban y yo caía al suelo abruptamente, entonces como por arte de magia las puertas del balcón se abrieron de par en par haciendo que virara mi rostro esperanzada
-Axyl…-masculle, pude ver una sombra a través de las translucidas cortinas que ondearon por el viento, limpiando mis lagrimas me pare lentamente y cuando me acerque vi al segundo príncipe, la luna alumbraba sus cabellos que destellaron junto a esa noche estrellada -He venido a salvarte. Ven conmigo-su voz resonó en la habitación y cuando mis ojos se entornaron en aquel ojo verdoso fue como si mi tiempo hubiese comenzado a correr de nuevo, su mano se extendió y cuando me di cuenta estaba corriendo a su encuentro, no era Axyl, no era mi príncipe, pero por alguna razón ver al pelirrojo me había hecho sonreír inconscientemente -parece que una vez en más estoy en deuda con usted príncipe-le digo tomando su mano sin temor alguno -Por favor, no me hables formalmente, Drake está bien-dice al momento que me hala, fue un sutil movimiento y me sentí flotar en el aire y grácilmente su brazo rodeo mi cintura segundos antes de que mi cuerpo chocara con el suyo, apoyando mi mano sobre su pecho sentí su calor, él definitivamente era real, sintiendo mis ojos anegarse con lágrimas de alivio, pero las contuve, no quería que pensara que estaba herida, además papá solía decir si estas feliz: “sonríe” y eso hice -Siento todo esto, debes haberlo pasado muy mal… Pero no te preocupes. Me encargaré de que el emperador no te toque-advirtió, su ojo brillo con firmeza una que se desvaneció cuando nuestras miradas se encontraron, sintiendo como acaricio uno de los mechones que por el impulso había caído rebelde por mi rostro -gracias prin…- deteniéndome, baje mi mirada algo avergonzada, pude sentir mis mejillas colorearse, esto era extraño llamarnos por nuestros nombres, pero no era desagradable
-gracias por venir por mi Drake-dije volviendo a alzar la mirada, una vez dije eso sentí como se separo un poco y de la nada me cargo y me pidió que me agarrara con fuerza, instintivamente seguí sus palabras y rodee su cuello con mis brazos, sentí como se giro quedando el vacío frente a nosotros, sentí mi corazón agitarse en previo aviso a lo que vendría, entonces Drake salto, un retorcijón inundo la boca de mi estómago, asustada escondí mi rostro en el hueco de su cuello mientras apretuje mis parpados con fuerza, pero como por arte de magia el vacío se detuvo, curiosa entreabrí mis ojos notando como unas llamas nos rodeaban, estas danzaban cálidamente deteniendo nuestra caída, aflojando mi agarre salí de mi escondite para admirar tan maravilloso espectáculo. Cuando era niña las pesadillas sobre mi muerte eran constantes, el fuego que siempre consumía todo a su paso, dejándonos sin escapatoria ante el hombre que lo usaba sin piedad. Era curioso que el mismo fuego que el segundo príncipe había creado luciera tan gentil y no como el de mis recuerdos -es hermoso-fue hasta que escuché mi propia voz que me di cuenta que había dicho mis pensamientos en voz alta. Una vez aterrizamos Drake se adentró en la oscuridad ocultándonos gracias a los frondosos árboles que todo lo rodeaban, pensé que el pelirrojo me bajaría, pero este simplemente continuo su camino conmigo en brazos, me sentí algo cohibida de repente -lo siento. Debo pesar mucho, pero p-puedo caminar desde aquí-le recordé al príncipe con suavidad, ya que había hierba no había problemas si caminaba descalza -No pesas en absoluto. No te preocupes. Hoy puedes ser todo lo caprichosa que quieras. Cuidare de ti-al parecer el príncipe no tenía ninguna intención de bajarme, suspirando solo pude asentir y agradecer. El lugar al que llegamos fue una casa de invitados, que se notaba a simple vista que los sirvientes no parecían limpiar ni recordar muy a menudo, lo que era perfecto para nosotros ya que nadie buscaría aquí o eso esperaba, el pelirrojo miro a los lados revisando antes de salir detrás de un árbol, cuando ingresamos pude sentir el olor a polvo, la oscuridad nos engullo y a pesar de que normalmente hubiera tenido miedo al lado del segundo príncipe me sentía bastante tranquila, sus pasos resonaron mientas caminábamos, era sorprendente como caminaba con tanta seguridad aun cuando no había ni un rastro de luz el contrario me explico que nadie venía a esta casa, pronto ingresamos a lo que pareció ser una sala.
-Voy a encender fuego, espera un momento-me dijo al momento que me poso sobre un sillón, en silencio seguí sus instrucciones y mientras le escuchaba caminar hacía la chimenea me removí hasta que me apoye en el brazo del sillón, mis ojos se habían acostumbrado un poco a la penumbra por lo que las siluetas de las cosas se hicieron visibles, en la esquina de la parte derecha había un piano, varios adornos estaban en los estantes, había placas adornadas con cabezas de venados y antes de que pudiera seguir explorando el cuarto se ilumino ligeramente por el fuego, fue entonces que note el gran cuadro que reposaba en el fondo, por su tamaño supuse era una pintura de la familia real, pero no podía verla del todo bien ya que una cortina color purpura estaba cubriendo la mitad de la pintura pronto sentí una manta cubrir mis hombros lo que me hizo regresar la mirada hacía el príncipe, acomodándome me senté correctamente con una sonrisa plasmada en mis labios -gracias, pero está haciendo mucho frio y no quiero que mi héroe se muera congelado-y como si fuera lo más natural del mundo estire la manta que solo me cubría a mí para pasar la mitad sobre los hombros del oji verde, debido a que esta no era muy grande tuve que acercarme a él hasta que nuestros hombros chocaron, mi mirada se vio atraída a la fuente de nuestra luz y calidez, el fuego bailaba dentro de la chimenea consumiendo poco a poco la leña que había sido colocada, por alguna extraña razón no puedo apartar mis ojos de las diferentes figuras que se generan mientras chisporrotea, esto parece un sueño ¿Y si en realidad aún seguía en la recamara del emperador? Y esta era solo mi imaginación, apretando mis manos sobre la delgada tela remordí mis labios con preocupación -¿Qué pasará si nos encuentran? No quiero que te hagan algo malo por mi culpa Drake… Hoy le he causado problemas a muchos y sobre todo dolor a un inocente, to-todo debido a que fui caprichosa y no seguí las órdenes de su majestad… L-Laila fue golpeada brutalmente hasta q-que se desmayó-confesé, con cuidado posé mis pies sobre el sillón rodeando mis rodillas con mis brazos -debieron haberme castigado a mí, debí ser yo quien recibiera esos golpes-suspirando aleje rápidamente con el dorso de mi mano la lagrima que se había deslizado solitaria por mi mejilla.
-Jeje~ tu rescate realmente fue de novela o es lo que diría Emma, fuiste el héroe del cuento… cuando abriste las ventanas de par en par la luz de luna te iluminaba y por un momento creí que estaba soñando… ahora ya puedo decir como se sienten los personajes principales de una novela. Definitivamente Drake debe ser muy popular entre las damas- virando mi rostro apoye mi mejilla sobre mis rodillas mientras contemplaba el rostro del pelirrojo que se veía ligeramente anaranjado por la luz del fuego -No soy tan popular como crees, la gente suele tener miedo de mi rostro- me contesto -¿Es así? que lastima… no hay nada sobre ti que de miedo-susurre mientras detallaba el porte del segundo príncipe, este sin duda era muy elegante, sus facciones estaban talladas con suavidad, sus pestañas eran largas y adornaban su ojo verdoso de forma asimétrica, sin contar que su mirada aunque parecía no estar mostrando nada en sí, si observaba con atención, podía ver como el color verdoso se fundía en miles de expresiones silenciosas, era como ver una mar de miles de colores verdes, algunas veces parecían algo oscuros, pero otras lucían muy claros y brillante sin mencionar que su mirada siempre se mantenía fuerte, sin duda tenía un aura que decía: “príncipe” por todas partes, su belleza y personalidad eran tan diferentes a las de Axyl, pero de alguna forma se parecían un poco. Ahora que lo pensaba nunca había escuchado la razón detrás de la herida de su ojo ni en esta vida, ni en la anterior, con tristeza extendí mi mano y cuando lo note mis dedos estaban apartando el mechón de cabello rojizo que tapaba el parche que cubría su ojo-¿Aún duele?-pregunte con preocupación de que así fuera, lo único que sabía de esa herida en mi vida anterior es que el segundo príncipe sufría mucho por ella, acariciando el parche con gentileza me vi refundida en este etéreo momento.
De repente Drake retiene mi mano con suavidad, es un gesto curioso, pero no me incomoda para nada, nuestras miradas se conectan y espero-No duele, fue curado a tiempo... ¿Quieres ver algo?-es un alivio escuchar que ahora es diferente, de seguro Emma tenía que ver con eso, observe como el contrario llevo su mano libre al parche, alzándolo y dejando a la vista una cicatriz que debido al tiempo ha sanado, ahora es de un color rojizo oscuro que se desvanece con el color de piel del pelirrojo, pronto veo como abre su parpado dejando a la vista un ojo de cristal ¡Es impresionante! El detalle con el que está hecho lo hace lucir muy real, incluso tiene el mismo color que su otro ojo, realmente nadie podría decir que es falso, pero ese pequeño voto de confianza pronto fue retirado, Drake cerro su ojo y una expresión de aflicción se hizo presente - P-perdona, no he pensado que quizás para ti pueda ser incomodo…-susurra, no se que es lo que tiene en su mente, pero es como si pensara que lo que acababa de hacer era asqueroso ¿Así fue todo el tiempo? ¿Siempre temiendo que los demás le temieran y dijeran cosas crueles? ¿Pensando de si mismo como alguien que no debía ser amado? Mi corazón se oprime dolorosamente en medio de estos segundos de silencio -no es incómodo, ni…-me detengo mientras me acomodo, colocándome de rodillas sobre el sillón para así poder mirarlo directamente, siento como la frazada se desliza por mis hombros y cae solo cubriéndolo a él, apoyando mi otra mano en su otra mejilla acaricio con mi pulgar de forma suave la cicatriz -es asqueroso… así que no pienses eso de ti mismo. Drake muéstrame~-susurró al momento que le dedico una sonrisa para brindarle seguridad, ante mis palabras su ojo vuelve abrirse, siento el calor bajo la palma de mis manos y noto que se a sonrojado, aunque no puedo saberlo del todo debido a la iluminación -tus ojos son hermosos y honestos, no dan miedo… me gustan.
-Gracias-dice el otro, su voz es baja, pero tranquila, pronto aparta mis manos con cuidado y se quita el parche mientras lo guarda en su bolsillo, una vez termina vuelve a ponerme la manta y esta vez posa su brazos sobre mis hombros atrayéndome hacía su calor -Por favor, ten cuidado, hace frío. Así no deberías tener frío, pero si lo tienes dímelo y pondré más leña- ¿Podía tomar esto como una pequeña victoria? Aunque no lo parecía, pero realmente sentía que había dado un pequeño paso hacía mi objetivo de ayudar al pelirrojo, había sido un gesto muy lindo de confianza que no traicionaría, al igual que Emma yo quería que esta persona cambiara su destino, por mucho tiempo fui ignorante y solo me concentre en Axyl y nuestra relación, haciendo ojos ciegos al dolor de las personas que nos rodeaban, pero no sería así esta vez, no los ignoraría, apoyando mi cabeza contra su hombro aprieto el borde de la frazada, por alguna razón esto se siente como una sensación tan familia, pero no logro entender porque hasta que un leve recuerdo relampaguea en mi mente. Era verdad una vez cuando era pequeña Arion y yo nos habíamos perdido en el bosque y nos vimos atrapados por una tormenta, recuerdo que nos protegimos dentro de una pequeña cueva mientras veíamos la lluvia caer igual que el príncipe mi querido amigo rodeo mi hombro con su brazo mientras tranquilizaba con su calor los temblores de mi cuerpo que se estremecía cada que un trueno resonaba en el cielo -que nostálgico, estar así con usted, me hace pensar en alguien importante para mí… era el hijo de un caballero y fue mi primer amigo, la primera vez que le conocí estaba practicando a escondidas. Se enojo mucho que lo encontrara-comente mientras sentía como el estrés empezaba a disiparse dejando a mi cuerpo fatigado, sintiendo como el fuego me hipnotizaba cada vez empecé a parpadear más lento y profundo -el hizo un voto de caballero, juro que siempre me protegería y estaría a mi lado, supongo que ahora es un magnifico espadachín, me gustaría que siguiera siendo una persona amable, justo como usted… cada día me encuentro preguntándome a mí misma ¿Dónde estará? ¿Es feliz? Se que el voto que hizo fue solo un juego de niños-susurre con tristeza, estar en ese abrazo estrecho con el pelirrojo era como volver a los brazos de Arion, del chico que alguna vez quise, el primer amor de mi primera vida, el amigo que había olvidado, pero que en esta segunda oportunidad también pude conocer, fue de forma diferente, aun así su importancia en mi vida fue el mismo… no él se volvió más especial -que infantil~ aun seguirme aferrando aún recuerdo como ese…-cerrando los ojos deje que mi cuerpo y mente descansaran -gracias Drake-fue lo ultimo que alcance a murmurar antes de caer en un profundo sueño.
<<“La lluvia empapaba todo mi cuerpo mientras miraba la pequeña cueva que yacía debajo de un gran árbol cuyas raíces anchas y fuertes sobresalían de la tierra creando el espacio perfecto para ocultarse, ahí se encontraban dos pequeños, Arion y yo, sonriendo vi como el de ojos verdes me abrazaba mientras susurraba palabras gentiles a mi oído, pronto mis ojos empezaron a cerrarse hasta que quede dormida, sintiéndome triste quise acercarme para ver el rostro de mi preciado amigo, pero antes de que pudiera dar siquiera un paso una mano me agarro de la muñeca y me hizo girar, no fue un movimiento brusco, pero si sorpresivo, asustada contemple a la silueta que estaba frente a mí, era un hombre alto, no podía ver su rostro, pero sus labios estaban curvados con gentileza, su mano libre se posó en mi mejilla -Ese voto fue real… Tu eres mi única princesa…-dijo y cuando lo hizo la lluvia quedo congelada como si el tiempo mismo hubiese sido detenido -¡Arion!-exclame con lagrimas en mis ojos mientras lo abrazaba, no me importaba si la única forma de verlo era en mis sueños… le extrañaba y tenía tantas preguntas que hacerle -n-no quiero despertar… no quiero abrir mis ojos y que no estes-gimotee, me sentía impotente, realmente quería ser capaz de ver sus bellos ojos, aun así su rostro estaba cubierto por una sombra que me lo impedía, lo único que lo hacía reconocible era su cabello rojizo, separándome un poco de él sentí como su mano aparto uno de mis mechones mojados, le vi inclinarse y de repente sus labios se posaron sobre los míos. Mi corazón se sacudió con violencia, aunque había sido un roce tan efímero, pude sentir mis mejillas sonrojarse, confundida lleve mi mano hacía mis labios -¿Po… Por qué?-pregunte anonadada y antes de que pudiera decir u hacer algo más mi mano fue apartada y un según beso fue posado en mis labios, esta vez el contrario presiono un poco más fuerte mientras sus manos rodeaban mi cintura y nuestros cuerpos se pegaban, sentí como se separo ligeramente, una de sus manos acaricio mi mejilla, poco a poco su rostro que había estado en tinieblas pareció tomar forma, pero aun así no pude distinguirlo -Ari…-esta vez el beso fue más largo, más íntimo, sus labios presionaron sobre los míos, moviéndose hasta que mi boca se abrió y su lengua se entrelazo con la mía -ngh~un gemido se escapo de mis labios cuando mis manos se aferraron a sus brazos, jadeando le vi separarse de mí, la cabeza me daba vueltas vi que sonrió, sus labios se entreabrieron y dijo algo, pero no pude escuchar que era… entonces sin más se aparto dejando tras de sí el tibio tacto de su mano en mi mejilla y de repente solo desapareció”>>⊶♣⊷
Removiéndome abrí los ojos lentamente, el fuego aún chisporroteaba en la chimenea, por lo oscuro que aún se miraba la instancia deduje que debían ser entre las 4 o las 5 de la mañana, no quería moverme de ahí por lo que cerré mis ojos una vez más, hasta que fui consiente de mi cuerpo y mi entorno ¡Por la diosa Alara! ¿Estaba recostada sobre el regazo del príncipe? Sentándome como si fuese un resorte sentí como mi rostro se puso colorado instintivamente mire al pelirrojo el no parecía enojado, pero de seguro que lo había incomodado durante toda la noche, carraspeando me abanique un poco con la mano debido al calor y después termine cubriendo parte de mi rostro con vergüenza -l-lo siento tanto, no quise ser una atrevida al incomodarlo de esa forma, ¡Por favor olvide lo que vio!- el contrario parece tranquilo y lo demuestra cuando me vuelve a cubrir con la manta, para luego de un sutil movimiento de su mano aumentar el fuego para que el calor se conservara, el príncipe Drake luce cansado, unas pequeñas ojeras son visibles bajo sus ojos -gracias por cuidar, aún es temprano… puede d-dormir en mi regazo, así estaremos parejos y esta vez seré yo quien vele por tu sueño-ofrezco al momento que acomodo la bata transparentosa que se había caído dejando expuesto el vestido de tiras que llevaba puesto, sonriendo le mostré mis piernas a lo que el contrario se acostó de lado y recostó su cabeza en mi regazo, esto era extraño, pero no me molesto, llevando mi mano hacía su cabeza acaricie su cabello lentamenteSPOILER (click to view)esta es la canción que canta Eli~
Video
-estoy algo preocupada sobre lo que pasara más tarde, no quiero que Drake se meta en problemas por mi culpa-susurró, pero el contrario me dice que no hay nada de que preocuparse y aunque no tengo a nada a lo que atenerme aparte de su palabra, confió en él. veo como cierra sus ojos y mientras paseo mis dedos por esos sedosos cabellos rojizos comienzo a tararear una tonada que resonó suave por la habitación, cubriéndolo con la frazada no pude evitar sentir que Arion estaba conmigo, tal vez se debía a que el príncipe era pelirrojo, pero a él le encantaba dormitar en mi regazo cuando hacía mucho calor -déjame cantarte una canción de cuna, mientras cierras tus ojos… y cuando te hayas quedado dormido, espero que los sueños que encuentres sean brillantes. Cariño ¿Podemos volver a encontrarnos en el cielo más azul? Donde una mañana espera por ti y por mi…-era una canción que conocía desde mi anterior vida, no estaba muy segura de donde la había escuchado, pero cuando la cantaba sentía nostalgia por un pasado tan lejano que ni siquiera sentía del todo mío-abrázame fuerte una vez más, pero no me digas adiós, porque sé que te veré del otro lado… pensare en nuestra canción cuando las noches sean demasiado largas…-mientras cantaba unas pequeñas gotitas de luz empezaron a salir de mi cuerpo e inundaron la habitación como si de luciérnagas se tratases, cerrando los ojos pude sentir como si estuviera parada bajo la sombra de un inmenso árbol contemplando el cielo estrellado, vi una silueta a mi lado, un hombre que no distinguí, vi como sus labios se entreabrieron y dijo algo, algo que me hizo feliz, pero por alguna razón no sentía que este fuera un recuerdo mío, tal vez era un sueño -soñare contigo porqué ahí es donde pertenezco, cariño ¿Podemos volver a encontrarnos en el cielo más azul? Solo… en mis sueños… nos volvemos a encontrar…lentamente la canción finalizo, abriendo mis ojos una vez más contemplé al príncipe que respiraba profundamente, sonriendo no pude evitar velar por su sueño de la misma forma que él había echo conmigo◄ Lyulf ►
Me encontraba en la frontera entre Oracea y Alvyr, la noche estaba tan estrellada como de costumbre, mis hombres y yo estábamos acampando en medio del bosque, esta era una misión compleja, el espía que habíamos mandado a Zelrya mando un halcón con un rollo completamente negro atado a su pata, los bastardos del país de Aire estaban comenzando a moverse y eso no era bueno, aunque el imperio había mantenido la paz durante mucho tiempo, temía que las cosas estaban cambiando, no era muy difícil corromper el corazón de nuestros aliados, siempre y cuando fuera el momento correcto y el precio correcto, según la información que logramos reunir esa noche un pequeño grupo de personas de Alvyr y Cryslan se reunirían a “negociar” Cryslan no era nuestro aliado, pero manteníamos un trato neutral, pero si las cosas era como lo estaba pensando probablemente sería una lucha problemática, Dwy de Evlynius, el guardaespaldas personal del príncipe Axyl se acercó, como siempre sus pasos eran tan silenciosos, ladeando mi rostro vi como hizo un saludo militar mientras me daba su informe -como usted lo predijo están teniendo la reunión a las afueras, en una cabaña en medio de la nada, todos llevan guardaespaldas y van de encubierto, sin escudos que los represente y con máscaras-explica con tranquilidad, el hombre que esta frente a mi es uno de los mejores espadachines que tengo a mi cargo, es una lastima que este desperdiciando su tiempo como guardaespaldas cuando podría sobresalir y escalar a la cima como un caballero-¿Qué crees que deberíamos hacer?-pregunto a lo que el de cabellos verdosos sonríe como si hubiese esperado a que yo le hiciera la pregunta -no podemos tocar a los emisarios de Cryslan, si ellos desaparecen definitivamente sabrán que ya sabemos todo, pero por el contrario podrías obtener información de los hombres de Alvyr que están ahí… no son nobles tan influyentes, nobles así saben lo que les conviene y lo que no, pero estos están traicionando la alianza sin pensarlo dos veces por lo que no son muy inteligentes…-el de ojos verdes tiene razón, parándome del tronco en el que estaba sentado tome mi espada y la amarre a mi cintura
-quiero que te hagas con uno de ellos, para ello deberás disfrazarte de guardaespaldas necesitamos saber qué es lo que necesitan ¿Cada cuanto están patrullando?-pregunte a lo que Dwy contesto -cada diez minutos, algunos están posicionados cerca de la cabaña el segundo grupo cubre un perímetro más amplio casi hasta el inicio del bosque-asentí y sin más nos adentramos al campamento donde mis hombres esperaban en silencio mis ordenes, de repente pude sentir el galopear de un caballo, la fogata fue apagada y todos se ocultaron hábilmente hasta desaparecer en la noche, al parecer teníamos compañía. Con un leve gesto de mi cabeza vi como el chico a mi lado asintió y de un ágil movimiento se trepo al árbol que había a nuestras espaldas de forma tan elegante que no hizo ruido alguno, esperando vi la silueta del caballo, todos contenían la respiración listos para atacar, sacando mi daga del tobillo espere y cuando estuvo en el ángulo perfecto corrí y me apoye en el árbol que me proporciono el impulso necesario fue un movimiento rápido, mi mano termino contra la cara del extraño y junto con el impulso lo arrastre conmigo, sus manos soltaron las riendas y le estampe en el suelo, colocando el filo de la hoja en su garganta, el contrario alzo sus manos como tratando de rendirse, afilando mi mirada sentí como mi escuadrón nos había rodeado, listos para matar a nuestro invitado si este trataba de hacer algo estúpido -¿Quien eres y que haces aquí?-pregunte en un tono bajo y amenazante, pude sentir la riguidez de su cuerpo y el sudor resbalando por su frente -dame una respuesta no satisfactoria y este será el lugar de tu tumba-le amenace al momento que destapaba su boca y apretaba el filo a su cuello.⊶♣⊷
Clavando el filo del envainé de mi espada en la tierra vi al guardaespaldas de la familia Lowell y a Dwy con seriedad, los dos estaban esquivando mi mirada y como no hacerlo, estaba furioso con la noticia que había llegado ¡Eli, mi dulce niña… había sido secuestrada! ¿Qué clase de vigilancia habían colocado en medio de la fiesta? esta vez no sería como hace 8 años atrás, no, esta vez la encontraría y mataría lentamente a los bastardos que se habían atrevido a ponerle un dedo encima -cambie de opinión… solo necesitamos a uno, al más inteligente y el que más sepa, mataremos a los otros, ustedes dos remplazaran a los dos guardaespaldas que están ahí-señalo los dos cadáveres con una sonrisa -Dwy te encargaras de envenenar a nuestro afortunado prisionero y usted caballero Barend nos dará la señal, así que espero que haga las cosas bien, sino tendremos que reportar un caballero muerto a la familia de Lowell-sin más les vi irse, sería una noche larga, porque deberíamos acabar antes del amanecer para estar en el imperio a tiempo.SPOILER (click to view)así luce el caballero personal de Axyl (su guardaespaldas)◄Elayne►
- -
En algún punto de mi vigilancia había vuelto a quedar dormida y fue el sonido del Bong en la torre de vigilancia del castillo que me hizo abrir los ojos de sopetón y no solo a mí sino también a mi acompañante, la paz fue remplazada por el galopar de varios caballos y de trompetas que anunciaban la llegada de alguien, me sentí ansiosa, una idea estaba cruzando como una bandera roja que se movía de un lado a otro esperando a que la tomara -¿Quién…?-detuve la pregunta ¿A esto se refería el príncipe cuando dijo que todo estaría bien? -¿Acaso es mi…?- antes de siquiera poder completar lo que estaba por decir escuche al vocero real gritar repetidas veces: “El archiduque Lyulf de Blois acaba de arribar” escucho el sonido metálico de las armaduras de los soldados que probablemente aún seguían buscándonos, lucían apurados y como no estarlo si papá se enteraba… ¿Eh? ¡Un momento! ¿Este era el plan? Parándome de sopetón me sentí fría y mareada de repente ¿Qué se suponía que le iba a decir? Si me miraba con esta ropa él definitivamente comenzaría una guerra sin importarle que tuviera que traicionar a Oracea en el proceso, con mi mano temblorosa lance mi cabello hacía atrás -creo que ahora si es el momento adecuado de que pensemos en un plan… ¿Qué se supone que diremos?-pregunte bajando mi mirada hacía el delgado vestido -definitivamente lo sabrá… esto no es bueno, si lo descubre es capar de ir contra tu padre-el pelirrojo lucia repuesto y bastante tranquilo, por lo que él me dio una orden para que tomara las cosas con calma, tomando una honda respiración, sentí como mi corazón volvió a regularse, no podría pensar si estaba tan agitada -lo siento es que… no espere que esto fuera parte de tu plan Drake-confesé ya más serena, acercándome tome las manos del contrario con decisión -no quiero que nada resulte mal, así que daré lo mejor de mí para evitar que algo te pase-una vez dije eso, el segundo príncipe procedió a comentarme lo que había pensado para salir de esta situación sin problemas.
La historia era que unos hombres misteriosos y con trajes de asesinos me habían secuestrado y llevado hacía el bosque que rodeaba el castillo, pero Drake había logra vernos en la distancia y había venido en mi ayuda. Sus manos se posaron en mis hombros ejerciendo una ligera presión que me reconforto acto seguido el prometió que me llevaría al lado de mi padre, sonriendo asentí, sentí una vez más como acomodo la frazada sobre mis hombros, curiosamente ese había sido un gesto muy repetitivo, pero que no me molestaba por el contrario me hacía sentir… ¿Más cercana a él? -está bien, si ese es el plan-remordí mi labio mientras miraba el pulcro vestido blanco y luego al príncipe, inmediatamente mis ojos buscaron en su cintura por su espada, pero esta no estaba, sin perder el tiempo me gire para hacer un escaneo de la instancia, pronto note el par de dagas decorativas en la pared detrás del sillón donde habíamos dormitado, sin decir nada fui hacía ellas y sin temor alguno tome prestada una, me agache y tomando el borde inferior del vestido comencé a rasgar la tela con la punta de la daga, repitiendo el proceso en varias partes del traje, incluso en una de las mangas transparentosas de la bata -si fue un secuestro, probablemente forceje, más cuando note que me arrastraban fuera del castillo-dije mostrándole el resultado del primer paso, dejando la daga en su lugar. Ahora mis ojos se posaron en mis pies descalzos -mis pies están muy limpios…-digo en un murmullo hasta que la respuesta cruza mi mente, tomando de la mano al pelirrojo nos dirigimos a la salida de la casa de invitados, espere a que dejaran de escucharse los pasos de los soldados y me asome, cuando me asegure que no hubiera nadie, salí.
Camine por el corto camino de piedra hasta que llegue al camino de tierra que se veía a través del túnel de árboles, deje que mis pies se ensuciaran lo suficiente como para que “pareciera” que hubo un momento donde trate de escapar, inclinándome tome un poco de tierra en mi mano y la pase por el vestido dejando manchas estratégicas, pero tenía que hacer algo con respecto a la tierra esta estaba húmeda y si alguien me miraba notaria que era una mancha reciente, esta debía parecer seca ¡Por supuesto tenía al hombre indicado para el trabajo frente a mí! Drake controlaba el fuego por lo que de seguro podría hacerlo~ acercándome con una sonrisa hacia el príncipe tome el vestido de los costados y estire la tela -¿Puedes crear un ligero calor? Para que la tierra se seque y parezca que estas manchas me las hice ayer cuando forcejeamos en el bosque-le pedí y debido a la costumbre que tenía al pedirle cosas a mis hermanos no me di cuenta que puse ojitos de borrego para mayor efecto dramático, el contrario levanta su mano y puedo sentir una leve sensación de calidez que empieza a secar la tierra en mis pies, vestido brazos y cara -Ahora que ya no estoy tan pulcra nadie sospechara de ti~dije una vez mi disfraz perfecto había sido finalizado, ahora fue el turno del pelirrojo de crear su disfraz, lo primero que hizo fue posar su chaqueta sobre mis hombros, tímidamente me la coloque correctamente notando al instante lo ancha y grande que me quedaba, bueno no era de sorprenderse Drake era más alto y agradecía que su chaqueta me llegara hasta las rodillas así sería más fácil cubrir el tipo de vestido que llevaba, dejando a la vista lo necesario para hacerlo lucir como una pijama “normal” cuando alce mi mirada observe como el oji verde saco la daga decorativa y de un preciso corte superficial se lastimo la mejilla y el hombro, la sangre corrió por su mejilla y usando su poder hizo que esta se secara lo mismo que con la que había salido de su hombro y que cubría parte de aquella camisa de algodón blanca.
Y entonces fui testigo de una nueva expresión del príncipe, la sonrisa que me estaba regalando no era tierna ni gentil, era juguetona, podía ver el pequeño hoyuelo que se había formado en su mejilla sana y el brillo de picardía que ilumino el verde de su ojo, era como ver a un niño travieso orgulloso de la fechoría que había cometido y sin poder evitarlo deje que mi risa se escapara, jamás hubiera imaginado que me encontraría conviviendo con el segundo príncipe, ni que este me agradase tanto, ya no tenía miedo, porque sabía que la persona a la que temía no estaba aquí, este Drake era alguien diferente, así como el Axyl de este mundo lo era-Si, definitivamente ganaste y rescataste a la damisela en peligro… deberíamos ir yendo querido héroe, hay dos dragones que debemos derrotar… antes de que el reino caiga sumido por su feroz fuego-comente como si de un extraordinario relato se tratara, cuando en realidad solo estaba refiriéndome a nuestros padres, pero me gusto ver como el otro me siguió la corriente y una vez más como en un cuento de hadas Drake me cargo para comenzar a caminar hacía el castillo.◄ Axyl ►
La noche había pasado entre victorias, derrotas, bromas y risas, estar con Emma era relajante, ella era diferente a las otras chicas, era como Elayne, única y de algún modo sentía que me gustaría considerarla mi “amiga”. Una vez nos sentimos exhaustos nos recostamos sobre la alfombra de piel de oso que había frente a la chimenea, una vez active las piedras de fuego, el cuarto comenzó a calentarse por lo que no necesitamos ninguna manta, en algún punto de nuestra charla termine dormido al igual que ella, la noche paso y cuando llego la mañana sin que yo lo supiera estaba abrazando a la rubia por la cintura mientras mi cabeza reposaba sobre su pecho, sueño con Elayne, mi bella dama esta contemplando una puesta de sol con una taza de chocolate caliente en la mano mientras yo practico con la espada frente a ella, me siento feliz de ver como sus ojos me contemplan -s-soy asombroso ¿No?-presumí del nuevo y veloz movimiento que había echo con mi espada al partir un tronco en dos en una sola estocada, la albina se carcajeo mientras tomaba un sorbo del chocolate quedando así sus labios ligeramente pintados por aquel dulce, acercándome la tome del mentón e inclinándome rose mi nariz con la suya mientras mi mano rodeaba su cintura -Jeje~ Eli~ es tan linda y suavecita-murmuro en voz alta en medio de mi sueño sin ser consiente que tengo una sonrisa bobalicona en los labios y mientras acerco a Elayne en mi sueño, en la realidad estoy moviendo mi mejilla contra el suave pecho de Emma -tienes chocolate aquí… hmm~ puedo quitártelo con un beso-estoy por besar a la albina en mi sueño cuando el resonar del bong que estaba en la torre de vigilancia y el estupor de las trompetas me senté sin ser consiente de como había dormido sobre la rubia o de como la había estado tocando en medio de mis sueños y susurros.
El castillo parecía estar evacuando o en un descontrol inmenso porque podía escuchar los gritos afuera y eso era raro, ya que a este lugar jamás llegaba el ruido exterior, parpadeando aun me siento somnoliento y me encuentro algo desorientado al no recordar claramente los últimos acontecimientos de la noche anterior -¿Dónde estoy?-preguntó y segundos después el bong vuelve a sonar esta vez haciéndome pegar un brinco y abrir mis ojos de par en par por fin despertándome ¿¡Eh!? El bong generalmente no sonaba al menos de que… algo hubiese pasado. Es entonces cuando recuerdo que Emma y yo nos habíamos quedando dormidos, esto era malo, los guardias se volverían locos buscándome, de repente siento a la rubia insultarme y antes de que pueda girarme siento como me da una patada en la espalda que me mando al suelo debido a que aun estaba algo adormilado, frunciendo el ceño sobe mi mentón -Pero… ¿¡Qué demonios te pasa- exclamó enojado, irguiéndome me gire para enfrentarla y fulminarla con mi mirada, cosa que fue una muy mala decisión porque la oji azul estaba exponiendo su piel de forma muy sugerente, el escote en bandeja que tenía se había deslizado dejando más al descubierto sus hombros y parte del nacimiento de sus senos, sin mencionar que la falda del vestido se había levantado cuando me golpeo y ahora podía ver su muslo a la perfección, mi instinto morboso de hombre hace que detalle su figura, sin poder evitarlo. Solo basto un segundo para que la imagen se quedara grabada en mi mente, volteándome con rapidez le di su espacio para arreglarse -no fue mi intención ver… tu cuerpo-me disculpe, sentí mi corazón latir como loco por la sorpresa, me siento avergonzado y culpable al mismo tiempo, no quería que ninguna mujer aparte de Elayne despertara mi lado pervertido, pero Emma era una chica muy bella y mi instinto más bajo había cedido por unos segundos -debemos alistarnos, algo está sucediendo-recordé regresando a la realidad y mandando cualquier pensamiento indecoroso al rincón del olvido. De la nada Emma me pidió que le ayudara acomodar su cabello y me extendió un lazo, viendo cómo se sentó frente a mí, para luego darme la espalda extendiendo mi mano pase mis dedos por sus dorados y suaves cabellos, cuando era pequeño me gustaba ayudar a mi madre a peinar su cabello por lo que no era tan malo en esto, deslizando mis dedos junte lentamente el cabello de Emma hasta que hice una coleta alta, casual, pero que la hizo lucir bien, su nuca y espalda estaban al descubierto, realmente tenía una piel blanquecina algo… sex… ¿Eh? ¡No, no, no! ¡Lo lamento mi diosa Elayne, juro que no volveré a tener pensamientos pervertidos! Solloce mentalmente mientras imaginaba a la albina como un ángel que volaba en el cielo y me sonreía perdonando mis pecados carnales -termine- Carraspeando deje que la contraria me ayudar a arreglar mi traje.
Una vez estuvimos listos apagué las piedras mágicas de la chimenea y salimos de mi guarida secreta, por suerte ya no había un guardia cerca de la torre debido a la conmoción que parecía haber. A medida que llegamos cerca al salón real, vimos más soldados correr de un lado a otro, lucían pálidos y preocupados, estábamos por doblar la esquina cuando sentí varios pasos, estirando mi brazo empujé a Emma contra la pared mientras le indicaba con mi otra mano que hiciera silenció -el archiduque acaba de llegar… ¡Sin duda es un mal momento! ¿Cómo se supone que le digamos que su hija está desaparecida?- comentó uno de los caballeros mientras seguían de largo sin darse cuenta de nuestras presencias… un frio recorrió mi espina dorsal y supe al instante que la noticia me había dejado pálido, miles de cosas terribles llegaban a mi cabeza ¿Qué pasaba si era la misma persona que la secuestro cuando era niña? Después de todo nunca pudieron atrapar al culpable… tal vez no haber ido con ella había sido lo incorrecto si yo hubiese estado ahí para protegerla… negando trate de alejar los malos pensamientos, Drake estaba con ella, de seguro todo esto era su culpa, pero conociendo a mi hermano menor debía haber un motivo ¡Tenia que confiar en que él estaba con ella! Enfadado apretuje mi mano extendida fue cuando sentí algo redondo y blando encajar en la palma de mi mano, esto no podía ser en serio… temeroso ladee lentamente mi rostro para notar que lo que estaba tocando era el pecho de la rubia apartando mi mano me aleje un paso de ella -¿Por qué siempre tienes que dejar tu pecho convenientemente cerca de mis manos?- dije en reproche cuando en verdad me sentía bastante avergonzado, porque esta era la segunda vez que tocaba su pecho accidentalmente, realmente el destino trataba de ponerse en mi contra para que Elayne me dejara ¡Hubiera sido terrible si ella nos hubiese visto!
Es entonces cuando Emma se puso arrogante y de un golpe me acorralo contra la pared como si yo fuese la damisela y ella el caballero comenzó a preguntarme si realmente quería escucharla gemir de placer su tono fue bajo, grave y sexy… tragando saliva me cruce de brazos al momento que ponía una expresión neutral como si sus palabras no me afectaran para nada, Emma es interesante, ahora entiende a Drake cuando le dijo que le gustaba molestar a los demás, al parecer ese era su pasatiempo -bueno ciertamente eso sería interesante, pero solo fue una concidencía ¿Por qué querría tocar el pecho de otra chica que no sea Elayne? Además, sus pechos son definitivamente más grandes así que no te pongas celosa~ si quieres puedes seguir suspirando por mí, pero lamento decepcionarte no puedo corresponder tus sentimientos-le digo con una sonrisa triunfante mientras saboreaba mi momento de gloria, que no duro mucho ya que pudimos sentir como otros guardias se acercaban por lo que Emma me tomo del brazo y empezamos a correr, entonces un presentimiento me latigueo, deteniendo mi andar hice que Emma prácticamente chocara con mi cuerpo, pronto supe a quien había reaccionado mi instinto ¡Esto era malo! Si él había regresado… solo me esperaban toneladas de trabajos y regaños de su parte -¿Ibas algún lado Axyl? Jeje~ estaba buscándote… ¿Sabes de las cosas que me entere? Cosas muy divertidas~saluda, su voz es tranquila tanto que me hace querer dejar a Emma como carnada y huir, pero mi orgullo como hombre y príncipe me detiene
-¿Me pregunto quién me mando a una misión para así poder librarse de mí y pasar más tiempo con mujeres? Ahh~ es verdad ese sería nuestro querido y pervertido principe heredero… ¿Qué fue lo que me prometiste antes de irme? ¿Eh? Oh~ es verdad algo como: “no te preocupes puedo cuidarme solo” y ¿Qué me encuentro al regresar? Jaja… el castillo viniéndose abajo con la perdida de la señorita de Blois y con la noticia de que el príncipe fue secuestrado, me pregunto porque siempre hace cosas e-s-t-u-p-i-d-a-s… realmente usted no cabía sería una bendición que la señorita Elayne no lo escoja, si pudiera verlo en estos momentos lloraría desconsolada, pero es su naturaleza coquetear con todo lo que se mueve y jurar amor desleal a las damas-dice todo con una sonrisa tan deslumbrante que me deja mudo e inconscientemente pongo a Emma como escudo, se que mi rotura será lenta y dolorosa -M-mi querido Dwy… no es lo que p-parece-digo medio tartamudeando a lo que el otro deja de sonreír y vuelve a abrir sus ojos, esos ojos verde claro que me traspasaron con enojo -dejando el juego a un lado el emperador lo busca, así que vamos al salón real… lleve a su acompañante, al menos tal vez ella pueda salvarle el cuello y servirle como su coartada-apartándose extiende su brazo mostrándonos el camino, suspirando miro a Emma con cara de disculpa mientras comenzamos a caminar esta vez dirigiéndonos al infierno… el salón real.
Mientras caminamos Emma me dice que esta bien si digo que pase la noche con ella ¿¡Estaba loca!? El padre de Elayne estaria probablemente en el salón real ¿Qué pensaría de mi si decía algo como eso? De por si el hombre no me queria y siempre evitaba mis encuentros con la albina, si se llegaba a saber que había dormido en la misma habitación que la rubia estaría arruinado, además de que mi bella dama lo escucharía y definitivamente se alejaría de mí -ni muerto…-susurró, nos detenemos y un guardia nos abre la puerta, ingresamos Emma y Dwy hacen una profunda reverencia, yo por el contrario hago una reverencia más simple, una reverencia que solo los príncipes podían hacer al emperador, frente a las gradas estaba la imponente figura del archiduque la punta de su espada envainada estaba poyada en el piso mientras sus manos estaban posadas en el borde de la empuñadura.◄ Lyulf ►
Una vez la reunión empieza mi querido amigo rubio sonríe dándome la bienvenida -mi buen amigo, me alegro que llegaras con bien… sé que la situación que enfrentamos en este momento es terrible, pero he mandado a varios escuadrones en búsqueda de tu hija-me explica, se que no miente, pero también se lo que ha hecho ¿Acaso esta tratando de retarme? Sonriendo, paseo mi mirada por el salón, es un lugar bonito y con muchas cosas de valor y todas ellas serian reducidas a nada si el emperador no me daba una explicación racional -escuche algo curioso en mi camino hacía aquí… dicen que mi Eli hizo de acompañante del emperador, con un hermoso vestido dorado y que…-deteniéndome deje de sonreír y di un potente golpe en el suelo con la punta de mi espada, una onda expansiva de poder mando a todos al suelo, guardias, al príncipe, su acompañante e incluso a los guardaespaldas reales-¿Se sentó en el trono de la emperatriz? ¿Quieres explicarme? -pregunte, el de ojos carmesí se paro de su asiento y bajo las escaleras con lentitud, caminando altivamente sin despegar la vista de mis ojos, su pequeña figura se vio devorada por mi sombra, pero en ningún momento dejo de sonreír -no tiene ningún significado en especial, mi querida emperatriz tuvo que partir de improviso y ya que la señorita había acaparado a la audiencia el primer día del banquete como candidata a futura emperatriz, decidí que las demás chicas también debían tener una oportunidad… sabes cómo es Axyl es su presencia, deja sus deberes tirados. Además, Elayne es la preciada hija de mi amigo y mi difunta amiga, quise charlar y ella no se negó-cada palabra contenía veneno, podía sentirlo. Amaba a mi amigo, habíamos peleado hombro con hombro en el campo de batalla, habíamos pasado por muchas cosas juntos, pero él no podía perdonarme por quedarme con Raina ¿Quería hacer a mi linda niña pagar por eso?
-bueno con lo refinada que es mi pequeña, obviamente no podía decirle que no a un viejo emperador… pero Ehren, ya no eres un adolescente, no puedes hacer del reino tu patio de juegos, por tu incompetencia mi hija esta perdida-murmure en un gruñido al momento que me inclinaba, pude sentir la tensión en el ambiente por una parte estaban mis hombres quienes me seguirían incluso si decidía saltarle a la yugular al emperador y por otra estaba la guardia real, de repente las puertas del salón real se abrieron por ella entraron mis dos hijos, sus rostros estaban tan serios y tensos que los guardias de la puerta quedaron pálidos y sudando -saludos emperador…-dijo mi hijo mayor Ehan haciendo una reverencia -sol de Oracea-complemento mi segundo hijo que siguió a su hermano, los dos se irguieron al tiempo y al igual que yo miraron al emperador en busca de respuestas, probablemente ellos también habían escuchado los rumores -padre, escuche algunas cosas sobre la fiesta de ayer, dicen que el emperador quiere hacer a Eli su reina… ¿Qué procedimiento deberíamos seguir? -pregunta Liam, sin poder evitarlo dejo escapar una sonrisa, definitivamente estos dos son sangre de mi sangre, veo como sus ojos grisáceos no se dejan intimidar por aquellos carmesí -destruirlo todo suena bien, más si los rumores son ciertos-explicó a lo que Ehran alza su mano con seriedad pidiendo nuestro silencio -no son esas mis intenciones mi buen amigo, Torianna es mi única emperatriz… creo que sabes eso muy bien, solo quería mostrarle a tu hija el puesto que fue originalmente de su madre… ahora lo más importante es encontrarla y te recuerdo mi buen amigo que estás hablando con tu emperador-recalcó al momento que extendía su mano dejando vislumbrar el anillo de oro con el símbolo de la familia real, con una sonrisa… así que quería jugar bien, le seguiría el juego. Tomando su mano di un beso en el anillo -y te recuerdo mi buen amigo, que la familia real depende de nuestra familia…-dije alzando mi espada mostrándole el zafiro que brillaba en el centro de la empuñadura de mi espalda, sonriendo espere a lo que Ehran me fulmino con la mirada, pero al igual que yo había dado un beso en su anillo el lo hizo en la joya que representaba a nuestra familia.SPOILER (click to view)decidí dejarlo hasta aquí porque si no terminan matándose :v espero que te guste. -
.
|| Hay dos grandes días en la vida de una persona: El día que nace y el día que descubre para qué. ||
- Group
- Gremio de Dibujo
- Posts
- 1,722
- Location
- 地獄で.
- Status
- Anónimo
⇐Emma⇒
Mostré una leve sonrisa mientras veía como el príncipe traía la caja del tablero hasta mi posición. La puso sobre la mesa y cuando comenzó a sacar las fichas me quede algo sorprendida. Nunca había visto aquel diseño de ajedrez tan hermoso, era tan peculiar que me dejo algo pensativa.-Que curioso… ¿Cómo pude olvidar esto? Este tablero es muy raro, por eso lo guardo aquí… un extraño hombre me lo dio […]-¿antes de que Elayne desapareciese?... En todo caso no quise darle importancia al diseño del tablero ya que estaba cansada. Era bastante bonito y único. Observé como el contrario posicionaba las fichas en su sitio y me entregaba a mí el color blanco, anunciando que si él ganaba tendría que ayudarle en su conquista con Elayne ¿realmente necesitaba ayuda? Deje escapar una muy leve risa y comencé el juego junto a mi compañero.
La jugada no nos llevó mucho tiempo, pero fue divertido, ver las expresiones de frustración de Axyl y de alegría momentáneas. Al final la victoria fue mía, pero la sensación era diferente de cuando jugaba con Drake. Este príncipe era más expresivo y yo, sin darme mucha cuenta, me sentí desesterada ante el ambiente relajado.-Como me da pena nuestro querido príncipe heredero... Te ayudaré de todas formas con tu romance, pero como me ves como una villana, tengo que mantener mi papel, así que me guardaré el favor.-sonreí burlesca y divertida ante mis palabras. Después de aquello estuvimos bastante rato hablando de tonterías con naturalidad, mientras el fuego nos calentaba con unas piedras mágicas que el contrario había colocado. La piedra de curación que me había dado Axyl se había terminado hacía ya mucho rato, pero la había mantenido guardada en mi bolsillo, aunque ya no era de mucha utilidad… Al final, acabe dormida en algún momento, sobre la alfombra tan suave en la que estábamos, frente a la chimenea.•••
SPOILER (click to view)Bueno, el chico que se verá ahora... tiene este aspecto, y he escrito este pedazo con la siguiente música :')
“-Jerica~ ¿Estas despierta?-podía escuchar el sonido de algún pájaro y de la brisa soplar. Mis ojos vieron aquel rostro magullado, con las tiritas cubriendo sus heridas y esos bonitos ojos aguamarina mirándome.-Sí, ¿tu padre y mi madre siguen hablando?-mi cabeza estaba recostada sobre el regazo de aquel niño que me llevaba cinco años de diferencia, teniendo yo ocho y el trece. Estábamos bajo la sombra de un árbol que estaba al lado del edificio, o más bien el cuartel militar donde vivía con mi madre. Oliver asintió con la cabeza en una dulce sonrisa y llevo su mano a mi cabeza para apartar mis cabellos castaños de mi frente.-¿Te duele?-preguntó acariciando levemente las heridas que, al igual que él, estaban cubiertas en mi rostro con algunas tiritas.-Estoy bien. Ojala pudiese recibir todas tus heridas…-comenté con suavidad mientras agarraba su mano y la posaba en mi mejilla para notar el calor de su piel.-Ojala pudiese deshacerme de estas cosas…-susurro afligido mientras su mano se trasladó de mi mejilla en una acaricia a mi nuca. Al igual que yo, Oliver tenía un chip en su nuca, era un niño entrenado desde nacimiento, de hecho éramos los únicos, ya que nadie más había podido sobrevivir a la implantación cerebral del chip... Me incorporé de donde me encontraba y me acerqué al contrario para lanzarme a él y rodear su cuello con mis brazos, abrazándole.-No te preocupes, mientras estemos juntos todo estará bien~-le sonreí y recibí sus brazos rodeando mi cintura mientras apoyaba su cabeza en el hueco de mi cuello, notando como la brisa nos chocaba la piel con tranquilidad y el silencio nos daba consuelo.”SPOILER (click to view)No sé si lo recuerdas, pero en uno de los recuerdos de Emma, ella estaba en shock porque acababa de matar a un niño con sus propias manos, donde ella quería dejarse matar por él, pero el chico se le adelanto. Ese chico era Oliver. No podían oponerse por los chips, uno de los dos si o si tenía que morir por la orden de los padres, Jerica quería ser ella, pero Oliver no iba a matar a la persona que amaba, así que se dejó matar•••
Mis ojos se abrieron lentamente, sentía que había tenido un dulce sueño, agradable y cálido. Algo tan raro que era digno de conmemorar. Los sueños solían ser pesadillas o no soñar absolutamente nada, pero… Había sido un sueño realmente acogedor y nostálgico que me hizo sonreír levemente con una extraña sensación en el pecho removiéndose.-S-soy asombroso ¿No?-note una presión sobre mi cuerpo y al bajar un poco mi mirada, algo adormilada aún, fui consciente de que mi cintura estaba siendo rodeada por las manos del príncipe heredero y su cabeza se posaba durmiente sobre mi pecho mientras hablaba en sueños. Me doy cuenta de que mi mano esta sobre su cabeza, con mis dedos entrelazados en sus cabellos, lo que me hace de alguna forma sentirme avergonzada al vernos de aquella manera.-A-Axyl…-entonces el contrario comienza a frotar su mejilla sobre mi escote, provocando que este se abriese más, a la vez que seguía hablando mientras dormía.-O-oye despierta…-removí sus cabellos intentando que abriese los ojos, pero entonces el rosado de mis mejillas se acentuó un poco más cuando sus labios interceptaron el escote de mi pecho, lamiendo mi piel como si realmente hubiese chocolate ahí. Estuve a punto de apartarlo lejos, pero el mismo se levantó de sopetón cuando el jaleo de fuera lo despertó.-¿Dónde estoy? -mi escote había quedado más bajado, con mis hombros más a la vista y podía notar aun la saliva de ese príncipe en mi pecho. En otras circunstancia me habría carcajeado de él por haber sido tan patético mientras dormía, pero por algún motivo mis mejillas estaban calientes ¿¡Porque!? ¡En mi vida anterior me había acostado con muchos hombres!-¡Estúpido Axyl!-en un berrinche, con el sonrojo, patee su espalda, tirándolo al suelo sin ningún cuidado. El contrario se giró para reclamarme mi osadía, pero después volvió a apartar la mirada al verme.-No fue mi intención ver… tu cuerpo.-chasquee mi lengua molesta por haberme sentido algo avergonzada por aquello, me sentí un poco idiota ya que yo normalmente no era así.-Si solo fuese verme...-me queje a su comentario mientras comencé a arreglar mi vestido, colocando bien mi escote y cubriendo mis piernas.-Agh, mi pelo esta algo desastroso...-dije mientras peinaba mi cabello con mis dedos y escuchaba como el contrario hablaba de que teníamos que ir a ver que estaba pasando.-¿Puedes amarrármelo simple con este lazo? Te ayudaré a que estés decente también. -sugerí mientras me acerque hasta donde estaba el príncipe para posicionarme frente a él, dándole la espalda y llevando todo mi pelo detrás, mientras le entregaba un lazo negro. Los dedos de Axyl acariciando mi pelo de forma agradable, me gustaba que tocasen mi cabello, era como si me hiciesen un agradable masaje capilar.-Termine.-sonreí viendo que había hecho un buen trabajo y le ayude también a alistarse. Me acerque a él para arreglar la parte delantera de su ropa. Quedando tan juntos note que aquel chico olía bastante bien ¿así olía la realeza?... Espera un momento… ¿en que estaba pensando? Carraspeé mi garganta e intente dejar decente los rebeldes cabellos del príncipe con mis manos, que por cierto, eran bastante suaves. Cuando terminamos, salimos del lugar para dirigirnos como ninjas al pasillo.
¿El archiduque?... ¿Eli está desaparecida?... Escuchamos la conversación de unos guardias, y a pesar de lo que decían, no me sentí inquieta. Si Elayne estuviese en problemas, Alara en estos momentos me estaría matando y seguramente la albina me habría llamado, o eso esperaba… Así que quizás… ¿Esto era cosa de Drake? Si el pequeño pelirrojo había secuestrado a Elayne y llamado a su padre, había sido un movimiento inteligente, de algún modo… Porque, ¿Cómo esperaba ahora que el archiduque no destruyese al emperador? Suspire pensado que mejor ordenaríamos todo una cosa detrás de la otra y entonces peque un pequeño brinco cuando note como algo apretujaba uno de mis pechos. Baje mi mirada y levemente mis mejillas volvieron a sonrojarse cuando ese mocoso de nuevo había tocado mi pecho por segunda vez. De hecho… ¿esta no era la tercera vez? ¿Iba a hacerlo una costumbre o algo? -¿Por qué siempre tienes que dejar tu pecho convenientemente cerca de mis manos?-suspire para calmarme a mí misma mientras veía como el aparto su mano rápidamente, como si la culpa fuese mía.-Quizás eres tú que quieres tocar y no sabes cómo disimularlo… Oh~ ¿será que nuestro príncipe quiere verme gritar emocionada por ser tocada por alguien de su clase? Otra dama lo habría hecho.-con mis palabras atrevidas empuje a Axyl contra la pared y lo arrincone posando mis manos a cada lado de su cabeza.-¿Quieres verme gritar avergonzada Axyl?~-dije con una media sonrisa, en un tono sexy, mientras acercaba mi rostro al suyo. Su respuesta fue aburrida y desinteresada, pero de todas formas, agarre su mano, en el momento que vi que los guardias se habían marchado para correr por los pasillos mientras estiraba del príncipe. En nuestro camino note que nos acercábamos a la presencia de alguien, pero… no había donde esconderse, intenté pensar que hacer, pero Axyl estiro de mi brazo antes de nada, haciendo que chocase con su cuerpo y deteniendo nuestro camino, encontrándonos así con un hermoso caballero de cabello verdoso. Me quede contemplando la escena de como aquel caballero, que parecía ser su famoso caballero personal, reñía al príncipe, que tenía pinta de un cachorro asustado. Intenté ocultar mi risa burlesca y divertida por ver lo mal que Axyl lo estaba pasando ante la presencia del peliverde. En cierto momento el heredero al trono me utiliza de escudo y sin poder evitarlo mis ojos se cruzan con los del caballero, a lo que le dedico una sutil sonrisa despreocupada.
Después de la escena nos posicionamos en la enorme puerta donde se encontraba el gobernante de Oracea.-Cuidado con lo que dices ahora... Si es necesario puedes decir que hemos tenido una noche apasionada, pero no te pongas nervioso, el emperador es astuto. -le susurre al príncipe que aún estaba a mi lado para advertirle seriamente. Tras eso entramos al salón para poder encontrarnos con el emperador. Cuando las puertas se abrieron levante elegantemente mi vestido para dejar ver una profunda reverencia ante el emperador. Cuando levanté mi mirada mis ojos se clavaron en el archiduque Lyuf de Blois, el mejor caballero y guerrero que podía tener ese reino. Waa~ Cuando lo leí en el libro pensé que era un personaje majestuoso y digno de respetar, pero al verlo en aquel momento en persona… ¡Era realmente cool! La descripción del libro concordaba con su apariencia real. ¿Podría casarme con el padre de Elayne? Vale… era un poco mayor, pero yo tampoco era joven mentalmente. ¿Por lo menos podría tener una pelea con él? -S-señorita Emma…-me había quedado tontamente mirando al archiduque y su pose imponente. Mis ojos cambiaron de rumbo cuando escuche la voz de Barend llamarme como un cachorro corriendo a su dueño, viendo cómo se acercaba a mí. ¿Qué hacía al lado del Lyuf?
Mientras contemplaba como el archiduque y el emperador tenían una disputa, Barend había estado susurrándome al oído las cosas que habían estado pasando. Lo que había ocurrido cuando él había ido a vigilar a Elayne y el cómo había llegado allí con su padre. Todo por obra de Drake. En mitad de su historia, quede emocionada cuando el albino, con un toque de su espada en el suelo, dio una onda expansiva que nos mandó de culo a todos al suelo.-¿Por qué muestra una expresión emocionada? Q-quiero salir vivo de aquí…-susurro mi caballero de largos cabellos mientras me ayudaba a ponerme de nuevo en pie. La escena se estaba poniendo muy interesante. Ver a aquellos dos me hizo sentirme como dentro de una película ¿¡donde estaban mis palomitas cuando las necesitaba!? El emperador mintió descaradamente en la cara de su amigo. ¿Solo quería charlar con ella? ¡Ja! Ese rubio solo estaba resentido porque no pudo tener a la mujer que amaba y el apuesto padre de Elayne se la había quedado. ¿No podía admitir una derrota? La tensión se notaba palpante en el ambiente. Sentí en que cualquier momento habría una guerra, y sinceramente, si la había, ayudaría al padre de Elayne a derrotar al emperador, pero… Lastimosamente no podía dejar que eso sucediese.-Saludos emperador…-/-Sol de Oracea-las puertas del salón se abrieron para dejar entrar a… ¡Los hermanos de Elayne! Aun no los había visto en persona, pero… eran realmente apuestos y los identifique por las descripciones del libreo. ¿Este mundo solo tenía hombres guapos?-Destruirlo todo suena bien, más si los rumores son ciertos.-cuando el archiduque comentó aquello note la mano de Barend agarrar mi brazo. Vire mis ojos a los suyos para ver que me miraba inquiero, mientras el emperador Ehran y Lyulf tenían otra disputa, uno enseñando su aniño mostrando su posición de emperador, y el otro su espada con su sello, mostrando su posición de archiduque. Toque la mano de Barend y la aparte de mi brazo con una sonrisa para alejarme un poco de él y caminar dos pasos hacia adelante. Sería divertido tomar el castillo en una batalla junto al padre de Elayne, pero por esta vez salvaría a ese idiota del emperador, ya que no podía dejar que lo matasen. Tras aquellos dos pasos agarre mi vestido y levante levemente la falda con mis dos manos mientras inclinaba mi cuerpo y cabeza en una reverencia respetuosa.-Disculpen mi atrevida impertinencia. Soy Emma de Lowell. No quiero interrumpir su conversación, pero si me lo permiten quería comentar, que en vez de continuar con esta conversación ¿no se debería estar buscando mejor a la señorita Elayne?-levanté un poco mi rostro pasa seguir con mi tranquilo tono de voz.-El emperador no tenía malas intenciones al invitar a la señorita a acompañarlo, yo misma hable con ella sobre este asunto, ya que somos amigas. Ella solo quería hacer sentir menos solo al emperador ya que su emperatriz estaba lejos y no tenía a nadie con quien hablar en la fiesta. Ya sabe cómo es su hija Lyulf de Blois. Por eso mismo, considero que es más importante la búsqueda de la señorita.-explique y propuse como la buena actriz que era, cruzando por un momento mi mirada con el gobernante de Oracea ¿estaría sorprendido de que una desconocida lo defendiese? Esperaba que no tomase mucha importancia de ello... Aunque… ¿Dónde estaban esos dos? Ver al archiduque regañar al emperador era divertido, la cosa era que no quería llamar demasiado la atención y tenía las miradas sobre mí. Pero poco duro. El archiduque me dio la razón diciendo que no podia confiar en los caballeros que la estaban buscando y de repente, observe como posaba dos de sus dedos en sus labios, como si estuviese silbando, pero ningún sonido se escuchó, y un grupo de personas enmascaradas llegaron, rodeando al albino, arrodillados ante el en respeto. El padre de Elayne comienza a hablarles en un idioma que desconocía, pero que le hacía verle más cool. Y antes de que ocurriese algo más, la puerta de la sala se abrió de una patada. Me erguí mientras llevaba mi mirada hacia la gran puerta y vi como Drake entraba en la sala en brazos de la albina. Una escena bastante de libro, como la típica del héroe que viene con la princesa en brazos, solo que Drake era el villano en esta historia, irónico.
Cuando el pelirrojo deja a la heroína en el suelo me quede mirando la linda escena de su familia dándole amor y preocupación a la albina de forma tan acogedora, viendo lo avergonzada que Eli se ponía, no la culpaba, todos estamos mirándolos, incluso el emperador, pero también era tranquilizador ver la escena con ese cariño familiar después de la tensión que se había formado en la sala. Entonces mire de reojo a Drake cuando esa misma familia, llevan su mano al pecho, con respeto y agradecen al príncipe de forma respetuosa. Drake nunca había tenido mucho cariño o había sido admitido por nadie en su vida anterior, pero en este nuevo libro que parecía estar escribiéndose, por decirlo de alguna forma, él parecía estar recibiendo más aceptación y afecto. Quizás los demás no se daban cuenta, pero el príncipe con aquel parche en el ojo, era muy buena persona y el mejor candidato para ser rey, si se le instruía adecuadamente por el buen camino. -No tiene por qué agradecerme, lamento no haber podido hacer más. No podía ver como se llevaban a la señorita Elayne y quedarme quieto...-levantó su mano para indicarles que descansases, que no era necesaria la formalidad. Hablo con tranquilidad, para a continuación hacer una leve reverencia con su cabeza con respeto, hacia el padre de la albina.-Gracias por haber venido hasta aquí archiduque. No se preocupe, estoy seguro de que lo que ha pasado mi padre se asegurara de aumentar la seguridad del palacio.-sonreí al ver la inteligencia y elegancia de Drake, como una madre viendo a su hijo crecer.
Entonces me acerque hacia ellos, en concreto a Elayne para verla de más de cerca y comprobar con mis propios ojos que realmente no hubiese nada malo con ella.-Eli, ¿estás bien?-ella tomo mis manos con dulzura, como si flores flotases a su alrededor. Sonreí ante su inocencia y sus palabras afirmativas. Los hermanos me evaluaron, uno de ellos diciendo mi ficha personal en voz alta, edad, nombre… Incluso mi mala reputación social.-Vaya, veo que está bien informado~ -sonreí con indiferencia los comentarios del hermano. Mi reputación social no me importaba mucho, pero sonreí ya que Eli es la que me defiende, así que toco su cabeza amablemente mientras le sonrío ante su inocencia y ternura hacia mí. -No se preocupe señor, cuidare bien de su hija.-respondí ante las palabras del padre de la albina con una tranquila sonrisa…-Siento interrumpirlos, pero creo que la señorita Elayne debería descansar. A pesar de todo el alboroto que ha habido, hoy es el torneo de caballeros. Algo que no se puede suspender ya que vienen visitantes expresamente para verlo.-Drake nos interrumpió de repente y eso enchufo una bombilla en mi cabeza al recordar algo importante. Tomo las manos de la contraria y la miro de frente.-Eso me recuerda una cosa ¿puedo comentarte algo Eli?-le comento para sacarla del grupo y llevarla fuera de los oídos de los demás, apartándonos un poco y susurrar entre nosotras.-Necesito pedirte un favor. Sobre el torneo... Voy a participar, te contaré los detalles más tarde, pero voy a cambiar mi apariencia con mi caballero, Barend. Me hare pasar por él ¿podrías cuidar de él y estar a su lado en las gradas? Es un poco tímido, así que es opuesto a mi.-después de recibir la aprobación de la contraria le sonreí para aceptar su abrazo y su beso, viendo como regresaba con Drake y su familia.
⇐Drake⇒
La noche había pasado de forma pacífica. Me costaba aun creerme que la de cabellos plateados estuviese durmiendo sobre mi regazo ¿sería un sueño? Esperaba que no fuese el caso… Me había quedado toda la noche despierto, deseando que el sol nunca saliese para que no tuviésemos que regresar al castillo y ser separados, pero la realidad era muy diferente de mis deseos ocultos. Era de madrugada, quedaría una hora o dos, aproximadamente para que el amanecer asomase por las montañas. Antes de que eso ocurriese, los ojos de Elayne se abrieron y cuando fue consciente de donde estábamos se levantó algo avergonzada mientras se abanicaba ¿estaba avergonzada?... Intente ocultar lo lindo que eso me pareció, viendo como la contraria se disculpaba innecesariamente.-No has hecho nada malo. No tienes por qué disculparte. ¿Tienes frio? -comenté de forma tranquila mientras volvía a tapar con la manta, que se había caído, para ponerla de nuevo sobre los hombros de Elayne. Levanté un poco mi mano y con ello el fuego de la hoguera de la chimenea aumento para que las llamas no se apagasen. Vire mi ojo al rostro de mi acompañante cuando su voz me ofreció que descansase. No pude evitar recorrer su cuerpo con mis ojos al notar lo hermosa que se veía con aquella tela blanca, aparte un poco la mirada, con un muy leve sonrojo.-Tomaré tu propuesta.-dije para recostarme sobre su regazo, apoyando mi cabeza con cuidado. Mi corazón estaba nervioso e intranquilo por el nerviosismo de estar en el regazo de la persona a la que amaba pero nunca podía tocar o ver. Sentía que no podría dormir ante aquellos pálpitos, pero… Su mano acaricio con cariño mi cabeza y una tonada comenzó a calmar todo mi cuerpo ¿Elayne estaba cantando para mí?... Me sentí de alguna forma bastante feliz por aquel momento, no quería que se acabase pero cuando más escuchaba su voz, más se cerraban mis ojos, como si me estuviese arrastrando hasta los sueños, hasta que finalmente, quede dormido…•••
Mi acogedor sueño fue perturbado por los sonidos ajenos que venían de fuera. Me levanté de sopetón ante el jaleo. Se notaba a la contraria inquita, y de pronto una voz anuncio la llegada del archiduque, lo que me hizo sonreír de medio lado. -Tranquilízate.-comente a la contraria mientras saque el parche de mi bolsillo y lo ate a mi cabeza para tapar de nuevo mi ojo de cristal.-Escúchame. Diremos que unos hombres vestidos de negro te sacaron de la habitación del emperador, yo os vi en el jardín y te salve de ellos. Todo estará bien. Sino... Tirare de Emma...-dije, pensando en la rubia, como último recurso, mientras posaba mis manos en los hombros de la albina.-Te llevaré con tu padre.-le anuncié para cubrir su cuerpo con la manta. Mire curioso cuando la albina comenzó a observar a su alrededor, como si estuviese buscando algo, hasta que se acercó hacia una de las dagas decorativas de la pared, con una de ellas desgarro un poco su vestido, mientras la escuche y después me deje guiar por su agarre fuera de la casa, donde comenzó a ensuciarse con el barro. Ante las inteligentes sugerencias de Elayne sonreí ladeadamente y levante un poco mi mano para calentar el barro y secarlo, cuando ella me lo pidió.-Listo. Entonces supongo que tendremos que hacerlo más creíble aún.-comenté en el momento que me quitaba mi chaqueta y se la daba a ella para tapar su cuerpo. Me separe un poco de la albina y, con la daga que me había llevado del interior de la casa, hice un corte limpio y superficial en mi mejilla y otro en mi hombro.-Tuve una magnifica pelea, y por supuesto gane.-sonreí de forma juguetona mientras le hablaba a Elayne, notando la sangre salir de la herida.-Por supuesto mi princesa, yo la protegeré de los fieros dragones, no se preocupe.-dije, siguiendo el juego de la contraria, ofreciéndole una reverencia sonriente. Al erguirme la mire.-Y ahora si me permite...-la tome en brazos, para ponernos rumbo al castillo.•••
Después de regresar al salón y hacer que Elayne se rencontrase junto a su familia, por un momento quede algo sorprendido de que ellos mostrases aquel respeto hacia mí, no estaba acostumbrado a aquel trato, pero intente no mostrarlo en mi rostro y quedar tranquilo. Cuando Elayne regreso de su charla secreta con Emma, antes de que alguien comentase algo, la albina menciono de repente a su padre que quería tratar mis heridas, lo que me desconcertó por un momento, pero a la vez era algo de lo que no quería negarme, ni que nadie tampoco lo hiciese. Mire a mi padre, cuando la contraria pidió su permiso, y viendo la tensión que había entre el archiduque el emperador, no pudo oponerse y dio como finalizada la reunión, donde todos nos retiramos, Emma yéndose con su caballero y yo marchándome con Elayne a la enfermería. Me sorprendió un poco que Axyl no dijese nada al respecto, pero sabiendo que el archiduque estaba allí, en realidad tampoco era del todo sorprendente.
Cuando llegamos hasta la enfermería abrí la puerta, entrando sin llamar previamente, mire dentro de la sala, dándome cuenta de que el medico real no se encontraba en la sala. Me acerque a una de las sillas que habían en el lugar y me senté dócilmente en ella para mirar a la contraria.-No tienes por qué hacerlo. Debes estar cansada y ansiosa por darte una ducha.-comenté. Mis heridas podía tratarlas yo mismo sin problema, aun así, no iba a mentirme a mí mismo… que ella me curase me gustaba, por lo que no insistiría si ella quería hacerlo. Observe como tomo un par de piedras curativas y las coloco en mi mejilla y hombro, preguntándome sobre dos de mis gustos. Por un momento me quede pensativo, pero después conteste con sinceridad.-Hm… No he pensado mucho en ello, pero si tengo que elegir un animal, creo que me gustan los lobos. ¿Mi color favorito? Creo que es el verde... ¿Por qué preguntas sobre ello?-la observe tranquilo, viendo como negaba sonriente con la cabeza, diciendo que solo era curiosidad. Con las heridas cerradas, ella se pudo en pie y dejo mostrar una reverencia mientras me agradecía.-No se preocupe princesa, siempre iré a rescatarla~.-le sonreí con amabilidad para después verla marchar por la puerta por donde habíamos entrado anteriormente.
Me sentí algo nostálgico, o quizás más bien triste, al separarme de ella después de haber estado juntos toda la noche. La sensación que había dejado en mi era tan reciente que mi corazón estaba ansioso por querer correr detrás de ella y tomarla de la mano para que no se marchase de mi lado. Pero todo eran fantasías de mi interior. Ella en esos momentos solo tenía ojos para mi hermano, y la verdad eso era realmente frustrante… -¿Príncipe Drake?-levante mi vista cuando un sirviente me llamo desde la puerta de la sala. Era hora de prepararme. Tendría que estar sentado en lo más alto junto a mi padre y mi hermano, por lo que tendría que bañarme y cambiar mis ropas. Con eso en mente intente dejar mis malos pensamientos a un lado y encaminarme a mi habitación, allí me esperaron varios sirvientes, que me miraron con miedo y desconfianza. Suspire ante la evidencia de que mi presencia les asustaba y les deje que me vistiesen para el evento del torneo. Los príncipes no podíamos participar como guerreros, la verdad es que ni siquiera sabía que caballeros iban a participar, no estaba muy interesado en el asunto…-Y-ya está listo su alteza…-comento una de las sirvientas, a lo que yo le asentí con la cabeza serio y me mire al espejo por un momento, para después, con indiferencia, salir de la habitación, acompañado de un par de guardias, que me escoltaban por la ocasión, y dirigirme al palco donde debería reunirme con mi padre y Axyl. Había pasado unas horas desde el rescate falso de Elayne y había habido mucho alboroto por parte de los sirvientes para prepararlo todo deprisa y corriendo, aunque ya habían muchas cosas preparadas de antemano, por no decir la mayoría, la desaparición de la albina había dejado ocupado a muchos y se había retrasado un poco la ceremonia de apertura del evento.SPOILER (click to view)Así es como esta vestido Drake:
Salí al gran palco central que presidia en círculo de la arena del torneo. Allí habían tres sillas aterciopeladas rojas, una en medio, más grande que las otras dos, donde estaba el emperador, con una cara algo incomoda, seguramente por lo que había pasado con el archiduque, a su derecha estaba Axyl bien vestido y en la silla libre me senté yo de forma tranquila. Al tomar asiento mire en las gradas, mientras todos los caballeros, los que participaban, entraban a la arena para esperar el discurso del emperador, busque entre la multitud la cabellera albina de la dama que tanto inundaba mis pensamientos. Al encontrarla sonreí levemente, admirándola me quede por un momento embobado hasta que por un momento guie mi mirada a la que había a su lado, Emma, la cual parecía estar tapándose su rostro… ¿avergonzada? Eso era inusual, Elayne sobo su hombro mientras parecía decirle algo. Tuve que dejar de prestarles atención cuando mi padre se pudo en pie para dar su típico discurso de todos los años para dar comienzo al torneo de caballeros.⇐Emma⇒
-Entonces, aunque cambiemos de apariencia, no significa que estemos cambiado literalmente de cuerpos… ¿mantendremos nuestros poderes? Aunque… ¿no habrán personas que noten el cambio? El emperador y archiduque son fuertes y no quiero que se den cuenta.-pregunte curiosa mientras hablaba con tranquilidad. Me encontraba en el bosque oscuro, nos había teletransportado desde mi habitación del castillo, después de la reunión con el emperador y el archiduque, con uno de los fragmentos de la piedra de teletransporte que tenía, la cual era difícil de conseguir y tenía que ir fragmentando con mucho cuidado para ir a diferentes lugares rápido. Estaba junto a Barend, que me agarraba de la tela de la manga del brazo como un cachorro, pero intentando mantener su compostura de hombre. Estábamos rodeados de algunos espíritus del bosque que nos observaban, o más bien al de cabellos largos y nos situábamos frente a la demonio Cilvalia e Ibis, la espíritu de los búhos.-Sí, mantendréis vuestros poderes, si hiciésemos un intercambio de almas este humano no soportaría estar en tu cuerpo con tu poder, moriría. Tampoco te preocupes, nadie podría darse cuenta, literalmente cambiareis de apariencia, nadie se va a dar cuenta.-la demonio de cabellos rubios hinco seria su mirada en Barend, lo que hizo que su piel se erizase. Los espíritus no se mostraban nunca ante los humanos y no parecían contentos de que yo hubiese traído a uno, pero no me cuestionaron y aceptaron mi petición.-S-señorita Emma me ha mentido… ¡Me dijo que tenía pensado un caballero para apuntarlo al torneo y que representase a la casa Lowell! ¡No que usted se iba a hacer pasar por mí!-hizo un puchero mientras me zarandeaba del brazo.-Si te fijas bien en mis palabras… No he mentido en ningún momento. Tenía pensado un caballero, te apunte a ti al torneo. Deja de preocuparte, te haré ver como casi un seme cool.-le guiñe un ojo a lo que él me miro con desconcierto.-¡N-no sé qué significa eso!-volvió a zarandear mi brazo más ansioso. Ciertamente no le había contado a Barend sobre aquello, pero yo quería participar, ya no solo por el premio, sino por el desahogo de estrés que sentía que podría llevar. Podría pelear con gente fuerte, o eso esperaba, una piedra mágica de teletransportación sería dada para el ganador y además podría darle en la mejilla un beso a Elayne delante de todo el mundo. ¡Quería ver las expresiones de los príncipes! -¡Hagámoslo!-dije animada, recibiendo un suspiro por parte de la demonio y un aplauso de ánimos por parte de Ibis, mientras Barend lagrimeaba.•••
El agua estaba fría. Mi cuerpo estaba completamente desnudo, al igual que el de mi caballero rubio. Nuestras espaldas estaban juntas, para no vernos, pero sin tocarse, aunque yo era consciente de que él estaba interesado en los hombres, era más cómodo así porque él era vergonzoso. Nuestros pies estaban sumergidos en el rio y la única que estaba allí viéndonos era Ibis y un espíritu del agua que era completamente agua en forma humanoide femenino.-Transferid todo el dolor a mi.-Ibis asintió con la cabeza a lo que note el hombro de Barend como choco con el mío cuando viro un poco.-¿Dolor?-preguntó curioso y yo le mande a callar con otro choque de hombros, algo más brusco, para que mantuviese silencio. El procedimiento comenzó y el agua empezó a brillar de forma mágica, empezando a flotar en el aire múltiples gotas de agua que se quedaban suspendidas a nuestro alrededor. El líquido comenzó a subir por nuestras piernas para cubrir nuestros cuerpos poco a poco en un mando grueso hasta cubrirnos por completo, incluido la cabeza, cortándonos la respiración. En esa sensación de estar bajo el agua, un escozor inundo mi mano en un leve dolor, cuando agache mi mirada para ver la palma de mi mano, vi una herida en ella que dejaba fluir mi sangre en el agua. Con Barend estaba pasando lo mismo, solo que él no estaría sintiendo el dolor, a partir de ese momento, su dolor seria transferido a mí, y no por el corte en la mano, sino por lo que estaba a punto de pasar.-Muchacho, ahora te sentirás algo extraño, pero no te dolerá. No te muevas de donde estás.-se escuchaba de fondo, fuera de agua, a Ibis advirtiéndole a Barend. Trague saliva, preparándome mentalmente y en ese momento el agua comenzó a brillar con más intensidad, casi cegadora. Nuevas heridas aparecieron en varias partes de mi cuerpo, como pequeños cortes limpios, haciendo que la sangre se diluyese en el agua y se mezclase con la sangre de Barend. Poco a poco comencé a sentir un dolor interno que se fue intensificando. Intenté mantener la compostura, pero al recibir mi dolor y el del contrario juntos no pude mantenerme en pie mucho tiempo y acabe cayendo de rodillas mientras soltaba el aire que me quedaba, dentro del agua, con las burbujas saliendo a la superficie. Me abrace a mí misma ante el fuerte dolor, en una expresión dolorosa, y se podía escuchar el crujido de mis huesos y el de mi caballero de forma desagradable. Gemí internamente de dolor, notando que el aire se me acababa, con los ojos entrecerrados y el cuerpo ardiéndome, pude ver como el tono de mi cabello cambiaba a un rubio más claro mientras se mecía con el leve movimiento del agua…•••
El procedimiento había salido perfecto y duraría un día entero antes de que pudiésemos volver a la normalidad. Exitosamente había obtenido la apariencia de Barend y él la mía. Nuestros cuerpos, literalmente habían cambiado de apariencia, el olor, la esencia… no había forma de que nos descubrieses, el único inconveniente… Con mi caballero teniendo mi cuerpo parecía más femenina de lo que yo normalmente era… Habíamos regresado a la habitación, teletransportandonos, después de reponer un poco la fuerte sensación de dolor y aprovechar el momento para que Ibis examinase mi cabeza. Había ayudado a Barend a vestirse y le había dado indicaciones de que Eli sabía sobre nuestro cambio, para que él pudiese sentirse cómodo estando con ella.-Por favor contrólese en la arena…-se sintió extraño escuchar a Barend hablarme con mi tono de voz.-Deja de preocuparte y no te separes de Elayne.-aunque mis palabras no parecían convencerle le sonreí y me mire al espejo después de atar mi pelo como él siempre lo hacía: en una extraña trenza que se bifurcaba en dos colas bajas.-Tienes una buena apariencia Barend, quizás hasta consigues novio hoy. ¿Quieres que te lo consiga?-le sonreí ladeadamente a lo que él se sonrojo levemente y me miro con el ceño fruncido.-¡N-no rompa mi dignidad como caballero!-me reí ante sus expresiones, era divertido molestarle de aquella manera.•••
El bullicio inundaba todo el lugar, las personas estaban animadas y entusiasmadas. Entre a la arena, junto con los demás caballeros que participaban. Me sentía como en un coliseo romano que salía en las películas o los documentales, donde solo podía quedar uno, solo que aquí no podíamos matarnos. Eche un pequeño vistazo a mi alrededor, viendo con que contrincantes me podría enfrentar, entre ellos, el único que llamo mi atención, fue el chico de cabellos verdosos que ya había visto anteriormente, el caballero de Axyl que el tanto temía. Nuestras miradas se cruzaron por un momento, a lo que le dedique una sonrisa. Después de apartar mi mirada de él alce mi rostro para buscar a Eli y Barend, cuando los encontré, le guiñe sonriente un ojo al caballero que había tomado mi apariencia, viendo como tapaba su rostro avergonzado.
Las personas tomaron silencio cuando el emperador se puso en pie, teniendo a sus dos hijos a cada lado, y comenzó a dar su discurso de ánimos, explicando las reglas habituales: No se podía usar magia, solo se podía usar la espada sin filo ni punta que te daban en el torneo y para salir como vencedor de la ronda, tenías que asestarle tres golpes a tu oponente con la espada. Con toda esa charla dicha… el torneo comenzó. Aquella especie de coliseo era redondo, rodeado de público, camine, con mi espada sin filo apoyándola de uno de mis hombros mientras andaba con tranquilidad al centro de la arena después de haber sido llamada por el vocero, junto a mi contrincante. La primera batalla comenzó, pero también termino relativamente rápida, aunque el chico era bastante guapo, aunque allí casi todos los chicos lo eran… no había sido demasiado fuerte y no me supuso ningún problema asestarle los tres golpes sin recibir ninguno a cambio. Las batallas eran por parejas, si ganabas, pasabas a la siguiente fase, así que fui pasando mientras algunos caballeros eran descalificados, y no solo usando mi espada, sino también mis habilidades de defensa con las artes marciales, ninguna regla decía nada de eso, así que estaba bien. Pero entonces, cuando regrese a la arena después de que tocase otra vez mi turno, me encontré de frente al caballero de Axyl, su nombre, según el vocero: Dwy de Evlynius. Baje la espada, que estaba reposando sobre mi hombro, y le dedique una sonrisa al contrario mientras nuestros ojos se miraban.-Un placer, señor Dwy. Acabemos rápido.-le dedique una sonrisa ladeada. Sabía que ese chico era fuerte, pero después de pelear con los anteriores había perdido un poco la esperanza y me acerque a él, con zancadas anchas y rápidas, para asestarle un golpe que pensé que le daría en su cuerpo, pero que supo interceptar hábilmente con su espada.-¡Uoh~!-me sorprendí, animada y me aleje por un momento de él, para volver a intentar atacarle, chocando mi espada con la suya y quedando en choque de fuerza donde nuestros ojos miraban de más cerca, escuchándose el metal chirriar.-Es usted muy fuerte~-comenté, sin dejar mi sonrisa y nos alejamos mutuamente, cuando volví a acercarme para atacarle con la espada me esquivo, y no solo eso, sino que me puso la zancadilla para queme cayese y dar un golpe certero en mi espalda con su arma. Me levante del suelo con una pequeña risa, mientras limpiaba mi ropa con mi mano libre. Ese chico era fuerte, y por eso mismo quería que la pelea durase más tiempo ¡era emocionante! Aunque tampoco podía venirme muy arriba y correr el riesgo de usar la oscuridad sin darme cuenta, por lo que tenía que ser precavida. -Waa~ Debo disculparme. Pensaba que sería alguien menos competente después de pelear con los anteriores caballeros. Lo he subestimado a pesar de que yo nunca hago eso.-le mire con una sonrisa tranquila. -Pero usted tampoco debería confiarse. ¿Piensa que voy a perder? Ni siquiera le he mostrado nada de mi fuerza aún~-le guiñe un ojo y me prepare empuñando adecuadamente mi espada. Me incliné un poco hacia delante y comencé a correr hacia el contrincante a una velocidad más rápida que antes, sin usar poderes. Hinque mi espada en la arena del suelo, y cuando estuve lo suficientemente cerca de él, levante la espada para levantar el polvo y cegarle por un breve segundo. Con una grácil agilidad di un giro sobre mi misma, mientras me agachaba, para golpear con mi espada sus piernas. La bandera de victoria esta vez se alzó ante Barend y el árbitro me pidió que me alejase del peliverde para darle espacio.-Me parece bien, espero que guarde bien mi presencia en ese corazón suyo.-conteste a su burla mientras veía como se ponía en pie. Los siguientes golpes fueron más largos y contundentes, golpeando nuestras espadas y asombrándome con la agilidad y rapidez de aquel hombre. ¡Era muy cool! Uno de sus golpes intente pararlo con la espada, pero fue tan fuerte que me mando varios metros lejos de él. Me quede por un momento embobada cuando note ese instinto asesino que lanzo sobre mí, realizando un giro ágil que me golpeo el rostro con su pie y me mando al suelo, justo en el momento que iba a levantarme su espada toco mi cuello y la bandera se alzó en su victoria. Le sonreí alegre, mostrando mis dientes, a pesar de que salía sangre de la comisura de mi labio por el golpe que había en mi rostro. La batalla se estaba poniendo interesante, pero entonces todo se torció cuando vi como Dwy de repente mostro una expresión dolorosa y se desmayó. Antes de que su cuerpo cayese al suelo, rápidamente me lancé a donde estaba para agarrarlo y evitar su caída. El vocero anuncio que la victoria era mía, pero eso no me hizo feliz.-¡Oye, aún no habíamos terminado!-me queje dándole unas palmaditas en la mejilla, con mi ceño fruncido, queriendo que la pelea continuase, ya que había sido divertida. Llevé mi mano a su pecho al ver que no despertaba, no parecía estar mal, pero tampoco pude examinarle mejor ya que se lo llevaron y… Me anunciaron como la ganadora del torneo. Limpiándome la sangre de la mejilla y la boca, con la manga de mi ropa, vi como separaban a Barend de Eli, para bajar a esta a la arena, mientras, con los aplausos y halagos gritados, me entregaron mi premio en un cojín aterciopelado rojo: la piedra negra de teletransporte. La tome entre una de mis manos y la alce para mostrarla al público, aumentando los gritos, dando un poco de espectáculo. Cuando Elayne apareció en la arena guarde la piedra en uno de mis bolsillos y le sonreí. Antes de que ella se acercase a mí, un sirviente, que acompañaba al que me había dado el premio, poso una piedra de curación en mi mejilla para curar mi herida. Cuando tuve de frente a la albina le sonreí amablemente. Tire la espada sin filo al suelo le dedique una reverencia respetuosa.-Si me permite bella dama~-mire de reojo a los príncipes, con una sonrisa pícara y entonces pose mis manos sobre los hombros de la contraria para depositar un dulce beso en su mejilla.SPOILER (click to view)Lo dejo aquí a ver qué hace Eli y eso jeje, y si necesitas interacción ya me dices por privado. ¿Supongo que ya después del torneo vuelven a casa?.